Resulta que Guadalupe, una soprano alucinante que conocí en mi querido ExTempore, me pidió una sapa patinadora para su hermanita, que es (oh!) patinadora :o)
Aquí está con su cara de sapa

Aquí se ve el detalle de los patines (medio que no me figuraba como hacer los patines de rueditas, pero al final no eran más que mini bolitas...)

Acá la enganché mirando cuadros de Sábato (ese libro me lo regaló el flaquet hace unos ocho años... como pasa el tiempo, santo cielo!)

Acá está tomando un tecito usando mis madejas como silloncito. Por cierto, fui de nuevo a Scalabrini Ortiz porque necesitaba dos o tres colores en particular... el caso es que volví con dos bolsas de lana. No sé cómo paso eso.

Acá se está mimentizando con mis flores. No le sale muy bien :o)

MUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!