A veces solo necesito la luz brillante del sol,
unos zapatos cómodos para pasear,
algún abrazo fuerte y verdadero,
una agradable conversación,
estar rodeado de amigos,
que suene buena música,
un gin tónic fresquito,
el ladrido de un compañero perruno,
unos dulces sobre la mesa,
un libro con buenos consejos,
algo de dinero en los bolsillos
y salud para gastarlo…
Está claro que el chipionero es carnavalesco por antonomasia, por mucha Feria del Moscatel que nos estén atribuyendo.
Pero es insostenible y quimérico tener dos jueves de
carnaval, tres viernes y tres sábados, no hay cuerpo, ni cartera que lo
aguante.
Durante esas tres semanas hay muchas jornadas vacías e indiferentes, en el que el espíritu de la fiesta brilla por su ausencia, son muchos los casos de actividades en los que el publico es escaso y en otros llegan a suspenderse.
Alargar por el simple hecho de prolongar la celebración,
no aumenta la calidad de la misma, es todo lo contrario..., es extender el desencanto
y la desilusión del pueblo a su fiesta más emblemática, esto que escribo le he
escuchado de muchas personas en estos días.
Espero que se tenga en cuenta para próximas ediciones…
Espero no ser nunca un ejemplo a seguir,
ni un gurú, ni luz de guía,
impartiendo clases de conducta y moral,
mucho menos el confesor de la reina,
tampoco en consejero de metas a alcanzar.
Ni bendito, ni sagrado,
nunca elegido, ni predestinado,
o favorecido para la gloria,
ni ser canonizado o excomulgado
por algún floreado selecto rebaño.
Moralidad con mordazas,
ética y normas forzadas,
blasfemos púlpitos y tribunas,
vendedores de viento y cenizas
pasaportes al cielo o al infierno.
El que esté libre de piedra…
que tire la primera culpa.
El amor, la amistad y el cariño pueden salvar al mundo.
La ternura, la armonía y la caridad son “armas de destrucción masiva” contra el
odio, el horror y la barbarie, pongámonos todos en pie de Paz…
Decimos adiós al Carnaval 2025, en estas fotografías quedan plasmados algunos de los momentos vividos en La Peña “El Chusco” – Casa Manolo. Os esperamos en 2026
Esta semana Ángel y yo nos hemos presentado a un casting para formar parte del grupo “Me Locomía”, estamos esperando el resultado del jurado, cruzaremos los abanicos…
No tengo ganas de escribir, hoy hay que reivindicar, aun tenemos muchos motivos para hacerlo, y el camino sigue siendo largo y tortuoso…
El escenario nos llamaba a voces, ¿Quién le decía que
no? No había nadie pero nosotros escuchábamos los aplausos y el público en pie
nos pedía: otra, otra…
Hoy en Chipiona me he encontrado con una persona que me ha dado su palabra que es John Lennon, además en un paso de cebra…, pero tengo dudas, no se si es John Aparcero o Eduardo Lennon...