la primera peli que vimos juntos |
Él trata de sacar esa canción de Sonic Youth con la guitarra
eléctrica de su primo, esa canción que me cansé de escuchar y que me ha
torturado desde que lo conozco y que de seguro olvidaré cuando se canse de mí.
Porque él no es para mí, porque no creo que terminemos juntos.
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Este es uno de esos chicos con los que suelo estar solo por
un tiempo, hasta que se canse de mí, y deje de contestar mis llamadas, hasta
que ‘oportunamente’ siempre este ocupado.
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No es una queja, yo normal. Solo disfruto el momento.
Me gusta su cabello, lo lleva corto a los lados, ondeado,
castaño, me gusta, pero sé que no podrá ser. Qué diablos.
Me paro y busco entres sus cds algo que conozca, encuentro
un Cd de Iggy pop (mandado a grabar y con los temas escritos a lapicero) y
pongo la única canción que me conozco y le quito el troncho, aspiro, reprimo
las ganas de estornudar, porque molesta un poco la garganta.
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Y yo sé que ahí con él, ahora tirado en la cama, no pasará
nada pero mientras estemos viéndonos lo pasaré bien. Porque Iggy pop suena de
puta madre, y porque la vida si no la vives te vive.
Su departamento está en un cuarto piso y a veces, solo a
veces, cuando llegamos borrachos y ruidosos, los pocos que llegan a vernos nos
miran de forma reprobatoria, como si supieran que nos acostamos y que subimos
un toque el volumen de la radio para que no se escuchen los ruidos extraños
(siempre hay que ser precavidos chicocos).
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El guachimán es nuestro cómplice y nos compra hamburguesas
de ese point cercano al edificio. ‘cómprate tres, una para ti Servando’. Porque
el tipo se llama Servando, igual que cantante del dúo venezolano. Y Jhoncito se
caga de risa, porque el guachi se llama Servando. Aunque a decir verdad, él se
mata de risa de cualquier cosa cuando esta medio Stone.
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Echaditos mientras conversamos de cualquier huevada, me
agarra la nariz y me la mueve. ‘tu nariz es grande’ me dice. ‘Esto también es
grande’ le digo agarrándome el paquete- muévemelo.
Y él se caga de risa. Eres un pendejo Damian.
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Chinos de risa, nos desvestimos y me quedo viéndolo, porque
me gustan sus piernas. Se lo digo.
Se palmotea una pierna y me dice: ¿te gusta? Tengo dos. Y
ambos reímos.
Quizás no lleguemos a nada, pero me gusta. No debo
enamorarme.
pd: escrito el 2005 luego de una salida con una persona especial.
pd2: Me estoy tomando la molestia de revisar algunas cosas publicables de mi diario.