Se hizo de rogar, pero por fin ha llegado a nuestras consolas y compatibles el final de la trilogía Arkham desarrollada por Rocksteady y publicada por Warner Bros. Después del relativamente detestable Arkham Origins, al fin los creadores originales de la saga nos muestran cual es el siguiente paso para el murciélago y Gotham, un fantástico nuevo villano y lo que muchos hemos deseado durante años, tener el bat-móvil a nuestra disposición. Es una lástima que acabe hartando tanto…
Duelo de caballeros
El juego comienza poco después de los eventos del final de Arkham City. Asistiremos al crematorio del cadáver del Joker en el primer minuto del juego, para echar por tierra cualquier teoría alocada sobre lo sucedido en el cine entre Bruce Wayne y su alter ego. Tras ello, el comisario Gordon nos pondrá al día de lo sucedido en Gotham, como la criminalidad bajó, cómo nadie quiso tomar el hueco dejado por el príncipe del crimen, y como, poco a poco, Batman parecía hacerse prescindible. No obstante, no tardaremos en asistir al primer acto del malvado plan del Espantapájaros, un antiguo conocido con un nuevo aliado, el Caballero de Arkham, unidos para aterrorizar Gotham y derrocar, al fin, a su benefactor y protector.
A nivel argumental, el juego mantiene el nivel a lo largo de más de 10 horas de juego en las que tendremos que perseguir al Espantapájaros y frustrar sus planes para destruir Gotham, a la vez que buscamos indicios sobre la posible identidad y propósitos de su nuevo aliado, el Caballero de Arkham. No obstante, la parte más interesante de la trama principal no tiene que ver con estos dos villanos, sino con el desarrollo de una de las partes más ignoradas de Arkham City y la relación de Batman con la bat-familia: Robin, Oráculo, Nightwing, Selina, Jim Gordon… …Seguir leyendo +