Si algo hay que reconocerle a Double Fine, es que hacen juegos muy suyos. Cada título contiene una cantidad de personalidad enorme, y aunque tienen puntos en común (el exacerbado coleccionismo y el humor) cada obra es distinta de las demás.
Si Psychonauts fue una mezcla casi perfecta de plataformas y videoaventura, Brütal Legend fue un fantástico homenaje al heavy metal, y Costume Quest un canto de amor a la infancia típica estadounidense.
Con Stacking abordan un escenario espacio temporal tan fascinante como poco utilizado: El Imperio Británico de la revolución industrial, mezclándolo con las muñecas rusas (las conocidas Matrioskas). En Stacking manejamos a una de estas muñecas, el pequeño Charlie Blackmore, que ha visto como el malvado Barón ha secuestrado, de una manera u otra, a toda su familia, dejándolo a él de lado porque es la muñeca más pequeña del mundo.
Con lo que no contaba el Barón es que Charlie tiene una habilidad, dado su pequeño tamaño puede introducirse dentro de otras muñecas, manejándolas y usando sus habilidades. Para ello tiene que estar dentro de una muñeca de un tamaño exactamente inferior al que se vaya a «anidar», y además tiene que hacerlo de espaldas, con lo que no puede hacerlo sobre quien no quiera sufrir «la anidación». …Seguir leyendo +