Recientemente he acabado las críticas de una de las sagas más populares de Bioware. Las tres entregas de Mass Effect pasaron por mi mano y tras ese largo recorrido de más de ciento cincuenta horas sólo puedo alegrarme y dar gracias por ellas, por cada una, tanto como las di en su día leyendo las más de cinco mil páginas que componen los relatos de La Fundación de Isaac Asimov. Según dicen por Jot Down Magazine, lo importante en este caso no es el destino sino el recorrido, y deben de tener razón porque no pierdo el buen sabor de boca a sabiendas de que el destino siempre había parecido mediocre. Ninguna de las dos primeras partes gozó de un gran o incluso buen final: apenas dejaban un continuará y una palmadita en la espalda.
La perspectiva ante esta tercera parte tras años de espera era complicada. Llegaba la «épica conclusión a la saga». Fue curioso ver cómo días antes de su salida ya podían leerse apresuradas críticas sobre el «horrible final». Un final cerrado que apenas nos dejaba escoger entre tres opciones posibles sin tener demasiado en cuenta nuestras acciones.
Como me hago mayor y cada día más temeroso he decidido advertiros: tras este párrafo se esconden feos spoilers, detalles vitales de la trama de Mass Effect y de otras obras, así que como si servidor fuese una Bioware cualquiera os doy la oportunidad de saltaros un encabezado entero (el <h4> para los amigos) para que vayáis al final pinchando en este enlace.
Los inevitables spoilers, una ligera defensa
El final nos obliga a poner fin a las andanzas de Shepard de algún modo. No importa lo buenos que fuésemos, o malvados, o asquerosamente neutrales (maldito planeta neutral), todo acaba aquí. Los creadores de la saga nos dan a escoger entre tres finales espléndidos que nada tienen que ver con alineamientos morales difusos: fueron nuestros actos los que definieron el conflicto y ahora este final responde solamente a la visión que tengamos de la lucha entre la vida orgánica y la mecánica. Es una última decisión moral y no el sumatorio de nuestros actos.
Podemos escoger poner fin a la guerra mediante la simbiosis de toda especie viva y todas las máquinas sensibles, a riesgo de que en varias generaciones todos vivamos cual daleks del Doctor Who (algo que nos advierte el propio Javik, miembro del equipo y proteano). Otra opción es acabar con toda forma de vida mecánica, inclusive los benévolos Geth, además de toda la tecnología segadora, y evidentemente los relés de masa, devolviendo a la galaxia a una época anterior a la colonización del espacio profundo. Hola, Edad Media. Y siempre nos queda la opción de dejar las cosas exactamente como están y transformar a Shepard en un segador más, un agente infiltrado que altere su percepción del conflicto para mantenerlos alejados, como si pudiésemos fiarnos de la palabra de un heraldo de aquellos que crearon a los segadores, o siquiera de los mismos segadores.
Todos los finales son buenos, incluso excelentes, y responden a varios clichés de la ciencia ficción que nunca pasan de moda. Difícilmente lo harán. Todo se resume en que nuestra percepción de la vida y el fin de la misma influye directamente en nuestra capacidad de encontrarle sentido. No podemos compartir un mismo fin con seres inorgánicos que no responden a nuestro ciclo de vida, ¿o si podemos?
El heraldo luminoso que nos presenta estas opciones finales desde la ciudadela viene anunciado directamente desde la primera y segunda entregas. Estas opciones cierran el arco argumental mostrado durante nuestra primera conversación con el segador llamado Soberano. Y tal vez no escogiesen la mejor forma, en el sentido cinematográfico, de mostrar el final. Puede que algún ángulo de cámara fuese demasiado cerrado, que existan diálogos estériles o engañosos, que las acciones pasadas parezcan tener poco peso durante el final escogido, pero aún así siguen plasmando ideas brillantes.
Cualquiera puede quejarse, aún nos dejan el derecho a la pataleta y suele estar bien defendido. También es cierto que a menudo se cambian finales de todo tipo de obras, tramos enteros de la vida de un personaje, a veces incluso se resucita a protagonistas de manera milagrosa. Mentan desde Anaitgames a Joyce o los montajes del director de las películas, de manera acertada en GamesAjare hablan del viejo Sherlock Holmes, fully reloaded. Todos alterados por necesidad o capricho. ¿Y qué? ¿Acaso tiene sentido quejarse de un final cuando en realidad es la única parte que nunca tuvo importancia?
Mis menciones a la obra de Asimov no son gratuitas. Toda su obra explora la posible relación de los hombres con las máquinas, las pensantes y las estúpidas herramientas que usamos a diario, llegando siempre a la misma conclusión: no pueden cohabitar como iguales ni depender absolutamente los unos de los otros. Revisando la conclusión de la propia saga de La Fundación podríamos decir que el final del último libro, Fundación y Tierra, termina con un giro sorpresivo propio de cualquier película barata de serie B: con el vaticinio de nuestra destrucción como especie promulgado por una psíquica jipi espacial, promiscua pero divertida, ante la mirada perpleja de dos cuarentones bobos y una casi adolescente hermafrodita cyborg de una colonia perdida, que encarna todos los temores de nuestra especie y nuestra futura destrucción. ¿Es un mal libro por este final? Dependerá de gustos, pero es considerado como uno de los mejores de la saga por explorar una gran cantidad de posibles futuros para la humanidad; lo hace a través de colonias humanas perdidas o destruidas, contemplando nuestros temores y la relación simbiótica que perpetramos con las máquinas y herramientas mecánicas desde tiempos inmemoriales. Y lo hace de manera magistral. Se trata de un ensayo excepcional y un paseo inolvidable.
En el fondo sólo quiere agradar
Esta entrada no sólo es una defensa de un final acertado, es una crítica a la búsqueda excesiva de contentar al público a toda costa, un pecado que Bioware ha encumbrado a la categoría de arte y que ha dejado al borde de la destrucción a varias grandes franquicias.
Todos y cada uno de los títulos de esta saga de ciencia ficción cargan con innovadoras ideas jugables, muchas de ellas mal empleadas. Bioware, bajo el ala de Electronic Arts, en lugar de apechugar con los errores, levantar cabeza, y corregirlos, ha decidido recular un paso a cada queja que prensa o jugadores han promulgado. Su manera de enmendar los errores siempre fue copiar mecanismos que ya funcionaban en otras franquicias.
Que la capacidad de disparar certeramente al enemigo desde grandes distancias dependa de nuestra habilidad como tirador es una idea lógica, mal medida en su primer título y cercenada en los siguientes. La exploración mal planteada en eriales lunares casi aleatorios también: podrían haberlos rellenado con trazas de culturas de la era proteana, con algo de guión, pero evidentemente era más barato borrarlo y dejar el convencional paseo a las ciudades. Los minijuegos bien empleados pueden resultar amenos y enriquecedores dentro de un universo, añadiendo por ejemplo lenguajes, ideas o códigos visuales enriquecedores pero innecesarios para avanzar, que se repitan y se expliquen sólo ahí, pero nunca cortando un tiroteo, y por ello fueron erradicados. Utilizar un transporte pesado y blindado con capacidad para vuelo en entornos de baja gravedad también es un elemento apetecible, pero requiere de entornos adaptados a su uso, tal como demostró el hovercraft en Mass Effect 2, en un DLC, aunque llegados a la última secuela escuchemos que el prototipo MAKO fue destruido y nunca hubo tiempo ni necesidad de repararlo.
Existen infinidad de elementos impopulares, que mejores o peores sólo requerían algo de mimo en su recreación, y el último elemento nacido roto ha sido el valiente «final» de la saga. Mientras el cabreo monumental de la masa de prepúberes fuera de target y fans perdidos en la publicidad engañosa de EA iba en aumento, Bioware salía al paso como podía con declaraciones de sus fundadores o del director creativo de esta última entrega. Mirándonos el ombligo, podíamos ver como multitud de páginas de habla española malinterpretaban las palabras (y aún lo hacen) de la propia empresa creadora, con el fin de alterar todavía más a los volubles fanáticos, poniendo palabras donde no las había en pos de ganar visitas.
En las defensas de la compañía anunciaron expansiones que explicarían mejor algunos elementos de la trama, todas ellas jugables antes del gran final. Ahora, la subsidiaria de EA se ha visto obligada a añadir un epílogo y a aumentar la escena final del juego para que los jugadores sientan que es una experiencia más personal. Un contenido descargable gratuito destinado a contentar a aquellos que disfrutaron de la pose heroica del final del primer juego, del paseo honorable de la segunda parte, y que no se han contentado con este final digno de cualquier gran saga literaria del género.
Yo por mi parte estoy satisfecho, y sólo puedo esperar que a Bioware la proteja el destino o el azar de la opinión de sus «fans», o al menos que Electronic Arts no los oiga y menos aún que les falsas expectativas, porque de lo contrario puede que acaben destruyéndose a sí mismos.
Nah, será que estoy en la edad del pavo, pero el final en general es una chustra lo mires como lo mires…
Yo pago «para su integridad artística» no?? Venga va, que yo pago para estar bien yo, para disfrutar yo, no otro, y si nos basamos en la ley del mercado, toca acarrear con su falta de tacto…
Espero que aparezca un «iluminado omnisciente» (sarcasmo sarcasmo) para decirme que debo hacer, no sea que yo, triste mocoso erre el camino…
Decir que ninguno de los 2 juegos anteriores tuvo un buen final es no tener ni remota idea, cuando ME1 tiene uno de los mejores finales en lo que vamos de generación.
Mi opinión al respecto es que sí es un buen final, aunque esté mal hecho, tal como queda reflejado en el texto. Y creo que en el fondo a la mayoría (no a todos) de los que se quejan sencillamente les pica porque esperaban algo edulcorado y no es problema de que sea un buen o mal final. Al resto de la red, a los que no les gusta y argumentan (como adultos) el por qué o los que tienen ideas conspiranoicas sobre el adoctroninamiento no les puedo ni quiero rebatir.
Respecto a lo de pagar por estar bien, bueno, lo único que puedo hacer es darte la razón y recomendarte que no les compres xD. Nadie está obligado a ser un mecenas, pero si te advierto que hay personas que disfrutan con una buena distopia futurista en juego, libro o película, aunque al final todo acabe mal y el protagonista muera (o muy mal, y no te quiero mirar Ubik). Es algo que ocurre habitualmente en las novelas de ciencia ficción.
No soy un vendedor, ni voy a comisión de Bioware, y lo dejo clarito: el 1 el 2 y el 3 tenían fallos, cada uno los suyos; y Bioware ha hecho lo que no debía a cada crítica, ese es el tema del texto.
Si quieren hacer un final cabrón, uno que acaba mal, o que no acaba es su decisión, como si CocaCola decide traer la Cherry Coke de nuevo y quitar la Zero, es su problema. No compréis, es la mejor medida de presión. Pero si ceden ante las quejas cortando y añadiendo como si el diseñador fuese un pollo sin cabeza, de aquí para allá y sin rumbo, el juego no puede acabar bien. Me preocupa enormemente el destrozo que pueda venir con el DLC, o que EA y el resto de productoras acabe convirtiendo esto en la tónica habitual.
¿Acaso nadie ha pensado en que las «actualizaciones» pueden ser peores que el actual final?
Pero el problema de todo no es si el final es bueno o malo, sino que el camino podía haber sido mejor explotado por que extenso y basto mundo de ciencia-ficcion tienen para hacer largas historias, haciendo enfrentamientos entre religiones, guerras civiles, nuevas pequeñas especies que intentan abrirse paso entre las grandes, etc.
Creo que la precipitación de sacar el juego fue antes de tiempo, es una opera-espacial acabada antes de tiempo y de forma precipitado.
Su final puede ser mas o menos bueno, pero claramente si su protagonista no muere entonces no es un buen titulo de ciencia ficción y es otro titulo espacial del montón.
No creo que sea un problema dejar tramas abiertas, Ubik es una de las mejores obras de toda la obra de Philip K. Dick y (oh! spoiler) es toda una historia inconclusa. No se si fue algo premeditado o producto de las prisas pero tampoco lo considero importante para la idea que quiero transmitir con mi texto. Y menos aún creo que el protagonista deba morir si o si.
Lo que si intento transmitir son cosas muy concretas:
Primera, entiendo perfectamente que a mucha gente no le guste el final pero no es un mal final para una historia de scifi. De hecho, este tipo de finales son muy habituales.
Segundo. El final está mal rematado a nivel técnico, ese nivel de ambigüedad no le sienta bien a la historia.
Tercero. Muchos fans no tienen en cuenta lo que cito en los dos puntos anteriores al decir que el final es malo, tampoco dan muchos motivos concretos. Leyéndoles el único poso que me queda es que quieren un cambio porque no les gusta, porque esperaban otra cosa (aunque puede que este no sea el mejor final). Esa argumentación hueca no creo que les deje en buen lugar.
Cuarto. Bioware os escucha, SIEMPRE, y EA más. Y cada vez que os intenta hacer caso la caga más, pero no porque os falte razón, la cagan porque no saben como arreglarlo. En mis análisis dí ejemplos de como les había sentado de mal o de bien las críticas de los usuarios a los juegos.
Y por todo esto concluyo en mi texto que lo mejor que le puede pasar a Bioware es que hagan lo que mejor saben hacer y se dejen de intentar complacer a todo el mundo, porque cuando lo intentan (aunque haya razones para hacerlo) la cagan.
Disclaimer:
– Esa calificación de fanboy prepúber no incluye a toda persona humana que haya criticado el final, viene de algunos foros muy populares. Basta leer muchos de los foros en los que el hilo ha pasado de diez páginas para darse cuenta de que por cada comentario bien expresado hay otros diez muy largos que dicen «No es bueno porque no era lo que esperaba, un final feliz».
– Sobre todo están excluidos aquellos que tienen una opinión bien expresada, en cualquier sentido.
– Por supuesto, los teóricos de la conspiración y el adoctrinamiento, en positivo y en negativo, también quedan excluidos.
Pues a mi el final me gustó. No es que sea un final sorprendente que nos deje el culo torcido, pero es aceptable (muchas obras terminan con ciertas incógnitas sin resolver o con nivel de ambiguedad, y no por ellos son finales malos). El que no lo entienda hayá su problema. Está claro que, como bien dice el texto, se juega con el dilema de si es posible un mundo donde seres orgánicos e inorgánicos sean tratados como iguales.
Obras como Blade Runner, la extensa obra de Asimov, Battlestar Galactica, etc, siguen esta premisa para generar un mundo donde los humanos y sus creaciones (o seres «metálicos») debaten a base de ostias si estos últimos deben ser tratados como personas.
Que sí, que para contentar a todos dan varios finales. Me parece correcto, porque queda al libre albedrío la decisión del jugador sobre ese problema moral, del que ya encuentra algunas serias deciciones durante el transcurso del juego.
En mi opinión, muchos prepúber (yo sí lo usaré para referirme a todos aquellos que no han entendido una mierda, o que no han querido entender) querían a un Shepard aplastando con sus manos a todos los segadores del mundo mientras se cepillaba a todas las féminas de la tripulación.
Este fin de semana me veré los finales nuevos, a ver qué más cosas desvelan, pero a mi me valieron los originales.