Muchos son los videojuegos que utilizan la tensión en todas sus posibilidades para mantenernos pegados al mando o teclado, pero no encontramos tantos que se decanten abiertamente por el género de terror.
Supermassive Games nos trae la historia de ocho amigos que vuelven a reunirse en una lujosa cabaña en la montaña rodeada de bosque y nieve en Blackwood Pines tras la desaparición de dos de sus compañeras un año antes. Como no podía ser de otra manera, en esa misma montaña también podemos encontrar un manicomio, una mina abandonados en la que años antes tuvo lugar un accidente aparentemente con final “feliz” -todo lo feliz que puede ser acabar ingresado en el mencionado centro psiquiátrico tras la traumática experiencia- y unas maldiciones indias que circulan desde antaño. Como colofón, un personaje bastante sospechoso seguirá nuestros pasos sin que los personajes se den cuenta desde el principio del juego, así que parece que de elementos inquietantes andamos sobrados.
Por supuesto, una gran parte del juego la pasaremos en una casi completa oscuridad –no solo porque el trascurso de la historia tenga lugar durante la noche- y en solitario, lo que contribuirá a sentirnos muy vulnerables y en constante alerta. Al contrario de lo que podamos pensar, pronto nos sentiremos más seguros corriendo por entre los árboles que al amparo de un edificio, pues en cada uno de ellos nos aguarda una experiencia desagradable diferente. Sustos los tendremos de todos los tipos y colores, de los que esperamos –que asustan igual- y de los que no –que asustan aún más- y persecuciones de las que todos hemos tenido alguna vez en alguna pesadilla y que te ponen la adrenalina por las nubes.
Uno de los mayores puntos fuertes del juego es la gran cantidad de decisiones que debemos tomar a lo largo de toda la historia y que determinarán –unas veces de forma significativa y otras no tanto- cuántos de nuestros 8 personajes jugables llegarán a salvo al amanecer. También es un juego que premia la curiosidad, por lo que si optamos por cotillear hasta el último rincón de cada lugar que visitemos, conseguiremos información útil sobre los “accidentes” ocurridos años atrás, leyendas y fauna del terreno y sobre los propios personajes.
No nos vendrá nada mal saber un par de cosas extra para estar preparados ante cualquiera de las situaciones que podemos llegar a sufrir en Until Dawn. Visualmente tampoco nos dejará indiferentes, pues salta a la vista que consideran tan importantes unos entornos y escenarios cuidados, realistas y sobrecogedores como unos personajes muy definidos y con una expresividad rayana a la perfección gracias a la captura de movimiento digital de los actores que han colaborado en el juego. Uno de los mayores descubrimientos que podremos hacer durante nuestras travesías son los denominados “tótems”, que nos mostrarán, como advertencia o augurio, breves escenas sobre lo que puede acontecer en el futuro. En nuestras manos estará que esas situaciones se lleguen a producir o que el personaje que controlemos en ese momento salga más o menos airoso de esa situación.
Sin embargo, no todo son medallas que colgar. Podríamos hablar de Until Dawn como un gran “simulador de paseo”, ya que una buena parte del mismo la pasaremos andando entre –o debajo- de las montañas; y si no fuera por las decisiones que se nos presentan de vez en cuando o las bifurcaciones ocasionales del camino, habría terminado por aburrirnos.
El realismo conseguido mediante la captura de movimiento, por otra parte, excede en ocasiones lo que estaríamos acostumbrados a ver gesticular a alguien; creando una sensación extraña de exageración o irracional. Las relaciones entre personajes oscilan en ocasiones entre la coherencia y la total dejadez, haciendo que nuestras decisiones provoquen que dos personajes acaben teniendo una relación y, en otras ocasiones, que uno los 8 amigos no se vea afectado en lo más mínimo por la muerte de otro…aunque esta sea su novia.
No son pocas las semejanzas con otros famosos títulos como Beyond: two souls o Heavy Rain, aunque estos dos estén más alejados del género terror. Menús con un primer plano del personaje que controlamos en ese momento, decisiones más o menos rápidas o la cámara semi-fija que nos insta a movernos por nuestro entorno para avanzar o investigar. Sin embargo, no deja de ser un juego con un argumento de película de domingo por la tarde –concediendo algunos guiños a grandes películas del género- con unos personajes muy estereotípicos por los que pronto nos sentiremos identificados o repelidos. Entretenido, sin duda, sin pretender ser el icono dentro de los videojuegos de terror, y ligero. Ideal para toda una noche hasta el amanecer.