Corría el año 2002 cuando una empresa sevillana, New Horizon Studios, se lanzó a la aventura con Nightstone, un juego distribuido por Virgin que bebía de las fuentes de Diablo como pocos juegos habían hecho hasta entonces. El proyecto no debió salir demasiado bien, porque fue el único de esa empresa.
Pero esa gente poco más tarde vio la oportunidad que existía en el entretenimiento móvil, así que tras un escarceo con otras posibilidades, en 2004 montaron StormBasic, y la enfocaron mucho más hacia el creciente mercado de los smartphones.
Al principio StormBasic anduvo de la mano de Technobubble, una distribuidora madrileña que se encargaba de comercializar los juegos de StormBasic. En esa época lanzaron algunos de los primeros juegos de Symbian (el sistema operativo de Nokia, que portaba al inicio la serie 60, y la consola – móvil N-Gage), como Barakel o Knights of the Dark Edge, el primero otro seguidor de Diablo, y el segundo un beat ‘em up al más puro estilo Soul Calibur. Otro juego que aprovecharían para lanzar en Symbian, y de paso en N-gage, fue un simulador de motocross llamado Motocross Freestyle.
Posteriormente, decidieron experimentar con las posibilidades que tienen los nuevos móviles. Por ello, aparece un juego basado en el acelerómetro, como Panda Manda, donde el control del personaje protagonista se basa en mover el terminal, un juego donde los enemigos salen de fotos que tomamos con la cámara del móvil, Photoboxing 3d, y el antecesor de Eye Toy: Pet, The Bubblies, un juego donde podemos interactuar con una mascota que sólo se ve a través del móvil.
Mientras tanto, también realizaban proyectos más convencionales. Pool Friction, un juego de billar, Tech Wars 3d, un juego de robots, o Chicken Panic, un juego de puzzles, se intercalaban con esos proyectos anteriormente citados que innovaban enormemente en la manera de interactuar con el juego.
Hasta ahora os preguntaréis porqué hablamos de StormBasic como empresa independiente, si siempre ha contado con un publisher a su lado. La razón es que si bien otras empresas empiezan como independientes, y acaban realizando proyectos para terceros (como ejemplo reciente tenemos Over The Top Games, por ejemplo), esta empresa empezó trabajando para un publisher, pero al aparecer la posibilidad se independizó.
Esta posibilidad se llama iPhone, y desde que apareció el móvil de Apple han lanzado bastantes productos, todos de manera independiente.
El primero fue Ankagua 3d Xl, un sólido juego de laberintos donde debemos ayudar al protagonista a superar puzzle tras puzzle, sobre todo empujando bloques para conseguir abrir las diversas puertas que dan acceso a nuevos niveles.
Crash, the Most Stupid Race está pensado claramente para el público japonés, pues toma como base una de las pruebas de concursos estilo «Takeshi Castle» (Humor Amarillo) en la que el usuario debe pasar por puertas en las que sólo cabe si realiza determinada postura. En este caso, el protagonista va montado en un monociclo, manejando con el acelerómetro su posición, mientras que en la pantalla tenemos que tocar las posiciones correspondientes a la pared que queramos atravesar.
Alien Invaders es una saga que ya cuenta con dos capítulos. Si bien la primera entrega es una especie de Space Invaders con esteroides, la segunda parte es un competente shoot em up horizontal que esgrime como principal problema el tamaño de la nave – robot protagonista, que hace difícil esquivar los disparos, y el control del iPhone, que no es todo lo preciso que un juego del estilo necesita. Se espera una versión para Psp Minis que aún no ha llegado.
Un juego que si ha contado con versión para Psp Minis después de su lanzamiento en iPhone es Dyno Gems o Dyno Quest, un puzzle donde absorbemos las piezas de la pantalla con la boca del dinosaurio que le da nombre, y que luego pondremos en pantalla para crear combinaciones de 3 o más elementos iguales. Un sistema no tan empleado como el que sigue Tetris o Puzzle Bobble, pero que ultimamente tiene unos cuantos seguidores, como Critter Crunch o Battle of the Elements.
También para iPhone es el shooter Zombie Hunter: 7 days of apocalypse, que se une a la moda zombie, particularmente a la que manejamos a una guerrera que les da caña. En este caso pertenece a ese género que se llama «dual stick shooter», y del que su más famoso representante es Geometry Wars, pero al ser un iPhone los dos sticks son virtuales.
En la actualidad han completado las dos versiones (Psp Mini e iPhone) del que es, hasta ahora, su juego más ambicioso: «Tehra: Dark Warrior». Un slash em hack con vista trasera sobre la protagonista, que además de poder invocar a su lado oscuro es capaz de atacar con combinaciones de golpes de su espada, y lanzar distintos hechizos que puede adquirir con la experiencia que le otorga el derrotar a variados enemigos. Un juego que demuestra de lo que son capaces estos chicos, y nos hace tener esperanza con lo que hagan después.