Una de las cosas sorprendentes que puede pasar cuando entres en un recreativo en Japón, además de que en algún lugar muy lejos de allí me estarás provocando una envidia inmensa, es que llegues a la planta de los juegos de lucha. Además de los últimos Virtua Fighter, Street Fighter IV (ya van por el Ultra, no lo olvidemos) y Tekken, nos encontraremos algunos juegos de lucha de primer nivel que aquí se han visto pero que no son tan conocidos: Blaz Blue, Persona 4 Arena o el último King of Fighters. Pero con poco que rasquéis, y además de viejas (o no tanto) glorias como Power Instinct o Fist of the North Star, nos encontraremos juegos de lucha de los que no hemos oído hablar más que en oscuros círculos japoneses. Aquapazza, Melty Blood, Fate/Unlimited, Arcana Heart, Under Night In-Birth, o el juego que nos ocupa, Chaos Code.
Lo cierto es que luego, me van a perdonar los puristas, te pones a jugar a cualquiera de ellos y es como encontrarte con un viejo colega o escuchar una nueva canción de Manowar: no es que el género de la lucha en dos dimensiones se caracterice por la innovación, así que con poco que hayas jugado algo a este tipo de títulos, en seguida estarás avanzando ronda tras ronda hasta que el juego decida ponértelo un poco más difícil.
Y eso es lo que pasa con este Chaos Code. Un juego de unos aficionados a los juegos de lucha que actualmente están radicados en Taiwán (originalmente en Australia) que tenían ganas de hacer algo parecido a lo que habían hecho sus ídolos tiempo atrás y que, tras ponerse manos a la obra, hasta han conseguido que se lo edite Arc System Works.
Una vez que empiezas a jugar notas algunas cosas. Lo primero, que la resolución es rara. Da la impresión de ser más baja de lo que estamos acostumbrados en los últimos juegos de lucha en 2D (curiosamente, los que edita Arc System Works). Además, el ratio de aspecto es 4:3, con lo que tendremos que aguantar un borde si tenemos una televisión 16:9. Aun así, nos encontraremos con imágenes en las magias, y otros momentos especiales, realizadas con mucho gusto y de buena resolución. Da la sensación que han hecho un trabajo a mitad camino entre lo profesional y lo amateur, y se han quedado en un curioso término intermedio.
Como juego, tengo que decir que Chaos Code es bien cumplidor. Si dejamos de lado la falta de un modo online, que FK Digital jura y perjura que tendrá algún día, es un juego de lucha como cualquier otro. Eliges tu personaje, y a liarte a palos con uno tras otro. Eso sí, si lo haces perfecto —sin perder un round— tendrás acceso al final bueno de tu personaje; si no, al final no tan bueno. Un buen detalle.
El control, los personajes, los golpes y las magias son un refrito de otros juegos de lucha ya vistos anteriormente. De hecho, en mi primera partida escogí a una especie de chica gato con nunchakus y, cuando me quise dar cuenta, estaba jugando a King of Fighters 97 con Kyo Kusanagi. Usa también el mismo sistema de combinaciones basado en la fuerza y rapidez de los golpes, de manera que se pueden hacer aperturas, enlaces y cancelaciones como en otros juegos.
Todo esto, que os puede parecer demérito por copiarse de otros títulos, realmente es un punto a favor ya que en seguida te haces a los mandos, y todo está realizado con mimo. Sus catorce personajes están muy bien tratados y algunos de ellos resultan bastante curiosos, como Caith & Sith, unos hermanos que pelean en pareja y que pueden sorprender mucho por la manera de luchar. La música del juego es la típica de este tipo de títulos: cañeras y llenas de guitarras.
En resumen, Chaos Code puede no ser el mejor juego de lucha de PS3. De hecho, pertenece a una gama media del género de una manera bastante notoria. Pero es un título divertido que cumple con todo lo que podemos esperar de un buen juego de lucha, con sus personajes, sus combos, sus magias, y sus movimientos muy especiales. Si sois de los que ya habéis probado todo lo que ha aparecido anteriormente, dadle una oportunidad.