Capítulo 9. Travesuras en elbaño.
Seguía siendo viernes por la tarde, Aurora aún seguía durmiendo plácidamente sobre el pecho de José, quien también estaba durmiendo, un poco menos cómodo debido a su postura y a que Aurora dormía sobre uno de sus brazos, pero dado a que la chica no había dormido bien durante un par de días debido a los conflictos que ambos arreglaron en el capítulo pasado, José no se sentía capaz de arruinarle ese tranquilo sueño que tenía su nueva novia.
La lluvia que caía fuertemente no tenía intenciones de parar y eso ayudaba a los dos jóvenes a dormir más cómodamente. Aurora permanecía estática, al parecer esa posición era perfecta para su cuerpo y por eso ni se movía. Recordemos que en el capítulo pasado José había improvisado un agujero en su cama para que Aurora pudiera dormir boca abajo sin que sus pechos la lastimaran. Esa fue una gran idea, pues Aurora estaba muy cómoda durmiendo y a lo mucho solo movía la cabeza de vez en cuando para acurrucarse sobre el cuerpo de su novio.
Sin embargo, a eso de las 8 de la noche, la madre de José toco a la puerta para despertar a los dos bellos durmientes, Aurora fue la primera en despertarse y se levando de la cama de golpe, por otro lado, José despertó con cierta dificultad, haciendo quejidos de fastidio.
Sra. Sofía: ¡Hijo, despierta! –La señora tocaba a la puerta -¿Todavía está aquí Aurora?
Aurora: Eh… ¡Si señora! ¡Todavía sigo aquí!
Sra. Sofía: ¡Ay qué bueno hija! Sirve que te quedas a cenar, despierta al flojo de mi hijo y bajen, la cena esta ya casi lista.
Aurora: Si señora, gracias, ahorita lo despierto. –Respondió Aurora bajando de la cama y poniéndose de nuevo las sandalias de José. –Amor… amor… despierta. –La chica sacudía a José quien se había vuelto a dormir. –Dice tu mamá que la cena ya está lista, despierta mi bello durmiente.
José: ¿Qué hora es? –Pregunto aun medio dormido.
Aurora: Ya es tarde, casi son las 8 de la noche… tu madre me invito a quedarme a cenar, ya levántate para cenar rápido que tengo que irme a mi casa.
José: ¿Cómo crees? ¿Ya viste las calles? Están todas inundadas, ¿te vas a ir nadando o qué?
Aurora: Jaja, no lo sé, pero no creo que tus padres me den permiso de dormir aquí, apenas los conocí hoy. –Respondió la chica.
José: Avísale a mis suegros que no podrás ir a casa hoy, te vas a quedar conmigo… mi padre tal vez no este encantado con la idea, pero si se lo digo a mi mamá estoy seguro que si te da permiso de quedarte, no quiero que salgas a la calle así.
Aurora: No lo sé amor…
José: Tranquila, aceptara, te lo prometo. –José beso a Aurora y está claro que correspondió al beso. –Ya hay que irnos, tengo hambre jeje...
Aurora: ¿Cuándo no tienes hambre? Jaja.
Ambos bajaron juntos al comedor, Aurora estaba temerosa de tener que volver a estar cerca del padre de José. Por su lado, el chico también estaba algo nervioso por el mismo asunto, pero se tranquilizó cuando vio que su padre no estaba ahí, teorizo que quizás hizo lo que siempre hace luego de discutir con su esposa o con su hijo; irse a su cuarto a ver un partido de futbol o simplemente a dormir. José soltó un suspiro de alivio al saber que la cena sería más cómoda para Aurora al ver que su padre no estaría presente.
Sra. Sofía: ¡Vaya! Hasta que por fin bajan, siéntate Aurora y tu José, ayúdame a ponerlos platos sobre la mesa.
José: ¿Y papá? –Le susurro a su madre.
Sra. Sofía: Hizo otra de sus escenitas, no va a bajar.
José: Que bueno, porque oye… las calles están inundadas y no quiero que Aurora salgo a la calle así, deja que pase la noche con nosotros… por favor, aunque ella duerma en mi cama y yo en el sillón.
Sra. Sofía: Sus padres se van a preocupar José.
José: Ya le dije que los llamara para decirles que se va a quedar aquí, no creo que sus padres tengan un bote para venir por ella y llevársela, por favor, deja que se quede.
Sra. Sofía: Está bien, si sus padres le dan permiso de quedarse lo puede hacer, está a partir de ahora es su casa también, pero si dicen que no, no insistas y respeta su decisión.
José: ¡Gracias! –Exclamo emocionado.
Sra. Sofía: Si ya, de nada, llévate los platos y los vasos que ya vamos a cenar, me interesa conocer más a detalle a mi nuera.
La cena fue muy tranquila y amigable, Aurora le contaba a su suegra anécdotas de su vida antes de conocer a José, así como hablarle de sus padres y por supuesto, como fue que se enamoró de José. La madre de José por el contrario, le decía algunos detalles bochornosos de José a su nueva nuera solo para molestar y que el ambiente divertido de la cena no se perdiera. José en cambio solo hablaba para regañar a su madre cuando ella le daba datos vergonzosos a Aurora sobre él; como la vez en que se atoro debajo de la cama cuando lo querían inyectar o cuando se cayó a un charco de lodo por estar corriendo como loco.
Luego de haber terminado de cenar cada quien limpio sus respectivos cubiertos, el tiempo se les fue volando, ya que eran casi las 10 de la noche. Aurora rápidamente miro su celular y se asustó por todas las llamadas perdidas que tenía en su teléfono, velozmente decidió irse a una habitación vacía a llamarle a su padre para disculparse de no contestar y de paso para pedirle permiso de quedarse encasa de José.
Sr. David: Sabes que tu madre se va a volver loca Aurora.
Aurora: Ya lo sé, pero tampoco quiero que tearriesgues a que el coche se te apague en plena calle con toda el agua que hay,además, la madre de José ya me dio permiso de quedarme.
Sr. David: ¿No crees que te estas aprovechando mucho de la hospitalidad de tu amigo?
Aurora: Sobre eso papá… te lo quería decir enpersona, pero creo que no podre esperar para hacerlo… ¡José ya es mi novio! –Exclamo muy contenta.
Sr. David: ¿En serio? ¿Siempre si se te declaro?
Aurora: Si… apenas hoy, pero no podría estar másfeliz ahora, ese chico es todo lo que podría desear de un hombre y todavía más.
Sr. David: Que bueno mi niña, si tu estas feliz con él, también lo estoy yo. Entonces¿Cuándo me vas a presentar mi nuero?
Aurora: Deja que mamá se calme un poco y luego lollevo a la casa para que lo conozcan, les va a agradar mucho estoy segura.
Sr. David: Esta bien hija, entonces cuídate mucho y te regresas mañana temprano a casaantes de que a tu madre le dé un ataque psicológico jaja. Te quiero hija.
Aurora: Jaja, también te amo mucho papá, buenasnoches. –Colgó.
Luego de colgarla chica salió del cuarto, solo para llevarse la grata sorpresa de que su nuevasuegra estaba afuera de la habitación esperándola para charlar un poco más.
Sra. Sofía: Mi hijo me comento que te gustaron algunas de mis pinturas con temáticaoscura ¿quieres que te cuente la historia de cada una de ellas?
Aurora: Si señora, me encantaría conocerlas.
La señoraprocedió a contarle todas y cada una de las historias que había detrás de esaspinturas con temática oscura y gótica. Aurora se sorprendió por las anécdotassobre los cuadros depresivos que tuvo la madre de José, hubo una en loparticular que la asusto, pues su suegra confeso que una vez estuvo a punto dequitarse la vida, pero que afortunadamente no lo hizo.
Aurora: ¿Usted se intentó quitar la vida? –Pregunto asombrada.
Sra. Sofía: Así es… hace muchos años, pasaba por una fuerte depresión y quise terminarcon todo, pero no lo hice, porque me llego una noticia que lo cambiaria todo.
Aurora: Con todo respeto y perdón por la curiosidad…¿Qué la hizo cambiar de opinión?
Sra. Sofía: Estaba embarazada… de José, eso me hizo cambiar de opinión y cuando nació,sentí que subía por una nube, alejándome de ese pozo de oscuridad en el queestaba, una lástima que por el trabajo no he podido estar cerca de él, peroaunque no lo parezca, lo amo demasiado.
Aurora: Es curioso… él también ha cambiado mi vidapara bien, antes de conocerlo prefería estar siempre sola, pero desde que loconocí ya no me gusta la soledad… gracias a José conocí a nuevos amigos muyamables y ahora… ya no me gusta estar lejos de él.
Sra. Sofía: Parece que las dos ya tenemos otra cosa en común, José nos cambió la vida aambas.
Aurora: Así es señora… jeje.
Sra. Sofía: Por favor, dime por mi nombre o llámame suegra, no me voy a molestar.
Aurora: Jeje… lo siento, suegrita.
Sra. Sofía: Jaja, me agradas, es bueno saber que mi hijo consiguió a una novia de buenver, cuídamelo mucho por favor. Si quieren pueden seguir despiertos hastatarde, igual mañana es sábado, yo ya me tengo que dormir, porque mañana me tocair a trabajar de nuevo. Buenas noches hija, que descanses.
Aurora: Igualmente suegrita, descanse y gracias.
Sra. Sofía: ¿Gracias por qué? –Pregunto la señora confundida.
Aurora: Porque de no ser por usted… nunca habríaconocido a José. –Dijo sonriendo.
Sra. Sofía: Eres una buena muchacha, más bien el que salió ganando fue José, alconseguir una novia así de bonita. Cuando tengamos más tiempo te enseñare máspinturas que tengo guardadas y tal vez, te pueda enseñar a pintar, si así lodeseas.
Aurora: ¡Claro que sí, me encantaría! –Dijo emocionada.
Aurora y su nuevasuegra se despidieron, la señora se fue al baño de la planta baja a bañarseluego de un día muy ajetreado por culpa de la lluvia, por su lado, Aurora subióal segundo piso de la casa para dirigirse la habitación de José, sin embargo,mientras subía se topó de frente con su nada contento suegro, el hombre no dijonada, solamente le lanzo una mirada fría y entro al baño del segundo piso sininteractuar para nada con su nueva nuera, el señor al parecer ya se había dadocuenta de que Aurora se iba a quedar a dormir.
Esa mirada hizoque a Aurora le dieran escalofríos, las mujeres son listas y ella ya sabía desobra que el padre de José no la quería para nada y eso la hizo sentir mal decierta manera, pero obviamente no iba a permitir que ninguna persona la alejarade José así que solo respiro profundamente y se dirigió al cuarto de su novio,cuando toco y José le permitió entrar la chica vio a su amado tomando muchassabanas más y unas almohadas pues él iba a dormir en otro lado.
Aurora: ¿Qué haces amor? –Preguntó intrigada.
José: Ah… este… voy a llevarme estas sabanas y una almohada para dormir en elsillón.
Aurora: ¿No vas a dormir conmigo? –Hizo otra pregunta con un tono desilusionado.
José: Pues… si… me gustaría, pero… no quiero incomodarte, apenas llevamos un díade novios y…
Aurora: Anda, quédate conmigo, no quiero dormir sola,no me incomodas en lo más mínimo en serio, de hecho, creo que no podré dormirbien si tu no estas.
José: Yo… -José no pudo responder pues Aurora lo miro fijamente a los ojos con unacarita muy tierna. –Jeje… de acuerdo, dormiré contigo, pero… hay que cerrar lapuerta con seguro para que no nos pillen mis padres.
Aurora le puso elseguro a la puerta y apenas hizo eso se abalanzo sobre José nuevamente y volvióa comérselo a besos, solo que esta vez con un poco más de sigilo, para que lospadres del chico no los escucharan. José tomo a Aurora de las corvas y la cargocon sumo cuidado, Aurora abrazo a su novio con sus brazos y piernas, pegándosecompletamente a él y disfrutando completamente el contacto que había entre suslabios y los de él.
Después de unlargo rato de besos, ambos se pusieron a ver otro clásico del mundo gótico “Elcadáver de la novia” y tenía más sentido verla ahora que ambos eran pareja. Amitad de la película, José de manera muy tímida le pidió permiso a Aurora paraque lo dejase acostarse en sus suaves piernas y ella acepto. Una vez José teníala cabeza recostada en los grandes y suaves muslos de su novia, Aurora paso elresto de la película acariciándole el cabello y una de sus mejillas con muchadelicadeza y ternura.
José: ¿Te molesta que este acostado aquí? –Pregunto nerviosamente cuando lapelícula termino.
Aurora: Para nada, yo te dije que podías usar mispiernas como almohada cuando tú quisieras, mis piernas son tuyas ahora mi amor.
José: Son la almohada más cómoda en la que he estado acostado, de verdad jeje…
Aurora: Oye amor… ¿Por qué le dijiste a tu madre quellevábamos una semana de novios, si apenas hoy llevamos siéndolo?
José: Bueno… cuando vi la reacción de mi padre al verte, intente quitarle hierroal tema, para que pensaran que llevábamos más tiempo y no se viera tansorpresivo que… apenas hoy empezamos a ser novios… lo siento.
Aurora: Veo que a tu padre no le agrado… hace rato memiro feo antes de llegar a tu cuarto, espero que eso no sea un impedimento ennuestro romance.
José: ¡Oye! –Se levantó de las piernas de Aurora para mirarla a la cara. –Nodigas eso, yo no soy mi padre, yo decidí estar contigo, si a él no le parece nodebería de importarnos… no va a ser un impedimento… Aurora, yo te amo… y mucho.
Aurora: Yo también te amo, más de lo que te puedesimaginar.
Ambos jóvenes sevolvieron a besar apasionadamente y luego de estar hasta tarde jugandovideojuegos, finalmente se fueron a dormir. José se volvió a acostar a laorilla de su cama y Aurora coloco denuevo sus enormes senos sobre aquel agujero en el colchón para volver a dormirsobre el pecho de José. Ambos durmieron muy abrazados y arropados, pese a que Aurora tenía muy pocaropa, en ningún momento sintió frio, el calor corporal de su amado y lassabanas tan calientes que los cubrían, hacían que la chica durmiera de lo más cómoda.
Por primera vezen mucho tiempo, Aurora despertó tarde un sábado; eran alrededor de las 10 dela mañana y ella apenas se despertó, cuando normalmente lo hace a las 6 o 7 dela mañana, pero es que estaba durmiendo tan agusto que no se quería levantar,pero tenía que hacerlo, pues se tenía que ir a casa luego de haber pasado lanoche en casa de José. El chico no quería que su novia se fuera, pero entendióque lo tenía que hacer, pues sino su madre pegaría el grito en el cielo y lametería en muchos problemas.
La parejadesayuno algo rápido y se despidieron, obviamente dándose un largo y rico besoen los labios, listos para empezar una nueva vida siendo una pareja muyacaramelada. Aurora se fue a casa y fue recibida obviamente con reclamos de sumadre, ella tuvo que hacer un esfuerzo gigantesco para no confesarle a su madreque ya tenía nuero nuevo, pero por alguna razón, sus regaños ya no fueron tanseveros y a Aurora ya no le resultaron tan fastidiosos, todo a su alrededorparecía haber cambiado ahora que tenía novio.
Paso alrededor deun mes después de que José le pidiera a Aurora ser su novia y la pareja nopodría estar más feliz, Jacqueline tenía razón cuando dijo que ambos secomplementaban muy bien; hablando de ella, esta se puso muy feliz y hasta gritode la emoción cuando Aurora le conto que José ya era su novio, igual que todoslos demás amigos del grupo felicitaron a ambos por finalmente confesarse lo quesentían por el otro.
Las advertenciasque le dio Aurora a José eran ciertas, ella era súper cariñosa y hastaempalagosa con él, podía pasar hasta 10 minutos sin parar besándolo, a veces ledaba 30 besos seguidos en sus mejillas, manchándoselas todas del labial quellevaba aplicado, lo abrazaba, lo acariciaba, le decía cosas muy bonitas y ledaba cariño a montones. José por su lado, no le incomodaba en lo más mínimo loempalagosa que era Aurora con él, ella podría darle mil besos seguidos y élseguiría queriendo más.
José también eramuy detallista con Aurora, no había ocasión en la que no le regalara un enormeramo de flores negras en cada cita que tenían, la protegía del mirón cuando salían apasear por la calle, también le daba muchos besos, cuando ella se ponía tristeél la ayudaba a ponerse de pie, le daba buenos consejos que su abuelo paternole enseño, era muy caballeroso y educado con ella y en ningún momento intentopropasarse con Aurora.
Como en todarelación sana, Aurora era quien mandaba jaja, pero la pareja no podía estar másfeliz, ambos tuvieron por fin lo que tanto anhelaban; Aurora encontró a alguienque la amaba por quien era y no por su físico, su chico no era como el restoque solo querían acostarse con ella y dejarla, él quería ser su compañero devida. José por otro lado, finalmente encontró el amor y cariño femenino quedeseaba desesperadamente durante muchos años.
Como es normal entoda relación, obviamente la intimidad no podía faltar y es que José le hizouna propuesta a Aurora que la sorprendió por lo riesgosa que podía llegar aser.
José: Oye amor… ya llevamos rato siendo novios… tú ya conociste a mis padres… mepreguntaba si… algún día podre conocer a los tuyos.
Aurora: No creo que sea una buena idea amor, mi madreaún no sabe que tú eres mi novio, no es porque me dé pena, sino que ya laconozco y si se entera que eres mi novio seguro le da un ataque de ira.
José: Hay que intentarlo, digo… es mejor que lo escuche de ti a que se entere poralguien más.
Aurora: Mmm… no estoy segura, pero tienes razón, creoque lo mejor es decírselo yo y presentártelos formalmente, mi padre lleva ratoque quiere conocerte, apuesto a que se llevaran muy bien, así como yo me llevobien con tu madre jeje… que ironía… está bien mi amor, el viernes te llevo a micasa.
José: Uy que emoción jeje…
El tan ansiadoviernes llego, Aurora le había pedido a José que por favor llevase otra muda deropa un poco más elegante, para así matar a dos pájaros de un tiro; si llovíase podría cambiar de ropa para así evitar lo mismo que le paso a Aurora con sussuegros y también para darle la mejor impresión a la madre de Aurora. Joséobedeció y trajo en una mochila extra, la ropa más elegante que tenía y un pocode loción para que su suegra le diera el visto bueno.
Luego de otro díamás de clases, Aurora y José se despidieron de sus amigos y fueron a una paradadistinta a la que siempre iban cuando a Aurora le tocaba despedirse de José,tomaron un camión diferente que los llevaba muy cerca de la casa de la gótica.Una vez bajaron del transporte, solo tuvieron que caminar unas pocas callespara finalmente llegar, pero al abrir la puerta, la chica ya le parecía extrañoalgo.
Aurora: Que raro, no está mi madre. –Dijo tras entrar a su casa.
José: Tal vez… está en otro lado de la casa.
Aurora: No creo, cuando llego siempre está en lacocina preparando la comida. Pero bueno, eso nos da tiempo para enseñarte mihabitación.
José: Si… jeje… me da curiosidad conocer tu “Goticuarto”.
Aurora: JAJA… mi goti ¿Qué?
José: Tu Goticuarto… jaja…
Aurora: Jaja… ay amor, tú y tus ocurrencias, tienesel don de sacarme siempre una sonrisa todos los días, te amo.
José: Yo te amo más… jeje.
Ambos noperdieron tiempo y subieron rápidamente al cuarto de Aurora, el cual curiosamente,también se encontraba al final del pasillo como el de José. José como todo uncaballero le cedió el paso a Aurora, pero cuando él entro se quedó maravilladocon el decorado que había en la habitación de su chica.
Todas las paredesestaban pintadas de un tono violeta, dándole un aspecto oscuro, en el techoestaban dibujadas varias estrellas que parecían una vía láctea, su cama eragrande y se encontraba pegada al muro, aunque más retirada de la esquina comoestaba la cama de José, en una esquina estaba un gran televisor atornillado ala pared y debajo de este un mueble con varios libros y consolas de videojuego.En otro rincón, se encontraba el escritorio de la chica donde guardaba unalaptop, varios cuadernos. Su ropero y otro mueble donde guardaba todos losproductos de belleza se encontraban en otra esquina y finalmente la puerta desu baño.
José: Wow… tu cuarto es muy bonito.
Aurora: Gracias, no es tan grande ni tan elegantecomo el tuyo, pero no está nada mal.
José: Si… también se siente pacifico… ah, ¿lo enmarcaste? –Dijo al notar que eldibujo de aquella banda que le regalo a Aurora hace tiempo se encontraba enmarcadoy situado en un mueble al lado de su cama.
Aurora: Tenía que hacerlo, te quedo increíble y es elsegundo regalo que me has dado.
José: ¿El… segundo? ¿Qué le paso al primero?
Aurora: Fue tu amistad. –Dijo sonriendo. –Creo que tuvesuerte de que en el primer día de conocernos me hayas abierto los brazos hacíatu confianza y me permitiste ser tu mejor amiga.
José: Y… ahora eres mi novia. –Respondió con una sonrisa tímida.
Aurora: Ese ha sido tu tercer regalo de echo jeje, lodiré las veces que sean necesarias José, te amo con todo mi corazón.
José no pudo nihablar, ya que inmediatamente Aurora lo derribo hacía la cama y se le trepoencima como una gatita hambrienta, sin perder tiempo, aprisiono el rostro deJosé con sus dos delicadas manos y lo devoro a besos como lo hacía decostumbre. Sin importar cuantas veces lo hacían, tanto él como ella no secansaban de besarse frenéticamente cada que tenían la oportunidad, en especialAurora, no sabía porque ni le interesaba saberlo, pero había desarrollado unafuerte adicción hacía los labios y mejillas de José, era imposible para ella noabalanzarse sobre ellos para besarlos y mordisquearlos.
Luego de estar unbuen rato comiéndose a besos, Aurora se apartó para que José se pudiera ponerde pie, verle aquel rostro todo manchado de su labial negro y aquella miradainocente hizo que Aurora pensara que no le dio suficientes besos a su novio,pero también se dio cuenta que su ropa estaba muy arrugada producto de estarsobre él, además, estar tan pegada a José provoco que el perfume que Aurora sehabía aplicado quedase impregnado en la piel de José y si su madre detectabaese aroma ella pensaría que quizás lo estaban haciendo antes de que ellallegara.
Aurora: Creo que ahora si me excedí con mis besosjeje. –Dijo con una respiración agitada.
José: U… un poco sí.
Aurora: Todo esto es tú culpa, estás tan deliciosoque no puedo evitar comerte a besos cada que te veo bombón… pero creo quedeberías darte una ducha rápida, para que mi madre no sospeche nada cuando tela presente.
José: ¿M… me vas a dejar ducharme en tu baño? –Pregunto sorprendido.
Aurora: Claro mi amor, aunque vas a terminar oliendoa jabón de mujer jaja.
José: Jaja… de acuerdo amor, igual no tardare mucho bañándome.
Aurora: Espera bebé, deja enciendo el calentador paraque no te bañes con agua fría y no te me enfermes corazón.
Aurora le besouna de sus mejillas a José y bajo rápidamente al patio trasero para encender elcalentador para que saliera agua caliente de la regadera. Sin embargo, una vezque subió a su cuarto se percató que dejo la puerta entre abierta y antes deabrirla completamente se llevó la gran sorpresa de que José estaba de espaldasy se había quitado la playera, mostrando su musculosa espalda. Aurora se girópara apoyarse sobre uno de los muros, estaba sorprendida por el gran físico quetenía José, tanta fue su excitación que se mordió el labio inferior y presionofuertemente su seno izquierdo.
Cuando volvió aasomarse con cuidado se decepciono al ver que José ya no estaba, pues habíaentrado ya a su baño, sin embargo, haberlo visto semi desnudo de nuevo habíaencendido una chispa de deseo en Aurora, era como si una voz dentro de sucabeza le dijera que ya era tiempo de entregársele a su novio y que ya no solofueran besos y abrazos, sino algo todavía más perverso pero muy excitante queAurora estaba segura que iba a disfrutar con José.
Aurora se asomóen la cerradura del baño y se calentó de más cuando vio que José estaba solo enbóxer, mostrando así sus fuertes brazos y sus musculosas piernas. La chicasintió como algo húmedo salía de su vagina, estaba tan prendida que ya no podíalimitarse a solo espiar a José, la voz en su cabeza le decía que entre abañarse con José, por lo que Aurora, sin perder más tiempo, comenzó adesnudarse, lanzando sus prendas por toda la habitación, tomo una bata paracubrirse parcialmente el cuerpo y con una llave, abrió sigilosamente la puertadel baño.
Por suerte paraella, José ya se estaba bañando y la cortina de la ducha impedía que pudierapor fuera. Aurora muy sigilosamente, camino de puntitas hacía la regadera,respiro profundamente y con una velocidad de vértigo recorrió la cortina parasorprender a su novio mientras este se daba un buen baño con agua caliente.
José: ¡¡¡Aurora!!! –Grito sorprendido tapándose sus genitales con ambas manos.-¿¡Que haces aquí!?
Aurora: Mmm… mira nada más, que delicia de hombretengo aquí. –Aurora se comía a Josécon la mirada, sus ojos verdes recorrían toda la anatomía del chico.
José: ¡Deja de mirarme así! Si… si querías bañarte también… me hubieras dicho…para de… dejar que entraras primero tú.
Aurora: Pues ya que estoy aquí ¡bañémonos juntos!
José: ¿Ha… hablas en se… serio?
Aurora: Claro mi amor, no digas nada… y disfruta delespectáculo.
En cuanto dijoeso, Aurora se desamarro la bata y la dejo caer levemente, mostrándole a Josésu hermoso cuerpo en todo su esplendor. El chico abrió los ojos como platos, sibien es cierto que ya le había visto los pechos a Aurora, nunca antes la habíavisto desnuda. El cuerpo de Aurora se puede describir en una sola palabra“perfecto”, aparte de sus preciosos pechos, la chica tenía más cualidades quela hacían lucir sensual, sus curvas eran extraordinarias, sus caderas erananchas y por supuesto, aquella hermosa vagina, con un poco de bello pero que nole quitaba lo sexy, estaba abultadita, lo que hacía que sus labios estuvieranhacía adentro, dándole el aspecto como si aún fuese virgen.
José se quedómudo, babeando al ver el hermoso cuerpo de su novia, imaginar que todo esecuerpo delicioso era todo suyo hacía que su sangre hirviera, rápidamente sintiócomo una poderosa erección comenzó a surgir debajo de sus manos, pero estetrato de mantener la calma, pero era casi imposible con tan perfecto cuerpo aescasos centímetros de él, Aurora se dio cuenta de eso y sonrió maliciosamente,ya sabía lo que tenía que hacer.
Aurora entrolentamente a la bañera, disfrutando de la reacción que tenía José con cadacentímetro que acercaba a él, una vez entro lo volvió a besar de manera muyapasionada. Por fortuna, la regadera de Aurora era grande y estaba situada enel techo, lo que permitía que ambos se mojaran al mismo tiempo y ninguno pasarafrio mientras desquitaban la lujuria que sentían por el otro, en especialAurora que como siempre, es quien tomaba la iniciativa de cada perversión ocosa que le interesaba poner en practica con su tímido y sumiso novio.
Aurora: Pero que bueno estas mi amor, mira quemúsculos, mmm… y todo esto es para mí. –Dijo al separarse de José luego de besarlo un largo rato.
José: ¿E… estas segura que quieres… seguir? –Pregunto tímidamente.
Aurora: ¡¡Por supuesto que si mi amor!! Desde que tevi sin camiseta la vez pasada he deseado poseerte y que me hagas tuya ¡y esopasara ahora! Pero primero, déjame limpiar tu delicioso cuerpo mi amor.
Acto seguido,Aurora se unto una gran cantidad de jabón sobre sus enormes pechos y comenzó afrotarlos sobre la espalda de José, mientras que con su mano izquierda tallabasuavemente su pecho y estomago en compañía de su mano derecha, que ayudaba aesparcir bien el jabón para dejar el cuerpo de José reluciente. El chico por sulado, estaba muy sorprendido y nervioso, los suaves pezones de Aurora estabanen constante contacto con su espalda y las caricias que recibía por parte delas suaves manos de Aurora lo excitaban aún más.
Aurora: Date vuelta mi amor. –Dijo Aurora con un tono sexy.
En cuanto Joségiro, Aurora rápidamente sujeto la cabeza de José con sus dos manos y la llevohasta sus enormes ubres, quedando su rostro atrapado entre aquellas enormes ypreciosas montañas que aun conservaban algo de espuma del jabón que la chica seunto sobre ellas.
Aurora: Gira tu cabeza mi amor, límpiate bien, queesa hermosa carita tuya quede reluciente… ¡¡Límpiate con las tetas que tanto teencantan!!
José no dijo nada,pero obedeció al mandato de su oscura diosa. Comenzó a restregar su rostrocontra esos enromes pechos de su novia, los cuales eran suaves. Rápidamente,José comenzó a mover su rostro de un lado a otro con más velocidad y fuerza, loque provoco que Aurora riera al sentir cosquillas, pero también le excito queJosé hiciera eso, pues sus pechos eran muy sensibles. Después de divertirse unrato, José comenzó a lamer el espacio que había entre las amiguitas de Aurora.
Aurora: Mmm… bebé… cuanto me prendes… sigue… -Dijo gimiendo levemente.
José volvió aabrir la regadera para que cayera agua caliente nuevamente sobre el cuerpo deambos, él siguió con su tarea de lamer aquel espacio entre los senos de sunovia, el cual pese a no tener sabor, a él le parecía delicioso hacer eso,además de que el agua caliente que caía sobre el cuerpo de ella le daba untoque más de sabor a lo que él estaba haciendo.
Aurora: Para mi amor… ¡¡Lo necesito!! Quiero que me comasmi pezón derecho que es más sensible ¡¡Amamántate como mi bebé que eres!!
José sesorprendió con la posición sumisa en la que se encontraba Aurora, ya quesiempre actuaba de manera fuerte y directa, pero verla y escucharla así devulnerable hacía que José se pusiera más cachondo de lo que ya estaba y sindudarlo obedeció a la petición de su amada. Con mucho cuidado subió sus grandesmanos hacía los todavía más grandes pechos de Aurora y los apretó condelicadeza, eso provoco que de la boca de la chica saliera un fuerte quejido deplacer.
Aurora: ¡AUCH!... Mmm… que rico mi amor, manoséalastodo lo que quieras, son todas tuyas ahora, pero por favor haz lo que te pedí¡devórame el pezón!
José lentamentese acercó hacía aquella parte rosada del cuerpo pálido de Aurora y con sumocuidado lo metió dentro de su boca y como si fuese un bebé amamantándosecomenzó a succionar el pezón de Aurora. La chica soltaba quejidos cada vez másfuertes de placer, esa zona era especialmente sensible en la anatomía de la chicay José sabía perfectamente como estimular fuertemente ese punto débil delcuerpo de su novia.
Aurora: Ay mi amor… ¡¡¡Me estás volviendo loca!!!¡¡SIGUE!! –Exclamo, abrazando lacabeza de José con ambos brazos para evitar que se apartara.
Pese a no tenerprevia experiencia, la pornografía le sirvió de mucho al muchacho, pues seestaba luciendo, casi parecía que ya era un veterano mamando pezones femeninos.No solo succionaba aquel deliciosos pezón, también lo mordisqueaba condelicadeza, lo lengüeteaba como si fuese una paleta y lo estiraba con loslabios. En cuanto a Aurora, la chica no podía hacer otra cosa más que gemir ydisfrutar del momento, se mordía el labio inferior y con su mano izquierdacomenzó a guiar la mano derecha de José sobre su pecho izquierdo para quetambién fuera estimulado.
Aurora: Mi amor… mi pezón izquierdo se está poniendoceloso de la atención que le estas dando a su hermanito… ¿Cómo planeassolucionar ese problema? –Dijo mezclandosus palabras con pucheros de excitación.
José: ¿Co… comiéndomelo también? –Respondió nervioso.
Aurora: Ajá… devóralo, es todo tuyo corazón.
José se sumergióde nuevo en su tarea de complacer a su hermosa novia. Su lengua y sus labiosdanzaban alegremente sobre el pezón izquierdo de Aurora, mientras que suslargas manos ya sin ningún tipo de miedo recorrían la pálida piel de Auroradesde sus perfectas nalgas hasta su espalda, solo para volver a bajar y repetirel mismo proceso.
Aurora estabasumergiéndose en un limbo de placer absoluto, su mente se nublaba por semejantesensación que estaba sintiendo y no tenía intenciones de que se detuviera,después de todo, se había tocado varias veces en la ducha imaginando que eraJosé quien la manoseaba y ahora que por fin el real lo estaba haciendo, teníaque aprovechar cada segundo de ese delicioso momento y estaba más que preparadapara también complacer a su hombre.
Aurora: Amor… detente… -Dijo con voz entrecortada. –Es miturno de darte placer a ti.
José se apartó deAurora con una mirada de asombro y nerviosismo, aun en el sexo, José no perdíaesa mirada inocente que tanto le encantaba a Aurora, quien al verlo no pudoevitar volver a besarlo. El agua hacía que el cuerpo de ambos fuese más sedosoy más suave, lo que hizo imposible para los dos jóvenes lujuriosos nomanosearse durante todo el beso candente que se estaban dando; Auroramanoseando la ancha espalda de José y este último sujetando firmemente eltrasero de su hermosa novia gótica.
Al abalanzarsesobre él, Aurora accidentalmente choco con el miembro erecto de José, debido ala diferencia de estaturas el miembro de José estaba reposando a la altura dela pelvis de Aurora, un poco más arriba de donde se encontraba su hermosavagina. Sentir aquel pedazo de carne haciendo contacto directo con su piel lacalentaba muchísimo más de lo que ya estaba y su curiosidad la hizo apartarsede José para ver al amiguito que tenía entre las piernas.
Aurora: ¡WOW! Es tan… enorme… me vas a destrozar lavagina con semejante animal.
José: Se… sería muy cuidadoso contigo amor… -Respondió sintiéndose alagado.
Aurora solo lomiro con ojos brillantes y sin decir una sola palabra, se fue poco a pocoarrodillando ante José para estar a la altura de su amiguito y poder verlo decerca. Aurora se asustó y se excito al máximo al tenerlo así de cerca, era unverdadero monstruo lo que tenía frente a su bello rostro, el miembro de Josémedía 20 cm, con las venas muy bien marcadas y era lo suficientemente gruesopara expandir notoriamente una vagina y un ano sin problemas.
Aurora: Vaya… esta increíblemente duro. –Dijo al tocarlo suavemente con su mano derecha.
José: Lo… lo siento amor… no me pude contener más.
Aurora: Mira nada más… de lo que se perdieron todasaquellas estúpidas que te rechazaron jaja… pero, creo que fue bueno que lohicieran.
José: ¿Po… por qué?
Aurora: Porque ahora tengo ¡todo esto! Para misolita… y lo voy a gozar, como no tienes una idea mi amor… dime de quien eres.
José: Soy tu… tuyo…
Aurora: ¡Más fuerte!
José: ¡¡Soy todo tuyo!!
Apenas Joséexclamo eso, Aurora le dio una lamida al glande de José, lo que género que elchico tuviera un espasmo por aquella sensación, Aurora solo volteo a verlo ytemor a nada saco su linda lengua y empezó a lamer y a lengüetear el glanderosado del pene de José, el cual era grande y muy sensible. Aurora se concentródemasiado en su felación, solo cerro los ojos y comenzó a lamer y a chupar lacabeza del miembro de José, como si de una deliciosa paleta se tratase y quepese a que el sabor no era especialmente agradable para su paladar, suexcitación era tal que no le importaba en lo más mínimo ese detalle.
Debido a la nulaexperiencia de Aurora en el sexo oral, esta obviamente no podía meterse muchodel miembro de José a la boca sin tener arcadas, debido a que el pene empujabasu úvula y eso le provocaban ganas de vomitar y ni que decir que intentar unagarganta profunda era imposible para ella en ese momento y más con el tremendotamaño del miembro de José. Lo único que podía hacer esa masturbarlo ferozmentecon su mano derecha mientras que con su boca lamia y chupaba la cabeza,metiéndosela y sacándosela de su boquita con desesperación.
José estaba en elparaíso, no podía creer que Aurora estuviera haciendo semejante cosa, pero esoestaba pasando, lo podía ver y mejor aún, podía sentirlo en su pene. Sinembargo, como ya dije, Aurora no tenía experiencia en dar mamadas y esoobviamente ocasiono que el placer que sentía José en el pene no fuese elmáximo, por lo que tardó mucho en venirse, no porque fuese un toro, sino porquesimplemente Aurora no lo estaba estimulando como debía de ser, pero seentiende, cuando alguien no tiene experiencia solo hay que ser pacientes.
Llego un punto enel que Aurora se hartó, pues José no eyaculaba y de tener su boca así deabierta chupándole el glande, su mandíbula le empezaba a doler, por lo quedecidió simplemente masturbarlo furiosamente mientras le decía cosas calientescon el fin de que José expulsara aquel elixir de una vez por todas. La chicalevantaba la mirada seductoramente para ver como José disfrutaba de la fricciónque generaba la mano de su novia sobre su miembro ya a punto de estallar.
Después de unrato, Aurora volvió a introducir el glande de José a su boca y empezó a mamarnuevamente con furia mientras que con su mano derecha lo masturbaba, finalmenteJosé no pudo contenerse más y exploto. Las mejillas de Aurora poco a poco sefueron expandiendo, pues una gran cantidad de semen salió disparado del miembrode José a la boca de la chica, inundando completamente su boquita. Sin embargo,Aurora escupió asqueada el fluido seminal de José, no porque tuviera mal sabor,simplemente no estaba acostumbrada a aquella textura y sabor que tenía elsemen.
Ya con un pocomás de clama, la gótica tomo el miembro de su novio y empezó a lamer y alengüetear el glande como si fuese una rica paleta, esto para que quedasereluciente y aparte, para irse acostumbrando al sabor que tiene el semen, paraque en un futuro le termine encantando y se volviera una adicta a chuparle elpene a José. Una vez finalizo con su tarea, Aurora se puso de pie lentamente ybeso de nuevo a José, este último con un poco de asco, debido a que estabaprobando el sabor de su propio pene y semen, cosa que no le agrado mucho, peroAurora lo sujeto firmemente de la cabeza, así que no pudo liberarse.
Aurora: Jaja… ¿No te gusto el sabor de tu propialechita? –Pregunto en tonoburlesco.
José: Pues… no, la verdad no jaja… aparte es la primera vez que lo hago.
Aurora: Mmm… interesante jeje… ahora es tu turno mivida, devórame el órgano que me hace mujer ¡¡tu mujer!! –Exclamo aun prendida.
Antes de hacerlo,José cerró la llave de la regadera y con una esponja suave llena de jabóncomenzó a limpiar el cuerpo de Aurora, manoseándola en el proceso, incluyendolos pechos, los muslos, las nalgas y por supuesto, aquella hermosa rajita,limpiándola con sumo cuidado y dedicación. José pasó un gran rato masturbando yabriéndole la vagina a Aurora, mientras que ella le gemía en uno de sus oídos yno le incómodo para nada cuando José incluso empezó a limpiarle la cavidad analcon dos de sus dedos.
Aurora: Amor… ya no pierdas más el tiempo. –Dijo Aurora colocando sus dos manos sobre la pared,dándole la espalda a su novio. –Ahoradevóramela. –Pronuncio separando su nalga derecha con su mano.
José trago salivanerviosamente y lentamente se fue hincando detrás de Aurora, quedando a laaltura de sus inmensas y pálidas nalgas. El chico con mucho miedo recorrió consumo cuidado aquellas enormes masas de carne deliciosas de la chica, luego condelicadeza las fue separando, dejando a la vista su vagina. José quedosorprendido, después de todo, era la primera vulva que veía así de cerca ypensar que aquella belleza ahora era suya le provocaba una mezcla de placer,adrenalina y muchas más emociones.
Antes de llevaral plato fuerte, José primero le dio 10 besos a ambas nalgas de su chica parairla calentando antes de que el show de verdad comenzara. Una vez que estabatodo listo, apretó con ligera fuerza ambas nalgas y hundió su rostro en mediode ellas, lamiendo de esta manera el sexo de Aurora, quien apenas sintió laprimera lamida soltó un ligero quejido.
Aurora: ¡AY! Se siente raro, pero no desagradable…continúa mi amor, sin miedo…
José decidióempezar de menos a más, primero saco su lengua y con la punta de esta fue lamiendoligeramente de arriba abajo la entrada vaginal de Aurora, el sabor era entresalado y muy intenso, pero José no quiso detenerse y continuo lamiendolevemente. Aurora empezó a sentir mucho placer y volvió a abrir el aguacaliente de la regadera para que el cuerpo de ambos se volviese a mojar, perola vagina de Aurora ya de por si estaba empapada con los fluidos que salían deella, que se distinguían perfectamente del agua.
Luego de prenderlo suficiente a Aurora, esta con su mano derecha empujo la cabeza de José paraque se pegara más a su trasero y mantuvo la mano en la parte trasera de lacabeza del chico para que no se separara. José se animó y ahora con su lenguaplana cubrió toda la vagina de la chica gótica con su saliva y ese proceso lorepitió varias veces sin parar, haciendo que Aurora entrara de nuevo en unlimbo de placer absoluto en donde no importaba nada más que las sensaciones queestaba sintiendo en ese momento.
Aurora: Ay mi amor… no te detengas… ¡¡Sigue!! ¡Quieromás!
José norespondió, simplemente procedió a pegar más sus labios con los labios vaginalesde Aurora, comenzó a lamerlos y a estirarlos con delicadeza pero de maneraintensa y ya para cerrar con broche de oro, se agacho un poco más para que sulengua llegase hasta el clítoris bien escondido de la chica gótica. En cuantola lengua de José lo toco, Aurora flexiono las piernas y empezó a temblar deplacer, paso de solo sujetar la cabeza de José a hacer un puño con el cabellodel chico mientras su respiración se volvía agitada y sus gemidos setransformaban en gritos.
Aurora: ¡¡¡Sí!!! ¡Se siente muy bien esto!... Ay miamor… ¡¡¡Me estas volviendo loca!!!
José seguía sinresponder, tenía la boca llena jaja, pero las palabras calientes que le decíaAurora lo motivaban a seguir con su tarea de comerle la vagina a Aurora y cadavez de manera más intensa. Llego un momento en el que la sensación se volviótan deliciosa que la chica sintió como algo iba a toda velocidad camino a susalida vaginal, la gótica no podía creer que estaba teniendo su primer yplacido orgasmo, así que se preparó, sujeto a José de nuevo por el cabello conuna mano y con la izquierda una esponja de baño, para intentar sofocar lo quese venía.
Aurora: ¡Ay por Dios! ¡Me voy a venir! ¡¡¡MEVENGO!!!... –Grito a todo pulmón consu hermosa voz.
Un enorme chorrode fluidos salió disparado de la vagina de Aurora, mojando la boca y parte dela cara de José, que más que detenerse siguió lamiendo, como un perritobebiendo agua. En cuanto a la gótica, apenas sintió como sus fluidos salían,sus piernas empezaron a temblar y presiono con fuerza la esponja y jalo elcabello de José para poder disfrutar de ese orgasmo sin perder el conocimiento,pues sentía que se desmayaba.
Aurora libero lacabeza de José, la chica estaba jadeando de placer, pero José no queríadetenerse aún, ahora que tenía a su novia sumisa y ver que tenía la capacidadde prenderla así de intenso, el chico sujeto fuertemente a Aurora por lascaderas y con la ayuda de sus mejillas fue separando las nalgas de Aurora, todoesto para llegar la entrada anal de la chica con intenciones de devorar aquelagujerito también y darle el mensaje a la gótica de que todo su cuerpo lepertenecía a José, incluso la puerta trasera que a muchas mujeres les da miedoentregar.
Aurora: ¡Ay!... espero, ahí no. –Dijo tras sentir la primera lamida sobre su hermosoanito. –Está… sucio, no lo hagas.
José hizo casoomiso a las peticiones de Aurora de detenerse, en lugar de eso intensifico laslamidas que le daba a ese pequeño y rosado orificio. Después de llenarlo biende salivo con la punta de su lengua penetro el ano de Aurora.
Aurora: Ay no, que asqueroso eres, para… esto no estábien.
José: Tú fuiste la que empezó todo esto al meterte a bañar conmigo hermosa, ahorate aguantas jeje… te gustara, ya verás.
Aurora: Chúpame la vagina mejor, el culo es un lugarsucio…
José: Por eso pase un buen rato limpiándotelo, además… cuando lo hice te metí losdedos y no te quejaste, eso significa que si te gusta pero te haces la difícilpreciosa… ya deja de quejarte y déjate llevar, tú sabes que te gusta lo quehago.
José no seequivocaba, efectivamente lo que le estaba haciendo en el ano a Aurora leestaba empezando a gustar con demasía, si bien es cierto que al principio siestaba incomoda, poco a poco se fue relajando y permitió que José siguieracomiéndole aquel hermoso agujero. José introdujo dos de sus dedos en la vaginade Aurora y comenzó a presionar hacía abajo levemente, esto tuvo una reacciónmás que positiva en la chica, quien volvió a intensificar sus gemidos de manerabrutal.
Aurora: ¡JOSÉ!... que rico… se siente bastante bienesto.
José: Te lo dije mi reina, que te iba a encantar.
El chico siguiócon su tarea, penetraba ferozmente el ano de Aurora con su lengua, mientras quecon los dedos que tenía dentro de su sexo los fue moviendo de manera queestimulaban la zona G de la chica, haciendo que esta volviese a gritar deplacer. José tenía todo el control de la situación, Aurora solo podía disfrutarcon ganas todo el placer que José le transmitía con su boca y manos, el cuerpode ella volvió a temblar, se aproximaba otro potente orgasmo y cuando llegoella hizo su cuerpo hacía adelante, apartándose de José para recargar su cuerpoen el muro.
La chica temblabadel orgasmo que había tenido y sentía como sus fluidos se mezclaban con el aguacaliente de la regadera para después ir bajando por sus dos piernas. La miradade ella se centró de nuevo en el pene de José, el cual estaba de nuevo erecto,su instinto femenino le decía que se entregara a su novio, que ya nadaimportaba, pero su sentido común le decía que no lo hiciera, pues recientementele había llegado la regla, señal de que estaba en sus días más fértiles y losriesgos de quedar embarazada por tener sexo sin condón eran gigantescos, asíque tuvo que hacer un esfuerzo descomunal para bajarle a la calentura que yaestaba al máximo.
Aurora: ¡Tú ven aquí! –Dijo sujetándolo de los hombros con fuerza.
Aurora beso aJosé con rabia y locura, tanto era su deseo de besar a José que por primera veztuvieron un beso de lengua, la chica exploraba toda la boca de José con sulengüita, no solo para apaciguar su hambre, sino también para saborear el saborde su propia vagina, a diferencia de José, quien no estuvo muy animado cuandoAurora lo beso luego de chuparle el pene, a ella por el contrario le fascinabael hecho de probar su propio órgano femenino y sentirse como si fuese unaprostituta barata.
Aurora: Mmm… pero que deliciosa estoy jeje. –Dijo al separarse de José.
José: Si… lo estas mi ángel.
Aurora: Te lo advierto… has abierto una puerta, queno podrás cerrar mi vida.
Aurora volvió aadoptar ese carácter dominante que tanto le encantaba e intimidaba a José. Loshermosos ojos verdes de la chica brillaron con más intensidad que nunca,penetrando el alma de José quien retrocedía algo nervioso con cada pasoadelante que daba Aurora, la chica se relamía los labios de manera seductora ycuando José tuvo la espalda pegada al muro fue devorado ferozmente a besos porsu novia, quien ahora parecía ser más empalagosa de lo que ya era. La adicciónque tenía Aurora por José incremento de manera abismal una vez terminaron dehacer travesuras en el baño.
Ambos salieron dela ducha, Aurora se volvió a poner su bata y para José uso una toalla grandeque tenía guardada y ella personalmente se encargó de secar el cuerpo de suamado, saboreando sus músculos marcados en el proceso. José por su lado, tomo aAurora y sin mucha dificultad la cargo para salir del baño, dejándola caersuavemente sobre su cama y al hacerlo, su bata se abrió, mostrándole una vezmás el cuerpo perfecto que ella tenía y que de ahora hasta el final, lepertenecía a él y a nadie más.
Seguía siendo viernes por la tarde, Aurora aún seguía durmiendo plácidamente sobre el pecho de José, quien también estaba durmiendo, un poco menos cómodo debido a su postura y a que Aurora dormía sobre uno de sus brazos, pero dado a que la chica no había dormido bien durante un par de días debido a los conflictos que ambos arreglaron en el capítulo pasado, José no se sentía capaz de arruinarle ese tranquilo sueño que tenía su nueva novia.
La lluvia que caía fuertemente no tenía intenciones de parar y eso ayudaba a los dos jóvenes a dormir más cómodamente. Aurora permanecía estática, al parecer esa posición era perfecta para su cuerpo y por eso ni se movía. Recordemos que en el capítulo pasado José había improvisado un agujero en su cama para que Aurora pudiera dormir boca abajo sin que sus pechos la lastimaran. Esa fue una gran idea, pues Aurora estaba muy cómoda durmiendo y a lo mucho solo movía la cabeza de vez en cuando para acurrucarse sobre el cuerpo de su novio.
Sin embargo, a eso de las 8 de la noche, la madre de José toco a la puerta para despertar a los dos bellos durmientes, Aurora fue la primera en despertarse y se levando de la cama de golpe, por otro lado, José despertó con cierta dificultad, haciendo quejidos de fastidio.
Sra. Sofía: ¡Hijo, despierta! –La señora tocaba a la puerta -¿Todavía está aquí Aurora?
Aurora: Eh… ¡Si señora! ¡Todavía sigo aquí!
Sra. Sofía: ¡Ay qué bueno hija! Sirve que te quedas a cenar, despierta al flojo de mi hijo y bajen, la cena esta ya casi lista.
Aurora: Si señora, gracias, ahorita lo despierto. –Respondió Aurora bajando de la cama y poniéndose de nuevo las sandalias de José. –Amor… amor… despierta. –La chica sacudía a José quien se había vuelto a dormir. –Dice tu mamá que la cena ya está lista, despierta mi bello durmiente.
José: ¿Qué hora es? –Pregunto aun medio dormido.
Aurora: Ya es tarde, casi son las 8 de la noche… tu madre me invito a quedarme a cenar, ya levántate para cenar rápido que tengo que irme a mi casa.
José: ¿Cómo crees? ¿Ya viste las calles? Están todas inundadas, ¿te vas a ir nadando o qué?
Aurora: Jaja, no lo sé, pero no creo que tus padres me den permiso de dormir aquí, apenas los conocí hoy. –Respondió la chica.
José: Avísale a mis suegros que no podrás ir a casa hoy, te vas a quedar conmigo… mi padre tal vez no este encantado con la idea, pero si se lo digo a mi mamá estoy seguro que si te da permiso de quedarte, no quiero que salgas a la calle así.
Aurora: No lo sé amor…
José: Tranquila, aceptara, te lo prometo. –José beso a Aurora y está claro que correspondió al beso. –Ya hay que irnos, tengo hambre jeje...
Aurora: ¿Cuándo no tienes hambre? Jaja.
Ambos bajaron juntos al comedor, Aurora estaba temerosa de tener que volver a estar cerca del padre de José. Por su lado, el chico también estaba algo nervioso por el mismo asunto, pero se tranquilizó cuando vio que su padre no estaba ahí, teorizo que quizás hizo lo que siempre hace luego de discutir con su esposa o con su hijo; irse a su cuarto a ver un partido de futbol o simplemente a dormir. José soltó un suspiro de alivio al saber que la cena sería más cómoda para Aurora al ver que su padre no estaría presente.
Sra. Sofía: ¡Vaya! Hasta que por fin bajan, siéntate Aurora y tu José, ayúdame a ponerlos platos sobre la mesa.
José: ¿Y papá? –Le susurro a su madre.
Sra. Sofía: Hizo otra de sus escenitas, no va a bajar.
José: Que bueno, porque oye… las calles están inundadas y no quiero que Aurora salgo a la calle así, deja que pase la noche con nosotros… por favor, aunque ella duerma en mi cama y yo en el sillón.
Sra. Sofía: Sus padres se van a preocupar José.
José: Ya le dije que los llamara para decirles que se va a quedar aquí, no creo que sus padres tengan un bote para venir por ella y llevársela, por favor, deja que se quede.
Sra. Sofía: Está bien, si sus padres le dan permiso de quedarse lo puede hacer, está a partir de ahora es su casa también, pero si dicen que no, no insistas y respeta su decisión.
José: ¡Gracias! –Exclamo emocionado.
Sra. Sofía: Si ya, de nada, llévate los platos y los vasos que ya vamos a cenar, me interesa conocer más a detalle a mi nuera.
La cena fue muy tranquila y amigable, Aurora le contaba a su suegra anécdotas de su vida antes de conocer a José, así como hablarle de sus padres y por supuesto, como fue que se enamoró de José. La madre de José por el contrario, le decía algunos detalles bochornosos de José a su nueva nuera solo para molestar y que el ambiente divertido de la cena no se perdiera. José en cambio solo hablaba para regañar a su madre cuando ella le daba datos vergonzosos a Aurora sobre él; como la vez en que se atoro debajo de la cama cuando lo querían inyectar o cuando se cayó a un charco de lodo por estar corriendo como loco.
Luego de haber terminado de cenar cada quien limpio sus respectivos cubiertos, el tiempo se les fue volando, ya que eran casi las 10 de la noche. Aurora rápidamente miro su celular y se asustó por todas las llamadas perdidas que tenía en su teléfono, velozmente decidió irse a una habitación vacía a llamarle a su padre para disculparse de no contestar y de paso para pedirle permiso de quedarse encasa de José.
Sr. David: Sabes que tu madre se va a volver loca Aurora.
Aurora: Ya lo sé, pero tampoco quiero que tearriesgues a que el coche se te apague en plena calle con toda el agua que hay,además, la madre de José ya me dio permiso de quedarme.
Sr. David: ¿No crees que te estas aprovechando mucho de la hospitalidad de tu amigo?
Aurora: Sobre eso papá… te lo quería decir enpersona, pero creo que no podre esperar para hacerlo… ¡José ya es mi novio! –Exclamo muy contenta.
Sr. David: ¿En serio? ¿Siempre si se te declaro?
Aurora: Si… apenas hoy, pero no podría estar másfeliz ahora, ese chico es todo lo que podría desear de un hombre y todavía más.
Sr. David: Que bueno mi niña, si tu estas feliz con él, también lo estoy yo. Entonces¿Cuándo me vas a presentar mi nuero?
Aurora: Deja que mamá se calme un poco y luego lollevo a la casa para que lo conozcan, les va a agradar mucho estoy segura.
Sr. David: Esta bien hija, entonces cuídate mucho y te regresas mañana temprano a casaantes de que a tu madre le dé un ataque psicológico jaja. Te quiero hija.
Aurora: Jaja, también te amo mucho papá, buenasnoches. –Colgó.
Luego de colgarla chica salió del cuarto, solo para llevarse la grata sorpresa de que su nuevasuegra estaba afuera de la habitación esperándola para charlar un poco más.
Sra. Sofía: Mi hijo me comento que te gustaron algunas de mis pinturas con temáticaoscura ¿quieres que te cuente la historia de cada una de ellas?
Aurora: Si señora, me encantaría conocerlas.
La señoraprocedió a contarle todas y cada una de las historias que había detrás de esaspinturas con temática oscura y gótica. Aurora se sorprendió por las anécdotassobre los cuadros depresivos que tuvo la madre de José, hubo una en loparticular que la asusto, pues su suegra confeso que una vez estuvo a punto dequitarse la vida, pero que afortunadamente no lo hizo.
Aurora: ¿Usted se intentó quitar la vida? –Pregunto asombrada.
Sra. Sofía: Así es… hace muchos años, pasaba por una fuerte depresión y quise terminarcon todo, pero no lo hice, porque me llego una noticia que lo cambiaria todo.
Aurora: Con todo respeto y perdón por la curiosidad…¿Qué la hizo cambiar de opinión?
Sra. Sofía: Estaba embarazada… de José, eso me hizo cambiar de opinión y cuando nació,sentí que subía por una nube, alejándome de ese pozo de oscuridad en el queestaba, una lástima que por el trabajo no he podido estar cerca de él, peroaunque no lo parezca, lo amo demasiado.
Aurora: Es curioso… él también ha cambiado mi vidapara bien, antes de conocerlo prefería estar siempre sola, pero desde que loconocí ya no me gusta la soledad… gracias a José conocí a nuevos amigos muyamables y ahora… ya no me gusta estar lejos de él.
Sra. Sofía: Parece que las dos ya tenemos otra cosa en común, José nos cambió la vida aambas.
Aurora: Así es señora… jeje.
Sra. Sofía: Por favor, dime por mi nombre o llámame suegra, no me voy a molestar.
Aurora: Jeje… lo siento, suegrita.
Sra. Sofía: Jaja, me agradas, es bueno saber que mi hijo consiguió a una novia de buenver, cuídamelo mucho por favor. Si quieren pueden seguir despiertos hastatarde, igual mañana es sábado, yo ya me tengo que dormir, porque mañana me tocair a trabajar de nuevo. Buenas noches hija, que descanses.
Aurora: Igualmente suegrita, descanse y gracias.
Sra. Sofía: ¿Gracias por qué? –Pregunto la señora confundida.
Aurora: Porque de no ser por usted… nunca habríaconocido a José. –Dijo sonriendo.
Sra. Sofía: Eres una buena muchacha, más bien el que salió ganando fue José, alconseguir una novia así de bonita. Cuando tengamos más tiempo te enseñare máspinturas que tengo guardadas y tal vez, te pueda enseñar a pintar, si así lodeseas.
Aurora: ¡Claro que sí, me encantaría! –Dijo emocionada.
Aurora y su nuevasuegra se despidieron, la señora se fue al baño de la planta baja a bañarseluego de un día muy ajetreado por culpa de la lluvia, por su lado, Aurora subióal segundo piso de la casa para dirigirse la habitación de José, sin embargo,mientras subía se topó de frente con su nada contento suegro, el hombre no dijonada, solamente le lanzo una mirada fría y entro al baño del segundo piso sininteractuar para nada con su nueva nuera, el señor al parecer ya se había dadocuenta de que Aurora se iba a quedar a dormir.
Esa mirada hizoque a Aurora le dieran escalofríos, las mujeres son listas y ella ya sabía desobra que el padre de José no la quería para nada y eso la hizo sentir mal decierta manera, pero obviamente no iba a permitir que ninguna persona la alejarade José así que solo respiro profundamente y se dirigió al cuarto de su novio,cuando toco y José le permitió entrar la chica vio a su amado tomando muchassabanas más y unas almohadas pues él iba a dormir en otro lado.
Aurora: ¿Qué haces amor? –Preguntó intrigada.
José: Ah… este… voy a llevarme estas sabanas y una almohada para dormir en elsillón.
Aurora: ¿No vas a dormir conmigo? –Hizo otra pregunta con un tono desilusionado.
José: Pues… si… me gustaría, pero… no quiero incomodarte, apenas llevamos un díade novios y…
Aurora: Anda, quédate conmigo, no quiero dormir sola,no me incomodas en lo más mínimo en serio, de hecho, creo que no podré dormirbien si tu no estas.
José: Yo… -José no pudo responder pues Aurora lo miro fijamente a los ojos con unacarita muy tierna. –Jeje… de acuerdo, dormiré contigo, pero… hay que cerrar lapuerta con seguro para que no nos pillen mis padres.
Aurora le puso elseguro a la puerta y apenas hizo eso se abalanzo sobre José nuevamente y volvióa comérselo a besos, solo que esta vez con un poco más de sigilo, para que lospadres del chico no los escucharan. José tomo a Aurora de las corvas y la cargocon sumo cuidado, Aurora abrazo a su novio con sus brazos y piernas, pegándosecompletamente a él y disfrutando completamente el contacto que había entre suslabios y los de él.
Después de unlargo rato de besos, ambos se pusieron a ver otro clásico del mundo gótico “Elcadáver de la novia” y tenía más sentido verla ahora que ambos eran pareja. Amitad de la película, José de manera muy tímida le pidió permiso a Aurora paraque lo dejase acostarse en sus suaves piernas y ella acepto. Una vez José teníala cabeza recostada en los grandes y suaves muslos de su novia, Aurora paso elresto de la película acariciándole el cabello y una de sus mejillas con muchadelicadeza y ternura.
José: ¿Te molesta que este acostado aquí? –Pregunto nerviosamente cuando lapelícula termino.
Aurora: Para nada, yo te dije que podías usar mispiernas como almohada cuando tú quisieras, mis piernas son tuyas ahora mi amor.
José: Son la almohada más cómoda en la que he estado acostado, de verdad jeje…
Aurora: Oye amor… ¿Por qué le dijiste a tu madre quellevábamos una semana de novios, si apenas hoy llevamos siéndolo?
José: Bueno… cuando vi la reacción de mi padre al verte, intente quitarle hierroal tema, para que pensaran que llevábamos más tiempo y no se viera tansorpresivo que… apenas hoy empezamos a ser novios… lo siento.
Aurora: Veo que a tu padre no le agrado… hace rato memiro feo antes de llegar a tu cuarto, espero que eso no sea un impedimento ennuestro romance.
José: ¡Oye! –Se levantó de las piernas de Aurora para mirarla a la cara. –Nodigas eso, yo no soy mi padre, yo decidí estar contigo, si a él no le parece nodebería de importarnos… no va a ser un impedimento… Aurora, yo te amo… y mucho.
Aurora: Yo también te amo, más de lo que te puedesimaginar.
Ambos jóvenes sevolvieron a besar apasionadamente y luego de estar hasta tarde jugandovideojuegos, finalmente se fueron a dormir. José se volvió a acostar a laorilla de su cama y Aurora coloco denuevo sus enormes senos sobre aquel agujero en el colchón para volver a dormirsobre el pecho de José. Ambos durmieron muy abrazados y arropados, pese a que Aurora tenía muy pocaropa, en ningún momento sintió frio, el calor corporal de su amado y lassabanas tan calientes que los cubrían, hacían que la chica durmiera de lo más cómoda.
Por primera vezen mucho tiempo, Aurora despertó tarde un sábado; eran alrededor de las 10 dela mañana y ella apenas se despertó, cuando normalmente lo hace a las 6 o 7 dela mañana, pero es que estaba durmiendo tan agusto que no se quería levantar,pero tenía que hacerlo, pues se tenía que ir a casa luego de haber pasado lanoche en casa de José. El chico no quería que su novia se fuera, pero entendióque lo tenía que hacer, pues sino su madre pegaría el grito en el cielo y lametería en muchos problemas.
La parejadesayuno algo rápido y se despidieron, obviamente dándose un largo y rico besoen los labios, listos para empezar una nueva vida siendo una pareja muyacaramelada. Aurora se fue a casa y fue recibida obviamente con reclamos de sumadre, ella tuvo que hacer un esfuerzo gigantesco para no confesarle a su madreque ya tenía nuero nuevo, pero por alguna razón, sus regaños ya no fueron tanseveros y a Aurora ya no le resultaron tan fastidiosos, todo a su alrededorparecía haber cambiado ahora que tenía novio.
Paso alrededor deun mes después de que José le pidiera a Aurora ser su novia y la pareja nopodría estar más feliz, Jacqueline tenía razón cuando dijo que ambos secomplementaban muy bien; hablando de ella, esta se puso muy feliz y hasta gritode la emoción cuando Aurora le conto que José ya era su novio, igual que todoslos demás amigos del grupo felicitaron a ambos por finalmente confesarse lo quesentían por el otro.
Las advertenciasque le dio Aurora a José eran ciertas, ella era súper cariñosa y hastaempalagosa con él, podía pasar hasta 10 minutos sin parar besándolo, a veces ledaba 30 besos seguidos en sus mejillas, manchándoselas todas del labial quellevaba aplicado, lo abrazaba, lo acariciaba, le decía cosas muy bonitas y ledaba cariño a montones. José por su lado, no le incomodaba en lo más mínimo loempalagosa que era Aurora con él, ella podría darle mil besos seguidos y élseguiría queriendo más.
José también eramuy detallista con Aurora, no había ocasión en la que no le regalara un enormeramo de flores negras en cada cita que tenían, la protegía del mirón cuando salían apasear por la calle, también le daba muchos besos, cuando ella se ponía tristeél la ayudaba a ponerse de pie, le daba buenos consejos que su abuelo paternole enseño, era muy caballeroso y educado con ella y en ningún momento intentopropasarse con Aurora.
Como en todarelación sana, Aurora era quien mandaba jaja, pero la pareja no podía estar másfeliz, ambos tuvieron por fin lo que tanto anhelaban; Aurora encontró a alguienque la amaba por quien era y no por su físico, su chico no era como el restoque solo querían acostarse con ella y dejarla, él quería ser su compañero devida. José por otro lado, finalmente encontró el amor y cariño femenino quedeseaba desesperadamente durante muchos años.
Como es normal entoda relación, obviamente la intimidad no podía faltar y es que José le hizouna propuesta a Aurora que la sorprendió por lo riesgosa que podía llegar aser.
José: Oye amor… ya llevamos rato siendo novios… tú ya conociste a mis padres… mepreguntaba si… algún día podre conocer a los tuyos.
Aurora: No creo que sea una buena idea amor, mi madreaún no sabe que tú eres mi novio, no es porque me dé pena, sino que ya laconozco y si se entera que eres mi novio seguro le da un ataque de ira.
José: Hay que intentarlo, digo… es mejor que lo escuche de ti a que se entere poralguien más.
Aurora: Mmm… no estoy segura, pero tienes razón, creoque lo mejor es decírselo yo y presentártelos formalmente, mi padre lleva ratoque quiere conocerte, apuesto a que se llevaran muy bien, así como yo me llevobien con tu madre jeje… que ironía… está bien mi amor, el viernes te llevo a micasa.
José: Uy que emoción jeje…
El tan ansiadoviernes llego, Aurora le había pedido a José que por favor llevase otra muda deropa un poco más elegante, para así matar a dos pájaros de un tiro; si llovíase podría cambiar de ropa para así evitar lo mismo que le paso a Aurora con sussuegros y también para darle la mejor impresión a la madre de Aurora. Joséobedeció y trajo en una mochila extra, la ropa más elegante que tenía y un pocode loción para que su suegra le diera el visto bueno.
Luego de otro díamás de clases, Aurora y José se despidieron de sus amigos y fueron a una paradadistinta a la que siempre iban cuando a Aurora le tocaba despedirse de José,tomaron un camión diferente que los llevaba muy cerca de la casa de la gótica.Una vez bajaron del transporte, solo tuvieron que caminar unas pocas callespara finalmente llegar, pero al abrir la puerta, la chica ya le parecía extrañoalgo.
Aurora: Que raro, no está mi madre. –Dijo tras entrar a su casa.
José: Tal vez… está en otro lado de la casa.
Aurora: No creo, cuando llego siempre está en lacocina preparando la comida. Pero bueno, eso nos da tiempo para enseñarte mihabitación.
José: Si… jeje… me da curiosidad conocer tu “Goticuarto”.
Aurora: JAJA… mi goti ¿Qué?
José: Tu Goticuarto… jaja…
Aurora: Jaja… ay amor, tú y tus ocurrencias, tienesel don de sacarme siempre una sonrisa todos los días, te amo.
José: Yo te amo más… jeje.
Ambos noperdieron tiempo y subieron rápidamente al cuarto de Aurora, el cual curiosamente,también se encontraba al final del pasillo como el de José. José como todo uncaballero le cedió el paso a Aurora, pero cuando él entro se quedó maravilladocon el decorado que había en la habitación de su chica.
Todas las paredesestaban pintadas de un tono violeta, dándole un aspecto oscuro, en el techoestaban dibujadas varias estrellas que parecían una vía láctea, su cama eragrande y se encontraba pegada al muro, aunque más retirada de la esquina comoestaba la cama de José, en una esquina estaba un gran televisor atornillado ala pared y debajo de este un mueble con varios libros y consolas de videojuego.En otro rincón, se encontraba el escritorio de la chica donde guardaba unalaptop, varios cuadernos. Su ropero y otro mueble donde guardaba todos losproductos de belleza se encontraban en otra esquina y finalmente la puerta desu baño.
José: Wow… tu cuarto es muy bonito.
Aurora: Gracias, no es tan grande ni tan elegantecomo el tuyo, pero no está nada mal.
José: Si… también se siente pacifico… ah, ¿lo enmarcaste? –Dijo al notar que eldibujo de aquella banda que le regalo a Aurora hace tiempo se encontraba enmarcadoy situado en un mueble al lado de su cama.
Aurora: Tenía que hacerlo, te quedo increíble y es elsegundo regalo que me has dado.
José: ¿El… segundo? ¿Qué le paso al primero?
Aurora: Fue tu amistad. –Dijo sonriendo. –Creo que tuvesuerte de que en el primer día de conocernos me hayas abierto los brazos hacíatu confianza y me permitiste ser tu mejor amiga.
José: Y… ahora eres mi novia. –Respondió con una sonrisa tímida.
Aurora: Ese ha sido tu tercer regalo de echo jeje, lodiré las veces que sean necesarias José, te amo con todo mi corazón.
José no pudo nihablar, ya que inmediatamente Aurora lo derribo hacía la cama y se le trepoencima como una gatita hambrienta, sin perder tiempo, aprisiono el rostro deJosé con sus dos delicadas manos y lo devoro a besos como lo hacía decostumbre. Sin importar cuantas veces lo hacían, tanto él como ella no secansaban de besarse frenéticamente cada que tenían la oportunidad, en especialAurora, no sabía porque ni le interesaba saberlo, pero había desarrollado unafuerte adicción hacía los labios y mejillas de José, era imposible para ella noabalanzarse sobre ellos para besarlos y mordisquearlos.
Luego de estar unbuen rato comiéndose a besos, Aurora se apartó para que José se pudiera ponerde pie, verle aquel rostro todo manchado de su labial negro y aquella miradainocente hizo que Aurora pensara que no le dio suficientes besos a su novio,pero también se dio cuenta que su ropa estaba muy arrugada producto de estarsobre él, además, estar tan pegada a José provoco que el perfume que Aurora sehabía aplicado quedase impregnado en la piel de José y si su madre detectabaese aroma ella pensaría que quizás lo estaban haciendo antes de que ellallegara.
Aurora: Creo que ahora si me excedí con mis besosjeje. –Dijo con una respiración agitada.
José: U… un poco sí.
Aurora: Todo esto es tú culpa, estás tan deliciosoque no puedo evitar comerte a besos cada que te veo bombón… pero creo quedeberías darte una ducha rápida, para que mi madre no sospeche nada cuando tela presente.
José: ¿M… me vas a dejar ducharme en tu baño? –Pregunto sorprendido.
Aurora: Claro mi amor, aunque vas a terminar oliendoa jabón de mujer jaja.
José: Jaja… de acuerdo amor, igual no tardare mucho bañándome.
Aurora: Espera bebé, deja enciendo el calentador paraque no te bañes con agua fría y no te me enfermes corazón.
Aurora le besouna de sus mejillas a José y bajo rápidamente al patio trasero para encender elcalentador para que saliera agua caliente de la regadera. Sin embargo, una vezque subió a su cuarto se percató que dejo la puerta entre abierta y antes deabrirla completamente se llevó la gran sorpresa de que José estaba de espaldasy se había quitado la playera, mostrando su musculosa espalda. Aurora se girópara apoyarse sobre uno de los muros, estaba sorprendida por el gran físico quetenía José, tanta fue su excitación que se mordió el labio inferior y presionofuertemente su seno izquierdo.
Cuando volvió aasomarse con cuidado se decepciono al ver que José ya no estaba, pues habíaentrado ya a su baño, sin embargo, haberlo visto semi desnudo de nuevo habíaencendido una chispa de deseo en Aurora, era como si una voz dentro de sucabeza le dijera que ya era tiempo de entregársele a su novio y que ya no solofueran besos y abrazos, sino algo todavía más perverso pero muy excitante queAurora estaba segura que iba a disfrutar con José.
Aurora se asomóen la cerradura del baño y se calentó de más cuando vio que José estaba solo enbóxer, mostrando así sus fuertes brazos y sus musculosas piernas. La chicasintió como algo húmedo salía de su vagina, estaba tan prendida que ya no podíalimitarse a solo espiar a José, la voz en su cabeza le decía que entre abañarse con José, por lo que Aurora, sin perder más tiempo, comenzó adesnudarse, lanzando sus prendas por toda la habitación, tomo una bata paracubrirse parcialmente el cuerpo y con una llave, abrió sigilosamente la puertadel baño.
Por suerte paraella, José ya se estaba bañando y la cortina de la ducha impedía que pudierapor fuera. Aurora muy sigilosamente, camino de puntitas hacía la regadera,respiro profundamente y con una velocidad de vértigo recorrió la cortina parasorprender a su novio mientras este se daba un buen baño con agua caliente.
José: ¡¡¡Aurora!!! –Grito sorprendido tapándose sus genitales con ambas manos.-¿¡Que haces aquí!?
Aurora: Mmm… mira nada más, que delicia de hombretengo aquí. –Aurora se comía a Josécon la mirada, sus ojos verdes recorrían toda la anatomía del chico.
José: ¡Deja de mirarme así! Si… si querías bañarte también… me hubieras dicho…para de… dejar que entraras primero tú.
Aurora: Pues ya que estoy aquí ¡bañémonos juntos!
José: ¿Ha… hablas en se… serio?
Aurora: Claro mi amor, no digas nada… y disfruta delespectáculo.
En cuanto dijoeso, Aurora se desamarro la bata y la dejo caer levemente, mostrándole a Josésu hermoso cuerpo en todo su esplendor. El chico abrió los ojos como platos, sibien es cierto que ya le había visto los pechos a Aurora, nunca antes la habíavisto desnuda. El cuerpo de Aurora se puede describir en una sola palabra“perfecto”, aparte de sus preciosos pechos, la chica tenía más cualidades quela hacían lucir sensual, sus curvas eran extraordinarias, sus caderas erananchas y por supuesto, aquella hermosa vagina, con un poco de bello pero que nole quitaba lo sexy, estaba abultadita, lo que hacía que sus labios estuvieranhacía adentro, dándole el aspecto como si aún fuese virgen.
José se quedómudo, babeando al ver el hermoso cuerpo de su novia, imaginar que todo esecuerpo delicioso era todo suyo hacía que su sangre hirviera, rápidamente sintiócomo una poderosa erección comenzó a surgir debajo de sus manos, pero estetrato de mantener la calma, pero era casi imposible con tan perfecto cuerpo aescasos centímetros de él, Aurora se dio cuenta de eso y sonrió maliciosamente,ya sabía lo que tenía que hacer.
Aurora entrolentamente a la bañera, disfrutando de la reacción que tenía José con cadacentímetro que acercaba a él, una vez entro lo volvió a besar de manera muyapasionada. Por fortuna, la regadera de Aurora era grande y estaba situada enel techo, lo que permitía que ambos se mojaran al mismo tiempo y ninguno pasarafrio mientras desquitaban la lujuria que sentían por el otro, en especialAurora que como siempre, es quien tomaba la iniciativa de cada perversión ocosa que le interesaba poner en practica con su tímido y sumiso novio.
Aurora: Pero que bueno estas mi amor, mira quemúsculos, mmm… y todo esto es para mí. –Dijo al separarse de José luego de besarlo un largo rato.
José: ¿E… estas segura que quieres… seguir? –Pregunto tímidamente.
Aurora: ¡¡Por supuesto que si mi amor!! Desde que tevi sin camiseta la vez pasada he deseado poseerte y que me hagas tuya ¡y esopasara ahora! Pero primero, déjame limpiar tu delicioso cuerpo mi amor.
Acto seguido,Aurora se unto una gran cantidad de jabón sobre sus enormes pechos y comenzó afrotarlos sobre la espalda de José, mientras que con su mano izquierda tallabasuavemente su pecho y estomago en compañía de su mano derecha, que ayudaba aesparcir bien el jabón para dejar el cuerpo de José reluciente. El chico por sulado, estaba muy sorprendido y nervioso, los suaves pezones de Aurora estabanen constante contacto con su espalda y las caricias que recibía por parte delas suaves manos de Aurora lo excitaban aún más.
Aurora: Date vuelta mi amor. –Dijo Aurora con un tono sexy.
En cuanto Joségiro, Aurora rápidamente sujeto la cabeza de José con sus dos manos y la llevohasta sus enormes ubres, quedando su rostro atrapado entre aquellas enormes ypreciosas montañas que aun conservaban algo de espuma del jabón que la chica seunto sobre ellas.
Aurora: Gira tu cabeza mi amor, límpiate bien, queesa hermosa carita tuya quede reluciente… ¡¡Límpiate con las tetas que tanto teencantan!!
José no dijo nada,pero obedeció al mandato de su oscura diosa. Comenzó a restregar su rostrocontra esos enromes pechos de su novia, los cuales eran suaves. Rápidamente,José comenzó a mover su rostro de un lado a otro con más velocidad y fuerza, loque provoco que Aurora riera al sentir cosquillas, pero también le excito queJosé hiciera eso, pues sus pechos eran muy sensibles. Después de divertirse unrato, José comenzó a lamer el espacio que había entre las amiguitas de Aurora.
Aurora: Mmm… bebé… cuanto me prendes… sigue… -Dijo gimiendo levemente.
José volvió aabrir la regadera para que cayera agua caliente nuevamente sobre el cuerpo deambos, él siguió con su tarea de lamer aquel espacio entre los senos de sunovia, el cual pese a no tener sabor, a él le parecía delicioso hacer eso,además de que el agua caliente que caía sobre el cuerpo de ella le daba untoque más de sabor a lo que él estaba haciendo.
Aurora: Para mi amor… ¡¡Lo necesito!! Quiero que me comasmi pezón derecho que es más sensible ¡¡Amamántate como mi bebé que eres!!
José sesorprendió con la posición sumisa en la que se encontraba Aurora, ya quesiempre actuaba de manera fuerte y directa, pero verla y escucharla así devulnerable hacía que José se pusiera más cachondo de lo que ya estaba y sindudarlo obedeció a la petición de su amada. Con mucho cuidado subió sus grandesmanos hacía los todavía más grandes pechos de Aurora y los apretó condelicadeza, eso provoco que de la boca de la chica saliera un fuerte quejido deplacer.
Aurora: ¡AUCH!... Mmm… que rico mi amor, manoséalastodo lo que quieras, son todas tuyas ahora, pero por favor haz lo que te pedí¡devórame el pezón!
José lentamentese acercó hacía aquella parte rosada del cuerpo pálido de Aurora y con sumocuidado lo metió dentro de su boca y como si fuese un bebé amamantándosecomenzó a succionar el pezón de Aurora. La chica soltaba quejidos cada vez másfuertes de placer, esa zona era especialmente sensible en la anatomía de la chicay José sabía perfectamente como estimular fuertemente ese punto débil delcuerpo de su novia.
Aurora: Ay mi amor… ¡¡¡Me estás volviendo loca!!!¡¡SIGUE!! –Exclamo, abrazando lacabeza de José con ambos brazos para evitar que se apartara.
Pese a no tenerprevia experiencia, la pornografía le sirvió de mucho al muchacho, pues seestaba luciendo, casi parecía que ya era un veterano mamando pezones femeninos.No solo succionaba aquel deliciosos pezón, también lo mordisqueaba condelicadeza, lo lengüeteaba como si fuese una paleta y lo estiraba con loslabios. En cuanto a Aurora, la chica no podía hacer otra cosa más que gemir ydisfrutar del momento, se mordía el labio inferior y con su mano izquierdacomenzó a guiar la mano derecha de José sobre su pecho izquierdo para quetambién fuera estimulado.
Aurora: Mi amor… mi pezón izquierdo se está poniendoceloso de la atención que le estas dando a su hermanito… ¿Cómo planeassolucionar ese problema? –Dijo mezclandosus palabras con pucheros de excitación.
José: ¿Co… comiéndomelo también? –Respondió nervioso.
Aurora: Ajá… devóralo, es todo tuyo corazón.
José se sumergióde nuevo en su tarea de complacer a su hermosa novia. Su lengua y sus labiosdanzaban alegremente sobre el pezón izquierdo de Aurora, mientras que suslargas manos ya sin ningún tipo de miedo recorrían la pálida piel de Auroradesde sus perfectas nalgas hasta su espalda, solo para volver a bajar y repetirel mismo proceso.
Aurora estabasumergiéndose en un limbo de placer absoluto, su mente se nublaba por semejantesensación que estaba sintiendo y no tenía intenciones de que se detuviera,después de todo, se había tocado varias veces en la ducha imaginando que eraJosé quien la manoseaba y ahora que por fin el real lo estaba haciendo, teníaque aprovechar cada segundo de ese delicioso momento y estaba más que preparadapara también complacer a su hombre.
Aurora: Amor… detente… -Dijo con voz entrecortada. –Es miturno de darte placer a ti.
José se apartó deAurora con una mirada de asombro y nerviosismo, aun en el sexo, José no perdíaesa mirada inocente que tanto le encantaba a Aurora, quien al verlo no pudoevitar volver a besarlo. El agua hacía que el cuerpo de ambos fuese más sedosoy más suave, lo que hizo imposible para los dos jóvenes lujuriosos nomanosearse durante todo el beso candente que se estaban dando; Auroramanoseando la ancha espalda de José y este último sujetando firmemente eltrasero de su hermosa novia gótica.
Al abalanzarsesobre él, Aurora accidentalmente choco con el miembro erecto de José, debido ala diferencia de estaturas el miembro de José estaba reposando a la altura dela pelvis de Aurora, un poco más arriba de donde se encontraba su hermosavagina. Sentir aquel pedazo de carne haciendo contacto directo con su piel lacalentaba muchísimo más de lo que ya estaba y su curiosidad la hizo apartarsede José para ver al amiguito que tenía entre las piernas.
Aurora: ¡WOW! Es tan… enorme… me vas a destrozar lavagina con semejante animal.
José: Se… sería muy cuidadoso contigo amor… -Respondió sintiéndose alagado.
Aurora solo lomiro con ojos brillantes y sin decir una sola palabra, se fue poco a pocoarrodillando ante José para estar a la altura de su amiguito y poder verlo decerca. Aurora se asustó y se excito al máximo al tenerlo así de cerca, era unverdadero monstruo lo que tenía frente a su bello rostro, el miembro de Josémedía 20 cm, con las venas muy bien marcadas y era lo suficientemente gruesopara expandir notoriamente una vagina y un ano sin problemas.
Aurora: Vaya… esta increíblemente duro. –Dijo al tocarlo suavemente con su mano derecha.
José: Lo… lo siento amor… no me pude contener más.
Aurora: Mira nada más… de lo que se perdieron todasaquellas estúpidas que te rechazaron jaja… pero, creo que fue bueno que lohicieran.
José: ¿Po… por qué?
Aurora: Porque ahora tengo ¡todo esto! Para misolita… y lo voy a gozar, como no tienes una idea mi amor… dime de quien eres.
José: Soy tu… tuyo…
Aurora: ¡Más fuerte!
José: ¡¡Soy todo tuyo!!
Apenas Joséexclamo eso, Aurora le dio una lamida al glande de José, lo que género que elchico tuviera un espasmo por aquella sensación, Aurora solo volteo a verlo ytemor a nada saco su linda lengua y empezó a lamer y a lengüetear el glanderosado del pene de José, el cual era grande y muy sensible. Aurora se concentródemasiado en su felación, solo cerro los ojos y comenzó a lamer y a chupar lacabeza del miembro de José, como si de una deliciosa paleta se tratase y quepese a que el sabor no era especialmente agradable para su paladar, suexcitación era tal que no le importaba en lo más mínimo ese detalle.
Debido a la nulaexperiencia de Aurora en el sexo oral, esta obviamente no podía meterse muchodel miembro de José a la boca sin tener arcadas, debido a que el pene empujabasu úvula y eso le provocaban ganas de vomitar y ni que decir que intentar unagarganta profunda era imposible para ella en ese momento y más con el tremendotamaño del miembro de José. Lo único que podía hacer esa masturbarlo ferozmentecon su mano derecha mientras que con su boca lamia y chupaba la cabeza,metiéndosela y sacándosela de su boquita con desesperación.
José estaba en elparaíso, no podía creer que Aurora estuviera haciendo semejante cosa, pero esoestaba pasando, lo podía ver y mejor aún, podía sentirlo en su pene. Sinembargo, como ya dije, Aurora no tenía experiencia en dar mamadas y esoobviamente ocasiono que el placer que sentía José en el pene no fuese elmáximo, por lo que tardó mucho en venirse, no porque fuese un toro, sino porquesimplemente Aurora no lo estaba estimulando como debía de ser, pero seentiende, cuando alguien no tiene experiencia solo hay que ser pacientes.
Llego un punto enel que Aurora se hartó, pues José no eyaculaba y de tener su boca así deabierta chupándole el glande, su mandíbula le empezaba a doler, por lo quedecidió simplemente masturbarlo furiosamente mientras le decía cosas calientescon el fin de que José expulsara aquel elixir de una vez por todas. La chicalevantaba la mirada seductoramente para ver como José disfrutaba de la fricciónque generaba la mano de su novia sobre su miembro ya a punto de estallar.
Después de unrato, Aurora volvió a introducir el glande de José a su boca y empezó a mamarnuevamente con furia mientras que con su mano derecha lo masturbaba, finalmenteJosé no pudo contenerse más y exploto. Las mejillas de Aurora poco a poco sefueron expandiendo, pues una gran cantidad de semen salió disparado del miembrode José a la boca de la chica, inundando completamente su boquita. Sin embargo,Aurora escupió asqueada el fluido seminal de José, no porque tuviera mal sabor,simplemente no estaba acostumbrada a aquella textura y sabor que tenía elsemen.
Ya con un pocomás de clama, la gótica tomo el miembro de su novio y empezó a lamer y alengüetear el glande como si fuese una rica paleta, esto para que quedasereluciente y aparte, para irse acostumbrando al sabor que tiene el semen, paraque en un futuro le termine encantando y se volviera una adicta a chuparle elpene a José. Una vez finalizo con su tarea, Aurora se puso de pie lentamente ybeso de nuevo a José, este último con un poco de asco, debido a que estabaprobando el sabor de su propio pene y semen, cosa que no le agrado mucho, peroAurora lo sujeto firmemente de la cabeza, así que no pudo liberarse.
Aurora: Jaja… ¿No te gusto el sabor de tu propialechita? –Pregunto en tonoburlesco.
José: Pues… no, la verdad no jaja… aparte es la primera vez que lo hago.
Aurora: Mmm… interesante jeje… ahora es tu turno mivida, devórame el órgano que me hace mujer ¡¡tu mujer!! –Exclamo aun prendida.
Antes de hacerlo,José cerró la llave de la regadera y con una esponja suave llena de jabóncomenzó a limpiar el cuerpo de Aurora, manoseándola en el proceso, incluyendolos pechos, los muslos, las nalgas y por supuesto, aquella hermosa rajita,limpiándola con sumo cuidado y dedicación. José pasó un gran rato masturbando yabriéndole la vagina a Aurora, mientras que ella le gemía en uno de sus oídos yno le incómodo para nada cuando José incluso empezó a limpiarle la cavidad analcon dos de sus dedos.
Aurora: Amor… ya no pierdas más el tiempo. –Dijo Aurora colocando sus dos manos sobre la pared,dándole la espalda a su novio. –Ahoradevóramela. –Pronuncio separando su nalga derecha con su mano.
José trago salivanerviosamente y lentamente se fue hincando detrás de Aurora, quedando a laaltura de sus inmensas y pálidas nalgas. El chico con mucho miedo recorrió consumo cuidado aquellas enormes masas de carne deliciosas de la chica, luego condelicadeza las fue separando, dejando a la vista su vagina. José quedosorprendido, después de todo, era la primera vulva que veía así de cerca ypensar que aquella belleza ahora era suya le provocaba una mezcla de placer,adrenalina y muchas más emociones.
Antes de llevaral plato fuerte, José primero le dio 10 besos a ambas nalgas de su chica parairla calentando antes de que el show de verdad comenzara. Una vez que estabatodo listo, apretó con ligera fuerza ambas nalgas y hundió su rostro en mediode ellas, lamiendo de esta manera el sexo de Aurora, quien apenas sintió laprimera lamida soltó un ligero quejido.
Aurora: ¡AY! Se siente raro, pero no desagradable…continúa mi amor, sin miedo…
José decidióempezar de menos a más, primero saco su lengua y con la punta de esta fue lamiendoligeramente de arriba abajo la entrada vaginal de Aurora, el sabor era entresalado y muy intenso, pero José no quiso detenerse y continuo lamiendolevemente. Aurora empezó a sentir mucho placer y volvió a abrir el aguacaliente de la regadera para que el cuerpo de ambos se volviese a mojar, perola vagina de Aurora ya de por si estaba empapada con los fluidos que salían deella, que se distinguían perfectamente del agua.
Luego de prenderlo suficiente a Aurora, esta con su mano derecha empujo la cabeza de José paraque se pegara más a su trasero y mantuvo la mano en la parte trasera de lacabeza del chico para que no se separara. José se animó y ahora con su lenguaplana cubrió toda la vagina de la chica gótica con su saliva y ese proceso lorepitió varias veces sin parar, haciendo que Aurora entrara de nuevo en unlimbo de placer absoluto en donde no importaba nada más que las sensaciones queestaba sintiendo en ese momento.
Aurora: Ay mi amor… no te detengas… ¡¡Sigue!! ¡Quieromás!
José norespondió, simplemente procedió a pegar más sus labios con los labios vaginalesde Aurora, comenzó a lamerlos y a estirarlos con delicadeza pero de maneraintensa y ya para cerrar con broche de oro, se agacho un poco más para que sulengua llegase hasta el clítoris bien escondido de la chica gótica. En cuantola lengua de José lo toco, Aurora flexiono las piernas y empezó a temblar deplacer, paso de solo sujetar la cabeza de José a hacer un puño con el cabellodel chico mientras su respiración se volvía agitada y sus gemidos setransformaban en gritos.
Aurora: ¡¡¡Sí!!! ¡Se siente muy bien esto!... Ay miamor… ¡¡¡Me estas volviendo loca!!!
José seguía sinresponder, tenía la boca llena jaja, pero las palabras calientes que le decíaAurora lo motivaban a seguir con su tarea de comerle la vagina a Aurora y cadavez de manera más intensa. Llego un momento en el que la sensación se volviótan deliciosa que la chica sintió como algo iba a toda velocidad camino a susalida vaginal, la gótica no podía creer que estaba teniendo su primer yplacido orgasmo, así que se preparó, sujeto a José de nuevo por el cabello conuna mano y con la izquierda una esponja de baño, para intentar sofocar lo quese venía.
Aurora: ¡Ay por Dios! ¡Me voy a venir! ¡¡¡MEVENGO!!!... –Grito a todo pulmón consu hermosa voz.
Un enorme chorrode fluidos salió disparado de la vagina de Aurora, mojando la boca y parte dela cara de José, que más que detenerse siguió lamiendo, como un perritobebiendo agua. En cuanto a la gótica, apenas sintió como sus fluidos salían,sus piernas empezaron a temblar y presiono con fuerza la esponja y jalo elcabello de José para poder disfrutar de ese orgasmo sin perder el conocimiento,pues sentía que se desmayaba.
Aurora libero lacabeza de José, la chica estaba jadeando de placer, pero José no queríadetenerse aún, ahora que tenía a su novia sumisa y ver que tenía la capacidadde prenderla así de intenso, el chico sujeto fuertemente a Aurora por lascaderas y con la ayuda de sus mejillas fue separando las nalgas de Aurora, todoesto para llegar la entrada anal de la chica con intenciones de devorar aquelagujerito también y darle el mensaje a la gótica de que todo su cuerpo lepertenecía a José, incluso la puerta trasera que a muchas mujeres les da miedoentregar.
Aurora: ¡Ay!... espero, ahí no. –Dijo tras sentir la primera lamida sobre su hermosoanito. –Está… sucio, no lo hagas.
José hizo casoomiso a las peticiones de Aurora de detenerse, en lugar de eso intensifico laslamidas que le daba a ese pequeño y rosado orificio. Después de llenarlo biende salivo con la punta de su lengua penetro el ano de Aurora.
Aurora: Ay no, que asqueroso eres, para… esto no estábien.
José: Tú fuiste la que empezó todo esto al meterte a bañar conmigo hermosa, ahorate aguantas jeje… te gustara, ya verás.
Aurora: Chúpame la vagina mejor, el culo es un lugarsucio…
José: Por eso pase un buen rato limpiándotelo, además… cuando lo hice te metí losdedos y no te quejaste, eso significa que si te gusta pero te haces la difícilpreciosa… ya deja de quejarte y déjate llevar, tú sabes que te gusta lo quehago.
José no seequivocaba, efectivamente lo que le estaba haciendo en el ano a Aurora leestaba empezando a gustar con demasía, si bien es cierto que al principio siestaba incomoda, poco a poco se fue relajando y permitió que José siguieracomiéndole aquel hermoso agujero. José introdujo dos de sus dedos en la vaginade Aurora y comenzó a presionar hacía abajo levemente, esto tuvo una reacciónmás que positiva en la chica, quien volvió a intensificar sus gemidos de manerabrutal.
Aurora: ¡JOSÉ!... que rico… se siente bastante bienesto.
José: Te lo dije mi reina, que te iba a encantar.
El chico siguiócon su tarea, penetraba ferozmente el ano de Aurora con su lengua, mientras quecon los dedos que tenía dentro de su sexo los fue moviendo de manera queestimulaban la zona G de la chica, haciendo que esta volviese a gritar deplacer. José tenía todo el control de la situación, Aurora solo podía disfrutarcon ganas todo el placer que José le transmitía con su boca y manos, el cuerpode ella volvió a temblar, se aproximaba otro potente orgasmo y cuando llegoella hizo su cuerpo hacía adelante, apartándose de José para recargar su cuerpoen el muro.
La chica temblabadel orgasmo que había tenido y sentía como sus fluidos se mezclaban con el aguacaliente de la regadera para después ir bajando por sus dos piernas. La miradade ella se centró de nuevo en el pene de José, el cual estaba de nuevo erecto,su instinto femenino le decía que se entregara a su novio, que ya nadaimportaba, pero su sentido común le decía que no lo hiciera, pues recientementele había llegado la regla, señal de que estaba en sus días más fértiles y losriesgos de quedar embarazada por tener sexo sin condón eran gigantescos, asíque tuvo que hacer un esfuerzo descomunal para bajarle a la calentura que yaestaba al máximo.
Aurora: ¡Tú ven aquí! –Dijo sujetándolo de los hombros con fuerza.
Aurora beso aJosé con rabia y locura, tanto era su deseo de besar a José que por primera veztuvieron un beso de lengua, la chica exploraba toda la boca de José con sulengüita, no solo para apaciguar su hambre, sino también para saborear el saborde su propia vagina, a diferencia de José, quien no estuvo muy animado cuandoAurora lo beso luego de chuparle el pene, a ella por el contrario le fascinabael hecho de probar su propio órgano femenino y sentirse como si fuese unaprostituta barata.
Aurora: Mmm… pero que deliciosa estoy jeje. –Dijo al separarse de José.
José: Si… lo estas mi ángel.
Aurora: Te lo advierto… has abierto una puerta, queno podrás cerrar mi vida.
Aurora volvió aadoptar ese carácter dominante que tanto le encantaba e intimidaba a José. Loshermosos ojos verdes de la chica brillaron con más intensidad que nunca,penetrando el alma de José quien retrocedía algo nervioso con cada pasoadelante que daba Aurora, la chica se relamía los labios de manera seductora ycuando José tuvo la espalda pegada al muro fue devorado ferozmente a besos porsu novia, quien ahora parecía ser más empalagosa de lo que ya era. La adicciónque tenía Aurora por José incremento de manera abismal una vez terminaron dehacer travesuras en el baño.
Ambos salieron dela ducha, Aurora se volvió a poner su bata y para José uso una toalla grandeque tenía guardada y ella personalmente se encargó de secar el cuerpo de suamado, saboreando sus músculos marcados en el proceso. José por su lado, tomo aAurora y sin mucha dificultad la cargo para salir del baño, dejándola caersuavemente sobre su cama y al hacerlo, su bata se abrió, mostrándole una vezmás el cuerpo perfecto que ella tenía y que de ahora hasta el final, lepertenecía a él y a nadie más.
3 comentarios - 9. La gótica y el tímido.