[CASTIGO]

_¡DEKU, MIRA LA MIERDA QUE HICISTE!

_K-Kacchan, te juro que fue un accidente!

_¡ESO NO EVITARÁ QUE EXPLOTA TU CARA!

Toda la confusión era vista y oída tanto por los compañeros de clase como por los que estaban pasando por el pasillo. No era novedad para nadie las famosas peleas entre Deku y Bakugou, pero al aparecer esta vez era más grave, todo porque accidentalmente Midoriya acabó derramando un poco de agua en el cuaderno de Bakugou.

Y ahora tenían un Deku muy asustado, suplicando por su vida. Y un Bakugou muy nervioso, siendo sostenido por sus amigos.

Con pasos más rápidos ella entró en el aula, quedando delante de su mejor amigo para protegerlo.

Bakugou-kun, ¿qué crees que estás haciendo?_preguntó Ochako.

_¡NO SE META EN LO QUE NO ES DE SU CUENTA, CARA REDONDA!gritó irritado.

_Claro que es de mi incumbencia, Deku es mi amigo y no voy a dejar que le hagas daño._dijo incómoda, sin querer moverse de allí

El ambiente estaba tenso, ninguno de los dos quería retroceder. Mientras tanto sus amigos no sabían si paraban la pelea o si apenas se mantenían lejos, ya que el aura de esos dos estaban bien oscura.

Vamos a calmarnos, el profesor...

Pronto, las palabras de Kirishima fueron interrumpidas por la voz autoritaria de Aizawa.

_Pero ¿qué está sucediendo aquí?
preguntó Aizawa con un tono enojado.

Lo que pasa es que el Bakugou-kun quiere agredir al Deku sin motivo. respondió Uraraka

SIN MOTIVO!?... ESE BASTARDO MOJÓ MI CUADERNO Y AHORA YO VOY A ACABAR CON ÉL! exclamó alterado.

Ya dije que fue sin querer Kacchan, me perdona._dijo Deku muy asustado, escondiéndose detrás de su amiga.

Aizawa suspiró cansado de toda la situación, ya estaba harto de tantos gritos y habladurías, activó su Quirk y gritó:

_¡YA LLEGA!_toda clase 3A quedó en completo silencio._Ustedes ya son prácticamente adultos, entonces actúen como tales. suspiró._Bakugou y Uraraka están castigados, limpiaron el aula después de las clases.

_¿Hun... y por qué yo?! Y el idiota de Deku? preguntó el rubio con mucha rabia.

_ Porque usted fue quien comenzo la confusión, podría haber resuelto todo en la base de la conversación, pero como siempre usted fue por el camino de la ignorancia._el profesor respondió. _Y usted Uraraka, antes que me pregunte porqué, está de castigo por haber continuado y ensanchado la confusión.

_Sí, profesor Aizawa, lo entiendo. Lo siento mucho._la chica se disculpó, bajando la mirada.

Aizawa asintió y ordeno a todos que se sienten para finalmente comenzar la clase.

Las clases transcurrieron normalmente y ahora todos estaban en el dormitorio, excepto una linda castaña de mejillas rosadas y un rubio explosivo y malhumorado.

Ambos estaban callados, haciendo su propio trabajo, solo se escuchaba el ruido de las mesas siendo arrastradas y los murmullos ofensivos e irritados de Bakugou.

_Oye, cara redonda, eso todo culpa tuya y tú me vas a pagar._dijo Bakugou

_Culpa mía? Era usted que estaba intentando matar a Deku y yo estaba evitando que eso sucediera._dijo enojada.

_Tsk, es eso que dar intentar defender al noviecito._dijo en tono burlón.

Cómo? Deku es solo mi amigo. por algún motivo la respuesta de la castaña alegró a Bakugou._En realidad, yo habría hecho eso por cualquiera que necesitara ayuda._afirmó.

Bakugou chasqueó la lengua y continuó con su trabajo, pero por un momento comenzó a observar Ochaco, quien estaba concentrada en su limpieza. Él admiraba su fuerza, coraje y ese espíritu de ayudar al próximo, era una de las pocas personas que tenía su respeto.

Pero por un tiempo comenzó a prestarle mucha atención, y no solo en los entrenamientos y actividades en grupo, más todo en general. Como en su sonrisa, en su voz dulce, en sus gestos graciosos... y sobretodo en su cercanía a un cierto cabello verdoso que él suele llamar de Deku, eso era que más irritaba y molestaba él, pues el "Deku maldito" siempre tenía su atención.

Uraraka percibió una penetrante mirada en su espalda, poco a poco se fue volteando y puede ver que Bakugou estaba parado como una estatua, observándola. No sabe bien el porqué, más parece que el chico estaba teniendo un conflicto interno.

Ella también terminó quedándose quieta y observándolo, comenzó a detallarlo físicamente y de una cosa ella estaba segura, Bakugou era muy guapo y atractivo, ella nunca fue mucho de fijarse en la apariencia de las personas, mucho menos de los chicos.

Pero últimamente, cierto chico estaba en su cabeza. Y no, no era Deku, por increíble que parezca era un cierto rubio enojado llamado Katsuki Bakugou.

No la primera vez que ella lo mira, siempre anda prestando atención en él, al principio ella pensó que era por pura curiosidad, y realmente era, solo que después comenzó a pasar a ser otra cosa, algo que ella no estaba comprendiendo y tenía miedo de saber, miedo de ese sentimiento que estaba naciendo y de no ser correspondido.

Porque, sí mis queridos, Ochaco Uraraka estaba teniendo sentimientos amorosos por Bakugou, y eso la estaba dejando sin dormir, nunca imaginó que eso sucedería, fue de repente, todo culpa de su curiosidad, pues cuanto más ella lo conocía, más interesada se ponía.

Pero, al mismo tiempo eso fue genial para aclarar muchas cosas, como sus sentimientos a Izuku, donde ella pudo darse cuenta de lo único que sentía por él era amor de hermano y admiración.

Y pudo confirmar aún más esa teoria después de haber tenido sexo con un desconocido, que su queridísima amiga Mina, arregló para ella en una fiesta, y por alguna razón le gustó, no sintió ninguna culpa de perder su venganza allí.

Uraraka pasó tanto tiempo en sus pensamientos, que ni se dio cuenta de que Bakugou ya estaba parado frente a ella, mirándola con ese par de ojos rojizos que por alguna razón parecía tener... ¿deseo en ellos?

_Qué tanto observa, cara redonda? él se acercó aún más. Le gusta qué ver?_preguntó, soriendo malicioso.

Ochaco tragó la saliva y se enrojeció violentamente, podía sentir la respiración del niño muy cerca de su rostro.

_Y-yo no sé de qué está hablando, Bakugou-kun._ella tartamudeó, retrocediendo algunos pasos atrás y chocando contra la pared.

-Te dije que me pagarías, y creo que sé cómo._tras decir esto, Bakugou agarró la cintura de Ochaco y acercó más sus cuerpos, mientras finalmente chocava sus labios.

El beso comenzó lento y tierno en el punto de vista de Uraraka, pero poco a poco fue quedando más necesitado y salvaje.

Katsuki estaba encantado, los labios de la castaña eran suaves y delicados, y su perfume dulce solo hacía más loco, con más ganas de devorarla. La falta de aire se hizo presente y los dos jóvenes tuvieron que separarse, ambos estaban jadeando, con sus frentes juntas y mirándose el uno al otro.

_Eso fue mejor de lo que yo imaginé._dijo el rubio sin creer lo que había hecho.

Bakugou.

_¿Tararear?

_ Yo quiero más.

Bakugou miró con sorpresa a la castaña, no esperaba eso de ella, por el contrario, se sentía un mierda por pensar que había arruinado todo.

Mientras tanto... Uraraka estaba excitada, deseando por más, y sus hormonas la flor de la piel no la ayudaban a pensar con claridad, tanto, que en un momento al otro ya estaba cerrando la puerta del aula y al otro ya estaba encima del rubio nuevamente, con sus piernas enroscadas en su cadera y sus brazos enrollados en su cuello.

Ambos besándose y aferrándose de una manera que nadie podía imaginar, sus lenguas chocando y luchando para ver quién dominaba en ese húmedo beso.

Bakugou chocó y asentó el cuerpo de Ochaco en la pared, y en respuesta a la manipuladora gravitacional comenzó a mover su cadera contra el miembro del muchacho que ya bien estaba despierto.

El rubio agarró el trasero de la castaña, haciendo más fricción entre ambas partes íntimas cubertas aún por la ropa, más aún así, Bakugou fue capaz de sentir el húmedo que estaba la ropa interior de su compañera.

Uraraka. la llamó en un suspiro._ Usted sabe que si nosotros continuamos, yo no voy a poder contenerme... ¿cierto?

Yo no quiero que se contenga._ella dijo bajo y mirándolo a los ojos.

Katsuki enfocó su hermoso par de ojos rubíes en la chica y pudo ver deseo, lujuria, lo mismo que él estaba sintiendo y si eso era lo que su cara de ángel quería, obviamente no negaría.

En un movimiento rápido el niño colocó a Ochaco sobre una de las mesas, abriendo sus piernas y quedándose entre ellas para nuevamente sucumbir a un beso demandante y posesivo.

Con sus manos grandes, Bakugou fue desabrochando la camisa de la chica y arrancando fuera, pasando sus besos hacia el cuello y siguiendo hasta el inicio de sus pechos.

Sin pensarlo mucho, él abre el sujetador, dejando libres a su perfecto par de pechos grandes y redondos. Bakugou para por un momento, apreciandolos.

_Eres tan hermosa, cara de ángel._susurró, para luego amasarlos con fuerza, sacando suspiros de la castaña.

Ochaco se sorprende por el apodo e incluso sonríe ante eso, pero antes de que pudiera pensar en algo más, su mente queda totalmente nublada cuando siente la boca del chico en su pecho, mientras él masajea otro.

Mordidas, lamidas, besos, todo tipo de atención era dada a sus senos, y aquello solo la dejaba más ansiosa y Katsuki estaba amando eso. Rápidamente quitó los zapatos de ella, las pantimedias, y sus bragas, dejando a la joven solamente de falda.

Bakugou apreció su intimidad rosada y húmeda, lo estaba haciendo agua en la boca, pero primero quería ver lo abierta y mojada que estaba por él. Poco a poco introduzió los dedos hasta llegar lo más profundo posible.

Qué coño mojado y ambicioso, eh, Ochaco...? Está aplastando mis dedos. dice con satisfacción.

Uraraka en respuesta solo podía suspirar y gemir. Los dedos del muchacho se movían con maestría, haciendo movimientos lentos y rápidos, y todo quedó mejor aún cuando él colocó su boca sobre su montículo chupando el clítoris.

El rubio explosivo se sentía a mil maravillas, el sabor de la castaña era un deleite, chupaba, lamía y la penetraba con sus dedos y lengua. Comenzó a poner más empeño, moviendo con rapidez su boca y mano cuando sintió que ella estaba cerca de su fin.

Ochaco arqueó su espalda y sofocó un potente gemido cuando sintió su delicioso clímax.

El rubio sonrió perverso, comenzando a quitarse la camisa y los pantalones, quedándose solamente en ropa interior. Ochako quitó las manos de la cara y pudo apreciar su hermoso abdomen bien formado y su notoria erección marcada en la caja.

_Vas a quedarte solo mirando, cara redonda? Tú lo hiciste, ahora haz cargo de mi polla dura._demandó Katsuki, sonriendo de forma sádica.

La castaña no hizo esperar más al joven. Se levantó y lo besó con fervor, pasando sus manos por lo pectoral y descendiendo sus besos por su cuello, pecho... dando lamidas y mordidas hasta llegar a su virilidad.

De a poco fue sacando su ropa interior, hasta quedar de cara con su pene. Era grande, grueso, estaba un poco mojado a causa del líquido preseminal.

Con sus pequeñas manos, envolvió alrededor de su pene y comenzó a masturbarlo lentamente, sonriendo victoriosa al ver cómo el rubio tiraba su cabeza atrás y suspiraba, indicando que estaba haciendo un buen trabajo.

Mientras Bakugou estaba perdido en su propio placer, él no dejó de apreciar cuando Uraraka puso su extremidad en la boca y comenzó a chuparlo. El héroe suelta un gemido ronco y agarra los cabellos de Ochaco, indicando la velocidad.


La joven aumenta la intensidade de su mamada, haciendo que finalmente el chico llegue a su clímax y ella como una buena chica se tragó todo su semen.

Katsuki agarró a Ochaco y la colocó nuevamente en la mesa, besandola con rudeza y al mismo tiempo penetrando en su vagina de golpe. Estaba muy sedento.

Aargh!_ambos gemieron juntos.

Katsuki daba estocadas rápidas y certeras en su punto G, haciendo que la castaña se contrajera cada vez más fuerte alrededor de su polla y llevándolo al cielo.

_Mierda, ángel.... Me estás apretando mucho... Carajo!_habló el explosivo con dificultad.

_Katsuki, m-más rápido... por favor_la joven gimió, sintiendo otra vez su límite próximo.

Bakugou se cegó aún más de placer al oír las palabras de la chica. En un abrir y cerrar de ojos, salió de su interior y la volvió de espaldas, recargando su pecho y pierna derecha en la mesa, mientras elevaba su trasero en el aire.

El rubio al ver su culo blanco a su disposición, no perdió tiempo y dio varias palmadas, dejando los montes totalmente rojizos. Una vez más entró de golpe en ella, sosteniendo con firmeza su lindo trasero redondo que lo fascinaba.

Gemidos, suspiros, pieles chocando y murmullos sin sentido, era el único que se oía dentro de aquella sala, estaban descontrolados y el olor de sexo estaba impregnado por cada lado.

_Katsuki... no aguanto más._dijo Uraraka, casi desmayándose.

Ven, cara redonda, termina para mí, correte cuanto quieras._habló un rubio bien agitado, dando mordiscos en espalda y algunos más en tu culo.

Y como palabras mágicas la chica llegó a su clímax por segunda vez. Bakugou le dio más algunas embestidas y salió de Ochaco, derramando en su espalda.

Ambos sudados, cansados y sin aliento, se quedaron por algunos minutos recuperándose hasta que finalmente se limpiaron y se vistieron.

Estaban en un silencio incómodo | y no se miraban a los ojos, simplemente volvieron a hacer su limpieza de forma rápida ya que se estaba haciendo tarde y alguien podría venir por ellos.

Limpieza finalizada, materiales guardados... y aún aquel silencio, que pronto fue roto por el rubio explosivo.

_Hey, cara redonda.... no sé si te arrepientes o no, A MÍ NO ME IMPORTA.... pero me gustó, y si quieres repetir.... Katsuki habló, y ver que la castaña no respondía y ni lo miraba, supo que ya había perdido. Dio media vuelta y se fue acercando a la salida, pero una voz suave lo hizo parar.

_Sí. Me gustó. confirmó. Me encantaría repetir o incluso tener algún tipo de relación con usted, claro, si quieres..._dijo Ochaco con un poco de timidez.

Bakugou sonrió y dijo:

_Pero por supuesto que quiero, ahora eres mía, y voy a hacer que cada extra de esta mierda lo sepa._sentenció, saliendo de la sala con una sonrisa arrogante.

Ochaco, por otro lado estaba muy feliz, jamás pensó que acabaría enrollada con el chico más arrogante y orgulloso de la escuela, pero a pesar de eso, ella sabía de sus cualidades y que era una buena persona a pesar de todo. Ahora estaba ansiosa por saber cómo sería su futuro al lado de él.