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La madre de Pedro y el bully 22

-Que cosa viste Jonás?
-…
Jonás asustado que su madre esté tan enojada no lograba responder. Su madre se había dado cuenta que alguien había entrado al baño cuando ella estaba con su amante.
-Respóndeme Jonás! Ahora!
-Yo, yo…yo vi…te vi a ti.
-…
Teresa en realidad no estaba enojada con su hijo pero si estaba asustada de lo que podía haber visto. Se sintió como un animal puesto al ángulo y sacó sus garras para defenderse.
-Jonás…que mas viste?
-Nada! estabas tu y, y, un gigante.
-Que?
-Te he visto mamá. He visto como te sentabas sobre el gigante negro.
-…Jonás…Que piensas que viste?
-Eso es todo mamá, lo juro. Tu, el gigante y tu estabas ganando verdad? Te vi que lo aplastabas su brazo y que hacías muchos ruidos.
Teresa estaba tan nerviosa que aunque si se había recién duchado estaba sudando frío. La interpretación de lo que su hijo vio era casi correcta pero gracias al cielo el no tenía la mínima idea de la verdadera naturaleza de sus actos. Eso le permitió manipular su recuerdo de lo que vio en algo que le hacía cómodo a ella.
-Oh hijo mío jaja, tu si que tienes una gran imaginación. No había ningún gigante, nomas éramos yo…yo y un caballo.
-Caballo?
-Si mi tesoro, tu mami estaba jugando a montar el caballo sabes? A veces a los grandes les gusta jugar a ese juego.
-Pero, pero…porque gritaban mamá? Porque lo aplastadas al brazo del caballo?
-Jajaja, no mi hijo, ese no era su brazo. De todos modos los que montan a los caballos tienen que domar al caballo, hacer que se canse entiendes?
-Mmm si.
-Muy bien Jonás…
-Pero porque no tenían ropa mamá?
-Oh hijo, es que montar los caballos cansa mucho y se suda mucho, así que no quería ensuciar mi ropa.
-Oh ok.
-Eso es todo hijo?
-Mamá. Yo también puedo jugar al caballito?
-Jaja. No tesoro, eso es algo de grandes. Ahora recuerda no quiero que le digas nada de esto a nadie ok? Ni a Pedrito, ni a tu papá.
-Pero porque?
-Sabes los hombres…algunos como tu hermano o tu papá se ponen muy celosos si alguien juega al caballito sin ellos. No quiero que se molesten, ellos no son como tu mi rey. Tu no eres un celoso verdad?
-No mamá.
-Que bien, entonces no dirás nada a nadie nunca.
Tengo que mentir?
-No es mentir hijo, es simplemente…guardar secreto. Será un secreto entre los dos.
-Si mamá…pero…
-Que?
Dice la madre algo molesta.
-Quien era el caballo?
-…
-Mamá?
-…Nadie Jonás. Era mi amigo, el impaciente, hoy los dos estábamos impacientes de jugar al caballito. Sabes tu papá es muuuy celoso y a él no le gusta que tenga otro amigo con quien jugar.
-Como Carlos? También mi amigo Carlos se enoja cuando juego con mis compañeros a las autitos.
-Así es tesoro, así es.
La madre de Pedro y el bully 22
puta
Teresa se puso a ordenar la casa poco primero que llegara Pedro. Primero de ir a saludarlo dio otra mirada al regalo que Marcelo le hizo antes de irse. Normalmente se hubiera pedido como un chico tan joven pudiera tener tanto dinero para hacer un símil regalo pero después de que vio el dinero que recibió por esa noche ya no habían preguntas. Las actividades de Marcelo, ese círculo de prostitución del cual era parte, donde ella participó era algo terrible y deplorable pero sinceramente no le importaba nada; recibió un elegante collar de oro puro, un regalo que su esposo normalmente podía permitirse con más de un mes de duro trabajo.
tetonas
Por casi dos semanas Marcelo y Teresa siguieron viéndose sin problemas, casi cada día, en cualquier puesto el bully quería que fuera, un hotel, su casa o la casa de ella. La madre de Pedro comenzó a hacer muchos gastos para ropa especial que escondía dentro su auto.
esposa
Cualquier cosa pudiera complacer mas a su amo.
Teresa pasó de ser una esposa que pasaba la mayor parte del tiempo en la casa en una que salía cada día. Cuando Marcelo no le ordenaba de encontrarlo ella salía lo mismo hacer compras o al gimnasio; cualquier cosa para tenerse ocupada y alejar el deseo. Comenzó a conocer mejor a Claudia, la joven del gimnasio con la cual se entrenaba todas las veces. La chica era muy divertida y inteligente, era un placer su compañía, aparte cuando se volvía demasiado afectuosa con ella. Teresa lograba separarse discretamente cuando las manos de ella comenzaban a tocar demasiado su cuerpo pero fue suficiente para hacer nacer una sospecha.
De todos modos no le molestaba mucho ya que Claudia no pasaba jamás el límite pero al mismo tiempo en ella creció una cierta curiosidad. Las dos no hablaban mucho de Teresa, en especial de su familia, ella trataba de cambiar argumento por obvias razones así que era la chica que le contaba todo a ella.
Claudia trabajaba como barista durante las noches y también como camarera los fines de semana. De lo que pudo entender no estaba en buenos términos con sus padres pero no sabía el motivo. Tenía una año más que su hijo y guardaba dinero para la universidad, se había dejado con su novio por sus excesivos celos decía ella pero Teresa sabía que escondía algo.
-Y dime como van las cosas con tu esposo?
-Mi esposo? Bien, porque?
-Nomas así por curiosidad. Dime, es el que te regalo tus aretes?
-Aretes?
-Vamos mujer, sabes de que hablo. Los aretes, los que tenías cuando nos encontramos la primera vez.
-Oh… esos aretes. Bueno si, fue el, normalmente no los pongo para ir al gimnasio.
-Porque no? No me digas que te avergüenzas de un regalo tan lindo.
-No, no me avergüenzo? Porque tendría que avergon…
BRIIIN
Suena el celular.
-Disculpa…Hola?
-Teresa, estas regresando?
-Umm si, ya casi terminé.
-Que bien porque padre Eugenio nos invitó a una cena mañana. Estarán también otras parejas entonces le dije que si.
Teresa se molestó al saber eso. Quería siempre tenerse libre si Marcelo la necesitara pero no quería levantar sospechas.
-Ssi. Que buena idea.
-Genial, entonces nos vemos mas tarde.
La frustración era evidente en la cara de Teresa y su amiga lo notó pero también notó la imagen de Felipe en el celular de ella al momento de colgar la llamada.
-Yyy quien era?
-Oh, mi esposo. Nada de importante.
-Tu esposo?
-Si, mi esposo.
-Tu esposo es…blanco?
-Amm si. Porque? No entiendo.
-Nada amiga, nomas me había imaginado a tu esposo…diferente.
Teresa no entendía el motivo de las días preguntas de su amiga pero tuvo la sensación de haber dicho algo de equivocado.
La madre de Pedro apenas pudo avisó al bully de lo que pasaría esperando talvez en que le ordenará de ir ande él. No fue así. Marcelo le dijo que quería que vaya a esa cena y que se vista provocante. Ella esperaba que en esos días hubieran podido verse pero su amo parecía ocupado y ahora ella tenía que ir a una aburrida cena con su esposo.
Lo que Teresa ignoraba y que Marcelo sabía era que asta los hombres de iglesia que estarían en esa cena no hubieran podido resistir mirar a la belleza de esa mujer y en eso consistía su plan.
El día llegó y Teresa escogía con paciencia su ropa para prepararse. Le había ordenado de vestirse provocante y eso haría ella pero al mismo tiempo no tenía que exagerar ya que estaba para ir a una cena con gente decente y respetable o talvez eso creía.
Click
interracial
Teresa mandó la prueba de que cumplió las órdenes de su amo.
-Uff que ganas me dan de cogerte linda.
-Jaja bueno, todavía no es demasiado tarde para eso.
-No, hoy quiero que vayas a esa cena y que hagas todo lo que te diga. Ponte tus aretes.
-Esta bien pero…
Marcelo cuelga la llamada y regresa a gozar de la mamada que le están dando.
madre
-Ya estas lista tesoro.
-Si ya casi.
Apenas su esposo la vio, cuestionó su vestimenta diciendo que era demasiado reveladora para esa cena o en general. Lo que dijo era verdad, ella lo sabía, pero lo mismo no le gustó que él la criticara así que comenzó una discusión que no se resolvió así que se fueron todo el viaje sin hablarse.
Teresa y Felipe llegan al restaurante donde otros padres de la iglesia y otros invitados festejan los 40 años que padre Eugenio era miembro activo y portante de esa comunidad. Las parejas presentes eran todas de la misma iglesia de la madre de Pedro, todos amigos o conocidos. Era inevitable que el cuerpo tan sensual y provocante de Teresa llamar la atención de todos con ese vestido pero nadie dijo nada; solo se limitaron en hablar entre ellos a baja voz para la diversión de la mujer y la vergüenza de su esposo.
Felipe adoraba a su esposa pero no se sentía cómodo que estuviera tan expuesta y temía que eso pudiera llevar a sus amigos a hablar mal de él y de su familia.
Ella lo había notado. La cara de incomodidad de su esposo era bastante evidente pero eso le causó un sentimiento de diversión, una cierta alegría y orgullo por haberle puesto en su lugar sabiendo que no podía hacer nada para detenerla.
Mientras estaban sentados esperando la comida Marcelo mandó un mensaje pidiendo confirma de que estaba haciendo como le había dicho.
Click
infiel
Teresa tomó un selfie con la gente invitada en ella y la mandó al chico. Ella no sabía porque pero le ordenó que hiciera muchas más fotos también a la otra gente que estaba ahí.
Parecía todos muy amables como siempre pero entre ellos, los hombres a la meza no podía dejar de mirar al escote de Teresa. Unas cuantas palabras a sus esposas y una rápida miradita a las tetas. Asta algunos curas no lograron contenerse.
-Teresa tesoro, creo que la gente te está mirando.
-Y que?
-Como y que? No es apropiado. No quiero que…
-Todo bien hijos?
Interrumpe padre Eugenio.
-Oh si padre. Todo bien.
Responde Felipe viendo como su esposa revisaba su celular.
Teresa había recibido un mensaje. Marcelo le ordenaba de ponerse en muestra para el viejo padre. Se refería a padre Eugenio.
-Que? Es un padre, lo conozco desde que era pequeña. Que pensaría de mi?
-No me importa perra. Quiero que lo hagas. Créeme, te sorprenderás del resultado.
Teresa podía mentir a Marcelo y decir que lo había echo pero su voluntad se había vuelto ley para ella. Apenas su esposo dejó de molestar Eugenio se le acercó hablándole de cerca.
-Hija, te diste cuenta de que Kimiko esta aquí?
-Oh, si padre ya la salude.
-Bueno, ya te dije que esta en una situación delicada yyy me dijo que intentó contactarte pero tu estas siempre ocupada.
Era verdad, Kimiko intentó hablar con ella pero Teresa evitó sus llamadas. No tenía el tiempo ni la paciencia para escuchar sus quejas.
-Oh, si, lo siento padre. Es que estuve muy ocupada…
-Acaso estas molesta con ella hija?
-No, no, claro que no.
-Muy bien, entonces por favor, contáctala en la semana que viene.
Teresa se dio cuenta que estaba muy cerca de él y entonces, tomando coraje, ella se le acercó más yendo adelante con sus pechos.
-Como usted diga padre.
Dijo con una voz que de inocente tenía poco.
casada
-Coff, coff, muy bien hija, muy bien.
Padre Eugenio no pudo hacer a menos que notar sus generosos pechos que lo pusieron algo incómodo pero al mismo tiempo despertaron algo en él. La madre de Pedro se dio cuenta de eso. Acaso había apenas excitado a un viejo cura tan honesto y honorable como padre Eugenio? Ese viejo la vio crecer y era casi como un segundo padre para ella pero ahora pensar que pudiera haberla vista como mujer la calento mucho. Teresa estaba comenzando a prestar más atención a las miradas de los hombres de su iglesia. No podía decirlo con el 100% de seguridad pero alguno de ellos fue sorprendido a mirarle el escote, entre ellos el mejor amigo de su esposo la cual esposa era casi completamente plata. Sentirse más bella de otra mujer le gustó.
Felipe continuaba la cena charlando con los otros sin saber que su esposa a su lado pasaba su tiempo escribiendo a su amante y poniéndose en poses sexys para algunos hombres que como niños tímidos fingian que no la estaban prestando atención. Entre los ojos que la observaban, los más agudos y sospechosos eran de Doña Marta, sentada lo más lejos posible de ella. No obstante su edad tenía una vista perfecta y una mente malpensada y sospechosa que en ese momento tenía todo la razón de pensar mal. La vieja veía como la muy puta se ponía en muestra delante de los hombres, tan débiles a la carne. El tiempo y la experiencia le enseñaron que no tenia que decir a los cuatro vientos lo que veía, si no tenía que esperar el momento más adecuado para atacar. Era difícil para ella contenerse. La rabia le hacía herbir la sangre al ver como una supuesta madre y esposa se ponía a coquetear como una vulgar prostituta.
La madre de Pedro y el bully 22
Ya se había echo tarde, era hora de irse y todos los invitados comenzaron a saludar. Kimiko con gran timidez se acercó a Teresa para saludarla.
-Señora Teresa, como esta?
-Muy bien Kimiko, gracias. Escucha, estuve muy ocupada estas semanas pero te prometo que yo te contacto en estos días para ver que hacer juntas ok?
-Oh, si, usted es muy generosa señora Teresa.
-Jaja, llámame sólo Teresa. Me haces sentir vieja Kimiko.
Teresa muevo su cabello a un lado revelando esos aretes a Kimiko a la cual se le volvió pálido el rostro.
-Kimiko? Todo bien?
-…
-Kimiko?
-Si, si, todo bien. Pase unas buenas noches.
Teresa vio que ella miró sus aretes pero no entendía su reacción. Cuando la mujer se estaba alejando algo trastornada llegó otra a querer arruinarle la noche.
-Acaso piensas que no se lo que eres? Piensas que somos ciegos y sordos? Te lo digo claramente Teresita, yo veo todo lo que haces.
El miedo regresó en el cuerpo de la mamá de Pedro como la primera vez. La vieja loca que con su mano le agarró fuerte el brazo y le murmuró esas palabras la había visto como era en realidad. Había sido descubierta. Doña Marta se alejó deja sola a sus pensamientos.
-Todo bien Teresa?
-Si, estoy bien. Solo llévame a casa dice Teresa de mala manera a su esposo.
Continúa…

4 comentarios - La madre de Pedro y el bully 22

Maty9321 +1
Uf amigo para la próxima has que Teresa use ropa de cuero o latex
NynaCulona39 +1
Deberías publicar esta saga de relatos en todorelatos.com para conseguir más apoyo y también la saga completa en Patreon para no esperar las partes y leer hasta el último capítulo
TAUROx21 +1
Me encanta esta serie espero k pase algo pervertido con el padre Eugene como k lo vea en la mansión donde vio al jefe de su marido y k vuelva el jefe de su marido para hacerla otra vez su puta van puntos +10
TAUROx21 +1
Cuando la siguiente parte no aguanto más