You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Mi tío me cogio por primera vez (parte 1)

Muy buenas a todos, les vengo a contar como es que hace tiempo un familiar cercano, mi tío, me cogio a mis 18s.
Para proteger la identidad de ambos, en este caso me llamaré "Mirabel" y a él "Julián".

Esto sucedió hace 5 años atrás, como dije en ese momento tenía 18 años y vivía con mis papás en una casa de ciudad, siempre fui educada y bastante bonita por lo que muchos de mis familiares y mis papás me contaban, a mis 15 tenía ciertos dotes qué me destacaban entre las otras niñas por que mi cuerpo era un poco más voluminoso que el de ellas, mis compañeros siempre se me acercaban para charlar conmigo y tratar de verme siempre las tetas o tocarme el culo usando excusas típicas de ese momento, sin embargo no pasó nada más haya de toques e insinuasiones típicas de niñitos pequeños, aunque cuando cumplí mis 18, mi cuerpo creció incluso muchísimo más que antes, mis caderas eran algo más anchas y mis muslos más gordos, mis tetas siempre tuvieron problemas para crecer pero recuerdo que en ese momento eran firmes y suficientemente grandes como para llamar la atención de los que me miraban.
Mi tío me cogio por primera vez (parte 1)

Recuerdo que unas 2 semanas después de mi cumpleaños, fuimos de visita a la casa de mi tío que vive en un rancho al pie de monte, el estaba de cumpleaños y como siempre fue cercano a la familia fuimos a verlo para celebrar su cumpleaños con mis papás.
Mi tío en ese momento estaba soltero por que su pareja lo había dejado debido a que se iba a otro país a hacer una nueva vida, el desde ese momento siempre estuvo mas disponible para nosotros ya que nos ayudaba en todo lo posible, en remodelaciones de la casa, nos visitaba con alguna botana pequeña para acompañados e incluso pasábamos las navidades con el más de lo acostumbrado, el es un hombre bastante alto incluso más que mi papá, mi papá mide 1,80 y el media 1,98, incluso a veces pienso que media los 2 metros y si que era muy grande, pues le costaba pasar por las puertas de su propia casa. El en ese momento era un hombre de un nos 36 años, de una piel gruesa, con un físico considerable ya que siempre iba al gimnasio cuando podía, de piel morena típica de hombres que trabajas bajo el sol, el siempre amo y cuido a mi papá incluso cuando el es el mejor ya que mi papá tenía 45 y era algo más bajo, y claro, como mis papás tienen una altura promedio tirando a bajo, yo nací ya chaparra como si fuese un perrito salchicha, cuando sucedió esto media 1,54, o sea que prácticamente mi tío me sacaba una enorme cantidad de masa junto a que el es mucho más grande físicamente qué yo.
Bueno, continuo, cuando llegamos a la casa de mi tío, yo vestía un Jean ajustado y un top pequeño qué dejaba resaltar mi cuerpo voluminoso, el nos dejó pasar y nos saludo como de costumbre, a mi papá de un apretón, a mi mamá de un beso en la mejilla y a mi me dio un abrazo típico de nosotros dos ya que igualmente nos queríamos bastante por que lo consideraba mi segunda figura paterna, aunque el abrazo era más largo de lo común y me di cuenta de que el se presionó un poco contra mi cuerpo, en el momento no lo entendí pero luego solo lo empuje con cuidado para alejarlo de mi y seguir en lo nuestro, y así solo avanzamos por la casa para instalarnos ya que nos íbamos a quedar durante ese viernes hasta lo que quedaba de mes, mi tío estaba bastante solo a pesar de mostrarte feliz y queríamos que recordará qué siempre nos tenía a nosotros, aunque creo que en ese momento no fue la mejor idea quedarnos a dormir por lo que iba a suceder adelante, pero ya no había vuelta atrás en ese momento.
Incesto Familiar

Cuando comenzamos a instalarnos, mis padres se quedaron a dormir en una habitación que estaba al otro extremo de la casa, prácticamente al final de todo hacia el fondo de la casa, y yo me quede en una habitación que estaba al lado de la de mi tio. Como mi tío tenía de vez en cuando visitas de amigos que se quedaban a dormir con el, por que vive bastante lejos de la gran ciudad y a todos nos cuesta llegar con el, además de que no tiene buen acceso a Internet y vive cerca de un pueblito, en fin, al final de todo, nos terminamos de instalar con bolsos y mochilas y como apenas era medio día, decidimos hacer el almuerzo entre todos, mi tío tenía una parrilla qué deseaba usar desde hace mucho, y gracias a que estábamos nosotros y era su cumpleaños, le aceptamos que hiciera alguna carnita para que el almuerzo tuviera más sabor, yo solo estaba dándome vueltas de un lado a otro viendo si es que alguien necesitaba ayuda aunque parecía que ninguno de mis padres ni mi tío la necesitaban, se las arreglaban bien en la cocina y pues yo no podía hacer más que colocar los utensilios en la mesa de fuera y solo sentarme a esperar. En eso, mi tío al verme algo aburrida se acerco y me dio un pequeño golpe en la cabeza, algo que tenemos de costumbre entre ambos para llamar la atención.

- Oye Mirabel, ¿por que no te bañas en la piscina?, ya comienza a hacer calor y te veo aburrida.
- ¿Enserio?¿No te molesta?.
- ¡Claro que no!, tu solo ve a colocarte tu traje de baño y metete al agua, refresca la piel un rato.

Yo solo le miraba los ojos un rato mientras le sonreía y decidí levantarme para darle otro abrazo, y luego largarme a mi habitación en donde busque por unos minutos entre las cosas que lleve un bikini que había traído en caso de emergencias, principalmente por que había un rio cercano a la casa de mi tío (unos 30 o 40 minutos a pie) en el cual me gustaba bañarme cuando era más pequeña, pero gracias a que en ese momento me había permitido bañarme en su piscina pude usarlo mucho antes de tiempo y eso me había agradado, así que solo me desnude en mi habitación, me cambie de ropas y con una toalla en mano me dirigí hacia fuera para acercarme a la escalera de la piscina, en profundidad media unos 2 o 4 metros de fondo por lo que me era mejor bajar por la escalera metálica qué había en la orilla, solo dejé mi toalla a un lado y con pasos lentos me fui adentrando, temblando de lo fría qué estaba el agua aunque exquisita para ese día de calor, solo me metí en el agua y comencé a nadar de un lado a otro con tranquilidad mientras miraba con una sonrisa a mi tío quien también me miraba sonriendome, yo disfrutaba de poder relajarme un poco antes de comer, aunque de forma algo inesperada me percate de que mi tío de vez en cuando me veía, aunque dirigía su mirada hacia mi cuerpo de forma sospechosa, sus ojos recorrían mi cuerpo desde mi cuello hasta los dedos de mis pies, era extraño que hiciera eso pero no me desagradaba pues al fin y al cabo era mi tío y eso lo respetaba, la familia a veces nota los cambios en personas que no ven desde hace mucho tiempo. Pero sin darme cuenta, hay es en donde todo comenzaría para mi.
incesto

Luego de minutos pudimos comer y nos quedamos charlando por bastante rato en la mesa de fuera pasando tiempo en familia ya que como era cumpleaños de mi tío, debíamos compartir más con el y eso estuvo bastante genial, pero claro, como antes mencioné el de vez en cuando me miraba de cuerpo completo mientras estábamos en la mesa, estaba cubierta de una toalla pequeña que cubría parte de mi torso hasta un poco más sobre mis muslos aún húmedos. Por suerte, las horas pasaron rápido y gracias a eso pudimos festejar los 4 juntos, mis padres tomaron un poco de alcohol junto a mi tío, comimos carne, jugamos a juegos clásicos de cumpleaños como colocarle la colá al burro o pegarle a la piñata por tradición, claro que no habían dulces pero era divertido ver a mi tío fallar los golpes con el bate a la piñata, así fue por bastante tiempo hasta que finalmente se hizo de tarde y todos nos entramos, yo me cambie de ropa a una falda qué llegaba a mis tobillos, una blusa sencilla aunque ajustada y una pequeño chaleco de tela que usaba para pasar el frío, en ese momento estaba sentada en el sofá viendo una película mientras mis padres y el tío platicaban en la cocina sobre temas que por lo menos a mi no me incunbian, estaba algo aburrida en ese lugar por lo que me levante del sofá y me acerque a la cocina para hablarle a mis padres.

- Mamá, voy a darme un baño al río
- ¿A esta hora?, es algo tarde Mirabel, no quiero que algo malo pase o que los lobos aparezcan.

En eso, mi tío se unió a la conversa mientras mi papá solo escuchaba.

- Descuida cuñada, los lobos están muy adentro del monte y los zorros no son agresivos, a estas horas no salen animales.
- ¿Estas seguro Julián?.
- Completamente, usted vaya mija, pero lleve una linterna para asegurarse el camino
- Va, ¿te parece bien mamá?.
- No lo se, ¿que dices cariño?.

Mi papá, como siempre estaba algo serio pero no indiferente, solo miro a mi mamá y con la cabeza asintió para que fuera a darme un baño, por lo que mi mamá solo me dijo que "fuera con cuidado" y yo claro que acepte, ya que tampoco quería que me pasara algo malo aunque sabía que no lo iba a pasar, por lo que me fui a mi habitación nuevamente en donde fui a buscar el bikini qué use hace rato en el medio día, tome otra toalla limpia, me coloque mis chanclas de suela dura para no lastimarme y fui a buscar una linterna a la sala, mi tío antes había dejado una sobre la mesa de centro y por suerte tenía bastante batería, así finalmente salí de la casa y me dirigi con la linterna encendida hacia el río para darme un buen baño. El camino como dije antes, duraba entre unos 30 o 40 minutos, tiempo suficiente como para que mis padres ya se fueran a dormir y yo quedarme un rato en el río, claro que antes de meterme me volví a desnudar entre unos pequeños matorrales para que nadie me viera en caso de que hubiera alguien, y me adentre al agua para refrescar nuevamente la piel, el agua estaba tibia y muy rica para esa noche de una brillante luna blanca aunque oculta sobre las nubes de la noche, solo me daba algunas vueltas por el agua disfrutando de mi soledad y el canto de los grillos de la noche que siempre me encantaron ya que daba esa sensación de estar en un lugar completamente de granja y campo, algo que siempre ame y sigo amando a día de hoy.
Lo sorprendente de ese momento, mientras recorría mis manos por mi pálido cuerpo sintiéndome la reina de ese río, fue el hecho de que mi tío, en un instante apareció entre los arbustos con un pequeño farol de esos que usan gasolina o combustible para encenderse, yo me sorprendí por su repentino aparecer quedándome la duda, "¿paso mucho rato desde que salí?", era raro que el llegara bastante más rápido que yo al río, se demoro tal vez unos 10 o 15 minutos en llegar hay, lo cual era sosprendente sobretodo por que para la mayoría eran casi de forma obligatoria 40 minutos.

- Hola mija, ¿que tal el agua?.
- ¿Como llegaste tan rápido aquí tío?.
- Camino rápido, y me se el terreno mejor que nadie.

Su respuesta fue algo convincente en ese momento, la verdad es que tenía sentido que llegara en tan poco tiempo siendo que el vivía hay desde que tendría tal vez unos 23 o menos, edad en la que yo era muy pequeña para el.

- Pero no me respondiste mija.
- ¡Oh si!, el agua esta rica ahora.
- Genial, genial.

Hubo un pequeño silencio entre ambos, yo solo lo ignore por cierta incomodidad del momento comenzando nuevamente a nadar por el río sin mirarle por un par de segundos, sin embargo, cuando lo volví a mirar el se estaba quitando la ropa al lado del río, hasta incluso trajo una toalla que recién había visto, esto me sorprendió en su momento ya que no sabía que el iba a bañarse conmigo y menos que el se estaba casi desnudando frente a mis ojos, desvie un poco la mirada hasta que sentí como el agua se agitó por la enorme presencia del hombre por su gigantesco cuerpo que parecía una montaña, tal vez no tan exagerado, más bien un árbol con músculos en toda dirección que yo podía mirar, aunque en su, solo me quede en un rincón mientras el se acercaba a mi para bañarnos juntos, el momento era algo diferente a como siempre era entre nosotros, su presencia no era fácil de evadir y menos cuando al ver bajo el agua iba con un bóxer ajustado qué me dejaba ver un bulto algo gordo, eso era raro y sobretodo en un hombre ya que el parecía que nisiquiera estaba excitado en ese momento, yo en toda mi vida hasta ese momento tuve una sola noche de sexo con un chico que me gustaba y yo a él, por lo que mi experiencia sexual era nula como si fuese un desierto sin cactus, no había nada en mi memoria que me permitiera procesar ese momento cuando vi su bulto, se veía muy grande en comparación del chico con el que tuve sexo por primera vez, lo peor del momento fue que el se dio cuenta y de alguna forma que no puedo entender el sonreía dándose cuenta de que yo me di cuenta de que le mire la entrepierna, por lo que se acerco a mi arrinconandome en la orilla del río colocando su enorme cuerpo frente al mio, el me estaba devorando con la mirada como si fuese una pequeña presa para el o incluso un jugoso trozo de carne, no dijo nada por segundos y yo no me atrevía a decirle nada hasta que rompió el hielo.

- Creciste mucho mija, ahora te ves como una mujer muy hermosa
- No diga eso tío, es raro...
- ¿Por que no?, si es verdad, te vez muy chula y jugosita vestida en ese bikini

Sus palabras dejaban mi piel de gallina por como me trataba, sus palabras no se oian como la de los típicos viejos verdes qué te puedes encontrar por hay, si no que era más cálido y seductor aunque tenía ese toque de lujuria qué a cualquiera podría calentar, su bulto estaba constantemente tocando mi abdomen por su enorme altura, se sentía cálido y bastante gordo, parecía una bola de tenis o tal vez una albóndiga muy grande, el en todo momento tocaba mi hombro derecho con una de sus manos masajendo mi piel qué estaba erizada por completo, yo no entendía nada de lo que pasaba mientras sentía como mis piernas temblaban, tal vez era por miedo, temor o peor, por placer de sentirlo tan cerca, era raro, no puedo describir como me sentía en ese momento con mi corazón palpitando a mil por hora, parecía una locomotora qué cada vez más encendía más carbón por los toques de las enormes manos de el hombre que era mi propio tío, mi propia sangre, mi familia prácticamente. Eso se mantuvo por bastantes segundos hasta que llevo su mano a mi boca y con su pulgar acarició mis labios, ambos nos mirábamos a los ojos sin poder resistirme a él, prácticamente cualquier intento de zafarme era inútil por la diferencia entre ambos, el solo me podría agarrar como quisiera y hacerme suya, pero en ningún momento lo hizo, solo movía sus caderas contra mi abdomen mientras paseaba su pulgar como el quería por mis labios, yo estaba asustada en todo momento por no saber que pasaría en ese momento, hasta que por fin tomo iniciativa, aunque no de la forma que esperaba.

- Desde que llegaste te estuve mirando mija, que chulada de mujer que eres, para tus 18s tienes el cuerpo de una verdadera mujer y eso no sabes como me prende.
- . . .
- Estas tan rica mija, tus piernas, tus ojos, estos labios tan buen formaditos, o tus ricas tetas paraditas, estas igual de rica que tu mamá cuando tenía tu edad.

Sus palabras me soprendian más y más por como me hablaba, estaba cada vez más hablándome como si no fuese su sobrina y menos por mi edad, me quede en shock cuando mencionaba a mi mamá, ahora entiendo a que se refería ella con sus "aventuras en la juventud". Pero eso ya no importaba, ya que el solo se alejo de mi y me dio la espalda para acercarse a la orilla del río, donde se salió y se rodeo la cintura con la toalla para tomar su candelabro e irse caminando a la casa, en cambio, yo estaba respirando agitada pero bajo, mis manos se habían aferrado al césped bajo el agua mientras mis piernas estaban débiles, mire el cielo sintiendo como mi corazón no paraba de temblar en ningún momento incluso cuando el no estaba hay, no sabía que decir, pensar o sentir, solo me acerque a la orilla en donde agarre mi toalla y me senté sobre ella abrazando mis piernas, ¿Enserio todo lo que dijo era verdad, acaso desde la mañana me estaba violando con la mirada?, yo en su momento nunca supe que pasaba por su mente cuando me miraba, tal vez estaba pensando en como me iba a encontrar a solas siempre que podía, o quien sabe, no quería pensar en eso y menos al sentir que mi entrepierna estaba húmeda, pero no húmeda por el río si no por calentura, toque un poco esa zona y sentía como mi bikini estaba caliente, "¿enserio me calentó mi propio tío?" pensaba mientras estaba sola, no sabía cómo hablar o que decirle a mis papás, o si es que les iba a decir, pero solo me levante y tome mis cosas para irme del río antes de preocupar a mis papás si es que estaban despiertos.
Llegue a la casa y entre lo más rápido posible, me fui a bañar al baño para quitarme toda el agua del río y lavar mi entrepierna qué seguía húmeda, lo hice todo rápido para irme a mi habitación en donde cerré la puerta con seguro para solo acostarme en un pijama menor que tenía mientras pensaba en lo que sucedió hace poco, aunque no tarde en dormirme por lo cansaba qué me encontré esa noche, abrazando la almohada para conciliar todos mis sueños y no pensar más en eso.
La mañana siguiente todos despertamos de forma normal, nos levantamos, nos vestimos y desayunamos para poder hacer las tareas del hogar, lastimosamente yo no podía parar de pensar en mi tío calentandome anoche, su mano pasar por mi piel acariciando todo lo que deseaba comerce, como su bulto presionaba mía abdomen como si quiera hacerlo suyo, o incluso como abusaba de mis labios con su pulgar buscando el tratar de besarme o eso pensaba, no pude parar de pensar en eso todo el día hasta la otra noche.
Aunque esto solo estaba iniciando.

1 comentarios - Mi tío me cogio por primera vez (parte 1)