Trio con mi cuñadita Nahiara y mi turra (C40)

Para esa altura uno no pensaba mucho más cosas solamente se dejaba llevar y disfrutar. Mi cabeza ya funcionaba como la de un turro más y no me hacía problema por absolutamente nada. Supongo yo que es justamente eso lo que hacia que las turras se sientan todavía más atraídas hacia mi. Esa demostración de que no me importaba ni el riesgo ni la situación ni nada y que si querían pija, pija iban a tener. 

Una tarde calurosa del pleno verano estábamos todos en la pelopincho. El calor en la casilla era insoportable y el único lugar donde te podías refrescar un poco era la pelopincho. Mi turra antes de meternos se puso a preparar un poco de Gancia con Sprite. Nahiara la ayudaba con los limones. Un poco más atrás y cuidando a la bendi estaba yo mirandolas apreciando sus bellos culos. Jésica, mi turra, tenía la cola grande bien carnosa. Redonda y con algunas imperfecciones en la piel (pózitos) que la hacían aún más perra por lucirla sin problemas. Una tanga hilo roja contenia a duras penas un Papo que había ido creciendo con el paso de los hijos. Carnoso divino el hilo de la tanga se metía bien entangado a morir y pareciera como si ese Papo carnoso quisiera respirar aire libre. La panza de embarazada ya era más grande y hacia la curva perfecta dándole ese toque de luchona calienta pijas que me volvía loco. 
La colita de Nahiara en cambio estaba todavía en desarrollo, propio de la edad, era chiquita redondita perfecta divina. No era carnosa pero le quedaba bien acordé a su físico y su baja estatura. Una tanguita hilito blanca tapaba cómodamente su conchita estrecha. Cómo dije antes si bien no era virgen tenía muy pocos polvos ensima y ese orto estaba virgen de eso estaba seguro. La cinturita chiquita y todo durito un espectáculo. El piercing en ombligo le quedaba un espectáculo. 

Meneaban el orto hasta preparando el Gancia las muy turras y una vez listo salimos para la pelopincho. Entramos y nos pusimos en el costado de la sombra los tres. Jésica estaba especialmente bebota ese día y se me venía ensima me daba besitos en la boca me Rosaba me apoyaba el orto entangado en mi bulto apenas contenido por un short de San Lorenzo sin boxer. Con la excusa del calor agobiante mi turra se sacó la musculosa y se quedó en tetas como si nada. El embarazo se las había puesto más grandes y los pezones los tenía hinchados y duritos. 
Jésica: "ay nai sácate eso me das calor". Señalando su remerita cortita. 
Nahiara: "no tengo corpiño me voy a quedar en tetas mal e"
Jésica: "sácatelo nena hace calor ya fue".

Nahiara muy obediente de su hermanastra turra y putona se sacó la remerita y se quedó también con sus pequeñas tetas al desnudo. Yo moría por comérselas a las dos. Nahiara las tenía chiquitas menos que dos limoncitos pero me volvían loco por saber que eran de ella de mi cuñadita por la edad por la situación por todo. Cómo siempre dije mi debilidad fueron son y serán las más chicas y Nahiara cumplía sobradamente todos esos requisitos: turra, pendeja, villera y calienta pijas. Cómo dije al principio del capítulo uno se va haciendo turro y empezas a decir y hacer cosas sin pensar que si las pensas no las haces. Así como si nada entonces me salió de la nada un: "que ganas de enfiestarlas a las dos". Yo tenía la verga parada se notaba bien marcada en el short y las turras lo sabían. Las hermanitas lejos de ofenderte soltaron como una risita cómplice como si no fuera tan mala idea lo que dije. Y mi turra beboteandome se me pone bien pegada a mi de espaldas, apoyándome todo el orto entangado en mi verga dura y con el vaso de Gancia en la mano me dice: "te da la pija para las dos amor?". Cómo dije antes yo estaba metido completamente en mi ser turró y no solo no me achico su comentario sino que al contrario hecho más leña al fuego. 
Yo: salen las dos re preñadas bebu
Jésica en tono desafiante: mm nose nose si podrás con dos perras como nosotras e.
Nahiara que miraba toda la situación con sus pequeñas tetas de cara hacia donde nosotros estábamos se la notaba que iba subiendo la calentura las ganas de volver a sentir mi verga dentro suyo y turra villera como si nada dice: "ya fue que nos garche". Soltó una risita al final como un especie de es broma si querés no es broma. Algo así. La tensión sexual la calentura se respiraba en esa pelopincho pero obviamente no podíamos hacer nada ahí porque estaban las Bendis. 

Con el correr de la tarde la calentura fue subiendo cada vez más tanto así que el solo rosarnos sentirnos pasarnos cerca nos iba poniendo más y más calientes, claro está el Gancia ayudaba. Cuestión que para la entrada de la noche estábamos como una pava hirviendo los tres. Yo literal no podía bajar la pija de lo parada que la tenía casi imposible disimularla un poco, las turras deberían tener la concha mojada mal porque en su respiración se las sentía agitadas exitadas. Ya entrada la nochecita y en nuestra pieza se desató toda esa calentura junta. Por suerte las Bendis se habían dormido temprano asique teníamos vía libre para disfrutar. 

Comenzamos a besarnos con mi turra bien apasionadamente bien caliente lengua con lengua y mordiendonos el labio. Yo le apretaba los cachetes de la cola entangada y le apretaba contra mi cintura para que sintiera mi verga toda dura parada en su suave piel. Nahiara miraba deseosa desde su cama a un metro nuestro. Mi turrita me saco el short de San Lorenzo y lo revoleo por la pieza como si nada. Dejándome con la verga dura al aire libre. Delante de su hermanita comenzó a darle unos ricos besos una hermosa chupada de pija. Le pasaba la lengua suavecito por la cabeza de la pija y dos segundos después se estaba atragantando con la verga. Repitió esto dos o tres veces. Cómo dije yo me había transformado en un turró completo un luchon que nada le importaba y sin ningún tipo de vergüenza dije lo que quería que pase: "mira tu hermanita pobre ella también quiere parece". 

Jésica: vení putita pero ojo que e mía e no te enamore. 

Nahiara se acercó entangada y en tetas y se subió a nuestra cama. En ese momento no me sorprendió es como si simplemente lo hubiera estado esperando. Jésica dejo de chuparme la verga y Nahiara comenzó a petearme. La imagen de esa carita de nena villerita chupándome la pija no me la olvidó más. "Tírate pa atrá" me dijo Nahiara con mi pija todavía en su boca. Yo me apoye la espalda contra la pared sin revocar y la nenita hermosa me empezó a hacer un Pete extraordinario. Pasaba la lengüita chupaba disfrutaba ella y obviamente yo volaba de calentura. Mientras Nahiara me chupaba la verga que daba gusto y esos ojitos de nena se clavaban en mi; mi turra se me acercó apoyándome sus tetas en mi pecho me comió fuerte la boca de un beso y me dijo: "este regalito te va a salir caro e". 

Nahiara dejo de chuparme la verga y se me subió ensima. Dejo que mi pija toda babosa deslice y se ensarte toda en su conchita empapada. Eso sí me sorprendió que ella me coja primero. Jésica se paró sobre la cama y puso su concha literal en mi cara en mi boca. La concha de mi turra es una belleza bien carnosa bien papuda y con un poquito de pelo. Yo sé la empeze a chupar con placer mientras Nahiara me cabalgaba como trolita. Yo sentia en mi boca el flujo que salía de la concha de mi turra y me lo tragaba con placer. "Cojeme toda la concha" me decía mi turra empujándome la cabeza con su concha. Nahiara me saltaba ensima haciendo que mi verga se clave sin forro en el fondo de su conchita estrecha. Así estuvimos un rato largo hasta que las putitas cambiaron. Nahiara se vino a poner su conchita en mi cara y mi turra se sentó sobre mi verga que ya estaba lista para explotar. 

La conchita de Nahiara era muy especial, chiquita estrecha divina. Es difícil de poner en palabras pero tenía ese olor a concha de pendeja sucia villera y alzada. Una combinación hermosa y toda flujeada hacia que me volviera loco chupársela. Mi turrita me cabalgaba en la verga saltandome ensima obviamente piel con piel. Yo le pasaba la lengua a Nahiara y ella gozaba como loca. No había pasado más de diez o quince minutos en esa situación hermosa cuando Nahiara acabo pero una banda literal. Empezó a sacar chorros de flujo y de pis que me tiraron inundo la boca y me mojaba absolutamente todo. Nahiara disfrutaba gemia y seguía sacando ese flujo y ese pis increíble. Yo estaba todo empapado la cama era un mar de flujo. La muy putita no sacaba su concha de mi boca y seguía acabando. Cómo el colchón no daba más dónde yo estaba sentado se había hundido y echo charquito de flujo y pis. Yo estaba que no daba más y la muy putita de Nahiara se me arrimo al oído y me dijo: "así me va a chupar la cajeta todo lo día". Se levantó de encima mío y sin siquiera irse a bañar ni nada agarro una de mis remeras favoritas y se limpio la concha con ella. La hizo un bollo y la tiró al piso; se puso la tanguita flujeada y se sirvió un vaso más de Gancia mientras ponía cumbia en el parlante. Mi turrita me siguió cabalgando en esa cama empapada flujeada mal un ratito más. Pero yo estaba que no daba más. Jésica acabo bastante pero ni cerca de la acabada de Nahiara. Fueron dos chorritos de acabada que me dejaron la verga empapada e hirviendo de calentura. Sin dar más termine por llenarle la concha de leche mal. Fue una acabada sarpada de mi parte. Explosión de leche dentro de su concha. Mi turra lo recibió con placer lo gozaba que daba gusto. Sintiendo toda la concha bien flujeada y llena de leche se me arrimo y me empezó a comer la boca a besos. Con voz de putita me dijo: "quiero la zapa que vimo el otro día". Yo sin laburo ni sabía cómo iba a cumplir pero no me importo le dije que si y le devolví el beso. Jésica de levantó de encima mío y tampoco se fue a bañar. Se acostó en la cama de Nahiara con la concha toda llena de leche y se quedó dormida así desnudita y enlechada. Yo tenía la verga dura de vuelta y Nahiara se dió cuenta. Volvió a la cama toda flujeada y me dijo: "que pasa si te cojo yo solita ahora".

Disfruten la tanguita flujeada de Jésica