Somos una pareja joven pero de varios años, ambos tenemos 27 años pero somos novios desde los 14. En el aspecto sexual somos bastantes tradicionales, pero al estar durante tanto tiempo juntos las fantasías evolucionaron hasta llegar a hablar de terceros, hombres negros sobre todo; también incorporamos vibradores, consoladores, bolitas anales, etc. Dentro de esas prácticas, el sexo anal forma una parte importante en nuestras relaciones, para ser más claro, me refiero al ano de ambos.
Como habitualmente este tipo de conductas son propias del sexo femenino, no tiene ninguna novedad comentar aca sobre como le hago el culo a mi novia, por lo que voy a contarles como me inició ella en esa práctica. Vale aclarar que solo me atraen las mujeres y a partir de esta iniciaciónla humillación sobre mi masculinidad.
Hace aproximadamente 5 años, en una sesión de sexo, mientras hacíamos un 69, mi mujer tuvo la increíble idea de pasar su lengua y sus dedos por el agujero de mi culo, jugueteando con él. Me gustó mucho, y es evidente que por mi actitud ella se dio cuenta que lo había disfrutado. En ese momento se me vino a la mente que de adolescente en alguna de mis tantas pajas yo ya había tanteado esa zona, pero no me llamo tanto la atención y después ya debuté y empecé a tener sexo con mi novia. No pensé más en el tema porque a pesar de haberme encantado, nunca creí que en nuestra pareja iba a tomar fuerza ese juego.
En la siguiente oportunidad en que tuvimos sexo, ella le dedicó tiempo y ganas a mi culo. Pasó suavemente el dedo alrededor hasta hacerme desear que lo metiera. Eso era jodido porque no teníamos lubricante, pero de todas formas, se humedeció el dedo e intentó colarmelo . Haciéndome el boludo que no sabía que pasaba, preguntaba entre gemidos “mi amor que estás haciendo?”. Sin duda estaba aceptando que la situación realmente me encantaba, pero no pasó de ahí... Eso sí, me quedé con terribles ganas y durante un par de días me dio vueltas en la cabeza cual debía ser mi actitud si mi novia insistía.
Al cabo de un tiempo, empezó nuevamente con el jueguito, y en medio de una muy buena culeada, se levantó de la cama y me dijo “ya vengo”. Y volvió con una crema que usó de lubricante, colándome así su primer dedo en mi virgen culito.
Así comenzó mi novia a desvirgarme analmente.
Como buen macho que soy, me plantee mil veces si estaba bien, si no era una actitud de trolo, si mi novia no pensaría que me gustaban los hombres, etc, etc. hablé con mucha gente, leí y me convencí de que no, nada de eso era así. Seguía siendo el mismo macho de siempre.
Pasamos mucho tiempo entreteniéndonos con ésta práctica, pero lógicamente la cosa va avanzando sin que uno se lo proponga. Ella, probando si yo aguantaba dos dedos adentro, yo disfrutando que mi culo cada vez estaba mas abierto. Pasamos a tres dedos, después cuatro y no fueron cinco porque el pulgar es muy difícil de meter. Previa lubricación, me perforaba el culo con cuatro dedos, que los metía y sacaba, pero además hacía rotar la mano de izquierda a derecha. El goce es indescriptible.
En todas las ocasiones en que cogiamos, yo rogaba que llegara ese momento, pero no siempre lo podía manifestar por la famosa masculinidad y además no sabía si ella disfrutaba con la situación.
Como los juguetes sexuales formaban parte de nuestra sexualidad, llegó el momento en que pensé que sería muy morboso tener un consolador en mi culo, por lo que me puse en campaña de hacérselo saber, sin decirlo directamente porque me daba mucha vergüenza admitirlo. Al poco tiempo captó el mensaje y fue a parar adentro un plug chiquito, duró poco eso y rápidamente pasamos a un plug mediano y más rápido todavía a un plug metálico grande… el juego a esa altura se estaba volviendo interesante, su dominación sobre mi crecía y mi masculinidad desaparecía cada vez un poquito más. Hasta que llegó el día que me planteó meterme una pija de goma de unos 12 cm de longitud. Una delicia. Por supuesto comenzamos con la introducción de la mitad de ese falo, y poco a poco se fue introduciendo más hasta no quedar nada afuera.
Como ese juguete era usado por los dos, cosa que no es recomendable desde el punto de vista higiénico, tuve un buen motivo para comprar otro. Como yo la dejé elegir a ella, no se privó de nada y la muy guacha eligió uno tremendamente grande y acorde a nuestras fantasías: negro, venoso, 20 cm de largo, y de diámetro variable. Tenía una cabeza como de 3cm y se iba ensanchando hasta los 6 cm. “Este es tuyo ahora bebé” me dijo.
Semejante aparato no es fácil de meter, sobre todo porque no lo usábamos en todas las oportunidades, y por lo tanto mi culo recuperaba su tamaño normal. Desde el primer día el objetivo fue tenerlo totalmente adentro, pero no es posible lograrlo rápidamente en una sola sesión, por lo que empezamos con la mitad, y con el correr del tiempo mi orificio se fue acostumbrando más a esa abertura.
De todas maneras, su introducción para que sea placentera tiene su técnica, entonces como lo usábamos : yo acostado boca arriba, con las piernas abiertas. Ella, excita mi pene y ano hasta que el primero se pone bien duro y el segundo inicia una dilatación. Suavemente, empieza la lubricación de mi culo, pasea la punta alrededor del ano, la apoya en el mismo, suavemente me hace creer que lo mete, hasta que llega el momento en que la dilatación es la correcta, entonces mete la punta de ese gran vergon negro. La sensación es espectacular. Cuando todo eso es complementado con una chupada y pellizcos de mis pezones, el culo comienza a agrandarse más, y eso permite la penetración de por lo menos la mitad de esa pija de goma. Ella al principio era muy muy cuidadosa. El dildo entra y sale, primero unos dos o tres centímetros, luego cuando ya mi culo se siente cómodo con eso adentro, lo hace girar levemente causando sensaciones espectaculares, aprovecha mi éxtasis para ganar terreno y cogerme unos 5 cm más, y lógicamente el espesor es mayor por lo que el agujero debe adaptarse a esa nueva apertura. La técnica del entra y sale, junto con el efecto giratorio va generando la excitación suficiente como para lograr la dilatación perfecta.
Como ya expliqué, meterlo completo es complejo, pero es nuestro objetivo, porque el sentirlo todo adentro, me produce como sensación adicional, un morbo indescriptible y a ella una sensación de poder increíble. Para lograrlo, una vez que me comí la mitad de esa pija, me pongo de rodillas, la base del dildo apoyada en la cama y me siento suavemente sobre él. Mi mujer mientras tanto toca mi pija dura y chupa mis tetillas, es el punto culminante de mi éxtasis. Muy despacio, me siento para que me penetre, mientras mi novia me mira con una sonrisa pícara en la cara y diciéndome “viste que rica esa pija negra putito?” me levanto un poco y sale, “rómpete el culo solo puto, dale toda hasta el fondo enterratela puto” me decía ella al oído, yo repito la operación varias veces y así se abre camino hasta el fondo, mi novia lo celebra, tirándome de los hombros hacia abajo, abrazándome, besándome y diciéndome “felicitaciones ya tenes el culo oficialmente roto mi amor”. Esa pija negra está totalmente dentro de mí. Cuando lo llevo para higienizarlo, me encanta ver que semejante aparato estuvo en mi culo.
La verdad es que si bien fue mi mujer quien me incitó a ésta práctica, por supuesto con mi aceptación, puedo decir que en la actualidad estoy sumisamente entregado a ella, es una práctica en la que se puede explotar mucho y por supuesto lo hemos hecho.
Ella logró que me excitara sobremanera en momentos donde me exije una entrega total, soy su sumiso, y se dan situaciones como la que pudimos disfrutar en nuestra primeras vacaciones posterior a haberme roto el culo por primera vez. Para ese entonces ya habíamos comprado un consolador negro incluso más grande que el anterior y mi novia ya me penetraba con un arnés.
La situación fue la siguiente:
En el momento de la lubricación de mi culo,
Ella: “queres el dildo chico o el grande?”
Yo: “el grande, mi amor”
Ella: “no sé si te mereces todo eso, me parece que te vas a tener que conformar con poco”
A continuación, se puso a juguetear con la punta de esa bestia negra alrededor de mi culo, haciéndome desear que me penetre hasta la desesperación.
Yo: “métemelo de una vez mami por favor”
Ella: “tenes muchas ganas?”
Yo: “si muchas”
Ella: “pedime por favor que te lo meta”
Yo: “mi amor, por favor metemela”
Ella: “mira que semejante cosa te va a romper el culo eh”
Yo: “eso quiero, que me rompas el culo”
Y así inicia una lenta introducción de la punta. Mete un poquito y saca. Me penetra unos pocos cm y saca, hasta lograr mi desesperación.
Yo: “mi amor, quiero más adentro”
Mientras le decía esto mi culo se movia solo, ya no pensé en el dolor, lo quería todo adentro cueste lo que cueste, estaba muy caliente y mi culo estaba hambriento,asi fue entrando mientras yo por el dolor me agarraba a las sabanas y apretabalos dientes, pero el placer era el mas intenso que había tenido jamás, mi novia me estaba rompiendo el culo y yo lo disfrutaba. Cuando llegamos a la etapa de introducción total, siendo penetrado por esa gigante pija negra, tratando de que se pierda en mí… arranco mi teatralización de víctima:
Yo: “mi amor, me parece que no va a entrar entero, es demasiado”
Ella: “dale, yo se que ese culo da para más, lo quiero ver desaparecer”
Yo: “me duele mucho, no puedo”
Ella: “ya se que te duele, pero te gusta, además no tenes otra opción porque yo quiero que entre todo. Hoy te convierto en mi trola”
Cuando falta nada más que la última parte:
Yo: “ya entró casi todo, no crees que es suficiente?”
Ella: “no es suficiente, quiero verlo perdido en tu culo, yo se que ese culo de putito es muy goloso y capaz de tenerlo entero adentro, además te veo que gozas. Vamos abrite”
Esta última frase me dio toda la fuerza para respirar y soportar la embestida de mi novia que consigue llegar a meterme la pija entera y después vino algo divino, ella se convirtió, empezó a meterlo y sacarlo despacio, sentir correr por mi culo el consolador negro gigante ese fue hermoso, yo gemia como una nena y ella como un macho
Ella: ”Viste mi putito que te gusta, queres que te la saque ahora?”
Yo: ”No mi amor, no, haceme tuyo, no pares por favor, seguí!!! ”
Ella: ”Ahora te estoy cojiendo yo puto, te estoy rompiendo el orto como a una nena trola, siempre te moriste de ganas de que te rompiera el orto pedazo de puto, ahora sos mio y vas a rogar que te lo siga rompiendo, no es cierto?”
Yo: ”Si siii mami partime todo!! soy tu puta, tu trola”
Ella continuó cogiendome, la sacaba completa y enterrandola de una hasta el fondo produciéndome el éxtasis total y a ella las risas de empoderamiento total. Hoy realmente me encanta sentir semejante verga dentro de mí y encima en su máxima velocidad.
Tal ha sido el placer que me ha dado mi novia que he llegado a acabar sin siquiera tocar mi pija, simplemente con la culeada que me pegaba ella.
Y así fue como mi novia me introdujo, me convirtió en su sumiso, en su trola y me rompió el culo.
* la foto no es de mi novia, es simplemente ilustrativa.
Como habitualmente este tipo de conductas son propias del sexo femenino, no tiene ninguna novedad comentar aca sobre como le hago el culo a mi novia, por lo que voy a contarles como me inició ella en esa práctica. Vale aclarar que solo me atraen las mujeres y a partir de esta iniciaciónla humillación sobre mi masculinidad.
Hace aproximadamente 5 años, en una sesión de sexo, mientras hacíamos un 69, mi mujer tuvo la increíble idea de pasar su lengua y sus dedos por el agujero de mi culo, jugueteando con él. Me gustó mucho, y es evidente que por mi actitud ella se dio cuenta que lo había disfrutado. En ese momento se me vino a la mente que de adolescente en alguna de mis tantas pajas yo ya había tanteado esa zona, pero no me llamo tanto la atención y después ya debuté y empecé a tener sexo con mi novia. No pensé más en el tema porque a pesar de haberme encantado, nunca creí que en nuestra pareja iba a tomar fuerza ese juego.
En la siguiente oportunidad en que tuvimos sexo, ella le dedicó tiempo y ganas a mi culo. Pasó suavemente el dedo alrededor hasta hacerme desear que lo metiera. Eso era jodido porque no teníamos lubricante, pero de todas formas, se humedeció el dedo e intentó colarmelo . Haciéndome el boludo que no sabía que pasaba, preguntaba entre gemidos “mi amor que estás haciendo?”. Sin duda estaba aceptando que la situación realmente me encantaba, pero no pasó de ahí... Eso sí, me quedé con terribles ganas y durante un par de días me dio vueltas en la cabeza cual debía ser mi actitud si mi novia insistía.
Al cabo de un tiempo, empezó nuevamente con el jueguito, y en medio de una muy buena culeada, se levantó de la cama y me dijo “ya vengo”. Y volvió con una crema que usó de lubricante, colándome así su primer dedo en mi virgen culito.
Así comenzó mi novia a desvirgarme analmente.
Como buen macho que soy, me plantee mil veces si estaba bien, si no era una actitud de trolo, si mi novia no pensaría que me gustaban los hombres, etc, etc. hablé con mucha gente, leí y me convencí de que no, nada de eso era así. Seguía siendo el mismo macho de siempre.
Pasamos mucho tiempo entreteniéndonos con ésta práctica, pero lógicamente la cosa va avanzando sin que uno se lo proponga. Ella, probando si yo aguantaba dos dedos adentro, yo disfrutando que mi culo cada vez estaba mas abierto. Pasamos a tres dedos, después cuatro y no fueron cinco porque el pulgar es muy difícil de meter. Previa lubricación, me perforaba el culo con cuatro dedos, que los metía y sacaba, pero además hacía rotar la mano de izquierda a derecha. El goce es indescriptible.
En todas las ocasiones en que cogiamos, yo rogaba que llegara ese momento, pero no siempre lo podía manifestar por la famosa masculinidad y además no sabía si ella disfrutaba con la situación.
Como los juguetes sexuales formaban parte de nuestra sexualidad, llegó el momento en que pensé que sería muy morboso tener un consolador en mi culo, por lo que me puse en campaña de hacérselo saber, sin decirlo directamente porque me daba mucha vergüenza admitirlo. Al poco tiempo captó el mensaje y fue a parar adentro un plug chiquito, duró poco eso y rápidamente pasamos a un plug mediano y más rápido todavía a un plug metálico grande… el juego a esa altura se estaba volviendo interesante, su dominación sobre mi crecía y mi masculinidad desaparecía cada vez un poquito más. Hasta que llegó el día que me planteó meterme una pija de goma de unos 12 cm de longitud. Una delicia. Por supuesto comenzamos con la introducción de la mitad de ese falo, y poco a poco se fue introduciendo más hasta no quedar nada afuera.
Como ese juguete era usado por los dos, cosa que no es recomendable desde el punto de vista higiénico, tuve un buen motivo para comprar otro. Como yo la dejé elegir a ella, no se privó de nada y la muy guacha eligió uno tremendamente grande y acorde a nuestras fantasías: negro, venoso, 20 cm de largo, y de diámetro variable. Tenía una cabeza como de 3cm y se iba ensanchando hasta los 6 cm. “Este es tuyo ahora bebé” me dijo.
Semejante aparato no es fácil de meter, sobre todo porque no lo usábamos en todas las oportunidades, y por lo tanto mi culo recuperaba su tamaño normal. Desde el primer día el objetivo fue tenerlo totalmente adentro, pero no es posible lograrlo rápidamente en una sola sesión, por lo que empezamos con la mitad, y con el correr del tiempo mi orificio se fue acostumbrando más a esa abertura.
De todas maneras, su introducción para que sea placentera tiene su técnica, entonces como lo usábamos : yo acostado boca arriba, con las piernas abiertas. Ella, excita mi pene y ano hasta que el primero se pone bien duro y el segundo inicia una dilatación. Suavemente, empieza la lubricación de mi culo, pasea la punta alrededor del ano, la apoya en el mismo, suavemente me hace creer que lo mete, hasta que llega el momento en que la dilatación es la correcta, entonces mete la punta de ese gran vergon negro. La sensación es espectacular. Cuando todo eso es complementado con una chupada y pellizcos de mis pezones, el culo comienza a agrandarse más, y eso permite la penetración de por lo menos la mitad de esa pija de goma. Ella al principio era muy muy cuidadosa. El dildo entra y sale, primero unos dos o tres centímetros, luego cuando ya mi culo se siente cómodo con eso adentro, lo hace girar levemente causando sensaciones espectaculares, aprovecha mi éxtasis para ganar terreno y cogerme unos 5 cm más, y lógicamente el espesor es mayor por lo que el agujero debe adaptarse a esa nueva apertura. La técnica del entra y sale, junto con el efecto giratorio va generando la excitación suficiente como para lograr la dilatación perfecta.
Como ya expliqué, meterlo completo es complejo, pero es nuestro objetivo, porque el sentirlo todo adentro, me produce como sensación adicional, un morbo indescriptible y a ella una sensación de poder increíble. Para lograrlo, una vez que me comí la mitad de esa pija, me pongo de rodillas, la base del dildo apoyada en la cama y me siento suavemente sobre él. Mi mujer mientras tanto toca mi pija dura y chupa mis tetillas, es el punto culminante de mi éxtasis. Muy despacio, me siento para que me penetre, mientras mi novia me mira con una sonrisa pícara en la cara y diciéndome “viste que rica esa pija negra putito?” me levanto un poco y sale, “rómpete el culo solo puto, dale toda hasta el fondo enterratela puto” me decía ella al oído, yo repito la operación varias veces y así se abre camino hasta el fondo, mi novia lo celebra, tirándome de los hombros hacia abajo, abrazándome, besándome y diciéndome “felicitaciones ya tenes el culo oficialmente roto mi amor”. Esa pija negra está totalmente dentro de mí. Cuando lo llevo para higienizarlo, me encanta ver que semejante aparato estuvo en mi culo.
La verdad es que si bien fue mi mujer quien me incitó a ésta práctica, por supuesto con mi aceptación, puedo decir que en la actualidad estoy sumisamente entregado a ella, es una práctica en la que se puede explotar mucho y por supuesto lo hemos hecho.
Ella logró que me excitara sobremanera en momentos donde me exije una entrega total, soy su sumiso, y se dan situaciones como la que pudimos disfrutar en nuestra primeras vacaciones posterior a haberme roto el culo por primera vez. Para ese entonces ya habíamos comprado un consolador negro incluso más grande que el anterior y mi novia ya me penetraba con un arnés.
La situación fue la siguiente:
En el momento de la lubricación de mi culo,
Ella: “queres el dildo chico o el grande?”
Yo: “el grande, mi amor”
Ella: “no sé si te mereces todo eso, me parece que te vas a tener que conformar con poco”
A continuación, se puso a juguetear con la punta de esa bestia negra alrededor de mi culo, haciéndome desear que me penetre hasta la desesperación.
Yo: “métemelo de una vez mami por favor”
Ella: “tenes muchas ganas?”
Yo: “si muchas”
Ella: “pedime por favor que te lo meta”
Yo: “mi amor, por favor metemela”
Ella: “mira que semejante cosa te va a romper el culo eh”
Yo: “eso quiero, que me rompas el culo”
Y así inicia una lenta introducción de la punta. Mete un poquito y saca. Me penetra unos pocos cm y saca, hasta lograr mi desesperación.
Yo: “mi amor, quiero más adentro”
Mientras le decía esto mi culo se movia solo, ya no pensé en el dolor, lo quería todo adentro cueste lo que cueste, estaba muy caliente y mi culo estaba hambriento,asi fue entrando mientras yo por el dolor me agarraba a las sabanas y apretabalos dientes, pero el placer era el mas intenso que había tenido jamás, mi novia me estaba rompiendo el culo y yo lo disfrutaba. Cuando llegamos a la etapa de introducción total, siendo penetrado por esa gigante pija negra, tratando de que se pierda en mí… arranco mi teatralización de víctima:
Yo: “mi amor, me parece que no va a entrar entero, es demasiado”
Ella: “dale, yo se que ese culo da para más, lo quiero ver desaparecer”
Yo: “me duele mucho, no puedo”
Ella: “ya se que te duele, pero te gusta, además no tenes otra opción porque yo quiero que entre todo. Hoy te convierto en mi trola”
Cuando falta nada más que la última parte:
Yo: “ya entró casi todo, no crees que es suficiente?”
Ella: “no es suficiente, quiero verlo perdido en tu culo, yo se que ese culo de putito es muy goloso y capaz de tenerlo entero adentro, además te veo que gozas. Vamos abrite”
Esta última frase me dio toda la fuerza para respirar y soportar la embestida de mi novia que consigue llegar a meterme la pija entera y después vino algo divino, ella se convirtió, empezó a meterlo y sacarlo despacio, sentir correr por mi culo el consolador negro gigante ese fue hermoso, yo gemia como una nena y ella como un macho
Ella: ”Viste mi putito que te gusta, queres que te la saque ahora?”
Yo: ”No mi amor, no, haceme tuyo, no pares por favor, seguí!!! ”
Ella: ”Ahora te estoy cojiendo yo puto, te estoy rompiendo el orto como a una nena trola, siempre te moriste de ganas de que te rompiera el orto pedazo de puto, ahora sos mio y vas a rogar que te lo siga rompiendo, no es cierto?”
Yo: ”Si siii mami partime todo!! soy tu puta, tu trola”
Ella continuó cogiendome, la sacaba completa y enterrandola de una hasta el fondo produciéndome el éxtasis total y a ella las risas de empoderamiento total. Hoy realmente me encanta sentir semejante verga dentro de mí y encima en su máxima velocidad.
Tal ha sido el placer que me ha dado mi novia que he llegado a acabar sin siquiera tocar mi pija, simplemente con la culeada que me pegaba ella.
Y así fue como mi novia me introdujo, me convirtió en su sumiso, en su trola y me rompió el culo.
* la foto no es de mi novia, es simplemente ilustrativa.
10 comentarios - Mi mujer me rompe el culo y me hace su puta
abrazo amigo, por mas mujeres como las nuestras !!!