Cómo ser una "good girl"

Hola a todos!

Creo que no lo había dicho antes, pero verdaderamente soy muy fanática de la sección de relatos de P!
Realmente le dediqué varias horas durante mucho tiempo y uffff (qué buenas horas, ustedes entenderán).
Sin embargo, en el último tiempo creo que la calidad bajó mucho y también faltan historias de chicas, desconozco la razón pero se fueron muchas de esta web y es una pena.

Por eso decidí animarme y ver si contagio un poco el espíritu para todas las poringueras de la web ♥️

Mi descripción y la de él creo que no hace falta, ya tienen los post para ver todo lo que quieran 🤭

Quería contarles cómo empecé a sentir esa necesidad de obediencia. Cómo descubrí que ser su putita preferida a mí realmente me calentaba y me daban ganas de liberarme más.

Empezó algunos años atrás, cuando él estaba de viaje con un amigo y lo típico, no parábamos de mandarnos mensajes y obvio muchos eran subidos de tono o fotitos del uno o del otro, diciéndonos toda barbaridad posible de lo que íbamos a hacer en el reencuentro.
Ésto fue llevando a muchas noches de pajas por ambas partes e incluso mandandonos videos porno que íbamos encontrando en internet entre medio de éso.
Obvio siempre iba escalando, cada vez tanto los vídeos como las fotos eran más hardcore, siempre se buscaba romper un nuevo límite cada noche que coincidíamos para tocarnos uno en cada parte del mundo.
Yo no sé si soy la única o que realmente ustedes los hombres no son conscientes de lo MUCHO que nos calienta saber que el otro se toca o exita con nosotras. El morbo de sentirse deseada así, realmente a una la pone a mil. Eso es lo que me llevó años más tarde a crearme un usuario acá y querer compartir fotos con ustedes, me encanta saber que del otro lado, varios están calientes pensando en mí y fantaseando.
Bueno perdón, me desvié... 🤭

Volviendo a las pajas nocturnas con mi novio...
Un día buscando porno para mandarle después y sorprenderlo, me detuve con unos vídeos lésbicos, de hecho todavía me acuerdo hasta el nombre de una actriz que me flechó (pero no lo voy a contar de mala nada más jajaja).
Cuestión que me pasé una tarde entera encerrada en mi cuarto tocandome sola, con videos de chicas, acabé 2 veces solita ése día. Obvio no pude evitar a la noche contarle y mostrarle esos vídeos que tanto placer me habían dado. Aproveché para volver a pajearme y mandarle fotitos, le decía que me envidiaba a ellas, que me encantaría que una me coja a mí.
Ésto como imaginarán, lo puso a mil. Me acuerdo que esa noche no durmió de las pajas que lo hice hacerse, empecé a descubrir lo mucho que me gustaba calentarlo y que más allá de eso, también quería sentir la sensación de una chica.

Las pocas noches que quedaban de ése viaje, fueron muchísimo más monotematicas, el único tema que repetíamos, era esta nueva fantasía y las cosas que me gustaría que me haga otra chica. Verlo tan calienta, esas fotos de su pija totalmente dura a cada rato y el sentirme semejante objeto de deseo, me regaló de las mejores pajas de mi vida sin duda por un tiempo. Empecé a sentir lo mucho que me gustaba ése rol. Quería tenerlo caliente siempre.

Finalmente volvió, obvio el sexo de bienvenida fue salvaje, de lo más bestia que podía ser como bien necesitábamos ambos. También jugamos mucho con esta nueva idea de buscar una chica, le chupaba la pija a cada rato contándole lo mucho que fantaseaba con regalarle un show lésbico.

Así fue como al poco tiempo, me bajé Tinder, empecé a charlar con muchísimas chicas y quería encontrar la ideal. Realmente no fue fácil porque al principio no me animaba a proponer un trío, todavía tenía mis dudas con respecto a eso, entonces muchas chicas se incomodaban con la idea de que él sólo mire.

Por suerte, después de mucho buscar y hasta casi frustrarme, conocí una rubia PRECIOSA, realmente parecía sacada de una de las pornos que miré por tanto tiempo, unas tetas hermosas, súper lindas y grandes (cosa que hasta el día de hoy me fascina), una cinturita totalmente envidiable por lo culoncita que era. De verdad que me había sacado la lotería.

Quedamos para ir juntas en una cita, solas. Queríamos conocernos, aunque yo ya sabía que me moría de ganas por experimentar con ella.
Fuimos a tomar algo antes, compartimos un vino blanco y charlamoa como si fuéramos amigas de toda la vida, después se ahí a la Plop juntas (fiesta gay en Buenos Aires). Ya el alcohol - en exceso - y el ambiente relajado y festivo que había, nos soltó mucho. Entre baile y risas, me agarró de la cinturita y me partió la boca en uno de los mejores besos de mi vida. A partir de ahí fue todo para mejor. No pude contenerme, ni ella, y nos matamos a besos en medio de la pista como si hubiéramos tenido una calentura acumulada de años.
Primero los besos eran delicados, disfrutando de la lengua de la otra. Después se fueron volviendo algo más bruscos, mordiendonos los labios y agarrandonos del cuello y la cara.
Nos fuimos a un lugar más oscuro y privado, empezamos a tocarnos arriba de la ropa. Yo moría por sentirle las tetas, ella evidentemente mi cola. Fue un ida y vuelta de manos inquietas, de besos muy deseados y de decirnos varias cosas irreproducibles.

Entre todo ése combo, tuve tiempo de acordarme de mi novio, le mandé una selfie mientras nos dábamos un beso. Le dije que perdón, tuvimos que empezar sin vos. Sabía que del otro lado él no paraba de matarse a pajas por nosotras y me encantaba.

Al rato cuando volví a mirar, efectivamente tenía razón. Una foto en primer plano de su pija, toda mojadita de estar pajeandose hace mucho y todas las venas marcaditas. Se la mostré a mi nueva amiga, a ambas éso nos puso aún más. No pudimos evitar apretarnos más contra la pared y empezar a sentir cómo nos frotamos las piernas buscando el sexo de la otra.
Ya la situación no daba para más, le dije si le parecía que nos vayamos a un telo los 3. Ella no dudó, me respondió con su voz entrecortada por la calentura "si, ya".

Le mandé un mensaje a mi pajerito, le pregunté si tenía ganas de buscarnos con el auto por el boliche e ir a dónde él quiera 🙈
Obvio en 10min ya estaba ahí, con una carita de calentura enorme.
Nosotras apenas lo saludamos y nos fuimos al asiento de atrás a seguir como si nada. Él fue nuestro taxi, nosotros su show.
Realmente en ése asiento nos olvidamos del mundo. Volaron las tanguitas y las polleritas cortas solamente fueron un adorno a cómo nos empezamos a tocar entre nosotras, sin parar con los besos y las mordidas.
Entre todo eso, llegó el momento que más esperaba, liberar esas tetas que me tenían loca desde que la ví por primera vez en las fotos de Tinder y en vivo sólo me obsesionaron más.
Nunca voy a olvidar cuando tiré ése top para arriba y las liberé, rebotaron en mi cara y no pude contenerme a tirarme de lleno a chupárselas, así estuve hasta que sentí que el auto se frenó por completo, estábamos en la puerta del telo ya.
Escuché que mi novio pidió una habitación para 3 y volvimos a movernos, nosotras ni nos cambiamos, a medio vestir y aprovechando que la habitación tenía garage privado, nos bajamos sin mediar palabra con él y nos metimos en la habitación simplemente en tanga y zapatos. Lo poco de ropa que nos quedaba, fue volando en esos escalones previo a entrar.
Inmediatamente ahí, nos tiramos en la cama totalmente liberadas, con la idea de seguir lo nuestro.
Aprovechamos de poder darnos besos acostadas, rodando en la cama, alternando roles de quién iba arriba y quién abajo, quién masturbaba a quién y quién le chupaba las tetas a la otra. La calentura era absoluta, no sólo tenía un bombón para mí, sino a mi otro bombón haciéndose una paja embobado mirándonos jugar entre nosotras. Mis ojos iban de su pija a las tetas de ella, de su carita de calentura a los besos en el cuello de ella. Realmente era todo muy exitante, me sentía una de esas porno que tanto mirábamos en ése tiempo de distancia.
Finalmente ella que si ya tenía experiencia, me bajó la tanguita, me coló unos dedos y casi sin darme tiempo de prepararme, me empezó a comer la conchita con unas lamidas suaves y súper delicadas. Yo me retorcía del placer, era el objeto de dos personas dentro de esa habitación, la putita de una y el show del otro.

Ella en un momento aceleró sus dedos dentro mío y la forma en la que me pasaba la lengua, cambio delicadeza por intensidad, eso me llevó a no aguantar más y acabarme en su boquita. Jamás imaginé lo caliente que podía estar y ni hablar cuando vino a comerme la boca post haberme acabado en esa misma lengüita que después me estaba besando de forma tan intensa.

Aprovechando ése momento de besos furiosos, la calentura me llevó a decirle algo al oído. Algo que agradezco enormemente haber hecho.

Acto seguido, me levanté, fui hasta el sillón donde estaba sentado mi novio, me puse en cuclillas y le empecé a chupar la pija mientras mi amiguita se tocaba mirándonos. Amaba cómo se habían alternado los roles, ahora yo era el espectáculo de ella y la zorrita de mi novio.

De todas formas, eso no era lo que le dije al oído, solamente fue algo que me tentó hacer en el camino al ver esa pija divina. Así que me levanté, lo agarré de la mano y lo llevé a la cama. Nos pusimos una de cada lado, lo empezamos a chapar y pajear entre ambas. Mi calentura era absoluta. Realmente estaba en el paraíso, más imaginando que él también lo estaría.
Casi sin sentido hicimos algo de juego previo con él, digo sin sentido, porque desde la foto que le mandé hasta ése momento, creo que no se dejó de masturbar ni para manejar. Esa pija nunca se bajó.
Así que las que sí bajamos, fuimos nosotras. Dándole un pete entre las dos que hasta el día de hoy se acuerda. Obvio muchas veces por cruzarnos las lenguas, pecamos de estar tan calientes la una con la otra que nos distraíamos con un beso entre nosotras.
Pero compartimos sus huevos, su tronco y la cabeza de su pija como dos buenas amigas. Su cara de placer era un éxtasis que jamás había vivido. Sabía que lo estaba llevando a un lugar de excitación inigualable.
Así fue como quise ir a más. La dejé sola a ella con su pija y yo retrocedí un poco para encontrarme con la colita respingada de ella. Me animé por primera vez a comerle la conchita y digo comerle, porque literal hice éso. Me lancé con muy poca coordinación pero con enormes ganas. No me pude contener al sentir ése sabor en la punta de mi lengua, pasé de 0 a 100 en un segundo. Usando toda mi lengua y boca, para disfrutar de los labios más húmedos de ella.

Realmente ya no podía ver la escena, pero si escuchar gemidos o casi gritos de placer. La escena que ella sentía, era una pija en su boca, del novio de la que le estaba comiendo la conchita. Mientras que mi novio, tenía una modelito comiéndole su hermosa pija mientras su novia se comía a la hermosa chica.
Nadie se quedaba afuera en ése momento, era realmente un trío que no supe que iba a suceder, pero qué bien se sentía.
Entre gemidos, sentí la tensión en el cuerpo de ella y una humedad en mi boca enorme, se estaba acabando por mí. No podría explicar esa sensación tan linda ni tan caliente, solo sé que me volví adicta.
Al sentirla acabar, sabía qué tenía que hacer. Fui con mi boquita brillosa de sus flujos, a chaparme a mi novio. Le dí un beso muy pero muy morboso, ambos compartíamos el sabor de ella.
Nuevamente esa tensión. Su cuerpo se tensó, entre el beso un gemido y lo ví poner su carita de acabar. Miré de reojo y la rubia nunca amagó a salir. Se tragó toda su leche como si fuese una demostración de cortesía. Casi sin ningún resto, se acercó a comerme la boca a mi, después a él y las dos quedamos fundidas encima de él.

Nunca me había sentido tan deseada, nunca tan puta. Me encantaba.

Después de un mini descanso, ella se fue al baño para lavarse. Nosotros empezamos a los besos y a coger entre nosotros. No podía con mi calentura y necesitaba sentir su pija dura adentro mío.
Al poquito tiempo volvió ella y se acercó a darnos besos a ambos, a acariciarnos. Mientras yo saltaba encima de él, ella ya me conocía y me ofrecía sus tetas para cuuparlas. Obviamente no perdí oportunidad. Ni tampoco mi novio, que aprovechó la proximidad para pajearla con sus dedos.
Yo me sentía completa. Tenía su verga gruesa adentro mío llenandome, la boquita ocupada con unas tetas de las más lindas que ví en mi vida y las manos de mi novio aferradas a mi culo como si yo quisiera escapar (nada más lejos que eso).
Todo ésto fue demasiado, volví a acabarme. Volví a tirarme encima de ella y darle unos besitos ya casi de amor. Estaba totalmente exhausta.
Sin embargo, no pude omitir sus ojitos en la pija de él. Así que la puse acostada boca abajo y llevé su pija que seguía dura a la conchita de ella. Ellos empezaron a coger y yo no pude evitar olvidarme que acababa de venirme y me masturbé como si la noche recién empezara.
Cuando mi novio se está por acabar, sacó la pija toda brillosa de ella y le tiró varias líneas blancas de leche espesa en la cola.
Eso generó que mi tentación sea enorme. Mientras él descansaba de tanto sexo. Yo me tiré a besarla, acariciarle la cola y frotarnos la leche por todas partes.

Lo siguiente fue una ducha, un beso de despedida y un nuevo estilo de vida para nosotros.