Mi ex quiso un trío... y lo tuvo

Con mi ex tenemos una buena relación, de amistad, y cada tanto cogemos. Así que está todo bien, solemos hablar seguido.

El sábado a la tarde estuvimos charlando boludeces, como siempre, y le dije si quería venir a casa a la noche. Me contó que tenía un cumpleaños en la casa de una amiga y que no podía, que mejor organicemos otro día. 

Para poner en contexto, mi ex es rubia, pelo corto, flaca, tetas de buen tamaño, pero su mayor atributo es el culo que tiene: redondo, carnoso, un lujo. 

Yo no tenía planes esa noche así que me quedé en casa mirando tv y tomando fernet. Nada muy productivo.

A las 3 am me llega un mensaje de mi ex, Meli, agarro el teléfono: "Estoy re caliente, creo que me voy a coger al primero que me cruce".

- jaja, boluda, por qué no venís a casa y te doy bomba yo.
- No sé no sé...
- Avisame cualquier cosa y te espero.

Por media hora no me respondió. 

- Me levanté a un amigo de la cumpleañera.
- Bueno, éxitos, pasala bien.

Debe haber pasado otra media hora, no me acuerdo bien.

- Quiero hacer un trío, puedo ir con él a tu casa?

Ninguno de los dos había tenido alguna experiencia así, sería nuevo. Ni lo dudé.

- Obvio. Vengan ya. Avisame cuando estés cerca.
- Saliendo. Vamos en su auto. No estamos lejos.

Me manda ubicación en tiempo real para que siga el recorrido. Estaban a 10 minutos nomás.
Suena un nuevo mensaje: una selfie de ella con el top levantado, en tetas y una mano apretandole una. Yo ya estaba que explotaba de calentura.
Otro mensaje, un audio:  gimiendo y contando que le estaba metiendo los dedos mientras él manejaba. 

Veo por la ubicación que estaban a dos cuadras así que empecé a bajar, vivo en un edificio.
Llego a la puerta, veo en el teléfono que ya habían llegado, pero no venían. 

La llamo. 

Atiende gimiendo y me dice: perdón, nos tentamos y arrancamos sin vos. Ahí vamos.

Veo un auto a mitad de cuadra que se abre, baja un pibe subiéndose el cierre y a continuación mi ex con la pollera subida a la cintura y su tanga en la mano. Se acomoda un poco y vienen para donde estaba yo.

Meli llega a la puerta y me saluda con un buen chape y manoteo de bulto.
Me presenta a Juani, su amigo. Alto, morocho, bastante musculoso parecía.

Entramos los tres, ella encabezando y llevándonos de la mano a ambos. Subimos al ascensor, apretamos el 7mo piso.
Se puso a chaparse al amigo y yo le metí la mano por abajo de la pollera para meterle los dedos en la concha, estaba empapadísima. 
Se levantó la pollera, me miró y pidió que la coja un ratito. Así que le hice caso, mientras seguía besando al amigo la empecé a coger por atrás. Inmediatamente sacó la verga de Juani y se puso a pajearlo. Llegamos al piso. Nos acomodamos y salimos. 

Entramos al depto, ella hizo dos pasos y se quedó completamente desnuda. Se sentó en el sillón para tocarse mientras nos miraba.
Nos quedamos en bolas nosotros también. 
Su amigo la tenía bastante grande, realmente, parecía actor porno. Yo estoy bien, pero me superaba.

Cada uno tomó una teta para apretar y chupar, mientras Meli gemía y frotaba su clítoris. Él le puso la pija en la boca y ella obedientemente intentó tragársela toda, no llegaba, comía hasta donde podía. Yo me dispuse a comerle la concha. Con una mano sostenía la pija de juani en su boca mientras le succionaba la cabeza y con la otra me agarraba de la nuca para que no separe mi lengua de su sexo. Bastaron pocos minutos para que tuviera su primer orgasmo. 

Se puso en cuatro en el sillón. Juani estaba agarrando un forro y Meli lo frenó: no hace falta, quiero sentirla toda. 
La metió de un golpe hasta el fondo. El grito debe haber despertado a varios vecinos, fue una mezcla de dolor, placer y sorpresa. Inmediatamente estaba agradeciendo y pidiendo que siga así. 
Yo le puse la pija en la boca. Ahí estaba Meli, recibiendo un pijón de atrás y chupándome la verga. Sus tetas iban y venían de la fuerza con la que le daba Juani, que empujaba hasta el fondo, la sacaba y volvía a meterla. Le daba nalgadas. Yo le apretaba las tets, le retorcía los pezones. Me daba una chupada hasta el fondo y se la sacaba para poder gemir. Estaba recibiendo mucho placer. 

Estiré mi mano para apretarle el culo. Me chupé el dedo y se lo metí en el culo. Dio un grito de éxtasis. Se saco mi pija de la boca, me miró y me preguntó: me vas a hacer el culo? 
Creo que casi acabo solo con la frase. No le respondí. Le empujé la pija de nuevo adentro hasta atragantarla. 

Lo miré a Juani para hacer cambio. Accedió. Le agarró la cara y le dio un par de golpes con su tremenda pija. Me ubiqué atrás de Meli. Tenía la concha bien abierta y chorreando. Se la metí de una, más que nada para aprovechar sus jugos para lubricarme. La saqué y me acomodé para hacerle el culo. Apoyé la cabeza en la puerta y empujé muy despacito. Poco a poco su ano iba aceptando la entrada de mi verga. Mientras ella gritaba de placer y pajeaba a Juani. Entró toda. Me quedé unos segundos quieto y luego fui moviendome lentamente hasta agarrar ritmo. 
Estaba como loca.

Le pidió a su amigo que le frote el clítoris y volvió a acabar. 

Ahora la escena era yo haciéndole el orto y Juani llenandole la boca de pija. Se la sacó, me miró y gritó: quiero que me llenes el culo.

Cumplí a los dos segundos. Descargué todo adentro. Ella lo disfrutó mucho. La saqué y toda mi leche rebalsaba su culo.

Me alejé un poco de la escena. Juani quiso ocupar mi lugar pero Meli le dijo que le daba miedo que se la meta en el orto, por el tamaño. 

Juani se sentó en el sillón y mi ex se le subió encima para cabalgarlo. Se movía como loca. Él le chupaba y mordía las tetas. Aumenta el ritmo de movimiento y frotando su clitoris con su pelvis y ambos acaban a la vez. Él le dejó toda la leche adentro. Se quedaron unos minutos abrazados con su pija aún ocupando toda su concha, aunque ya no estaba completamente parada. Se dieron unos besos y ella se levantó. 

Le caía leche hasta la rodilla. Se fue directo a bañarse. 

Con Juani nos pusimos ropa interior y sacamos algo para beber. 
Ya estaba amaneciendo.


Salió del baño en tanga y tetas. Estaba hecha una bomba.

Nos sentamos los tres a la mesa. Tomamos unas cervezas, nos reímos un rato y medio que quedamos en que podríamos repetir alguna vez más adelante. 

Juani se vistió. Meli me dijo que se quedaba a dormir en casa. Se puso la pollera y el top y fue ella a abrirle a su amigo. 

Tardó como 15 minutos. Cuando volvió a entrar a mi casa estaba sonriendo con la ropa medio corrida y la boca toda brillosa, clara muestra de una acabada. 

- Se hizo largo el viaje hasta abajo, no? jaja
- Lo acompañé hasta el auto y me tenté, quería comerme de nuevo esa terrible pija. Así que nos subimos atrás y le hice un hermoso pete. Me tragué todo.

Se acercó y me comió la boca. Fue raro, pero muy caliente. Se arrodilló y me miró: esta también quiero volver a comermela. 

La sacó y se la metió en la boca de una. La chupaba como una genia. La levanté, la apoyé contra la mesa. Levanté su pollera y vi que no tenía la tanga: "veo que se la dejaste de souvenir jaja".

Le comí la concha y el orto hasta que acabó. Le clavé la verga hasta el fondo. La bombeé durante un rato.

- Ahora también te vas a tragar todo.

La giré, se arrodilló y sacó la lengua a la espera de mi leche. Me pajeé unos segundos mientras ella me amasaba los huevos. Le llené la boca, un poco en la cara y algo chorreó a sus tetas. Se apretó y desparramó por los pezones. Me chupó la pija para dejarla limpia.

Se levantó. Me miró con cara picara y me volvió a comer la comer la boca. Nos reímos y fuimos a dormir.

Nos despertamos al mediodía. Yo fui el primero y la desperté a ella tocándola y metiéndole los dedos. "Cogeme", fue lo único que dijo. Estábamos en posición de cucharita. La cogí así un rato alternando apretada de tetas y tocada de clítoris. No tardó en tener su orgasmo.

La puse boca abajo. Me subí encima para seguir cogiéndola. Su culo ahí adelante mío era una tentación. Apoyé la cabeza en la puerta del ano y cuando me dijo que siga... Listo. Estuve unos minutos cogiéndola por el orto. Ella mientras de tocaba y volvió a acabar. Yo estaba para lo mismo y esta vez no lo hice adentro, le bañé la espalda. 

Tuvo que bañarse de nuevo. Y ahora sí. Nos despedimos y veremos si volvemos a repetir o qué otra historia sumamos.