SPOILER
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SPOILER
hiphop911ok
Si no leíste "Mi prima, Mara: El camino de la tentación" no sigas adelante...
Dejo el octavo capítulo completo de la tercera parte de la historia. Siempre estará sujeto a alguna revisión final, por lo que puede que tenga algún agregado posteriormente y correcciones.
Aunque la idea principal del capítulo está ahí.
Saludos!!
PD: No voy a subir todos, eh... Sólo lo hago por la espera que se hace larga jeje
Estoy por llegar a los 40 capítulos. Me queda poco ya...
CAPÍTULO VIII
La mirada de tristeza y desazón que cargaba, me dio mucha pena.
No era lástima. Por supuesto que no. Pero me llegó.
Creo que por un momento, hice a un lado la bronca que tenía porque me impactó verla así.
No me salió otra cosa que abrazarla.
No eran necesarias las palabras.
Claro que dejó que lo hiciera y me apretó fuerte con sus brazos.
Percibí un suspiro enorme de su parte. Sentí como que no quería despegarse.
YO: ¡Tranqui!.- Le dije mientras la acogía.
Sentía el peso de todo su cuerpo sobre el mío. El aroma tan característico de su pelo, también.
Su respiración parecía algo compungida. Como cuando moqueas.
Y a pesar de tener unos pechos importantes, podía sentir el latido acelerado de su corazón.
MAR: Me gustaría que te enamores de mí otra vez.- Expresó con la cabeza apoyada en mi hombro.
Cada cosa que decía, me hacía sentir como el culo.
Era obvio que podía pasar algo así.
¿Quién me manda? Dios…
No sabía qué decirle.
Probablemente, si nuestra pelea hubiera sido por cualquier otro motivo, ahora estaríamos revolcándonos en una cama o sillón o en cualquier lado, navegando en un mar de reconciliación.
Pero no era el caso.
Y si bien por momentos, sentía ganas de abrazarla y contenerla, enseguida me venían recuerdos de esa fatídica noche.
YO: Creo que me tendría que ir, Mar, ya…- Le dije tranquilo.
Me miró con esos ojos verdes.
Tenían una profundidad tan enorme como el océano atlántico.
Sus labios le temblaban, como cuando haces fuerza para contener algo que está a punto de salir.
Me doblaba en dos…
YO: Un rostro tan lindo como el tuyo no merece estar así…- Le dije apretándole la nariz con la mano.
Siempre le hacía eso. O pellizcarle los pómulos.
Se rió algo emocionada.
Aunque no sé si lo que le decía servía demasiado.
Yo hacía lo que me salía. No sé si por la costumbre o por qué otra cosa.
Pero no terminaba de ser tan tajante con ella.
Y luego dijo algo que me hizo sentir un pinchazo en el pecho.
MAR: ¿Me darías un beso?.- Exclamó con mucha tristeza en los ojos y provocándome dolor al respirar.
Estaba colorada, no sé si por las lágrimas que se le salieron o por el calor del momento.
Tragué saliva.
YO: No funciona así, Mar.- Le dije tratando de ser amable.
MAR: Solo uno… No te das una idea de lo que... te extraño…- Dijo casi a punto de llorar.
Yo la miraba. En verdad no sabía qué hacer.
Claramente no sentía ese deseo atroz que tiempo atrás tenía para con ella.
Pero algo en el fondo, muy adentro mío, dudaba. Y me odiaba por eso.
Tampoco quería generarle falsas expectativas.
YO: No quiero que te…- Me interrumpió. Iba a decirle que no quería que se confundiera.
MAR: No me digas nada… Solo quiero eso…- Y se acercó a mí, mirando para abajo.
Podía notar la tensión en los músculos de su cara.
Era ella, Mara.
No sé qué fue lo que me impulsó a hacerlo, pero decidí complacerla.
Con mi mano derecha la tomé del rostro y la traje hacia mí.
Lo hice lentamente.
De forma casi inmediata, ella me abrazó.
No fue un beso de pasión o de lujuria.
Se prendió a mi boca con mucha ternura.
Traté de no pensar en nada. Simplemente, cerré los ojos.
Cuando su boca se acopló con la mía, sentí cierta nostalgia.
Sus gomas se apretaron contra mi pecho y me dejaron sentir lo rápido que latía su corazón.
Ella cerró sus ojos y me besó con todo lo que tenía.
Nadie en la faz de la tierra podría decir que no le guste un beso de una chica como Mara. Jamás.
Su respiración estaba más agitada que nunca.
Me mandó lengua hasta la faringe.
“Oomm mm chuik”, se oía.
Otra vez, nos estábamos besando.
Suspiraba como la primera vez que lo hicimos.
Abrí los ojos por un momento, y observé como los suyos, cerrados, dejaban escapar alguna que otra gota.
Estaba mal lo que estaba haciendo. Muy mal.
Pero como muchas veces, no sabía qué más hacer.
No sé si fue el momento o qué, pero sentí, en mi zona baja una clase de excitación.
Después de todo, Mara es un bombón. Y a cualquiera se le pararía si estuviera en mi lugar.
Estuvimos como medio minuto así.
Cuando otra vez, flashes de esa noche invadieron mi cabeza.
Ella contra la puerta de la ducha o en el piso, calzándose la verga de Franco a cable pelado.
Era una tortura interminable.
Dejé de besarla.
No podía seguir haciéndolo.
Me desprendí de ella.
YO: No puedo, perdoname…
Ella se apoyó en mí, respirando fuerte.
Tenía todo el sabor de su boca impregnado en mí.
MAR: Está bien, lo necesitaba... demasiado…
Yo no quería ser cortante con ella. Al menos no siendo alevoso.
Pero algo no me dejaba. No podía hacerla sentir mal a propósito.
No entiendo qué era lo que me pasaba.
Quizá otra persona, en mis zapatos, sería más hiriente, desalmado. Pero a mí no me pasaba eso con ella, a pesar de todo. Quería huir.
MAR: Me gustó mucho… Nadie en toda mi vida me besó como vos…- Dijo con ojitos de perro mojado.
Estaba muy linda, la verdad.
No sé qué pasaría si me quedara más tiempo.
Ni quisiera averiguarlo.
Aunque cada vez que rememoro esa noche de mierda, todo se desmorona.
YO: A mí también… Lo sabes…- Le dije como pude.
Me sonrió.
Cuando en ese momento, recordé que no me había traído la medicación.
YO: ¡Uh, qué boludo!.-
MAR: ¿Qué pasó?.- Me preguntó extrañada. Ya no me abrazaba pero tenía una mano en mi cintura.
YO: Tenía que tomar la medicación hace 40 minutos…
MAR: Uhhh… ¡Tomala ya!
YO: La dejé en casa…- Le contesté con un gesto de “soy un pelotudo”.
Inmediatamente puso cara de “no quiero que te vayas”.
Nos quedamos mirándonos unos segundos.
Le hice una mueca de costado y le toqué la pera suavemente con mi puño.
Esos gestos me salían de forma automática. Sin pensar.
Ya eran parte de mi forma de ser. Creo.
MAR: Bueno… Otro día nos vemos ¿queres?
Ay dios…
Tenía que irme ya, antes de hacer algo de lo que pudiera arrepentirme.
YO: Dale, hablamos…
Al caminar, noté en mi entrepierna, que seguía un poco encarpado por el beso.
Pero sentía una suerte de fatiga en el pecho.
No creo que porque tome una vez 1 hora tarde el medicamento, me generara un problema.
¿No?
Pero sentía presión… No quise agarrarme frente a ella, pero me dolía un poco…
Me acompañó hasta la puerta del fondo, con el control de la reja eléctrica.
Otra vez, partía de su casa. Aunque en esta oportunidad, lo hacía en términos bastante mejores.
Me disponía a subirme al auto.
MAR: Me gustó mucho que vinieras… Lastima que no te quedes a comer
YO: ¡La próxima!.- Le dije suavemente.
MAR: Cuando quieras…- Dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
No le contesté, solo le asentí con el rostro.
No quería que pensara que esto iba a ser costumbre. No era justo.
Si no me importara nada, me quedaría con Mara. La noche se prestaba.
Pero más allá de que tampoco me salía hacerlo en este momento, por obvias razones. Tampoco era tan desalmado para aprovecharme de ella.
Me incliné a saludarla.
Me dio un beso en el cachete, tocándome el labio.
“Mmmuack” hizo con su voz.
MAR: Después me gustaría contarte una cosa…
Me quedé.
YO: ¿Qué cosa?
MAR: Es una boludes, después te cuento tranqui… Andá que tenes que tomar la pastilla.
YO: ¿Seguro?
MAR: Sí, sí… Sí no te vas a dormir, te cuento por whats…
YO: Bueno, dale.-
Le sonreí como gesto de saludo, una vez más y, me subí al auto.
Ella me abrió el portón y salí, tocándole bocina.
Me dije a mí mismo “para qué carajos fuí…”.
Es cierto que la amé con locura, pero no era justo para ella que pasaran estas cosas.
Yo aun la quería, pero cada vez que la veía, sentía que una montaña de sensaciones adversas caían sobre mí.
En otras ocasiones, al verla, me daban ganas de hacerle el amor. En cualquier lado y a toda hora.
Ahora no era así.
Y no creía que estuviera bien seguir hablándole o viéndola.
Sin embargo, tampoco podía cortarla de raíz. Algo no me dejaba hacerlo. No podía hacer algo que la hiriera.
Supongo que debe ser por todo lo que vivimos. No sé.
Y, mi miembro, parecía querer contribuir a mi problemática...
Llegué a casa con ese sinsabor feo.
Aún seguía sintiendo el sabor de su saliva en mi boca.
Por supuesto que no me disgustaba, pero cada vez que la tenía cerca, mi mente me atacaba con imágenes que quisiera olvidar.
Me tomé la pastilla y le escribí a Mara que ya había llegado.
YO: Ya llegué, perdón por irme así! Más boludo no puedo ser 🤦♂️
MAR: 😊
MAR: No importa, me hizo bien verte un ratito y hablar de algunas cosas…
YO: Me alegro…
YO: Al final ni vimos la peli jaja
MAR: No, pobre Arsenio jajaja
YO: 🤣
MAR: Jeje
MAR: Lo que te iba a contar… Espero que no te enojes 😔
¡Cierto! Me quería contar algo.
Me preguntaba qué era por tanto misterio.
YO: Sí, decime!
No tenía mucha hambre, por lo que me fui a acostar así.
Iba camino a la habitación, con el celu en la mano.
MAR: No sabía qué otra cosa hacer, ojalá no te moleste
YO: Que jaja
MAR: Franco me escribió un par de veces… Supo que nosotros…
MAR: Eso…
MAR: Y me cansé decirle que no quería hablar con él ni nada, pero como insistía, le dije que estábamos juntos nosotros...
¿Cómo?
Yo sabía que el buitre ese le andaba cerca, pero me había olvidado completamente de él.
Me quedé helado cuando leí eso.
YO: ¿Te jode?
MAR: No, ya no… Desde que le dije eso, no me habló más. ¡San solución! jeje
MAR: Te molesta?
YO: No, todo bien…
Era lógico que eso iba a pasar.
Repercusiones…
Ahora, no sé cuánto tiempo le va a durar esa mentira, pensé.
Se iba a dar cuenta en algún momento.
MAR: Bueno, gracias ☺
YO: De nada! Y comé algo, que estás flacucha jaja
MAR: Jajaja me iba a ir a dormir así 😳
YO: Yo igual! Pero no estés sin comer…
MAR: Con el beso que me diste, ya me alcanza por hoy 🤗
Uff…
Me quedé mirando el teléfono con cara de “lo sabía”.
Falsas ilusiones… Nunca hubiera querido que eso creyera.
Reconozco que me gustó su beso. Pero si dijera que pensaba en una posible reconciliación, a futuro, sería un mentiroso serial.
Me quedé quieto. Pensando en qué responderle.
Pero ella me ganó de mano.
MAR: Perdón, no me des bola. Re cuakk jaja
YO: Jaja
YO: Si te molesta el boludo ese, avisame!
Me salió ponerle eso.
Para que al menos no lo sintiera como un rechazo.
MAR: No creo pero bueno, dale!
MAR: Gracias ❤
YO: De nada!
YO: Hablamos, besos!
MAR: Besitos, te quiero!
MAR: 😘😘
Otra vez ese pinchazito…
¿Qué me pasaba?
Me venía recuperando bien…
“Yo igual” le contesté y dejé de escribirle.
Espero que no haya ningún problema más para mí. Que no se me haya complicado la situación con el tratamiento.
Pero ese día varias veces, había tenido esa sensación de dolor… Es una mierda…
Pelotudee un rato con el teléfono, más que nada viendo videos.
No sabía qué pensar de esa noche, la verdad. Era un caos mi vida y no sabía para donde salir.
Creo que me quedé dormido en algún momento.
A la madrugada me desperté, con todo prendido.
Ya no sentía esa sensación de fatiga en el pecho.
Fui al baño, tomé agua y piqué algo.
El bajón en algún momento vuelve, je.
Estaba apoyado en la mesada comiendo una mila de pollo fría, cuando vi que en facebook, tenía una solicitud de amistad.
Admito que lo primero que pensé fue “¿Sabrina?”.
Aunque me resultaba imposible. ¿Por qué lo haría?
Pero no era ella.
Se trataba de “Sofía Machado” una ex compañera de la secundaria.
Me sorprendí bastante.
Sobre todo porque la solicitud de amistad, la había mandado cerca de la medianoche.
Recuerdo que era una chica muy pero muy linda.
En ese momento, todos los ojos apuntaban a Mara, pero ella era hermosa también.
Rubia casi transparente, de ojos azules. Pero azules, posta.
Hacía mil años que no hablaba con ella. Es más, dudaba si la última vez había sido en nuestra fiesta de egresados, je.
La acepté y entré a su perfil para ver qué onda su vida.
Casi que había desaparecido luego de la graduación.
No tenía demasiada actividad. Al parecer, no era muy fan de las redes.
Pero había muchas fotos.
Una en particular llamó mi atención.
Estaba en bikini, en la playa.
Era una de color verde, diminuta.
No me acordaba que fuera tan alta…
El cabello rubio, medio rizado, era tan largo como el de Mara. Tal vez un poco menos, pero bien extenso.
Y su cuerpo parejito.
Casi como Lorena, tal vez.
Hermosa, la verdad…
Sin dudas que el paso de los años, fue mejor para ella.
También me di cuenta que tenía en face a muy pocos ex compañeros.
Tres, contándome.
Sentí que alguien venía.
Era mi hermano, Mike.
MIK: Eras vos la rata que escuchaba…
YO: Miralo, pendejo… Más respeto que soy el mayor. ¡Te voy a dar un bife!
MIK: No le pegas a nadie, salame…
Me hizo reir.
Que pendejo de mierda…
YO: ¿Pintó el hambre?
MIK: Mal jaja ¿quedó algo o te morfaste todo?
YO: Sí, hay…
Iba a abrir la heladera.
YO: ¿A dónde vas?
MIK: Correte, plaga…
YO: Pedime permiso, perra jaja
Empezamos a forcejear. Claramente en joda.
YO: No, sabes que no…-
No lo dejaba pasar.
MIK: La concha de tu hermana…- Se rió.
El muy hijo de puta, viendo que no podía pasar, me sacó el pedazo de milanesa que tenía en la mano.
YO: Eh, ¿qué haces? jaja
MIK: ¡Te re cabió la milanesa, por gil!.- Y se fue caminando para su pieza, haciendo caras como Maywheater.
Era demasiado gracioso como para enojarme.
Me lavé las manos y me dirigí a la habitación.
Cuando sentí el verdadero terror.
Mirando el celular, noté que sin querer le había puesto “me gusta” a la foto de Sofía.
No podía ser más idiota.
Fue en el forcejeo, seguro.
¿Y ahora?
Era solo un like. ¿Pero ni bien me agrega?
Quedaba como el orto.
Ya fue, lo saco, me dije.
Y lo hice.
Antes de seguir haciendo cagadas, me fui a dormir.
Días…
Pasaron unos cuántos, en los que estuve concentrado en recuperarme.
Entrené bastante, fui a consulta con el médico y trabajé desde casa.
Pero lo más relevante, quizá, fue que me llamó la señora que alquilaba el chalet que me había gustado.
No sé si fue casualidad de la vida o que, terminó siendo conocida de mi abuela.
“Qué pequeño es el mundo” pensé en ese momento.
Se conocían del club de jubilados…
Bueno, me habló un poco de la casa y me contó que los próximos tres meses iba a ir a pasarlos a su casa de la costa, con sus nietos.
Pero como la casa estaba desocupada, me ofreció algo imposible de rechazar.
Por supuesto, que me ayudó el hecho de ser nieto de mi abuela...
De lo contrario, no hubiera sido posible. Pero me propuso entrar sin depósito, solo abonando los meses que esté viviendo ahí y si me gustaba, cuando ella volvía, hacíamos un contrato.
Me pareció una idea genial.
Excelente, diría.
Lo que había visto en las fotos, me había encantado.
Hablamos un buen rato y quedamos en que ese día a la tarde, la iba a ir a ver.
El alquiler era bastante accesible y no necesitaba amueblarla. Al menos no demasiado.
Creo que era un buen momento para mudarme solo.
Recuerdo que estuve muy ansioso hasta que se hizo la hora.
Le conté a mi a vieja y se quedó asombrada con la posibilidad de que me fuera.
O sea, se puso contenta, pero se quedó.
Si bien, prácticamente me la pasaba con Mara, nunca “me mudé” completamente.
Antes de salir, vi que en el teléfono, tenía un mensaje de ella.
“Hola 😊”
Habían pasado unos días y yo no le había vuelto a escribir.
Sí había pensado en lo que pasó en su casa.
¿Cómo no hacerlo?
Pero no le hablé..
YO: Hola!
YO: Cómo estás??
Mientras tanto, me cambiaba para salir.
Quería darle una buena impresión a la Sra.
MAR: Bien, en casa y vos?
YO: Justo salía jaja
MAR: Ah, bueno! No hay problema 😊
YO: No pasa nada jaja
YO: Voy a ver un depto para alquilar 😀
MAR: Posta?
YO: Sí sí, en realidad un chalecito, chiquito.
YO: Ya es hora de que tenga mi espacio.
Tardó un poco en responder.
Muchas veces habíamos buscado departamentos para alquilar juntos.
Era una de nuestras metas en un momento.
Ahora estábamos separados y yo buscaba uno para mí.
Una vez, estuvimos a punto de hacerlo, pero los tíos nos convencieron de que viviéramos ahí, ya que ellos no estaban casi nunca y consideraban una picardía que pagaramos un alquiler.
MAR: Qué bueno! Me alegro mucho!
Mi inconsciente me volvió a traicionar.
Una vez más.
YO: Me queres acompañar a verlo?
¿Para qué le dije eso?
¿Por qué hacía esas estupideces? Parecía idiota…
Ya era tarde para arrepentirme.
MAR: Te gustaría que te acompañe?
Ahora tenía que restarle importancia.
YO: Sí, si estás al pedo vamos…
MAR: Estoy re chiruza jajjaj
YO: Justo vos? No te creo…
MAR: 😊
MAR: En 5 estoy
El mundo conspiraba para que todo lo que le dijera, fuera lindo. Para que pareciera que siempre la tenía en cuenta.
Me prometí a mí mismo no generar ningún tipo de situación esta vez.
Ambos nos teníamos que acostumbrar a esta nueva etapa. No venía mal.
Esperé unos minutos para darle tiempo a que se cambie.
Me calcé mi campera de cuero negra y salí para allá.
Estaba tan emocionado por lo de la casa, que ni pensaba en otra cosa.
Vivíamos muy cerca, así que le avisé que salía para su casa y al toque iba a llegar.
Cuando llegué, ya estaba en la puerta, del lado de adentro, esperando.
Menos mal que estaba chiruza…
Tenía un jean celeste desgastado, pinzado en la cintura, sin cinturón. Una remerita ajustada blanca, que hacían ver sus grandes tetas y una camperita de cuero, así como yo.
Muy linda se había puesto. Sencilla, pero linda.
El pelo, tan liso como si hubiera pasado días planchandolo.
Me quedé mirándola hasta que subió, obvio.
Me trabé cuando la saludé.
Siempre tan coqueta…
“Hola” dijo muy risueña.
Admito que me deslumbró. Sí.
Pero enseguida volví a la realidad.
“Hola, qué linda estás” le dije como cortesía más que nada.
MAR: Gracias… Vos también…
Ya me había puesto nervioso.
Era complicado mantener la cordura y la postura con una chica como ella.
En verdad. Te hacía temblar las piernas su figura tan imponente. Tan bella.
Y me hizo acordar a una de las primeras veces que había salido con ella. Que la fui a buscar a lo de una amiga de ella en Capital...
Arrancamos.
Yo no decía una palabra.
MAR: ¿Le hiciste algo al interior?.- Me preguntó sorprendida por lo reluciente y renovado que lucía el auto.
YO: Jaja ¡yo no! Lo estuvo usando Mike…
MAR: Parece bueno… Bien Michael jaja
YO: De alguna forma tiene que pagar usar la nave jaja
Siempre la jodía con el auto.
Por supuesto que no se comparaba con uno nuevo o de otra gama.
Pero el Fiat es historia, cultura… Y ella siempre lo había visto así. Sobre todo por nuestro abuelo.
Cariñosamente le decía “la máquina” ella, en honor a él, que tuvo un Fiat Duna SCL, blanco, del año 1993, al que llamaba así y que era portador de miles de anécdotas en nuestra familia.
Cómo se lo extrañaba al viejo… Y más en una época como ésta, tan triste para mí.
En fin, hablando sobre él, llegamos a la casa de la Sra. Elba, la propietaria.
MAR: ¿Esa es? Se preguntó sorprendida.
Hasta el momento no me dijo nada de los planes que en su momento habíamos tenido.
YO: Sí, parece más grande que en la foto…
Tenía reja corrediza en un costado para entrar un auto.
El frente era enorme. Quizá por dentro no era tan profundo, digamos. Ya que de lo contrario no coincidiría con las fotos.
A primera vista, me impactó para bien.
MAR: El frente es gigante jaja
YO: Mal…
Subímos el auto a la vereda y descendimos.
No parecía tener demasiado fondo, eso sí.
Pero tampoco me interesaba demasiado.
YO: Pareciera como un quincho grande ¿no?
MAR: Jaja sí…
Ella miraba. Parecía que le había gustado también.
YO: Veremos como es por dentro pero tiene baño, cocina, living y una habitación
MAR: Parece lindo.
La sra. salió a recibirnos.
Creo que le inspiró aún más confianza verme con una chica.
Sonrió y nos hizo entrar con un saludo afectuoso.
Mara miraba todo, parecía que era ella la que se iba a mudar.
Era como yo pensaba.
La casa era de frente amplio pero no tan profundo, pero de todas maneras podía vivir dos personas y muy cómodas.
El fondo no era tan pequeño y estaba cubierto de pasto, bien verde.
Una linda parrillita decoraba una de las paredes.
Tenía todo y estaba aprovechado cada metro de espacio que poseía.
La habitación era grande. Había una cama de dos plazas, un lcd de 40 al menos,
El living no era muy espacioso, pero tenía suficiente lugar para unos sillones que podía albergar hasta unas seis o siete personas cómodamente.
El baño, bien moderno. Ducha con bañera y mamparas de vidrio. Sensiblemente más grande que el baño general de la casa de Mara.
Enseguida, ella me dio su aprobación con la mirada. Sobre todo por el precio que me había hecho la dueña.
ELB: Yo, este fin de semana me voy con los chicos… Si queres, ya te podes traer tus cosas. Se alquila así como está…
La miré a Mara que sonreía de costado.
YO: No me da muchas opciones con tremenda propuesta.- Le dije con muy buena onda.
ELB: Bueno… Estas son las llaves…
Juro que no lo podía creer.
¡Ya tenía lugar para vivir solo!
Cuando agarré las llaves, tuve una sensación de bienestar que no podía explicar.
Disfruté cada microsegundo en el que cargué el llavero.
La miré a Mara y me hizo una sonrisa.
Le alegraba por un lado, pero siento que por otro, algo pensaba.
YO: Bueno, le tengo que pagar ahora jaja
ELB: Me transferís a esta cuenta, del uno al cuatro y estamos… No te preocupes.
Muy amable la mujer.
YO: Ok, mil gracias por todo…
ELB: No, a ustedes chicos, que la disfruten…
Seguramente habrá pensado que era mi novia y que íbamos a ir a vivir juntos ahí.
Preferí no comentar nada al respecto. No esta vez, je.
Hablamos por unos minutos más y luego nos subimos al auto para irnos.
Mara tenía una mirada algo triste.
No había pensado en que ese comentario podría molestarle. Porque desde que lo oyó que estaba así.
Se me ocurrió agradecerle que me haya acompañado.
YO: Te invito a tomar un helado…- Le dije mirándola a los ojos.
Ella me la devolvió tímidamente.
MAR: Te acompañé de onda eh, no tenes que salir conmigo para pagarme…- Contestó de buena forma, pero con algo de resquemor en la voz.
YO: Bueno, no hay problema…- Le dije para no darle más entidad.
MAR: No dije que no quiera… Solo que no tenes que ser gentil conmigo, no me debes nada.
Me sorprendió su reacción aunque no haya sido de mala manera.
Quizá pensó que yo me sentía en la obligación de hacer algo por ella, dadas las circunstancias actuales.
YO: Yo no te estoy vendiendo nada… Por tu buena onda hoy, me salió decirte si querías ir a tomar algo, como amigos, nada más…
MAR: Ok… ¡Así sí, dale!.- Y sonrió de costado.
Quizá se sintió incómoda por un momento.
Cómo que yo “debía invitarla por compromiso”.
Y nada que ver. Era solo un gesto con alguien que conozco desde hace mucho tiempo.
Aclarado el malentendido, buscamos donde parar.
Había bastante lugar en una conocida heladería.
Estacionamos en la puerta y nos dispusimos a bajar.
Ya no recuerdo cuándo había sido la última vez que habíamos salido.
Esperé a que ella bajara y caminamos a la par hasta una de las mesas.
Cada tanto se me iba la mirada hacia ella.
Estaba muy linda. Posta.
Aunque trataba de no hacerlo.
Apoyé el teléfono en la mesa y agarré la carta.
Yo ya sabía cuál iba a pedir ella, solo esperaba que me lo dijera.
YO: Hace banda no veníamos…- Le dije mirando el lugar.
MAR: Sí, creo que desde antes del Covid.
YO: Es verdad… Bueno, vos copa helada de frutilla a la crema y granizado, con una cereza…
Hizo una mueca de costado.
Yo iba a pedir el de siempre, pero había un par de gustos nuevos y estaba pensando.
Luego de unos segundos, miré a Mara para preguntarle sobre uno que no tenía idea.
Tenía una cara de orto terrible..
¿Qué pasó? me pregunté.
Hacía instantes estaba bien. No al 100% de felicidad, pero nada que ver ahora.
YO: ¿Pasó algo?.- Le pregunté.
No me contestó.
Vino la chica y le dije los gustos helados que queríamos.
YO: ¡Ei!.- Le dije suavemente.
MAR: Nada… Te llegó un mensaje de face.- Expresó mirando para el costado.
Me resultó extraño.
¿Un mensaje de face?
Además, que podría ser como para que la pusiera así.
Asombrado, agarré el celular y me fijé.
Era un mensaje de Sofía.
“Hola, Johnny, tanto tiempo!! Cómo estás?? Para vos no parecen pasar los años jeje”.
Me quedé inmóvil.
La verdad que era una sorpresa que me escribiera.
Tampoco me decía nada del otro mundo. ¿O sí?
La miré a Mara y le dije:
YO: ¿Te acordas de Sofía Machado, del cole?
MAR: Sí, sé quién es…- Dijo con molestia. La cara de culo que tenía.
YO: Es ella, había desaparecido jaja. Me agregó el otro día.
MAR: Sí, veo…
Seguía con molestia.
YO: ¿Qué pasa, Mar?
MAR: Nada… Tenes razón, no me incumbe lo que hagas. A veces se me olvida que ya no estamos juntos.
Ya la cosa empezaba a ponerse incómoda, otra vez.
YO: Todo bien…
MAR: Es linda… Está bien.
YO: Solo me agregó al face, nada más…
Algo le molestaba.
Era demasiado raro que se enojara porque una ex compañera me habló.
MAR: Estas requerido últimamente jaja
Que raro que se sentía todo.
No me esperaba justo de ella, una escena de celos.
Cualquiera diría que sería yo el celoso, con una chica tan exuberante como Mara.
Desde que nos habíamos sentado, varios de los que habían pasado caminando la habían mirado.
YO: Nada que ver… Además, te acordas como era Sofía… Más anti jaja.
Me iba a decir algo pero se calló.
Lo noté en su cara.
YO: ¿Qué?
MAR: Nada…- Expresó mirando al costado.
Algo ocultaba.
YO: Decime… ¿qué pasa?
MAR: No me tengo que meter en tu vida. Ya está, no es nada.
YO: No te estás metiendo, te estoy preguntando yo… ¿Qué pasa?
MAR: Ella siempre le gustaste vos… ¿No lo sabías?
Abrí los ojos como un sapo.
¿Cómo? ¿Sofía?
YO: Estas loca, vos… jaja
MAR: ¡Posta! ¿Por qué te mentiría?.- Pareció decir con mucha credibilidad en su rostro.
YO: Jaja ¿Y cómo sabes eso? A ver…
Trajeron los helados.
Le agradecimos a la chica y aguardé su respuesta.
No podía ser cierto eso. Seguro estaba molesta o celosa.
Era muy raro.
MAR: Porque ella nos lo dijo hace años…
Me quedé duro.
YO: ¿Cómo?
MAR: Sí… Ella nos dijo que le gustabas, en la secu
YO: Nunca me lo dijo… Ni vos tampoco a mí.
MAR: Vos tenías noviecita ya o no sé qué era… No te lo iba a decir y me pidió a mí y a las chicas que no te lo dijéramos.
Mierda.
Qué revelación…
YO: Tampoco me lo dijiste después… Con los años…
MAR: La verdad que no lo tenía en mente. Fue hace mil, que se yo.
¡Qué sorpresa!
Yo andaba con una chica en ese momento.
Pero si hubiera sabido que a Sofía le gustaba…
Igualmente, me sorprendía que estuviera celosa de una persona que no veía hace años y no de con quién estuve y que fue parte de todo el quilombo.
Bueno, podría estarlo también.
Pero cualquier otra persona, no debería significar nada al lado de lo que pasó con Sabrina.
La notaba incómoda a Mara.
Me hacía caras como si quisiera decirme mil cosas, pero no lo hacía.
No fue una salida demasiado agradable.
Terminamos los helados cambiando de tema y qué sé yo, pero era evidente la incomodidad.
En el camino de vuelta casi que no abrió la boca.
Yo le hablé algunas veces, pero la notaba ofuscada y prefería no insistirle más.
Me agradeció por el helado, eso sí.
Pero fue lo único que hizo en todo el viaje.
Definitivamente no iba a ser posible una relación así con ella. Claramente las cosas no iban a funcionar de esa forma.
Me saludó bien, pero sus iris decían otra cosa. La conocía.
“Gracias por el helado y felicidades por el depto” me dijo al bajar.
Me quedé con una sensación amarga.
No podía volver a salir con ella, era obvio.
Fue ahí que supe que no lo volvería a hacer…
No era bueno para ninguno de los dos. Y eso, en el fondo, me dejaba muy triste.
Esperé a que entrara.
Me generó cierta pena ver como su imagen desaparecía de mi vista.
Ese bombón, esa increíble persona había sido alguna vez, la mujer más importante de mi vida.
Qué final trágico que había tenido todo. Sin lugar a dudas que sí.
Me fui mal. Muy molesto.
Cuando llegué a casa estuve un buen rato maquinando.
Recién en el momento en que llegó mi vieja pude distraerme un rato.
Ni ganas de contestarle a Sofía me dió.
Al oír que mi vieja había entrado, bajé a contarle la noticia.
Lo tomó bastante bien.
Sobre todo, teniendo en cuenta que dos de mis otros hermanos, seguirían viviendo allí, sin ánimos de irse a corto plazo.
Me hizo unos mates y conversamos un rato.
Más que nada de lo que me había pasado.
Lo único que le preocupaba de que me fuera, era que me pase algo estando solo.
Yo no creía que pudiera ocurrirme algo más. Era imposible…
Los estudios venían dando bien y me sentía cada vez mejor.
También me preguntó sobre Mara, pero preferí no hablar de eso.
Luego llegaron mis hermanos y los invité a unas pizzas, para festejar, je.
En fin, me olvidé por un rato de lo que había ocurrido.
Luego sí, le contesté a Sofía.
“Cómo andas, Sofi?
Sí, pasó una banda!!
Para vos tampoco pasó el tiempo jeje”.
Posta que la última frase no la puse para tirarle onda.
Simplemente, se lo escribí.
Me puse a ver la tele y se fue haciendo tarde. El sueño comenzaba a ganar terreno en mi cuerpo.
Aunque cerca de la medianoche, cuando estaba por caer rendido, Mara me escribió otra vez.
No me molestaba que lo hiciera, pero me jodía no poder hacer nada para que todo fuera como antes.
Ya al abrir el mensaje podía sentir la amargura que invocaba.
“Te extraño 😔” decía.
No me gustaba eso.
Primero por ella y, segundo, por mí.
Algo dentro de mí, se rompía.
La cuestión estaba en que no podía hablarle normal, decirle cosas lindas, hacerla reír como siempre.
Y si eso no pasaba. Ella no se iba a sentir mejor.
YO: 😊
YO: Que haces
Me salió escribirle así.
MAR: Nada, pensaba en vos… Te extraño mucho…
MAR: Perdón si te jode que te lo diga, pero no aguanto más esta situación.
Estaba más triste de lo que creía.
No dejaba de maldecir la hora en que decidimos corrernos de nuestro camino.
YO: Yo también pensé en vos hoy…
MAR: Sí?
YO: Sí… Siempre pienso en todo.
MAR: Yo no pienso en todo… Lo único que me mata es estar sin vos 😔
Me dolía mucho todo.
YO: Esto ya lo hablamos, Mar… Para mi también es difícil
MAR: Veo que estás haciendo tu vida, más o menos normal…
MAR: Yo desde que me levanto hasta que me acuesto, no dejo de extrañarte…
MAR: A tus besos, tus mimos, tus mensajes…
Qué miseria.
No podía seguir esto así.
¿Qué le contestaba?
¿Qué le ponía sin mentirle? ¿Sin engañarla?
YO: Te pensas que para mi es sencillo verte y no querer hacer lo mismo?
YO: Crees que para mi es fácil? Que no me dieron ganas de abrazarte y besarte cuando el otro día estaba en tu casa?
MAR: Te daban ganas de besarme? 😳
YO: Sí, en el fondo y, a pesar de todo lo que pasó, por un momento estuve a punto de hacerlo, antes de que me lo pidieras…
YO: Pero no puedo sacarme de la cabeza esas imágenes tuyas, en la ducha, en el piso, contra la pared… No puedo.
YO: Y cada vez que lo hago, me dan ganas de alejarme de vos.
MAR: Sacate todo lo que tengas adentro…
YO: No funciona de esa manera, Mar…
YO: Hoy, cuando te pasé a buscar, me acordé de aquella vez que te fui a buscar a CABA a lo de tu amiga.
YO: Estabas vestida igual casi
MAR: Cuando fuimos a la feria?
YO: Sí… ¿y crees que no me pasa nada con eso?
MAR: Ojalá pudiera borrar todas esas cosas malas de tu mente
YO: Pero no se puede… Y no puedo ser yo mismo, con vos, cuando las recuerdo.
YO: Lo lamento mucho, enserio, pero no puedo
MAR: Entonces?
YO: No tendríamos que hablar ni vernos más… No me gusta verte mal
Cuando terminé de escribir eso, volví a sentir una fatiga en el pecho.
Me era recurrente últimamente.
MAR: No me digas eso
YO: Es que no veo otra solución… Por más que haya pasado lo que pasó, me rompe en dos verte con esa tristeza de mierda y siento que contribuyo a seguir destruyendote
MAR: 😔
YO: Ojalá fuera diferente, de verdad te lo digo
MAR: Tenes razón…
MAR: Y perdón por todo
MAR: Te amo
Una sensación de ira me invadió el sistema.
Agarré el celular y lo revoleé contra la pared.
Se abrió en varios pedazos.
Sentía unas ganas terribles de gritar con toda mi fuerza hasta desmayarme. Caí de rodillas al piso…
¿Por qué hice lo que hice?
Era feliz con lo que tenía…
Ojalá nunca hubiera pasado nada de todo eso.
Cómo me arruinó la vida…
SPOILER
SPOILER
hiphop911ok
Si no leíste "Mi prima, Mara: El camino de la tentación" no sigas adelante...
Dejo el octavo capítulo completo de la tercera parte de la historia. Siempre estará sujeto a alguna revisión final, por lo que puede que tenga algún agregado posteriormente y correcciones.
Aunque la idea principal del capítulo está ahí.
Saludos!!
PD: No voy a subir todos, eh... Sólo lo hago por la espera que se hace larga jeje
Estoy por llegar a los 40 capítulos. Me queda poco ya...
CAPÍTULO VIII
La mirada de tristeza y desazón que cargaba, me dio mucha pena.
No era lástima. Por supuesto que no. Pero me llegó.
Creo que por un momento, hice a un lado la bronca que tenía porque me impactó verla así.
No me salió otra cosa que abrazarla.
No eran necesarias las palabras.
Claro que dejó que lo hiciera y me apretó fuerte con sus brazos.
Percibí un suspiro enorme de su parte. Sentí como que no quería despegarse.
YO: ¡Tranqui!.- Le dije mientras la acogía.
Sentía el peso de todo su cuerpo sobre el mío. El aroma tan característico de su pelo, también.
Su respiración parecía algo compungida. Como cuando moqueas.
Y a pesar de tener unos pechos importantes, podía sentir el latido acelerado de su corazón.
MAR: Me gustaría que te enamores de mí otra vez.- Expresó con la cabeza apoyada en mi hombro.
Cada cosa que decía, me hacía sentir como el culo.
Era obvio que podía pasar algo así.
¿Quién me manda? Dios…
No sabía qué decirle.
Probablemente, si nuestra pelea hubiera sido por cualquier otro motivo, ahora estaríamos revolcándonos en una cama o sillón o en cualquier lado, navegando en un mar de reconciliación.
Pero no era el caso.
Y si bien por momentos, sentía ganas de abrazarla y contenerla, enseguida me venían recuerdos de esa fatídica noche.
YO: Creo que me tendría que ir, Mar, ya…- Le dije tranquilo.
Me miró con esos ojos verdes.
Tenían una profundidad tan enorme como el océano atlántico.
Sus labios le temblaban, como cuando haces fuerza para contener algo que está a punto de salir.
Me doblaba en dos…
YO: Un rostro tan lindo como el tuyo no merece estar así…- Le dije apretándole la nariz con la mano.
Siempre le hacía eso. O pellizcarle los pómulos.
Se rió algo emocionada.
Aunque no sé si lo que le decía servía demasiado.
Yo hacía lo que me salía. No sé si por la costumbre o por qué otra cosa.
Pero no terminaba de ser tan tajante con ella.
Y luego dijo algo que me hizo sentir un pinchazo en el pecho.
MAR: ¿Me darías un beso?.- Exclamó con mucha tristeza en los ojos y provocándome dolor al respirar.
Estaba colorada, no sé si por las lágrimas que se le salieron o por el calor del momento.
Tragué saliva.
YO: No funciona así, Mar.- Le dije tratando de ser amable.
MAR: Solo uno… No te das una idea de lo que... te extraño…- Dijo casi a punto de llorar.
Yo la miraba. En verdad no sabía qué hacer.
Claramente no sentía ese deseo atroz que tiempo atrás tenía para con ella.
Pero algo en el fondo, muy adentro mío, dudaba. Y me odiaba por eso.
Tampoco quería generarle falsas expectativas.
YO: No quiero que te…- Me interrumpió. Iba a decirle que no quería que se confundiera.
MAR: No me digas nada… Solo quiero eso…- Y se acercó a mí, mirando para abajo.
Podía notar la tensión en los músculos de su cara.
Era ella, Mara.
No sé qué fue lo que me impulsó a hacerlo, pero decidí complacerla.
Con mi mano derecha la tomé del rostro y la traje hacia mí.
Lo hice lentamente.
De forma casi inmediata, ella me abrazó.
No fue un beso de pasión o de lujuria.
Se prendió a mi boca con mucha ternura.
Traté de no pensar en nada. Simplemente, cerré los ojos.
Cuando su boca se acopló con la mía, sentí cierta nostalgia.
Sus gomas se apretaron contra mi pecho y me dejaron sentir lo rápido que latía su corazón.
Ella cerró sus ojos y me besó con todo lo que tenía.
Nadie en la faz de la tierra podría decir que no le guste un beso de una chica como Mara. Jamás.
Su respiración estaba más agitada que nunca.
Me mandó lengua hasta la faringe.
“Oomm mm chuik”, se oía.
Otra vez, nos estábamos besando.
Suspiraba como la primera vez que lo hicimos.
Abrí los ojos por un momento, y observé como los suyos, cerrados, dejaban escapar alguna que otra gota.
Estaba mal lo que estaba haciendo. Muy mal.
Pero como muchas veces, no sabía qué más hacer.
No sé si fue el momento o qué, pero sentí, en mi zona baja una clase de excitación.
Después de todo, Mara es un bombón. Y a cualquiera se le pararía si estuviera en mi lugar.
Estuvimos como medio minuto así.
Cuando otra vez, flashes de esa noche invadieron mi cabeza.
Ella contra la puerta de la ducha o en el piso, calzándose la verga de Franco a cable pelado.
Era una tortura interminable.
Dejé de besarla.
No podía seguir haciéndolo.
Me desprendí de ella.
YO: No puedo, perdoname…
Ella se apoyó en mí, respirando fuerte.
Tenía todo el sabor de su boca impregnado en mí.
MAR: Está bien, lo necesitaba... demasiado…
Yo no quería ser cortante con ella. Al menos no siendo alevoso.
Pero algo no me dejaba. No podía hacerla sentir mal a propósito.
No entiendo qué era lo que me pasaba.
Quizá otra persona, en mis zapatos, sería más hiriente, desalmado. Pero a mí no me pasaba eso con ella, a pesar de todo. Quería huir.
MAR: Me gustó mucho… Nadie en toda mi vida me besó como vos…- Dijo con ojitos de perro mojado.
Estaba muy linda, la verdad.
No sé qué pasaría si me quedara más tiempo.
Ni quisiera averiguarlo.
Aunque cada vez que rememoro esa noche de mierda, todo se desmorona.
YO: A mí también… Lo sabes…- Le dije como pude.
Me sonrió.
Cuando en ese momento, recordé que no me había traído la medicación.
YO: ¡Uh, qué boludo!.-
MAR: ¿Qué pasó?.- Me preguntó extrañada. Ya no me abrazaba pero tenía una mano en mi cintura.
YO: Tenía que tomar la medicación hace 40 minutos…
MAR: Uhhh… ¡Tomala ya!
YO: La dejé en casa…- Le contesté con un gesto de “soy un pelotudo”.
Inmediatamente puso cara de “no quiero que te vayas”.
Nos quedamos mirándonos unos segundos.
Le hice una mueca de costado y le toqué la pera suavemente con mi puño.
Esos gestos me salían de forma automática. Sin pensar.
Ya eran parte de mi forma de ser. Creo.
MAR: Bueno… Otro día nos vemos ¿queres?
Ay dios…
Tenía que irme ya, antes de hacer algo de lo que pudiera arrepentirme.
YO: Dale, hablamos…
Al caminar, noté en mi entrepierna, que seguía un poco encarpado por el beso.
Pero sentía una suerte de fatiga en el pecho.
No creo que porque tome una vez 1 hora tarde el medicamento, me generara un problema.
¿No?
Pero sentía presión… No quise agarrarme frente a ella, pero me dolía un poco…
Me acompañó hasta la puerta del fondo, con el control de la reja eléctrica.
Otra vez, partía de su casa. Aunque en esta oportunidad, lo hacía en términos bastante mejores.
Me disponía a subirme al auto.
MAR: Me gustó mucho que vinieras… Lastima que no te quedes a comer
YO: ¡La próxima!.- Le dije suavemente.
MAR: Cuando quieras…- Dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
No le contesté, solo le asentí con el rostro.
No quería que pensara que esto iba a ser costumbre. No era justo.
Si no me importara nada, me quedaría con Mara. La noche se prestaba.
Pero más allá de que tampoco me salía hacerlo en este momento, por obvias razones. Tampoco era tan desalmado para aprovecharme de ella.
Me incliné a saludarla.
Me dio un beso en el cachete, tocándome el labio.
“Mmmuack” hizo con su voz.
MAR: Después me gustaría contarte una cosa…
Me quedé.
YO: ¿Qué cosa?
MAR: Es una boludes, después te cuento tranqui… Andá que tenes que tomar la pastilla.
YO: ¿Seguro?
MAR: Sí, sí… Sí no te vas a dormir, te cuento por whats…
YO: Bueno, dale.-
Le sonreí como gesto de saludo, una vez más y, me subí al auto.
Ella me abrió el portón y salí, tocándole bocina.
Me dije a mí mismo “para qué carajos fuí…”.
Es cierto que la amé con locura, pero no era justo para ella que pasaran estas cosas.
Yo aun la quería, pero cada vez que la veía, sentía que una montaña de sensaciones adversas caían sobre mí.
En otras ocasiones, al verla, me daban ganas de hacerle el amor. En cualquier lado y a toda hora.
Ahora no era así.
Y no creía que estuviera bien seguir hablándole o viéndola.
Sin embargo, tampoco podía cortarla de raíz. Algo no me dejaba hacerlo. No podía hacer algo que la hiriera.
Supongo que debe ser por todo lo que vivimos. No sé.
Y, mi miembro, parecía querer contribuir a mi problemática...
Llegué a casa con ese sinsabor feo.
Aún seguía sintiendo el sabor de su saliva en mi boca.
Por supuesto que no me disgustaba, pero cada vez que la tenía cerca, mi mente me atacaba con imágenes que quisiera olvidar.
Me tomé la pastilla y le escribí a Mara que ya había llegado.
YO: Ya llegué, perdón por irme así! Más boludo no puedo ser 🤦♂️
MAR: 😊
MAR: No importa, me hizo bien verte un ratito y hablar de algunas cosas…
YO: Me alegro…
YO: Al final ni vimos la peli jaja
MAR: No, pobre Arsenio jajaja
YO: 🤣
MAR: Jeje
MAR: Lo que te iba a contar… Espero que no te enojes 😔
¡Cierto! Me quería contar algo.
Me preguntaba qué era por tanto misterio.
YO: Sí, decime!
No tenía mucha hambre, por lo que me fui a acostar así.
Iba camino a la habitación, con el celu en la mano.
MAR: No sabía qué otra cosa hacer, ojalá no te moleste
YO: Que jaja
MAR: Franco me escribió un par de veces… Supo que nosotros…
MAR: Eso…
MAR: Y me cansé decirle que no quería hablar con él ni nada, pero como insistía, le dije que estábamos juntos nosotros...
¿Cómo?
Yo sabía que el buitre ese le andaba cerca, pero me había olvidado completamente de él.
Me quedé helado cuando leí eso.
YO: ¿Te jode?
MAR: No, ya no… Desde que le dije eso, no me habló más. ¡San solución! jeje
MAR: Te molesta?
YO: No, todo bien…
Era lógico que eso iba a pasar.
Repercusiones…
Ahora, no sé cuánto tiempo le va a durar esa mentira, pensé.
Se iba a dar cuenta en algún momento.
MAR: Bueno, gracias ☺
YO: De nada! Y comé algo, que estás flacucha jaja
MAR: Jajaja me iba a ir a dormir así 😳
YO: Yo igual! Pero no estés sin comer…
MAR: Con el beso que me diste, ya me alcanza por hoy 🤗
Uff…
Me quedé mirando el teléfono con cara de “lo sabía”.
Falsas ilusiones… Nunca hubiera querido que eso creyera.
Reconozco que me gustó su beso. Pero si dijera que pensaba en una posible reconciliación, a futuro, sería un mentiroso serial.
Me quedé quieto. Pensando en qué responderle.
Pero ella me ganó de mano.
MAR: Perdón, no me des bola. Re cuakk jaja
YO: Jaja
YO: Si te molesta el boludo ese, avisame!
Me salió ponerle eso.
Para que al menos no lo sintiera como un rechazo.
MAR: No creo pero bueno, dale!
MAR: Gracias ❤
YO: De nada!
YO: Hablamos, besos!
MAR: Besitos, te quiero!
MAR: 😘😘
Otra vez ese pinchazito…
¿Qué me pasaba?
Me venía recuperando bien…
“Yo igual” le contesté y dejé de escribirle.
Espero que no haya ningún problema más para mí. Que no se me haya complicado la situación con el tratamiento.
Pero ese día varias veces, había tenido esa sensación de dolor… Es una mierda…
Pelotudee un rato con el teléfono, más que nada viendo videos.
No sabía qué pensar de esa noche, la verdad. Era un caos mi vida y no sabía para donde salir.
Creo que me quedé dormido en algún momento.
A la madrugada me desperté, con todo prendido.
Ya no sentía esa sensación de fatiga en el pecho.
Fui al baño, tomé agua y piqué algo.
El bajón en algún momento vuelve, je.
Estaba apoyado en la mesada comiendo una mila de pollo fría, cuando vi que en facebook, tenía una solicitud de amistad.
Admito que lo primero que pensé fue “¿Sabrina?”.
Aunque me resultaba imposible. ¿Por qué lo haría?
Pero no era ella.
Se trataba de “Sofía Machado” una ex compañera de la secundaria.
Me sorprendí bastante.
Sobre todo porque la solicitud de amistad, la había mandado cerca de la medianoche.
Recuerdo que era una chica muy pero muy linda.
En ese momento, todos los ojos apuntaban a Mara, pero ella era hermosa también.
Rubia casi transparente, de ojos azules. Pero azules, posta.
Hacía mil años que no hablaba con ella. Es más, dudaba si la última vez había sido en nuestra fiesta de egresados, je.
La acepté y entré a su perfil para ver qué onda su vida.
Casi que había desaparecido luego de la graduación.
No tenía demasiada actividad. Al parecer, no era muy fan de las redes.
Pero había muchas fotos.
Una en particular llamó mi atención.
Estaba en bikini, en la playa.
Era una de color verde, diminuta.
No me acordaba que fuera tan alta…
El cabello rubio, medio rizado, era tan largo como el de Mara. Tal vez un poco menos, pero bien extenso.
Y su cuerpo parejito.
Casi como Lorena, tal vez.
Hermosa, la verdad…
Sin dudas que el paso de los años, fue mejor para ella.
También me di cuenta que tenía en face a muy pocos ex compañeros.
Tres, contándome.
Sentí que alguien venía.
Era mi hermano, Mike.
MIK: Eras vos la rata que escuchaba…
YO: Miralo, pendejo… Más respeto que soy el mayor. ¡Te voy a dar un bife!
MIK: No le pegas a nadie, salame…
Me hizo reir.
Que pendejo de mierda…
YO: ¿Pintó el hambre?
MIK: Mal jaja ¿quedó algo o te morfaste todo?
YO: Sí, hay…
Iba a abrir la heladera.
YO: ¿A dónde vas?
MIK: Correte, plaga…
YO: Pedime permiso, perra jaja
Empezamos a forcejear. Claramente en joda.
YO: No, sabes que no…-
No lo dejaba pasar.
MIK: La concha de tu hermana…- Se rió.
El muy hijo de puta, viendo que no podía pasar, me sacó el pedazo de milanesa que tenía en la mano.
YO: Eh, ¿qué haces? jaja
MIK: ¡Te re cabió la milanesa, por gil!.- Y se fue caminando para su pieza, haciendo caras como Maywheater.
Era demasiado gracioso como para enojarme.
Me lavé las manos y me dirigí a la habitación.
Cuando sentí el verdadero terror.
Mirando el celular, noté que sin querer le había puesto “me gusta” a la foto de Sofía.
No podía ser más idiota.
Fue en el forcejeo, seguro.
¿Y ahora?
Era solo un like. ¿Pero ni bien me agrega?
Quedaba como el orto.
Ya fue, lo saco, me dije.
Y lo hice.
Antes de seguir haciendo cagadas, me fui a dormir.
Días…
Pasaron unos cuántos, en los que estuve concentrado en recuperarme.
Entrené bastante, fui a consulta con el médico y trabajé desde casa.
Pero lo más relevante, quizá, fue que me llamó la señora que alquilaba el chalet que me había gustado.
No sé si fue casualidad de la vida o que, terminó siendo conocida de mi abuela.
“Qué pequeño es el mundo” pensé en ese momento.
Se conocían del club de jubilados…
Bueno, me habló un poco de la casa y me contó que los próximos tres meses iba a ir a pasarlos a su casa de la costa, con sus nietos.
Pero como la casa estaba desocupada, me ofreció algo imposible de rechazar.
Por supuesto, que me ayudó el hecho de ser nieto de mi abuela...
De lo contrario, no hubiera sido posible. Pero me propuso entrar sin depósito, solo abonando los meses que esté viviendo ahí y si me gustaba, cuando ella volvía, hacíamos un contrato.
Me pareció una idea genial.
Excelente, diría.
Lo que había visto en las fotos, me había encantado.
Hablamos un buen rato y quedamos en que ese día a la tarde, la iba a ir a ver.
El alquiler era bastante accesible y no necesitaba amueblarla. Al menos no demasiado.
Creo que era un buen momento para mudarme solo.
Recuerdo que estuve muy ansioso hasta que se hizo la hora.
Le conté a mi a vieja y se quedó asombrada con la posibilidad de que me fuera.
O sea, se puso contenta, pero se quedó.
Si bien, prácticamente me la pasaba con Mara, nunca “me mudé” completamente.
Antes de salir, vi que en el teléfono, tenía un mensaje de ella.
“Hola 😊”
Habían pasado unos días y yo no le había vuelto a escribir.
Sí había pensado en lo que pasó en su casa.
¿Cómo no hacerlo?
Pero no le hablé..
YO: Hola!
YO: Cómo estás??
Mientras tanto, me cambiaba para salir.
Quería darle una buena impresión a la Sra.
MAR: Bien, en casa y vos?
YO: Justo salía jaja
MAR: Ah, bueno! No hay problema 😊
YO: No pasa nada jaja
YO: Voy a ver un depto para alquilar 😀
MAR: Posta?
YO: Sí sí, en realidad un chalecito, chiquito.
YO: Ya es hora de que tenga mi espacio.
Tardó un poco en responder.
Muchas veces habíamos buscado departamentos para alquilar juntos.
Era una de nuestras metas en un momento.
Ahora estábamos separados y yo buscaba uno para mí.
Una vez, estuvimos a punto de hacerlo, pero los tíos nos convencieron de que viviéramos ahí, ya que ellos no estaban casi nunca y consideraban una picardía que pagaramos un alquiler.
MAR: Qué bueno! Me alegro mucho!
Mi inconsciente me volvió a traicionar.
Una vez más.
YO: Me queres acompañar a verlo?
¿Para qué le dije eso?
¿Por qué hacía esas estupideces? Parecía idiota…
Ya era tarde para arrepentirme.
MAR: Te gustaría que te acompañe?
Ahora tenía que restarle importancia.
YO: Sí, si estás al pedo vamos…
MAR: Estoy re chiruza jajjaj
YO: Justo vos? No te creo…
MAR: 😊
MAR: En 5 estoy
El mundo conspiraba para que todo lo que le dijera, fuera lindo. Para que pareciera que siempre la tenía en cuenta.
Me prometí a mí mismo no generar ningún tipo de situación esta vez.
Ambos nos teníamos que acostumbrar a esta nueva etapa. No venía mal.
Esperé unos minutos para darle tiempo a que se cambie.
Me calcé mi campera de cuero negra y salí para allá.
Estaba tan emocionado por lo de la casa, que ni pensaba en otra cosa.
Vivíamos muy cerca, así que le avisé que salía para su casa y al toque iba a llegar.
Cuando llegué, ya estaba en la puerta, del lado de adentro, esperando.
Menos mal que estaba chiruza…
Tenía un jean celeste desgastado, pinzado en la cintura, sin cinturón. Una remerita ajustada blanca, que hacían ver sus grandes tetas y una camperita de cuero, así como yo.
Muy linda se había puesto. Sencilla, pero linda.
El pelo, tan liso como si hubiera pasado días planchandolo.
Me quedé mirándola hasta que subió, obvio.
Me trabé cuando la saludé.
Siempre tan coqueta…
“Hola” dijo muy risueña.
Admito que me deslumbró. Sí.
Pero enseguida volví a la realidad.
“Hola, qué linda estás” le dije como cortesía más que nada.
MAR: Gracias… Vos también…
Ya me había puesto nervioso.
Era complicado mantener la cordura y la postura con una chica como ella.
En verdad. Te hacía temblar las piernas su figura tan imponente. Tan bella.
Y me hizo acordar a una de las primeras veces que había salido con ella. Que la fui a buscar a lo de una amiga de ella en Capital...
Arrancamos.
Yo no decía una palabra.
MAR: ¿Le hiciste algo al interior?.- Me preguntó sorprendida por lo reluciente y renovado que lucía el auto.
YO: Jaja ¡yo no! Lo estuvo usando Mike…
MAR: Parece bueno… Bien Michael jaja
YO: De alguna forma tiene que pagar usar la nave jaja
Siempre la jodía con el auto.
Por supuesto que no se comparaba con uno nuevo o de otra gama.
Pero el Fiat es historia, cultura… Y ella siempre lo había visto así. Sobre todo por nuestro abuelo.
Cariñosamente le decía “la máquina” ella, en honor a él, que tuvo un Fiat Duna SCL, blanco, del año 1993, al que llamaba así y que era portador de miles de anécdotas en nuestra familia.
Cómo se lo extrañaba al viejo… Y más en una época como ésta, tan triste para mí.
En fin, hablando sobre él, llegamos a la casa de la Sra. Elba, la propietaria.
MAR: ¿Esa es? Se preguntó sorprendida.
Hasta el momento no me dijo nada de los planes que en su momento habíamos tenido.
YO: Sí, parece más grande que en la foto…
Tenía reja corrediza en un costado para entrar un auto.
El frente era enorme. Quizá por dentro no era tan profundo, digamos. Ya que de lo contrario no coincidiría con las fotos.
A primera vista, me impactó para bien.
MAR: El frente es gigante jaja
YO: Mal…
Subímos el auto a la vereda y descendimos.
No parecía tener demasiado fondo, eso sí.
Pero tampoco me interesaba demasiado.
YO: Pareciera como un quincho grande ¿no?
MAR: Jaja sí…
Ella miraba. Parecía que le había gustado también.
YO: Veremos como es por dentro pero tiene baño, cocina, living y una habitación
MAR: Parece lindo.
La sra. salió a recibirnos.
Creo que le inspiró aún más confianza verme con una chica.
Sonrió y nos hizo entrar con un saludo afectuoso.
Mara miraba todo, parecía que era ella la que se iba a mudar.
Era como yo pensaba.
La casa era de frente amplio pero no tan profundo, pero de todas maneras podía vivir dos personas y muy cómodas.
El fondo no era tan pequeño y estaba cubierto de pasto, bien verde.
Una linda parrillita decoraba una de las paredes.
Tenía todo y estaba aprovechado cada metro de espacio que poseía.
La habitación era grande. Había una cama de dos plazas, un lcd de 40 al menos,
El living no era muy espacioso, pero tenía suficiente lugar para unos sillones que podía albergar hasta unas seis o siete personas cómodamente.
El baño, bien moderno. Ducha con bañera y mamparas de vidrio. Sensiblemente más grande que el baño general de la casa de Mara.
Enseguida, ella me dio su aprobación con la mirada. Sobre todo por el precio que me había hecho la dueña.
ELB: Yo, este fin de semana me voy con los chicos… Si queres, ya te podes traer tus cosas. Se alquila así como está…
La miré a Mara que sonreía de costado.
YO: No me da muchas opciones con tremenda propuesta.- Le dije con muy buena onda.
ELB: Bueno… Estas son las llaves…
Juro que no lo podía creer.
¡Ya tenía lugar para vivir solo!
Cuando agarré las llaves, tuve una sensación de bienestar que no podía explicar.
Disfruté cada microsegundo en el que cargué el llavero.
La miré a Mara y me hizo una sonrisa.
Le alegraba por un lado, pero siento que por otro, algo pensaba.
YO: Bueno, le tengo que pagar ahora jaja
ELB: Me transferís a esta cuenta, del uno al cuatro y estamos… No te preocupes.
Muy amable la mujer.
YO: Ok, mil gracias por todo…
ELB: No, a ustedes chicos, que la disfruten…
Seguramente habrá pensado que era mi novia y que íbamos a ir a vivir juntos ahí.
Preferí no comentar nada al respecto. No esta vez, je.
Hablamos por unos minutos más y luego nos subimos al auto para irnos.
Mara tenía una mirada algo triste.
No había pensado en que ese comentario podría molestarle. Porque desde que lo oyó que estaba así.
Se me ocurrió agradecerle que me haya acompañado.
YO: Te invito a tomar un helado…- Le dije mirándola a los ojos.
Ella me la devolvió tímidamente.
MAR: Te acompañé de onda eh, no tenes que salir conmigo para pagarme…- Contestó de buena forma, pero con algo de resquemor en la voz.
YO: Bueno, no hay problema…- Le dije para no darle más entidad.
MAR: No dije que no quiera… Solo que no tenes que ser gentil conmigo, no me debes nada.
Me sorprendió su reacción aunque no haya sido de mala manera.
Quizá pensó que yo me sentía en la obligación de hacer algo por ella, dadas las circunstancias actuales.
YO: Yo no te estoy vendiendo nada… Por tu buena onda hoy, me salió decirte si querías ir a tomar algo, como amigos, nada más…
MAR: Ok… ¡Así sí, dale!.- Y sonrió de costado.
Quizá se sintió incómoda por un momento.
Cómo que yo “debía invitarla por compromiso”.
Y nada que ver. Era solo un gesto con alguien que conozco desde hace mucho tiempo.
Aclarado el malentendido, buscamos donde parar.
Había bastante lugar en una conocida heladería.
Estacionamos en la puerta y nos dispusimos a bajar.
Ya no recuerdo cuándo había sido la última vez que habíamos salido.
Esperé a que ella bajara y caminamos a la par hasta una de las mesas.
Cada tanto se me iba la mirada hacia ella.
Estaba muy linda. Posta.
Aunque trataba de no hacerlo.
Apoyé el teléfono en la mesa y agarré la carta.
Yo ya sabía cuál iba a pedir ella, solo esperaba que me lo dijera.
YO: Hace banda no veníamos…- Le dije mirando el lugar.
MAR: Sí, creo que desde antes del Covid.
YO: Es verdad… Bueno, vos copa helada de frutilla a la crema y granizado, con una cereza…
Hizo una mueca de costado.
Yo iba a pedir el de siempre, pero había un par de gustos nuevos y estaba pensando.
Luego de unos segundos, miré a Mara para preguntarle sobre uno que no tenía idea.
Tenía una cara de orto terrible..
¿Qué pasó? me pregunté.
Hacía instantes estaba bien. No al 100% de felicidad, pero nada que ver ahora.
YO: ¿Pasó algo?.- Le pregunté.
No me contestó.
Vino la chica y le dije los gustos helados que queríamos.
YO: ¡Ei!.- Le dije suavemente.
MAR: Nada… Te llegó un mensaje de face.- Expresó mirando para el costado.
Me resultó extraño.
¿Un mensaje de face?
Además, que podría ser como para que la pusiera así.
Asombrado, agarré el celular y me fijé.
Era un mensaje de Sofía.
“Hola, Johnny, tanto tiempo!! Cómo estás?? Para vos no parecen pasar los años jeje”.
Me quedé inmóvil.
La verdad que era una sorpresa que me escribiera.
Tampoco me decía nada del otro mundo. ¿O sí?
La miré a Mara y le dije:
YO: ¿Te acordas de Sofía Machado, del cole?
MAR: Sí, sé quién es…- Dijo con molestia. La cara de culo que tenía.
YO: Es ella, había desaparecido jaja. Me agregó el otro día.
MAR: Sí, veo…
Seguía con molestia.
YO: ¿Qué pasa, Mar?
MAR: Nada… Tenes razón, no me incumbe lo que hagas. A veces se me olvida que ya no estamos juntos.
Ya la cosa empezaba a ponerse incómoda, otra vez.
YO: Todo bien…
MAR: Es linda… Está bien.
YO: Solo me agregó al face, nada más…
Algo le molestaba.
Era demasiado raro que se enojara porque una ex compañera me habló.
MAR: Estas requerido últimamente jaja
Que raro que se sentía todo.
No me esperaba justo de ella, una escena de celos.
Cualquiera diría que sería yo el celoso, con una chica tan exuberante como Mara.
Desde que nos habíamos sentado, varios de los que habían pasado caminando la habían mirado.
YO: Nada que ver… Además, te acordas como era Sofía… Más anti jaja.
Me iba a decir algo pero se calló.
Lo noté en su cara.
YO: ¿Qué?
MAR: Nada…- Expresó mirando al costado.
Algo ocultaba.
YO: Decime… ¿qué pasa?
MAR: No me tengo que meter en tu vida. Ya está, no es nada.
YO: No te estás metiendo, te estoy preguntando yo… ¿Qué pasa?
MAR: Ella siempre le gustaste vos… ¿No lo sabías?
Abrí los ojos como un sapo.
¿Cómo? ¿Sofía?
YO: Estas loca, vos… jaja
MAR: ¡Posta! ¿Por qué te mentiría?.- Pareció decir con mucha credibilidad en su rostro.
YO: Jaja ¿Y cómo sabes eso? A ver…
Trajeron los helados.
Le agradecimos a la chica y aguardé su respuesta.
No podía ser cierto eso. Seguro estaba molesta o celosa.
Era muy raro.
MAR: Porque ella nos lo dijo hace años…
Me quedé duro.
YO: ¿Cómo?
MAR: Sí… Ella nos dijo que le gustabas, en la secu
YO: Nunca me lo dijo… Ni vos tampoco a mí.
MAR: Vos tenías noviecita ya o no sé qué era… No te lo iba a decir y me pidió a mí y a las chicas que no te lo dijéramos.
Mierda.
Qué revelación…
YO: Tampoco me lo dijiste después… Con los años…
MAR: La verdad que no lo tenía en mente. Fue hace mil, que se yo.
¡Qué sorpresa!
Yo andaba con una chica en ese momento.
Pero si hubiera sabido que a Sofía le gustaba…
Igualmente, me sorprendía que estuviera celosa de una persona que no veía hace años y no de con quién estuve y que fue parte de todo el quilombo.
Bueno, podría estarlo también.
Pero cualquier otra persona, no debería significar nada al lado de lo que pasó con Sabrina.
La notaba incómoda a Mara.
Me hacía caras como si quisiera decirme mil cosas, pero no lo hacía.
No fue una salida demasiado agradable.
Terminamos los helados cambiando de tema y qué sé yo, pero era evidente la incomodidad.
En el camino de vuelta casi que no abrió la boca.
Yo le hablé algunas veces, pero la notaba ofuscada y prefería no insistirle más.
Me agradeció por el helado, eso sí.
Pero fue lo único que hizo en todo el viaje.
Definitivamente no iba a ser posible una relación así con ella. Claramente las cosas no iban a funcionar de esa forma.
Me saludó bien, pero sus iris decían otra cosa. La conocía.
“Gracias por el helado y felicidades por el depto” me dijo al bajar.
Me quedé con una sensación amarga.
No podía volver a salir con ella, era obvio.
Fue ahí que supe que no lo volvería a hacer…
No era bueno para ninguno de los dos. Y eso, en el fondo, me dejaba muy triste.
Esperé a que entrara.
Me generó cierta pena ver como su imagen desaparecía de mi vista.
Ese bombón, esa increíble persona había sido alguna vez, la mujer más importante de mi vida.
Qué final trágico que había tenido todo. Sin lugar a dudas que sí.
Me fui mal. Muy molesto.
Cuando llegué a casa estuve un buen rato maquinando.
Recién en el momento en que llegó mi vieja pude distraerme un rato.
Ni ganas de contestarle a Sofía me dió.
Al oír que mi vieja había entrado, bajé a contarle la noticia.
Lo tomó bastante bien.
Sobre todo, teniendo en cuenta que dos de mis otros hermanos, seguirían viviendo allí, sin ánimos de irse a corto plazo.
Me hizo unos mates y conversamos un rato.
Más que nada de lo que me había pasado.
Lo único que le preocupaba de que me fuera, era que me pase algo estando solo.
Yo no creía que pudiera ocurrirme algo más. Era imposible…
Los estudios venían dando bien y me sentía cada vez mejor.
También me preguntó sobre Mara, pero preferí no hablar de eso.
Luego llegaron mis hermanos y los invité a unas pizzas, para festejar, je.
En fin, me olvidé por un rato de lo que había ocurrido.
Luego sí, le contesté a Sofía.
“Cómo andas, Sofi?
Sí, pasó una banda!!
Para vos tampoco pasó el tiempo jeje”.
Posta que la última frase no la puse para tirarle onda.
Simplemente, se lo escribí.
Me puse a ver la tele y se fue haciendo tarde. El sueño comenzaba a ganar terreno en mi cuerpo.
Aunque cerca de la medianoche, cuando estaba por caer rendido, Mara me escribió otra vez.
No me molestaba que lo hiciera, pero me jodía no poder hacer nada para que todo fuera como antes.
Ya al abrir el mensaje podía sentir la amargura que invocaba.
“Te extraño 😔” decía.
No me gustaba eso.
Primero por ella y, segundo, por mí.
Algo dentro de mí, se rompía.
La cuestión estaba en que no podía hablarle normal, decirle cosas lindas, hacerla reír como siempre.
Y si eso no pasaba. Ella no se iba a sentir mejor.
YO: 😊
YO: Que haces
Me salió escribirle así.
MAR: Nada, pensaba en vos… Te extraño mucho…
MAR: Perdón si te jode que te lo diga, pero no aguanto más esta situación.
Estaba más triste de lo que creía.
No dejaba de maldecir la hora en que decidimos corrernos de nuestro camino.
YO: Yo también pensé en vos hoy…
MAR: Sí?
YO: Sí… Siempre pienso en todo.
MAR: Yo no pienso en todo… Lo único que me mata es estar sin vos 😔
Me dolía mucho todo.
YO: Esto ya lo hablamos, Mar… Para mi también es difícil
MAR: Veo que estás haciendo tu vida, más o menos normal…
MAR: Yo desde que me levanto hasta que me acuesto, no dejo de extrañarte…
MAR: A tus besos, tus mimos, tus mensajes…
Qué miseria.
No podía seguir esto así.
¿Qué le contestaba?
¿Qué le ponía sin mentirle? ¿Sin engañarla?
YO: Te pensas que para mi es sencillo verte y no querer hacer lo mismo?
YO: Crees que para mi es fácil? Que no me dieron ganas de abrazarte y besarte cuando el otro día estaba en tu casa?
MAR: Te daban ganas de besarme? 😳
YO: Sí, en el fondo y, a pesar de todo lo que pasó, por un momento estuve a punto de hacerlo, antes de que me lo pidieras…
YO: Pero no puedo sacarme de la cabeza esas imágenes tuyas, en la ducha, en el piso, contra la pared… No puedo.
YO: Y cada vez que lo hago, me dan ganas de alejarme de vos.
MAR: Sacate todo lo que tengas adentro…
YO: No funciona de esa manera, Mar…
YO: Hoy, cuando te pasé a buscar, me acordé de aquella vez que te fui a buscar a CABA a lo de tu amiga.
YO: Estabas vestida igual casi
MAR: Cuando fuimos a la feria?
YO: Sí… ¿y crees que no me pasa nada con eso?
MAR: Ojalá pudiera borrar todas esas cosas malas de tu mente
YO: Pero no se puede… Y no puedo ser yo mismo, con vos, cuando las recuerdo.
YO: Lo lamento mucho, enserio, pero no puedo
MAR: Entonces?
YO: No tendríamos que hablar ni vernos más… No me gusta verte mal
Cuando terminé de escribir eso, volví a sentir una fatiga en el pecho.
Me era recurrente últimamente.
MAR: No me digas eso
YO: Es que no veo otra solución… Por más que haya pasado lo que pasó, me rompe en dos verte con esa tristeza de mierda y siento que contribuyo a seguir destruyendote
MAR: 😔
YO: Ojalá fuera diferente, de verdad te lo digo
MAR: Tenes razón…
MAR: Y perdón por todo
MAR: Te amo
Una sensación de ira me invadió el sistema.
Agarré el celular y lo revoleé contra la pared.
Se abrió en varios pedazos.
Sentía unas ganas terribles de gritar con toda mi fuerza hasta desmayarme. Caí de rodillas al piso…
¿Por qué hice lo que hice?
Era feliz con lo que tenía…
Ojalá nunca hubiera pasado nada de todo eso.
Cómo me arruinó la vida…
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18 comentarios - Capítulo 8 Mi prima, Mara 3
O sea, cn eso yo concluyo q lo q quieres decir es q Jonás es el q la cagó y por culpa de él terminarn, q es él, el q debe luchar x Mara, y comerse todas las cagadas q hizo, haga o pueda hacer Mara.
Eso me daría a entender que ya yo era su 2da opción.
Mara, tal y como le dijo a Fernanda, siente claramente que traicionó a Jonás y, si bien no fue exactamente una infidelidad, con todo el contexto de la situación es lógico que lo sienta así, al igual que Jonás, el tema es que es muy común en situaciones de ese tipo que quien traicionó se vuelve celoso o tiene algunas escenas de celos, porque inconscientemente está el temor a que la otra persona "les devuelva la mano", porque ellos mismos sienten que están en deuda al haber traicionado, claramente necesita la terapia a la que está yendo.
Creo que si hay la más mínima posibilidad de que fuesen a
@pepegom1 Amigo, lo llevo comentando desde los capítulos anteriores, Mara está clara que ella SI LE CAGÓ LA CARA A JONAS, por eso esa paranoia de que Jonas esté hablando o viendose con otra mujer (sea esto así o no) cuando en estos momentos no son pareja, si ahora pasa eso, se imaginan si llegan a juntarse nuevamente?
Por otra parte yo si pienso que lo engañó al Jonny, desde el momento que (PARA MI, y esto es una teoría mía, aunque no creo que hiphop revele esa información) Mara convence a Gabi para que no termine a Brian, y que a partir de ahí empezó ella a coger con Franco. Desde el momento que decidió hacer cosas a espaldas de Jonas (así él estuviera en la misma casa, Mara esperaba a que él se durmiera y/o saliera a comprar algo, por ejemplo: la ultima chupada en el baño donde Franco se puso de intenso), desde el momento que, a espaldas de Jonás confabuló con sus amigas para los examenes de sangre, y que le pudieran llenar el útero y las tripas de leche (y no precisamente de la de Jonás), esas conversaciones con sus "amigas" donde no hacían más que insinuarle y decirle una y otra vez que siguiera cogiendo con Franco a espaldas del Jonny, y que ella no las cortara de raíz, sino que dejara una ventanita ahí abierta de que si podía llegar a pasar. Todo eso para mí es engañar, y parece que Mara siente lo mismo, porque si no fuera así, ella no sentiría ese remordimiento de conciencia, y esos celos y desconfianza hacía Jonas. (OJO ESTO ES TODO UNA OPINIÓN PERSONAL, PUEDE QUE ESTÉ EQUIVOCADISIMO)
Jonas no tendrá confianza en Mara ni en las amigas de esta, y Mara se la pasará con celos estupidos debido a su remordimiento de conciencia que le genera esa paranoia de que Jonas le va a devolver el engaño (Por cierto ese beso que se dieron, me da toda la impresión que Mara lo comparó con el de Franco, como tratando de convencerse una vez más de que por este no siente nada, cosa que no entiendo esa necesidad de estarse recordando eso, solo me hace pensar mal de ella y que sigue encaprichada con Franco).
@Corredor_1718 Bro yo pienso que si Mara por vengarse (sin sentido e injustificadamente) de Jonás llega a empezar a salir en público con Franco para que los vean juntos; Jonás ahí si ni le dirigiría la palabra a Mara, siento que eso sería la gota que revalsaría el vaso y acabaría con todas las posibiidades de una reconciliación. En mi opinión que Mara hiciera eso, para Jonas, significaría que siempre hubo algo más entre Ella y Franco y que no era solo por "la pija" y que era solo "sexo" como le repetía Mara una y otra vez. Si solo con recordar lo que pasó el pibe se siente para la mierda, si los llega a ver juntos en la calle o le llega el comentario mínimo se pone a llorar, ahí si se le termina de hacer polvo el corazón.
Creí que había sido el único en pensar mal cuando Mara le dijo a Jonás que Franco le había estado escribiendo.
Por eso yo digo, muchos acá intentan justificar a Mara, diciendo que Jonás también es culpable, y si el tiene culpa, pero el en ningún momento le dijo a Mara que hiciera a su espalda todo lo que ella hizo, la mamada a franco en el baño mientras el dormia, los examenes, tragarse la leche de franco, dejarlo que le llenara el útero, prepararse el orto para que la dejara sangrando lo menos posible.
Y lo más critico sería: Y si Mara en serio convenció a Gabi para que no terminara a Brian (Como digo en mi teoría). ¿No habría estado Mara cagandole la cara a Jonás durante todas las juntadas?
Cuando hiphop911 revele la información de porque Gabi decidió no terminar a Brian antes de la juntada donde Mara empezó a coger con Franco, Mucho de los que defienden acá a Mara a capa y espada, se van a quedar sin argumentos para hacerlo, o los que no creemos en Mara vamos a tener 1 argumento menos para desconfiar de ella.