Volviendo al día de hoy, puedo decirles que mi madre no tuvo algún tipo de problema conmigo al verla hace un par de años mientras le daba una “lección” a su estudiante. De hecho nunca lo volvió a mencionar, hasta muchos años después.
Sin embargo, la cosa con mis hermanas era otra... Me volví imprudente a la hora de escoger lugar y hora para masturbarme, lo hacía siempre que podía. En la escuela, en la casa de familiares, en mi cuarto, sin importar la hora.
Incluso luego de haber visto a mi madre junto a su estudiante, empecé a ver con otros ojos a mis hermanas mayores. Claro que ellas me miraban como a su hermanito, solamente. Además siempre me recordaban lo tierno que era, pero yo las deseaba de una forma extraña para mi ‘yo’ de 14 años. Pero me asustaba bastante lo que pudiera pasar, pues mi madre era muy comprensiva, muy considerada conmigo; pero mis hermanas eran de sangre más caliente, más agresivas en bastantes aspectos.
Sobre todo Jen, que era la mayor.
Por muchos años, estuve dudando sobre colarme en sus cuartos mientras se bañaban para tomar su ropa interior usada y poder masturbarme con eso en la mano, pero me daba miedo. Hasta que un día, lo hice.
Entré al cuarto de Jen primero, porque Grace no estaba en casa. Ella se estaba bañando para ir a una fiesta con sus amigas, solo estábamos en casa ella y yo.
Me colo a su cuarto, tomo su ropa interior y me la llevo a mi propio cuarto, pero en el camino me doy cuenta de la tremenda oportunidad que tengo frente a mi, poder ver a mi hermana mayor totalmente desnuda. Sin importarme nada, entro poco a poco al baño y la veo de espaldas totalmente desnuda.
No puedo evitar tener una gran erección, y mientras meto mi mano al pantalón para poder empezar a masturbarme, ella volte a verme con expresión de sorpresa e indignación. Mientras me grita y me avienta sus botellas de shampoo, y se tapa los pechos y su vagina.
Jen me dice: “Eres un pinche pervertido, ¿cómo es que estás masturbándote viendo a tu propia hermana? ¿Qué no tienes vergüenza?”
Yo respondo: “Perdón Jen, es que me gusta tu cuerpo y no pude evitarlo” mientras la sigo viendo de arriba a abajo.
Ella se enoja más, y me grita que me largue de su cuarto, aunque ahora que recuerdo, ella igual vio mi pene... Y creo que le gustó.
Ella no le dijo nada a mi mamá, pero tampoco me habló el resto de ese día, ni del siguiente... Por unos 2 meses.
Unas horas después, por la tarde, se fue Jen y llegó Grace. Ella si que me habló, para preguntarme por mamá y por Jen. Le dije sobre la fiesta de Jen, y sobre que mamá fue a ver a una de sus amigas.
Grace me dijo que iría a bañarse, porque igual saldría a un concierto. Pensé en ya no hacer mi ‘plan’ por lo que pasó com mi hermana mayor, pero me dio igual porque no había podido acabar cuando estaba viendo a Jen unas horas antes.
Ésta vez, preferí asomarme por la ventana del baño para poder verla sin que se diera cuenta. Lo hice, ella estaba en el baño haciendo sus necesidades, mientras yo escuchaba como hablaba por teléfono con una de sus amigas, de su concierto, y alguna que otro chisme.
Finalmente Grace empezó a quitarse la ropa, y prendió la regadera. Eso lo disfruté mucho, porque me encantaba (y todavía) su trasero.
Posteriormente ella entra a la regadera, y la veo mientras su bello cuerpo se moja, las pequeñas corrientes de agua que van por sus facciones, desde su cabeza con cabello café, pasando por su espalda y cayendo al suelo luego de pasar por sus nalgas, esas nalgas que he deseado tocar varias veces... Mientras se enjabona, yo ya no pude evitarlo, y saqué mi miembro para empezar a masturbarme, pensar en mi propia hermana y en todo su cuerpo, imaginándome el estar con ella tomando un baño.
Al ya no poder más, decido entrar al baño con el pretexto de ir a buscar un jabón. Entro y la veo sin que se de cuenta, porque escucha la música muy alto, y la veo de espaldas como ella talla sus piernas y sus pies.
Hasta que ella se da cuenta de mi presencia y grita, para mi sorpresa. Ella me empieza a gritar que me salga, pero solo le digo que iba por el jabón, me lo da y me dice que me salga.
Luego de unos minutos, ella sale del baño, y la veo en toalla, todavía chorreando.
Ella me pregunta que qué pretendía al estar en el baño mientras ella se bañaba, y le digo lo del jabón de nuevo, pero no me cree.
Ella piensa que la estaba espiando, y me dice que le diga la verdad, o si no va a decirle a mi mamá que la estaba espiando.
Finalmente le digo que si estaba espiándola, y le digo que me gusta mucho verla. Le digo: “Grace, perdóname por favor, es que no sé porque, pero al verte se me para mi pito, me gustan tus pompas”
Ella me responde: “¿En serio? Y yo pensaba que eras gay, por que casi no tienes amigos y siempre convives con mamá, Jen y conmigo”
Sigue diciéndome: “¿apoco te gustan mis pompas?” Mientras se toca por encima de la toalla. Continúa Grace: “¿quisieras quedarte a hablar mientras me cambio?
Yo sin esperar esa respuesta, solo asisto con la cabeza. Posteriormente, ella empieza a quitarse la toalla, y la veo ahí, desnuda. Mientras ella busca su ropa, me pregunta: “¿hace cuánto te gusto hermanito?”
Le respondo muy tímidamente que desde hace unos meses, y Grace me pregunta algo más:
“¿Te gustan otras chavas? ¿Alguna de tu escuela?” Mientras pone cara pícara.
Le digo que no sé, porque no me fijo en eso en mujeres de mi edad.
Grace queda conforme con esa respuesta y me dice: “Bueno hermanito, te voy a dejar ver mis pompas, solo si te bajas el pantalón. Tengo curiosidad de ver de qué tamaño es tu pene”
Yo con muchísima vergüenza, lo pienso mientras me pongo rojo de la pena.
Asisto con mi cabeza, y me bajo el pantalón mientras mi hermana mayor me ve con curiosidad.
Me bajo el pantalón, y ella ve mi pene de 15 cm en todo su esplendor, y me dice : “¡Wow! No pensé que para tu edad, lo tuvieras así de grande, me impresionas”
Y dice después: “Bueno, lo prometido es deuda” Seguido, procede a darse la vuelta, agacharse, y con sus manos se abre las nalgas para que vea su ano.
Yo, perplejo por esa vista, solo me pongo más rojo. Grace se burla de mi y me dice que me vaya de su cuarto, porque tiene prisa.
Al llegar a mi cuarto, me quedo acostado en mi cama. Sin poder dar crédito a lo que pasó. Vi desnudas a mis 2 hermanas, en el mismo día y pude tener frente a mi el culo desnudo de mi hermana Grace. Pude quedarme un minuto o una hora acostado en cama, pero no sabría decir bien cuánto tiempo pasó.
Escucho que la puerta de la casa se abre; es mamá que llegó algo ebria a casa junto a su amiga Diana. Para ese momento, Grace ya se había ido
Diana entra a mi cuarto y me dice que trajo a mamá a casa para que no regresara sola. Y que se quedaría a cuidarme, ya que mis hermanas no estarían.
Diana tampoco estaba tan mal, de hecho era tan sensual como mamá, pero esa es otra historia...
Sin embargo, la cosa con mis hermanas era otra... Me volví imprudente a la hora de escoger lugar y hora para masturbarme, lo hacía siempre que podía. En la escuela, en la casa de familiares, en mi cuarto, sin importar la hora.
Incluso luego de haber visto a mi madre junto a su estudiante, empecé a ver con otros ojos a mis hermanas mayores. Claro que ellas me miraban como a su hermanito, solamente. Además siempre me recordaban lo tierno que era, pero yo las deseaba de una forma extraña para mi ‘yo’ de 14 años. Pero me asustaba bastante lo que pudiera pasar, pues mi madre era muy comprensiva, muy considerada conmigo; pero mis hermanas eran de sangre más caliente, más agresivas en bastantes aspectos.
Sobre todo Jen, que era la mayor.
Por muchos años, estuve dudando sobre colarme en sus cuartos mientras se bañaban para tomar su ropa interior usada y poder masturbarme con eso en la mano, pero me daba miedo. Hasta que un día, lo hice.
Entré al cuarto de Jen primero, porque Grace no estaba en casa. Ella se estaba bañando para ir a una fiesta con sus amigas, solo estábamos en casa ella y yo.
Me colo a su cuarto, tomo su ropa interior y me la llevo a mi propio cuarto, pero en el camino me doy cuenta de la tremenda oportunidad que tengo frente a mi, poder ver a mi hermana mayor totalmente desnuda. Sin importarme nada, entro poco a poco al baño y la veo de espaldas totalmente desnuda.
No puedo evitar tener una gran erección, y mientras meto mi mano al pantalón para poder empezar a masturbarme, ella volte a verme con expresión de sorpresa e indignación. Mientras me grita y me avienta sus botellas de shampoo, y se tapa los pechos y su vagina.
Jen me dice: “Eres un pinche pervertido, ¿cómo es que estás masturbándote viendo a tu propia hermana? ¿Qué no tienes vergüenza?”
Yo respondo: “Perdón Jen, es que me gusta tu cuerpo y no pude evitarlo” mientras la sigo viendo de arriba a abajo.
Ella se enoja más, y me grita que me largue de su cuarto, aunque ahora que recuerdo, ella igual vio mi pene... Y creo que le gustó.
Ella no le dijo nada a mi mamá, pero tampoco me habló el resto de ese día, ni del siguiente... Por unos 2 meses.
Unas horas después, por la tarde, se fue Jen y llegó Grace. Ella si que me habló, para preguntarme por mamá y por Jen. Le dije sobre la fiesta de Jen, y sobre que mamá fue a ver a una de sus amigas.
Grace me dijo que iría a bañarse, porque igual saldría a un concierto. Pensé en ya no hacer mi ‘plan’ por lo que pasó com mi hermana mayor, pero me dio igual porque no había podido acabar cuando estaba viendo a Jen unas horas antes.
Ésta vez, preferí asomarme por la ventana del baño para poder verla sin que se diera cuenta. Lo hice, ella estaba en el baño haciendo sus necesidades, mientras yo escuchaba como hablaba por teléfono con una de sus amigas, de su concierto, y alguna que otro chisme.
Finalmente Grace empezó a quitarse la ropa, y prendió la regadera. Eso lo disfruté mucho, porque me encantaba (y todavía) su trasero.
Posteriormente ella entra a la regadera, y la veo mientras su bello cuerpo se moja, las pequeñas corrientes de agua que van por sus facciones, desde su cabeza con cabello café, pasando por su espalda y cayendo al suelo luego de pasar por sus nalgas, esas nalgas que he deseado tocar varias veces... Mientras se enjabona, yo ya no pude evitarlo, y saqué mi miembro para empezar a masturbarme, pensar en mi propia hermana y en todo su cuerpo, imaginándome el estar con ella tomando un baño.
Al ya no poder más, decido entrar al baño con el pretexto de ir a buscar un jabón. Entro y la veo sin que se de cuenta, porque escucha la música muy alto, y la veo de espaldas como ella talla sus piernas y sus pies.
Hasta que ella se da cuenta de mi presencia y grita, para mi sorpresa. Ella me empieza a gritar que me salga, pero solo le digo que iba por el jabón, me lo da y me dice que me salga.
Luego de unos minutos, ella sale del baño, y la veo en toalla, todavía chorreando.
Ella me pregunta que qué pretendía al estar en el baño mientras ella se bañaba, y le digo lo del jabón de nuevo, pero no me cree.
Ella piensa que la estaba espiando, y me dice que le diga la verdad, o si no va a decirle a mi mamá que la estaba espiando.
Finalmente le digo que si estaba espiándola, y le digo que me gusta mucho verla. Le digo: “Grace, perdóname por favor, es que no sé porque, pero al verte se me para mi pito, me gustan tus pompas”
Ella me responde: “¿En serio? Y yo pensaba que eras gay, por que casi no tienes amigos y siempre convives con mamá, Jen y conmigo”
Sigue diciéndome: “¿apoco te gustan mis pompas?” Mientras se toca por encima de la toalla. Continúa Grace: “¿quisieras quedarte a hablar mientras me cambio?
Yo sin esperar esa respuesta, solo asisto con la cabeza. Posteriormente, ella empieza a quitarse la toalla, y la veo ahí, desnuda. Mientras ella busca su ropa, me pregunta: “¿hace cuánto te gusto hermanito?”
Le respondo muy tímidamente que desde hace unos meses, y Grace me pregunta algo más:
“¿Te gustan otras chavas? ¿Alguna de tu escuela?” Mientras pone cara pícara.
Le digo que no sé, porque no me fijo en eso en mujeres de mi edad.
Grace queda conforme con esa respuesta y me dice: “Bueno hermanito, te voy a dejar ver mis pompas, solo si te bajas el pantalón. Tengo curiosidad de ver de qué tamaño es tu pene”
Yo con muchísima vergüenza, lo pienso mientras me pongo rojo de la pena.
Asisto con mi cabeza, y me bajo el pantalón mientras mi hermana mayor me ve con curiosidad.
Me bajo el pantalón, y ella ve mi pene de 15 cm en todo su esplendor, y me dice : “¡Wow! No pensé que para tu edad, lo tuvieras así de grande, me impresionas”
Y dice después: “Bueno, lo prometido es deuda” Seguido, procede a darse la vuelta, agacharse, y con sus manos se abre las nalgas para que vea su ano.
Yo, perplejo por esa vista, solo me pongo más rojo. Grace se burla de mi y me dice que me vaya de su cuarto, porque tiene prisa.
Al llegar a mi cuarto, me quedo acostado en mi cama. Sin poder dar crédito a lo que pasó. Vi desnudas a mis 2 hermanas, en el mismo día y pude tener frente a mi el culo desnudo de mi hermana Grace. Pude quedarme un minuto o una hora acostado en cama, pero no sabría decir bien cuánto tiempo pasó.
Escucho que la puerta de la casa se abre; es mamá que llegó algo ebria a casa junto a su amiga Diana. Para ese momento, Grace ya se había ido
Diana entra a mi cuarto y me dice que trajo a mamá a casa para que no regresara sola. Y que se quedaría a cuidarme, ya que mis hermanas no estarían.
Diana tampoco estaba tan mal, de hecho era tan sensual como mamá, pero esa es otra historia...
4 comentarios - Capítulo 2. Entre mis hermanas