Una de esta divina, gaucha de mi amigovia Sandrita. La ex rubiaahora pelirroja no tiene drama ensacarse la bombacha y el corpiño con hombres, mujeres, con lo que venga. Unanoche María Teresa y María Beatriz, excitaditas, decidieron ir a buscarla paradarle. Pero no solas, sino que llamaron a otras dos Marías, Clara (amiga deTere) y la gorda María del Carmen. Muy bien vestidas de cuero, botas,maquilladas y de cartera, las cuatro locas fueron nomás a visitarla a su casa. YSan estaba no sólo muy fina, blazer, pollera, medias negras, tacos, maquillada,perfume, cartera, sin o también media mimosa.
Así que la rubia, fina, linda, vestidita, pintada, mimosa, era pancon manteca para las cuatro gordas. Apenas la vieron, las mujeronas lasaludaron a los besos y picos, y ahí nomás la llevaron al telo cerca de lo deEstela, la bajaron del brazo de dos de las mujeres, mientras las otras dos ibanatrás. Sandrita y las cuatro cenaron picada, sandwichitos, mucha cerveza y flancon dulce de leche. Y luego, el desbande: desnudas, ropa por el piso, lasgordas tomadas y con la voz ida por la borrachera, se empastillaron, le dieronalgo fuerte a Sandra, la desnudaron y la recontrasuperviolaron hasta dejarla decama. Revolcada, de a dos, tres, cuatro, las gordas gritaban, ella gemía deplacer, mientras era reventada con furia por ellas. María Teresa la exprimió dearriba a abajo, Carmen se la dio por lacola, Bea por la vagina, Clara por donde quiso. Esto por decir algo, porque lascinco estuvieron meta y ponga, traca traca, paradas, sentadas, acostadas,largando flujo por donde sea y en donde sea, puteadas, asquerosidades varias.Manoseo, tetas, ropa mojada, lengua por todos lados, besos en la boca y en laspartes. Sandri disfrutaba a más no poder mientras lubricaba la vagi de laexcitación, aplastada por la furia y la locura de las perversas pelirrojas.Ebrias, drogadas y totalmente sacadas, las cinco terminaron en el suelodurmiendo al amanecer, y luego no tenían un dedo de fuerza para levantarse,tuvieron que llamar a mujeres del personal para que las ayudaran. Mamita, quépotras, con qué yegua como Sandrita.
Así que la rubia, fina, linda, vestidita, pintada, mimosa, era pancon manteca para las cuatro gordas. Apenas la vieron, las mujeronas lasaludaron a los besos y picos, y ahí nomás la llevaron al telo cerca de lo deEstela, la bajaron del brazo de dos de las mujeres, mientras las otras dos ibanatrás. Sandrita y las cuatro cenaron picada, sandwichitos, mucha cerveza y flancon dulce de leche. Y luego, el desbande: desnudas, ropa por el piso, lasgordas tomadas y con la voz ida por la borrachera, se empastillaron, le dieronalgo fuerte a Sandra, la desnudaron y la recontrasuperviolaron hasta dejarla decama. Revolcada, de a dos, tres, cuatro, las gordas gritaban, ella gemía deplacer, mientras era reventada con furia por ellas. María Teresa la exprimió dearriba a abajo, Carmen se la dio por lacola, Bea por la vagina, Clara por donde quiso. Esto por decir algo, porque lascinco estuvieron meta y ponga, traca traca, paradas, sentadas, acostadas,largando flujo por donde sea y en donde sea, puteadas, asquerosidades varias.Manoseo, tetas, ropa mojada, lengua por todos lados, besos en la boca y en laspartes. Sandri disfrutaba a más no poder mientras lubricaba la vagi de laexcitación, aplastada por la furia y la locura de las perversas pelirrojas.Ebrias, drogadas y totalmente sacadas, las cinco terminaron en el suelodurmiendo al amanecer, y luego no tenían un dedo de fuerza para levantarse,tuvieron que llamar a mujeres del personal para que las ayudaran. Mamita, quépotras, con qué yegua como Sandrita.
0 comentarios - Sandrita cogidísima por las cuatro Marías