Desde que comencé a contar nuestras aventuras de cornudo y putiesposa he recibido, por lo general, buenas repercusiones. En los mensajes algunos expresan su curiosidad en forma de preguntas, que cómo comenzamos, que cuántas veces me hizo cornudo, que si nunca sentí celos y una larga lista de etcéteras.
Sinceramente me divierte hablar sobre nuestras experiencias porque desde este lugar encontré la forma de compartir algo que me apasiona sin sentirme juzgado y sin ser visto como un bicho raro.
Hoy quería compartirles unas palabras que quizás contesten a algunas de esas preguntas, cómo por ejemplo: ¿Ella hace cosas con otros que NO hace con vos? o ¿Tiene amantes fijos? ó ¿Busca amantes más dotados que vos? (no es muy complicado tampoco, tal vez no los busque sino que simplemente los encuentra! ajaja)
Para que entiendan un poco el contexto por si no han leído relatos anteriores, hace muchos años que comenzamos a coquetear con este estilo de vida, mi mujer tiene y ha tenido varios amantes y con el tiempo pude abrirme con ella y decirle que disfruto mucho de esa “humillación” de los cuernos y de a poco fuimos subiendo el picante en esa dirección.
Hace algunos años me animé a comprar la jaulita de castidad con la idea de incorporarla en algunos juegos y coincidió con una etapa de mucho deseo sexual de ella, con lo cual tenía varios chongos haciéndole propuestas.
Como nunca estuvimos con hombres por estos medios, la mayoría de sus amantes son de cierto círculo social cercano y casi ninguno sabe de nuestros juegos, la mayoría solo piensa que ella es una casada insaciable que ama que la filmen y que le saquen fotos mientras le es infiel al marido. Julián era uno de los que pensaba eso.
Julián es un ex compañero de ella de la universidad que supo seducirla cuando cursaron juntos y se ganó un lugar privilegiado entre sus amantes fijos, estuvieron en un intervalo de casi un año (porque él estaba en pareja) y después se separó y volvieron con más fuerza.
Si bien ella no me lo había confesado directamente yo podía darme cuenta de que con Julián mi mujer parecía pasarla especialmente bien. Tenían (tienen) “piel” como dicen por ahí, él es dueño de una dotación envidiable y la sabe llevar despacito hasta el éxtasis supremo, se conocían bastante en la cama y ella se entregaba por completo, un día me confesó que amaba ver la cara de sorpresa de Julián cuando ella mostraba su faceta más puta, y puedo dar fe de que era sorprendente, ya que tuve la suerte de ver varios videos en donde ella lo cabalga como si no hubiera un mañana o le pide con entusiasmo que por favor le de la leche en la boca (cosa que a mi no me permite)
Los encuentros con Julian se hicieron más frecuentes cuando él se mudo cerca (muy cerca) de casa, cuando me enteré que uno de los amantes favoritos de mi mujer vivía ahora a una cuadra y media de casa supe que los cuernos iban a crecer mucho más, y no lo voy a negar, ser el cornudo del barrio me entusiasmaba.
Una tarde me enteré, por mensajes de whatsapp mientras trabajaba había llegado el momento de “estrenar” la Jaulita. “Esta noche me voy a lo de Juli amor…¿Te animas a esperarme con la Jaulita puesta?” Decía mi mujer desde el otro lado. “Obvio amor, gracias por avisar..” contesté yo con taquicardia. Su respuesta tan simple como exitante: el emoji de la mano haciendo cuernitos!
Cuando llegué a mi casa a la tarde mi mujer estaba en la ducha y la jaulita con el candado y la llave arriba de la mesa del comedor, entré al baño a hacer pis y cuando quise correr la cortina para saludarla me sorprendió diciéndome: “Primero ponete la jaulita amor…”
No dude ni un segundo y obedecí, coloque el cinturon de castidad con cierta dificultad, con las manos temblorosas y volví al baño a mostrarle a ella como me había quedado, cuando abrí la puerta ella ya estaba secándose, completamente desnuda y lanzando una pequeña carcajada me hizo saber que ama como me queda la jaulita puesta. Me pidió la llave y me mandó a comprar forros que Julián le había pedido que lleve porque él salía tarde del trabajo. Fue una sensación extraña ir al kiosco con la jaula puesta, me daba miedo que se note pero por suerte es pequeña y nadie pareció notarlo.
La Tarde noche siguió con normalidad hasta una hora antes de que ella tenga que irse. Como ya era costumbre la ayudé a elegir la bombachita, le hice masajes y le pase crema para que tenga la piel humectada. (era la primera vez que lo hacía con la jaula puesta y fue realmente una locura la sensación de placer y dolor que tuve, difícil de describir con palabras)
Para agregar más picante antes de irse se me sentó en tanga arriba de la jaula y se maquilló un poco la cara como si nada. Ya estando perfecta partió para lo de su amante dejándome a mí completamente caliente y en la imposibilidad de masturbarme.
Les comparto algunas fotos del momento en cuestión (elegidas y editadas por ella, claro)
Esa espera fue brutal…Julián le hacía de todo a mi mujer mientras yo la esperaba ansioso en casa, si pensaba mucho o veía alguno de los videos donde mi mujer se entregaba con devoción a la enorme virilidad de Julián mi pene comenzaba a latir intentando erectarse pero la presión de la jaulita lo impedía, las llaves de mi hombría estaban colgadas en el collar de mi mujer mientras ella era penetrada con firmeza por el vecino y recibía con gusto chirlos fuertes en la cola que previamente me había hecho encremar con delicadeza.
Cuando volvió fue especial. “¿Cómo la pasaste amor?” le pregunté cuando atravesó el umbral, estaba más hermosa que nunca, despeinada y algo entonada por el alcohol. Se me acercó sonriendo y me dijo al oído: “La pasé increíble cornudo, amo como se siente esa pija enorme que tiene, el vecino hace lo que quiere con tu mujercita y tengo filmado para que veas todo.”
Agarrándome firmemente del cuello me empujó hacia atrás haciéndome caer en la cama boca arriba. La sonrisa perversa no se borraba de su rostro. me desnudo y se me subió arriba quedando cara a cara, yo estaba estupefacto.
“Te encanta que sea tan puta, ¿no?” me dijo.
“Obvio amor, te amo cada día más, contame un poquito más” Contesté.
Me dio un beso largo con mucha lengua y sentí el sabor inconfundible al placer.
“Hace minutos estaba de rodillas comiéndole la verga a Julián” me dijo mientras se incorporaba. “Le pedí por favor que me acabe en la boca y lo hizo” dijo, e inmediatamente lanzó un escupitajo espeso en mi cara y me pasó la mano desparramando la saliva por todo mi rostro. Después me hizo practicarle sexo oral y recién cuando acabó varias veces me dio la llave de la jaulita y me mandó los videos. Ella se quedó dormida y yo terminé masturbándome 3 o 4 veces en el baño con los videos increíbles de aquella noche.
La vida siguió, las historias continuaron y Julián sigue cogiendo a mi mujer cada tanto. Espero que esta historia haya sido de su agrado. Espero poder ir compartiendo más cositas y más imágenes si ella se anima, comenten que les perece este tipo de contenido y si les gusta visiten mis posts anteriores. Los saluda desde la plata: Su cornudo favorito.
Sinceramente me divierte hablar sobre nuestras experiencias porque desde este lugar encontré la forma de compartir algo que me apasiona sin sentirme juzgado y sin ser visto como un bicho raro.
Hoy quería compartirles unas palabras que quizás contesten a algunas de esas preguntas, cómo por ejemplo: ¿Ella hace cosas con otros que NO hace con vos? o ¿Tiene amantes fijos? ó ¿Busca amantes más dotados que vos? (no es muy complicado tampoco, tal vez no los busque sino que simplemente los encuentra! ajaja)
Para que entiendan un poco el contexto por si no han leído relatos anteriores, hace muchos años que comenzamos a coquetear con este estilo de vida, mi mujer tiene y ha tenido varios amantes y con el tiempo pude abrirme con ella y decirle que disfruto mucho de esa “humillación” de los cuernos y de a poco fuimos subiendo el picante en esa dirección.
Hace algunos años me animé a comprar la jaulita de castidad con la idea de incorporarla en algunos juegos y coincidió con una etapa de mucho deseo sexual de ella, con lo cual tenía varios chongos haciéndole propuestas.
Como nunca estuvimos con hombres por estos medios, la mayoría de sus amantes son de cierto círculo social cercano y casi ninguno sabe de nuestros juegos, la mayoría solo piensa que ella es una casada insaciable que ama que la filmen y que le saquen fotos mientras le es infiel al marido. Julián era uno de los que pensaba eso.
Julián es un ex compañero de ella de la universidad que supo seducirla cuando cursaron juntos y se ganó un lugar privilegiado entre sus amantes fijos, estuvieron en un intervalo de casi un año (porque él estaba en pareja) y después se separó y volvieron con más fuerza.
Si bien ella no me lo había confesado directamente yo podía darme cuenta de que con Julián mi mujer parecía pasarla especialmente bien. Tenían (tienen) “piel” como dicen por ahí, él es dueño de una dotación envidiable y la sabe llevar despacito hasta el éxtasis supremo, se conocían bastante en la cama y ella se entregaba por completo, un día me confesó que amaba ver la cara de sorpresa de Julián cuando ella mostraba su faceta más puta, y puedo dar fe de que era sorprendente, ya que tuve la suerte de ver varios videos en donde ella lo cabalga como si no hubiera un mañana o le pide con entusiasmo que por favor le de la leche en la boca (cosa que a mi no me permite)
Los encuentros con Julian se hicieron más frecuentes cuando él se mudo cerca (muy cerca) de casa, cuando me enteré que uno de los amantes favoritos de mi mujer vivía ahora a una cuadra y media de casa supe que los cuernos iban a crecer mucho más, y no lo voy a negar, ser el cornudo del barrio me entusiasmaba.
Una tarde me enteré, por mensajes de whatsapp mientras trabajaba había llegado el momento de “estrenar” la Jaulita. “Esta noche me voy a lo de Juli amor…¿Te animas a esperarme con la Jaulita puesta?” Decía mi mujer desde el otro lado. “Obvio amor, gracias por avisar..” contesté yo con taquicardia. Su respuesta tan simple como exitante: el emoji de la mano haciendo cuernitos!
Cuando llegué a mi casa a la tarde mi mujer estaba en la ducha y la jaulita con el candado y la llave arriba de la mesa del comedor, entré al baño a hacer pis y cuando quise correr la cortina para saludarla me sorprendió diciéndome: “Primero ponete la jaulita amor…”
No dude ni un segundo y obedecí, coloque el cinturon de castidad con cierta dificultad, con las manos temblorosas y volví al baño a mostrarle a ella como me había quedado, cuando abrí la puerta ella ya estaba secándose, completamente desnuda y lanzando una pequeña carcajada me hizo saber que ama como me queda la jaulita puesta. Me pidió la llave y me mandó a comprar forros que Julián le había pedido que lleve porque él salía tarde del trabajo. Fue una sensación extraña ir al kiosco con la jaula puesta, me daba miedo que se note pero por suerte es pequeña y nadie pareció notarlo.
La Tarde noche siguió con normalidad hasta una hora antes de que ella tenga que irse. Como ya era costumbre la ayudé a elegir la bombachita, le hice masajes y le pase crema para que tenga la piel humectada. (era la primera vez que lo hacía con la jaula puesta y fue realmente una locura la sensación de placer y dolor que tuve, difícil de describir con palabras)
Para agregar más picante antes de irse se me sentó en tanga arriba de la jaula y se maquilló un poco la cara como si nada. Ya estando perfecta partió para lo de su amante dejándome a mí completamente caliente y en la imposibilidad de masturbarme.
Les comparto algunas fotos del momento en cuestión (elegidas y editadas por ella, claro)
Esa espera fue brutal…Julián le hacía de todo a mi mujer mientras yo la esperaba ansioso en casa, si pensaba mucho o veía alguno de los videos donde mi mujer se entregaba con devoción a la enorme virilidad de Julián mi pene comenzaba a latir intentando erectarse pero la presión de la jaulita lo impedía, las llaves de mi hombría estaban colgadas en el collar de mi mujer mientras ella era penetrada con firmeza por el vecino y recibía con gusto chirlos fuertes en la cola que previamente me había hecho encremar con delicadeza.
Cuando volvió fue especial. “¿Cómo la pasaste amor?” le pregunté cuando atravesó el umbral, estaba más hermosa que nunca, despeinada y algo entonada por el alcohol. Se me acercó sonriendo y me dijo al oído: “La pasé increíble cornudo, amo como se siente esa pija enorme que tiene, el vecino hace lo que quiere con tu mujercita y tengo filmado para que veas todo.”
Agarrándome firmemente del cuello me empujó hacia atrás haciéndome caer en la cama boca arriba. La sonrisa perversa no se borraba de su rostro. me desnudo y se me subió arriba quedando cara a cara, yo estaba estupefacto.
“Te encanta que sea tan puta, ¿no?” me dijo.
“Obvio amor, te amo cada día más, contame un poquito más” Contesté.
Me dio un beso largo con mucha lengua y sentí el sabor inconfundible al placer.
“Hace minutos estaba de rodillas comiéndole la verga a Julián” me dijo mientras se incorporaba. “Le pedí por favor que me acabe en la boca y lo hizo” dijo, e inmediatamente lanzó un escupitajo espeso en mi cara y me pasó la mano desparramando la saliva por todo mi rostro. Después me hizo practicarle sexo oral y recién cuando acabó varias veces me dio la llave de la jaulita y me mandó los videos. Ella se quedó dormida y yo terminé masturbándome 3 o 4 veces en el baño con los videos increíbles de aquella noche.
La vida siguió, las historias continuaron y Julián sigue cogiendo a mi mujer cada tanto. Espero que esta historia haya sido de su agrado. Espero poder ir compartiendo más cositas y más imágenes si ella se anima, comenten que les perece este tipo de contenido y si les gusta visiten mis posts anteriores. Los saluda desde la plata: Su cornudo favorito.
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