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19 diciembre 2015

Mis libros preferidos de 2015.


Como cada año hago un balance de mis libros preferidos publicados en 2015, y me doy cuenta de que son muchos, y también de que la mayoría los he leído por trabajo. Pero cuando el trabajo es placer, poco importa que se llame trabajo

Poesía
1. The collected poems of Chika Sagawa, de Chika Sagawa (Canarium Books)
2. El libro de la danza, de Gonçalo M. Tavares (Kriller71 Ediciones)
3. Eso, de Inger Christensen (Sexto Piso)
4. Beat Attitude, las mujeres de la Generación Beat, ed. de Annalisa Marí (Bartleby)
5. La edad de merecer,de Berta García Faet (La Bella Varsovia)

Narrativa
1. Sumisión, de Michel Houellebecq (Anagrama)
2. La débil mental, de Ariana Harwicz (Mardulce)
3. El cielo oblicuo,de Belén García Abia (Errata Naturae)
4. The Motion, de Lucy K. Shaw (421 Atlanta)
5. Modelos animales,de Aixa de la Cruz (Salto de página)

No ficción
1. La mujer de pie,de Chantal Maillard (Galaxia Gutenberg)
2. Guardar la casa y cerrar la boca, de Clara Janés (Siruela)
3. De pronto mi cuerpo,de Eve Ensler (Capitán Swing)
4. Maternidadessubversivas, de María Llopis (Txalaparta)
5. La llamada perdida, de Gabriela Wiener (Malpaso)

Cómic e ilustrados
1. Cruzando el bosque, de Emily Carroll (Sapristi)
2. Buenas noches,Punpun, de Inio Asano (Norma)
3. El niño que dibujaba sirenas, de Javier Sobrino y Carole Hénaff (La Fragatina)
4. Rosalie Blum, de Camille Jourdy (La Cúpula)
5. El diario gatuno de Junji Ito, de Junji Ito (Tomodomo)

Mirando estos libros de 2015 me doy cuenta de dos cosas: de que la mayoría son mujeres, y de que este año he leído más ensayo, crónica y cómic que nunca, aunque también tengo algo abandonada la novela. 

Una cosa de la que no me quiero olvidar es de algunos libros de El Gaviero Ediciones que aprecio muchísimo y que si no hubiera tenido el placer de editar seguramente habría incluido en la lista: Post coño, de Gabby Bess y Siamesa, de María Ramos. 

Por último quiero agradecer a Milky Way Ediciones y a Ediciones de oriente y el mediterráneo su increíble trabajo (creo que me he dejado el sueldo en estas editoriales, definitivamente). Libros como La chica a la orilla del mar, de Inio Asano, o como Nuevo nacimiento, de Forugh Frarrojzad han sido mis lecturas más preciadas, aunque pertenezcan a catálogos de otros años. 

Gracias a todos por seguirme por aquí, o a diario en mis artículos de PlayGround o en otras redes sociales que lleno cada día con mis tontadas.

Qué ganas de 2016. Van a pasar cosas emocionantes. Estoy segura.



(Por cierto, hoy colaboro en Babelia haciendo una micro-reseña 
de La mujer de pie, de Chantal Maillard, para su lista de mejores libros del año.

16 enero 2015

Una aproximación gaviera a 2015.

Empecé 2015 con ganas: la visita de mi padre a Barcelona, cambio de oficina en PlayGround, nuevos libros y proyectos gavieros en el horizonte, nuestra boda que se acerca peligrosamente, mi prima Alba que también se acerca peligrosamente y la publicación en marzo de mi quinto poemario, Los estómagos

Sin embargo, la alegría que hoy he venido a contaros no es otra que la de que el año de El Gaviero ediciones ya está más o menos perfilado. Si todo sale bien, además de las publicaciones de Niebla fronteriza, de Hasier Larretxea y Meseta, de José Vidal Valicourt ambos libros pertenecientes a la suscripción editorial de 2014, otros 7 libros geniales saldrán a la luz.

A partir de marzo empezarán a salir de imprenta, tan bonitos y tan cuidados como siempre. En la página web de la editorial podéis encontrar el formulario de suscripción (son 100€ al año), y dado el retraso que hemos sufrido y las molestias que hayamos podido ocasionar, quien se suscriba durante los meses de enero y febrero tendrá un descuento del 20% en las compras los libros Niebla fronteriza (enero) y Meseta (febrero). 

Casi nunca hablo de El Gaviero en este blog, por respeto y por pudor. Aún me siento desnuda entre facturas, albaranes, y otras palabras que no entiendo, pero que forman parte de mi nuevo día a día desde hace meses. Las cosas van bien, sí, poco a poco, lentas, pero bien. Aunque sin vosotros y sin vuestro apoyo nada de esto sería posible, eso es seguro.

Por el momento, quiero compartir con vosotros un pequeño plano provisional de lo que va a aparecer durante esta nueva suscripción gaviera. Para cualquier duda podéis escribirme a elgaviero@elgaviero.com y os responderé encantada. Ojalá os guste. Aquí vienen cosas muyyyy chulas. Estoy llena de emoción. 

Series Poéticas #1: "Mil novecientos violeta" (Marzo 2015)
Colección Salamandria
​Con poemas de Sophie Collins (Reino Unido), Vlad Pojoga (Rumanía), Kevin Castro (Perú), David Teles Pereira (Portugal), Ruth Llana (España), Maximiliano Andrade (Chile), Katja Perat (Eslovenia), Ashley Opheim (Canadá), Caterina Scicchitano (Argentina), Thomas Deslogis (Francia), Jesús Montoya (Venezuela), Jordan DeBor (Australia), Nanna Juul Lang (Dinamarca) y Daniela Prado (Colombia)​
Ilustra: Sandra Martínez
Traducen: José María Martínez, Arturo Sánchez, Martín Rangel, Juan Fernández Rivero, Berta García Faet, Óscar García Sierra y María Mercromina

Post-Coño, de Gabby Bess (Abril, 2015)
Colección Salamandria
Traduce: José María Martínez
Introducción: Amarna Miller
Ilustra: Laia Arqueros

Siamesa, de María Ramos (Mayo, 2015)​
Colección Cuarto Menor
Ilustra: Cristina Llorente

Yo, chatarra, etcétera, de Alberto Santamaría (Junio, 2015)
Colección Cuarto Menor
Ilustra: Cristina Llorente

​(Sin título) poesía de Dorothea Lasky (Septiembre, 2015)
Colección Salamandria
Traduce: María Ramos

​​(Sin título) poesía de Arturo Sánchez (Octubre, 2015)
Colección Salamandria

(Sin título) poesía de Jesús Carmona Robles (Noviembre, 2015)
Colección Cuarto Menor
Ilustra: Cristina Llorente

17 febrero 2014

Dos mil seiscientos sesenta y seis (un resumen de lo que escribí en mi diario durante aquellos cuatro días y medio en Nueva York, mundo, galaxia, universo).

if I am dead then it is like I'm already an adult. 
Trisha Low

Uno
Tatuarse no es necesario. Para qué grabar en la piel lo que ya está dentro de nosotros. Para qué grabar esas palabras si ya nos las sabemos de memoria. Tatuarse no es necesario cuando la piel ya es poderosa. Cuando las letras son sencillas. Cuando el amor por esos libros ya ha arañado nuestras vidas.

Dos
Besar todos los espejos. Escupir todos los edificios. La ciudad es grande y asusta. El frío presiona mis venas. Soy alguien y no soy nadie. Bebo y como a todas horas. Miro la lengua de Jacob. Miro las manos de Jordan sostener una cerveza. Miro los dedos de Gabby, sus finos cigarrillos. Miro el pelo larguísimo de Rachel. Los ojos cerrados de Stephen, ¿con qué estará soñando?
“Yo sueño con la muerte”, me dice. “Sueño con la muerte”.
Y entonces me lee este poema:
You know I listened to that song, “Human After All,” on the bus today.
Those life-affirming “robots.”
Human beings in costume, faces hidden. Standing on a pyramid. Crowds of thousands.
In order to establish a connection.
To create a memorable moment in time.
For no other reason.
In the summertime.

Tres
“Enséñame a cerrar los ojos”, dije, pero ya estábamos todos muertos. En la sala, los cánceres se habían convertido en canciones. Las canciones se habían convertido en drogas. Las drogas en gatos: ¿jamás os volveré a ver?  Sarah bebiendo Blue Moon, Jonathan acariciando su propia barba, Cris bailando en una sala oscura, después de que dos o tres travestis se tiraran cava por encima, y entonces comieron alitas de pollo, y entonces me quemé la lengua con un puñado de patatas. ¿Jamás os volveré a ver? Elaine cantando Lana del Rey, Marisa triste por el paraguas roto, Berta hermosísima, leyendo un poema de Dorothea Lasky. Abrazo a Dorothea. Abrazo a Tao Lin. Abrazo a David Fishkind. Hemos sobrevivido a la nieve. ¡La poesía fue más fuerte que la nieve! Enseñadme todos a cerrar los ojos, dije, pero yo ya estaba marchándome en un taxi. El jet lag. Las pupilas rojísimas. El agua del váter. Y entonces, de pronto, me siento mejor persona.

Cuatro
Camino sola por Manhattan y veo un cine en el que ponen una película que ya he visto antes: David Foster Wallace Takes a Stroll Through The Desert of Roberto Bolaño, el autor es Jordan DeBor. La película nos muestra a dos tristísimos escritores buscando leche y Diet Coke en un extraño desierto. Roberto y David de la mano. Roberto y David como dos pequeños héroes. Roberto y David bailando en el desierto, con los pies descalzos, ardiendo. Pero todo es un sueño. Despierto sola en Manhattan y la calefacción me hace sudar. Hay una araña en la bañera. Afuera la tormenta.

Cinco
Paseo con Jacob y compramos ropa, compramos libros, compramos revistas, compramos comida, compramos Cocacola, compramos idiomas, compramos gossip y qué escritor folló con cuál o cuánta droga toma este y qué hacen, qué hacen, qué hacen con sus vidas estos niños locos. Jacob es como un hermano. Jacob es mi hermano. Conozco su silencio arrodillado tanto como él a mis marineros muertos.

Seis
Estamos bailando otra vez. Mira. Hay un gato atrapado debajo de esta silla.

Siete
Llevo vestidos de flores para ocultar algo oscuro que guardo aquí dentro. Bebo algo negro y echo de menos a mi familia. Llevo vestidos de flores para ocultar que no conozco el idioma. Cómo quisiera hablar ahora. Cómo quisiera un poco de Wifi que me permitiera hablar con él. Pero él ya estará acostado, abrazado a nuestras mascotas. No sé qué hora es.

Ocho
(Mirando la carta de Tutu’s y esperando a que sean las 6 para pedir una ensalada de coliflor): Escribo por escribir. En realidad… lo que tengo es hambre.

Nueve
Cosas que no he hecho y que nunca haré = comer fideos en China Town.
Cosas que he visto y que nunca más volveré a ver = mis zapatos de Topshop hundidos en un charco de nieve, y a Stephen intentando rescatarme.
Cosas que me hubiera gustado decir y que, por cuestiones de idioma, nunca dije = Gabby Bess es la escritora joven más talentosa que conozco y estoy profundamente enamorada de ella.
Cosas que he comido y que quisiera volver a probar = la ensalada de coliflor por la que esperé hasta las 6.
Cosas que me he imaginado y que hubiera querido vivir de verdad = hacer el amor con él en el San Carlos, mirando la nieve. Sudando con la potente calefacción.

Diez
Podría inventar un idioma ahora mismo. Un idioma para invocar a mis seres queridos. Un idioma para escribir todos los poemas. Un idioma con el que viajar gratis. Un idioma para poder decir lo que no sé. Un idioma nuevo, para pensar. Las manos. Los cigarros. La cerveza. El mal olor de las esquinas en Manhattan. El precio de los vinos. El ancla. El pelo largo. El ruido de nuestros pies en la nieve. El ruido de la Alt Lit latiendo. El ruido del metro. El ruido de Mellow Pages. El ruido de los aplausos. El ruido de los calefactores. Ese que ya se ha ido. Ese que tanto miedo me daba.

28 enero 2014

Sitios en los que voy a estar, cosas que van a pasar, poemas que voy a leer.

Nervios. En los próximos días tocan viajes, lecturas y trabajo a distancia. El inviernos nos está tratando bien, y los ángeles de la guarda nos salvan. He leído El Nao de Brown, he escrito sobre la iniciativa #readwomen2014, he ido a la presentación de Taipéi y he hablado de bragas sucias con Laura, Mai y Lucía. Esta noche cervezas veloces. Hacer la maleta y a continuación una lista, entre Nervios, de todo lo que va a pasar:

(Ilustración de Sandra Martínez)

1. Enero: 29 y 30 Ciclo ¿Literatura Alternativa o Alternativas a la literatura?

Con la presentación de Tao Lin el primer día, y la mesa redonda sobre Alt Lit y el mercado editorial español para los más jóvenes. Intervendrán Antonio J. Rodríguez, María Yuste y Carlos González Fuertes. Yo estaré presente como moderadora. (La Casa Encendida)



2. Enero: 31 Presentación de La tumba del marinero

Casi un año después de que el libro saliera de imprenta, por fin podemos acercarnos a leerlo a Madrid. Estaré con mi querido Peio H. Riaño y con mis editoras Elena y Alejandra. (Arrebato Libros)



3. Febrero: 13 Presentación de VOMIT

Estaremos en Nueva York con Dorothea Lasky, Tao Lin, David Fishkind y vídeos de algunos de los autores, además de la colaboración de Jacob Steinberg y Berta García Faet. (Instituto Cervantes)



4. Febrero: 15 Lectura de poemas de Bluebird & Other Tattoos, y más

Acompañada de Gabby Bess y Jacob Steinberg, y presentados por Jordan DeBor, leeremos poemas de cada uno y aprovecharemos para presentar un poco Bluebird y Sailor's. (Mellow Pages)


¡Gracias!

27 diciembre 2013

La poesía de la 89plus.


Después de 89plus clubhouse y de las lecturas en el 89plus Marathon de Londres, llega este número de Chutzpah!, una importante revista de literatura publicada en China (tanto en chino como en inglés) y editada por Ou Ning. Me hace mucha ilusión poder colaborar en este número dedicado a lo que ellos llaman la "Generación Diamante", así como haber podido ayudar con la selección. 

Es gratificante ver que al lado de nombres de poetas que escriben en inglés, por fin este tipo de proyectos se animan a sumar a autores del resto de Europa o Latino América: Nanna Juul Lanng (Dinamarca), Miguel Rual (España), Vlad Pojoga (Rumanía), Lieke Marsman (Holanda), y sobre todo el genial David Meza (México) terminan de poner color a esta especie de antología tan interesante (con Harry Burke, Gabby Bess, Rachel Allen, Jacob Steinberg y Sophie Collins).

Tengo muchas ganas de leer, además, los poemas en inglés de Yu Youyou (China, 1990), joven autora con la que he intercambiado algunos emails con la esperanza de poder traducir sus textos al español para Tenían veinte años y estaban locos. Gracias a Ou Ning, y a Austin Woemer por su trabajo. Y mil gracias más a Jacob Steinberg, quien además de colaborar con poemas, ha traducido al inglés los extensos textos de Meza, y también mi tumba del marinero... Os animo a descubrir a cada uno de estos autores.

Seguimos.

11 diciembre 2013

Mis diez libros favoritos de 2013, y algo más.

Aún quedan días para que acabe el año, pero yo estoy deseando cambiar de fecha desde hace mucho tiempo. 2013 ha estado lleno de buenas noticias (los viajes a Londres y Sibiu, la mejor salud de mi madre, el nacimiento de Grétel, las cenas en casa de Mai, la llegada de Yummy a casa, la publicación  y segunda edición de La tumba del marinero, el nuevo trabajo de Ibrah, el éxito de VOMIT, la participación en la nueva edición de Cartas de cumpleaños, haber dejado de fumar, lo que aprendí junto a Silvia Querini, las cervezas con Sylvia & Ted, el trabajo junto a Jacob, Jesús y Marisa, la meditación, mis libros nuevos de cocina, la publicación en China, la publicación en Argentina, Orange is the new black, la colección de botellas de vino bonitas anunciado un año lleno de noches especiales con Ibrah, con quien pronto cumpliré cinco años de relación, el nuevo tatuaje hecho por Leticia, el Oddland, etcétera). Pero también de cosas malas (la hospitalización eterna de mi abuela, la muerte de Drac, la enfermedad de Delhi, mi desencanto intermitente con el mundillo literario, la cancelación del viaje a Nueva York -hasta nuevo aviso, quizá febrero-, la confirmación de que mis manchas en la piel seguirán creciendo, y creciendo, y creciendo, haberme cortado el pelo -echo de menos la melena-, no haber pisado Madrid en seis meses, el robo en la calle Elisabeths, la falta de dinero en momentos terribles, el agobio a la hora de no poder llevar a cabo proyectos bonitos, el no haber podido casarnos todavía, el anónimo a quien tuve que denunciar a la Policía, etcétera).

Aún quedan días para que se acabe el año, decía, pero me apetece compartir ya con todos vosotros las que creo que han sido mis lecturas preferidas de entre lo publicado en 2013, no sólo en España, sino también de entre las novedades editoriales que he podido leer del extranjero. Y bien:

1. La trama nupcial, de Jeffrey Eugenides (Anagrama): 
2. Poesía completa, de Anne Sexton (Linteo)
4. Taipei, de Tao Lin (Vintage)
5. Divorcio en el aire, de Gonzalo Torné (Literatura Mondadori)
6. ¿Cómo debería ser una persona?, de Sheila Heti (Alpha Decay)
7. [Imperia], de Daniela Camacho (El perro y la rana)
8. La materia oscura, de Florian Werner (Tusquets)
9. La colmena, de Charles Burns (Reservoir Books)
10. Alone with other people, de Gabby Bess (CCM)

Libros, todos, repletos de amor, de dudas, de enfermedad, de vísceras, de sexo, de juventud, de lucha por la vida, de drogas, de mucho futuro. Libros que han destacado un lugar importante en mi corazón y en mi imaginario, y que me han ayudado a escribir, a tener ideas y a compartir. Aunque esos son los diez más importantes para mí, me dejo otros tantos en el tintero que no quisiera dejar de mencionar: Comí, de Martín Caparrós, Mi vida sin Julio Verne, de Sonia Fides, Virus tropical, de Power Paola, Ebrio de enfermedad, de Anatole Broyard, Así es como la pierdes, de Junot Díaz, o Mi vida querida, de Alice Munro. 

Y más allá, mucho más allá de las novedades, sé que este año no hubiera sido lo mismo sin tres libros, o más bien, tres figuras de la poesía que me han acompañado y arañado prácticamente cada día: Max Blecher (desde que Nerea me lo regalara hasta que Vlad, Catalina y Rita me lo recitaran en Sibiu), Joyce Mansour (la madre de mis estómagos) y por supuesto el gran Gary Snyder (maestro, en todos los sentidos, él me ayuda a liberar mi mente, a vaciar mi mente, a limpiar mi mente hasta que ya no queda mente, sólo aire).

Eso es todo por el momento. Gracias, Max. Gracias, Instagram. Gracias, restaurantes veganos. Gracias, Miley Cirus. Gracias, Sylvia. Gracias, lectores. Gracias, Kölch. Gracias, Walter White. 

Seguimos por aquí. 

23 octubre 2013

Estoy gritando.


we’re here/ quiet dancing in london still/ you are like a tulip when there are tulips behind you and i can’t decide what/ you’re like Crispin Best


En casa de Sylvia Plath
Estoy sentada con Gabby, Lucy y Johnny en una plaza silenciosa, justo al lado de una de las casas en las que Sylvia Plath vivió en Londres. Según dice la placa, lo hizo entre 1960 y 1961. No es la casa en la que se suicidó, pero el color morado de los muros y el jardín otoñal la convierten en un espacio irremediablemente suyo. Estoy sentada y suena Get Lucky en una especie de homenaje extraño, demasiado extraño: ninguno tenemos 3G en el móvil y no podemos buscar sus poemas para leer en voz alta. Así que optamos por Daft Punk, aunque nada tenga que ver. El sol se esconde, sale, se esconde, sale de nuevo. Es domingo en Camden Town y al otro lado de la calle nos esperan restaurantes, tiendas, las últimas horas de un fin de semana perfecto en la ciudad carísima. 

Johnny Bryan, Gabby Bess y Lucy K. Shaw
El viernes 18 de octubre me levanto a las 3.15 de la mañana para llegar al bus N117 que me llevará al aeropuerto. Odio los aeropuertos, me ponen nerviosa. Los odio porque son caros y cansan. Sólo en el bus y en el desayuno ya me he gastado casi 7 euros. Mi estómago acaricia el donut que acabo de engullir, y desea no volver a pasar hambre hasta que al fin lleguemos a nuestro destino. En el avión me quedo dormida, con el cuello torcido, como si fuera de goma. Llego a Londres a las 8 de la mañana (de allí) y no podré entrar a mi habitación de hotel hasta las 3 de la tarde. Dejo la mochila. Oculto con crema mis ojeras y salgo a la calle sin rumbo alguno. Afortunadamente tengo buena orientación. Creo que el río está por allí. Creo que eso es el norte, y eso el sur, y gracias al cielo aún me queda algo de batería en el iPhone para tratar de robar algo de WiFi en las maravillosas cafeterías de la ciudad. Camino. Camino. Camino. Las calles aún están como desperezándose y a las 10 de la mañana ya me he comprado un vestido en Urban Oufitters y unos zapatos en Top Shop. Me niego a entrar a American Apparel y a otras tiendas que me vuelven loca y me llevarían a la total pobreza a tan solo unas pocas horas de haber pisado la ciudad cara. Entro a Pret à Manger y pido un bocata de aguacate. Me sorprende la cantidad de opciones vegetarianas que hay en sus menús. Bebo un zumo raro. Maldigo a los enchufes británicos. Al fin un poco de WiFi. Digo hola a Ibrah. Termino el bocata y me encamino al Big Ban. Cada vez hay más turistas y me siento incómoda. Prefería la tranquilidad de Warren St y el olor del aire vacío que azotaba al barrio a las 9 de la mañana. Camino. Camino. Camino. Una vez en Picadilly, después de haber visto plazas, monumentos y cientos de edificios que estoy acostumbrada a encontrarme en series y películas, me llega algo de WiFi y logro comunicarme con Lucy, Gabby y Johnny. Al fin y al cabo, lo más interesante de este viaje no era la ciudad cara (soy la peor turista del mundo, detesto mirar por mirar, sobre todo si no tengo con quién hacerlo), sino mi encuentro con los jóvenes poetas que venían como yo invitados al 89plus Marathon que se celebraría al día siguiente en la Serpentine Gallery de Hyde Park. ¿A qué hora nos vemos ? (Mi inglés es horrible). Pues estamos en el Tate. Qué lejos. ¿Cuándo vas al hotel? Ahora a las tres. Allí nos vemos. Sí. Allí nos vemos. Estoy nerviosa. Mi acento y mi nerviosismo me delatan. Pero quiero verles. Quiero ver a mis amigos. Todos ellos son poetas a los que he leído a través de Internet, gente de la Alt Lit. Gente que viene de Estados Unidos, Canadá o el mismo Reino Unido. Gente a la que he leído y releído. Gente como Gabby: una de mis musas. Trato de volver al hotel sin tomar el metro pero me pierdo. Son las tres. Me dan mi tarjeta. La habitación es una pijada, pero no tienen WiFi. ¿Y no se supone que venimos a un encuentro de la "generación de Internet"? ¿Qué hacen alojándonos en un hotel sin WiFi? Una ducha. Me cambio. Pago 7 euros por una hora de conexión. Me escribe Crispin Best que está en la habitación de arriba con Gabby y los demás. Respiro. Respiro. Respiro. Ensayo nerviosa un saludo que no quede muy ridículo con mi ridículo inglés. Subo. Me abre Lucy, más guapa aún que en las fotografías que desde hace un tiempo vengo viendo de ella en su tumblr. Nice to meet you. Nice to meet you. Nice to meet you. Aquí nadie da besos. Pero yo les abrazo a todos. Pronto quedaremos con Sophie Collins y Sam Riviere. Mientras tanto bebemos vino en vasos de Starbucks. Soy silenciosa. Me siento bien. 

El primer vino
Sophie Collins (1989) poeta de Reino Unido, con orígenes holandeses. Es autora de una plaquette que edita junto a un grupo de amigos. Editora de Tender Journal, feminista, tatuada, de una piel blanquísima y fina. Está casada con Sam Riviere y son la pareja más entrañable del mundo.

Sam Riviere (1981) posiblemente el poeta joven más importante de Reino Unido, tiene un libro en Faber & Faber que estoy deseando leer y que ha cosechado grandes reseñas en el mundo anglosajón. Parece inteligente. Es inteligente. Me sorprende su timidez y me encanta ver cómo baila con Sophie en la fiesta a la que iremos más tarde. 

Gabby Bess (1992) una de mis poetas jóvenes preferidas de la que ya os he hablado aquí y en algunos medios como Barcelonés. Es divertida, delgada, baila mucho y su libro Alone with other people debería estar ya traducido al español. 

Lucy K. Shaw (1987) editora de Shabby Doll House y autora de poemas y relatos que aparecen en numerosas antologías. Viene de Canadá, aunque yo no lo noto en su acento. Me invita a descargarme Snapchat y cuelga fotos en Are you screaming? Me cae fenomenal. Volvemos al hotel en taxi. Abrazadas. 

Johnny Bryan (1988) es profesor de inglés en París aunque viene de Seattle y prefiere Brooklyn por encima de todo. Hablamos en francés y es la única persona con la que comparto gustos musicales. También escribe. En la fiesta del sábado nos leería uno de sus poemas en el cuarto de baño. 

Crispin Best (1989) lo conozco desde hace tiempo porque es uno de los mejores amigos de Ben Brooks. No me extraña, es un tío genial. Durante su lectura de poemas lee un texto largo que hace reír a todo el mundo y que recuerda más a la literatura americana que a la inglesa. Nos lleva por la ciudad como a ovejitas. Nos enseña los pubs, las fiestas, las drogas. Siempre me voy antes que él de todas partes. Me pregunto cuándo dormirá Crispin Best. 

Harry Burke (1989) ahí donde lo ves, sí, con esa sudadera grande y las deportivas. Ahí donde lo ves él es quien ha organizado todo esto. Cuando los organizadores de 89plus le llamaron para preguntarle por jóvenes poetas, él dio nuestros nombres. Ahí donde lo ves, editor, crítico, poeta, tan joven. Lo conozco en el chino. Le veo llorar porque toda la comida es tan picante. Le veo recitar con resaca. Le veo feliz porque todo esto es una locura y al final ha conseguido reunir a toda esta gente. 

Y luego Racher Allen, Natalie Chin, Alex McDonald, Livia Franchini, Katrice Dustin, Tom Dinsdale, Joe Mac, Dan Hogan, Stacey Teague, Kate Shaw... Todos absolutamente simpáticos conmigo, muy lectores, muy creativos, muy divertidos. Alucinantes. 

En casa de Natalie Chin
Gabby, Natalie, Stacey y Johnny leyendo poemas en el baño
Kate y Katrice
Lucy, Gabby, Stacey, Natalie, Joe y yo
No volveré a hablar del proyecto 89plus porque ya lo hice hace poco en SModa y en este mismo blog. Resumiré el evento diciendo que es increíble cómo curadores tan importantes se han interesado en una generación tan incipiente y aparentemente loca como esta. Mirando a los artistas seleccionados (no sólo los escritores), uno advierte una cantidad de selfies, de yoes y de autoparodias infinitas. Eso me gusta. Me gusta porque "con el yo de nuestra generación, todos podemos reconocernos, el yo es universal", dicen en una de las micro-conferencias. El maratón se sucede y escucho a artistas vestidos de punk, a informáticos, fotógrafos, cantantes... Me dicen que Nicolas Jaar está por ahí y creo verle al fondo, pero no estoy segura. Lamento haberme perdido tu concierto, Nicolas. Aquí tienes a una mala fan. A quien sí veo es a Douglas Coupland. Todo está muy bien organizado y entonces le toca el turno a los poetas. Yo leo Museo de cánceres en español, aunque piense que nadie va a entenderlo, creo al final lo comprenden, porque declamo y noto cómo me miran fijamente. Sam Riviere lee la versión en inglés que tradujo Kevin Cole hace unos meses y me dan escalofríos porque lo lee despacio y casi puedo reconocerme. Hay personas que ríen y otras que aplauden. Más tarde algunos compañeros me felicitan y Hans Ulrich Obrist me dice que se ha reído mucho con el "cáncer de Enrique Vila-Matas", y que es muy amigo suyo, y que le salude cuando lo vea en Barcelona (pero yo nunca veo a EVM). Escucho a mis compañeros. Todos son geniales. Rachel Allen me sorprende especialmente. Se me olvidó decírselo, pero estoy deseando leer sus poemas potentes. Recita con una voz dura. Con un acento del sur que hace que cada palabra explote. Ella, Sam, Sophie y Harry se van a otro recital. No volveré a verles. Ahora lamento no haber podido hablar más con ellos. Yo también me marcho, esta vez a dormir. En los últimos días habré dormido 4 horas en total. Tengo hambre y necesito una siesta. Me despido de todos hasta la noche. Me tomo una foto con ojeras con el jardín de fondo. Ducha. Ducha Ducha. Cansancio. Ducha. 

Gabby, Harry, Rachel  y Crispin en Serpentine Gallery
Selfie campestre
El primer día, decía, me comí un bocata vegetal, después una galleta de chocolate, por la noche fideos chinos, berenjenas y tofu (en un restaurante de un barrio alejado del centro, todo lleno de extranjeros, hipsters vagabundos y bares raros), después desayuné tostadas, tomé un poco de arroz, algo de sushi vegetal de un fast-food japonés que había al lado del hotel, y a las tantas de la mañana la ensalada de calabaza de Natalie y una manzana del manzano de su jardín, luego desayuné un capuccino, comí una hamburguesa en pan de pita vegetal y cené en el Pret a Manger del aeropuerto un wrap vegetariano envuelto en algas y un "vasito de proteína" hecho de huevo y espinacas. Es curioso, pero todos los poetas que conocí en Londres eran vegetarianos o veganos. ¿Será esta dieta, acaso, lo que realmente daesentido a la generación de la Alt Lit? ¿Nuevos escritores con estómagos verdes? 

Bebida molona
Crispin y Sam en el restaurante chino 
En una cafetería bonita cerca de la casa de Plath
Me gasté mucho dinero en la ciudad cara, comiendo, bebiendo, comprando, buscando Internet... Me gasté mucho dinero pero mereció la pena la experiencia porque como ya pasó hace un mes en Rumanía, vuelvo con un montón de nuevos amigos, de lecturas pendientes y de imágenes inolvidables en mi memoria. Las casas preciosas, la lluvia finísima, los partidos de fútbol en el parque, la música de Demarco mientras todos hablaban drogados, las autofotos que nos enviábamos por las mañana para saber dónde estábamos, las lágrimas con la comida picante, la música de la fiesta en casa de una desconocida, las medias de colores de las niñas modernas, la mezcla de acentos, el olor a comida por la calle, los cafés enormes, el vino dulcísimo, el poco tiempo del que disponíamos para conocernos, el cruce de caminos, el no saber si algún día volveremos a encontrarnos... Seguro que sí.

Suburb that friends come and leave
Suburb that friends come and leave
but that
that is enough.

No matter, suburb.

[Suburb fierceness at interviewer]

Suburb, happiness isn't based in properties.

Suburb I'm alone.
Suburb I'm bleak.
Sophie Collins

Screaming

09 octubre 2013

Miley vs. Tavi (o algo a propósito de la 89plus).

El sábado pasado apareció mi columna mensual en S Moda, el suplemento de moda de El País (se puede leer pinchando aquí). Es esta ocasión quise hablar de un movimiento que me parece tremendamente interesante: 89plus. Una red de artistas, fotógrafos, escultores, arquitectos, diseñadores, pensadores o escritores que viene avalada por Hans Ulrich Obrist y Simon Castets, dos grandes curadores que se han lanzado a la difícil tarea de apoyar a una generación que aún está asomando la cabeza, pero que en muchos casos ya es tangible, y cómo. 

Entre todos sus eventos, los próximos días 18 y 19 de octubre, se celebrará en Londres el 89plus Marathon, en la famosa Serpentine Gallery. Me hace muy feliz asistir como invitada en la sección de literatura, y poder estar con amigos a los que tanto admiro y de los que ya os he hablado en este blog o en las redes, como Ben Brooks, Sophie Collins, Gaby Bess, Harry Burke y Crispin  Best. Aquí está el PDF con toda la información, e imagino que pronto irán subiendo más cosas. Me consta que Serpentine Gallery está preparando una publicación con muchos más nombres, y que pronto podremos verlo. Si os interesa el proyecto, no dejéis de seguirles. 

Como dije en el artículo, todo esto es motivo de alegría: saber que instituciones tan importantes dan cabida a voces tan nuevas, y que artistas tan renombrados abren los brazos a una generación que aún está dando sus primeros -aunque firmes- pasos. Porque lo mejor, al final, es eso: que queda tanto por hacer... que ganas no nos faltan. 

02 septiembre 2013

5 poetas que no conocías y a las que debes seguir.

Hoy he publicado un pequeño artículo en la revista Barcelonés (aquí), donde presento a cinco voces jóvenes de la poesía que me han llamado mucho la atención en los últimos tiempos. Cinco poetas que vienen de Estados Unidos, Rumanía, Holanda, Dinamarca y Francia, y que son importantes y necesarias en la vida literaria de sus respectivos países. Cinco mujeres. Cinco, y extranjeras, porque los que seguimos la blogosfera o el panorama poético español de cerca, a veces necesitamos mirar a otro lado y contagiarnos de alientos distintos. 

De Gabby Bess hay alguna cosa en este blog, y también podéis leer uno de sus cuentos publicado en la antología Ficción Rara que coordiné en Playground. De Lieke Marsman y Lysiane Rakotoson hay poemas en la versión online Tenían veinte años y estaban locos. De Rita Chirian y Nanna Juul Lang poco más puedo deciros, más allá de lo que cuento en el artículo: la primera ha publicado varios libros, la segunda apenas comienza, y a las dos hay que seguirlas de cerca siempre y cuando el idioma nos lo permita (para esta ocasión intenté que al menos hubiera un poema en inglés de cada una, y ellas mismas hicieron el esfuerzo de traducir un poema inédito). 

Nos pregunta un anónimo, con malicia, si es casualidad que todas estas autoras sean tan guapas... Yo también me fijé en eso mientras rastreaba sus nombres, y tiene razón: todas guardan una intensa y prometedora mirada. 

31 julio 2013

Alone with Gabby Bess... o bien: puedo llorar viendo porno.


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No me toméis por una loca cuando diga que este verso: «Hahaha, am I alone here?» es el que mejor resume el fantástico primer libro de Gabby Bess, porque es cierto. Durante todas las páginas que componen Alone with other people, la autora consigue lanzar al mundo una risa sana, inteligente y reivindicativa. Una risa sobre la fortaleza de la mujer, de la juventud y de la poesía. Cuando Gabby dice hahaha, despliega también ante nuestros ojos una serie de textos que encuentran primero la belleza de lo cotidiano, más tarde lo universal de su intimidad y por último (y lo más importante) esa sensación de que con este libro nunca, jamás, volveremos a sentirnos solos.  

26 julio 2013

Seal of approval: mis libros preferidos del primer semestre de 2013 y por qué deberíais leerlos.



Se acaba julio y parece que los lectores, los adictos y los coleccionistas de libros ya tenemos todos nuestros sentidos puestos en lo que será la alocada y nerviosa rentrée. Los grandes títulos del horizonte me llevan entonces a acordarme y a querer ordenar aquellos más me han gustado hasta la fecha, publicados dentro y fuera de España, y que más abajo señalo (el orden es aleatorio), reivindico y recomiendo:

-La trama nupcial, de Jeffrey Eugenides (Anagrama), por ser un retrato fiel del amor post-universitario, de las relaciones complicadísimas y de la locura. La mejor novela del año hasta la fecha.
-Un cuarto propio, de Virginia Woolf (Lumen), por ser una edición tan cuidada de uno de esos libros que a todos nos "cambiaron la vida".
-Poesía completa, de Anne Sexton (Linteo), por ser la primera vez que podemos leer a Anne Sexton de principio a fin. Una batalla ganada. Un volumen esencial en toda biblioteca.
-Así es como la pierdes, de Junot Díaz (Literatura Mondadori), por ser tan divertida, cruda y real. Por ser tan masculina y al mismo tiempo tan crítica con la masculinidad más desagradable.
-Como el ciervo huiste, de Iago Fernández (Delirio), por ser Iago Fernández el único narrador interesante, potente y prometedor nacido a partir de 1990 en este país. 
-Taipei, de Tao Lin (Vintage), por ser la mejor novela de uno de los autores más importantes de mi generación a nivel internacional.
-Todo ajeno, de Natalia Litvinova (Vaso Roto), por ser la gota que colma el vaso de la belleza poética que genera la autora. Y porque la fuerza de su voz ya es un hecho más allá de sus fronteras. 
-Una rubia imponente, de Dorothy Parker (Nórdica), por ser el libro que nos enseñó a ser mujeres más fuertes y más listas. Y porque la edición de Nórdica es una pasada.
-Alone with other people, de Gabby Bess (CCM), por ser una de las autoras que más me interesan del panorama de la Alt Lit. Su poesía es diferente, madura, feminista, social. 
-Virus tropical, de Power Paola (Reservoir Books), por ser tan real, tan loca. Gracias a ella afiancé mi interés por el cómic.
-La materia oscura, de Florian Werner (Tusquets), por ser uno de los ensayos más divertidos e instructivos (sí, sobre la mierda) que he leído en mi vida. 
-Cómo debería ser una persona, de Sheila Heti (Alpha Decay), por ser una lección de amistad, un artefacto narrativo tan original y una confirmación de la autora como uno de los valores más atractivos de la narrativa en inglés. 

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