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17 agosto 2014

Los perros románticos (Hangouts I y II).

(Día uno: Resumen fotográfico de María Yuste, a pantallazo limpio. Una foto FELIZ)

Vídeo de completo del encuentro, con Kevin Castro, Ana Carrete, Maximiliano Andrade, Yaxkin Melchy, Didier Andrés Castro, Arturo Sánchez y una servidora haciendo de moderadora.

(Día 2: Resumen fotográfico de María Yuste, one more time)

Vídeo completo del encuentro con Óscar García Sierra, Agustín Guambo, Jesus Carmona Robles, Alexandra Espinosa, Caterina Scicchitano, Luis Silva, Jesús Montoya y Didier Andrés Castro como moderador. 

02 agosto 2014

Primer hangout perruno de poetas jóvenes en lengua española: una pequeña fiesta a través de la webcam.

Cartel de Caterina Scicchitano
Hace unas semanas mi colega Didier Andrés Castro me escribió para proponerme participar en la creación del que sería uno de los primeros encuentros vía Internet de poetas jóvenes en lengua española. Llevábamos tiempo charlando por Facebook, compartiendo links, hablando de libros y escribiendo post (aquí y aquí y aquí) sobre la posibilidad de una nueva comunidad online de escritores y lectores en nuestro idioma que lejos de compartir estéticas, compartíamos sueños. Didier, junto a Kevin Castro, proponía hacer un hangout de Google que estuviera concebido como una especie de mesa redonda, pero desde la distancia. Porque lo que los kilómetros nos quitan, Internet nos lo da, o algo así. Así que desde entonces comenzamos a reunirnos una o dos veces por semana para organizar este encuentro, abrimos un grupo de discusión en Facebook titulado "Los perros románticos", y creamos un tumblr homónimo para ir añadiendo poemas de los participantes, con tal de que todos pudiéramos conocernos entre nosotros. El propósito de este encuentro no es otra cosa que discutir, dar a conocer y promover la poesía. Se habla mucho de la comunidad de escritores anglosajona que la red ha mostrado desde hace años, pero nunca se habla de todo aquello que los autores de habla hispana estamos haciendo desde tan distintos países. Conocemos algo de Tenían veinte años y estaban locos, conocemos algo de lo que fue la Red de poetas salvajes, conocemos algo de Literatura Mutantres, sabemos de las innumerables publicaciones undreground del panorama argentino... pero ¿qué hay más allá de esos nombres? ¿Quiénes son los jóvenes creadores de Chile, Ecuador o Venezuela? ¿Qué ha significado para nosotros la Alt Lit? ¿Quiénes son nuestros referentes más cercanos de generaciones anteriores? ¿Qué nos gusta leer? ¿Qué nos gusta escribir? ¿Cómo nos emborrachamos? ¿Cómo leemos nuestros poemas en voz alta? ¿Cuál es el futuro de la edición? ¿Cómo será nuestro panorama dentro de unos pocos años? Millones de preguntas que trataremos de perfilar los días 16 y 17 de agosto en las pantallas de nuestros ordenadores. 

Por el momento os copio el mensaje oficial de nuestro evento, y os invito, por supuesto, a que participéis:

Algunas de las nuevas voces de la poesía y la literatura se darán cita en un hangout que se transmitirá en vivo a través de Youtube. Va a ser una locura, dos mesas, una para el sábado y otra para el domingo, con 8 diferentes poetas. Hablarán de sus experiencias literarias, hablaremos de poesía, leeremos poesía, todo será poesía.

MESA 1 (sábado 16 de agosto)
Luna Miguel, España (moderadora)
Kevin Castro, Perú
Jesús Carmona Robles, México
Ana Carrete, USA
Agustín Guambo, Ecuador
Yaxkin Melchy, México
Maximiliano Andrade, Chile
Kevin Cole, USA (invitado)

MESA 2 (domingo 17 de agosto)
Didier Andrés castro, Colombia (Moderador)
Jesús Montoya, Venezuela
Alexandra Espinosa, Colombia
Caterina Scicchitano, Argentina
Arturo Sánchez, España
Óscar García Sierra, España
David Meza, México
Luis Silva, USA (invitado)

El sábado 16 y domingo 17 de agosto, a la 11 am hora de Colombia (España +6h, Argentina +3h, Venezuela +2h, California -2h, Centroamérica -1h)

Tumblr
Canal de Youtube (¡hay que suscribirse!

20 julio 2014

«Estoy en mi cuarto despintándome las uñas y volviéndomelas a pintar de rojo» (un poema sangriento de Ana Carrete).

El otro día Ana Carrete (para quien aún no la conozca, Ana es la inventora de la New Wave Vomit, así como una de las poetas más importantes y queridas de eso que llamamos Alt Lit) publicó un estado de Facebook en el que anunciaba que había escrito unos poemas en español, y que si alguien los quería. En seguida le puse un like y le contesté que sin duda yo deseaba leer aquellos textos, y que mi blog era su casa, y que sí, que sí, que sí. De modo que Ana, con su enorme generosidad, me mandó este poema, que tanto me alegro de compartir con vosotros en un caluroso, sangriento y loco día de domingo. 


estoy en mi cuarto despintándome las uñas y volviéndomelas a pintar de rojo

mi cara lavada es el significante
y mi cara maquillada es el significado
o al revés
la noticia y las ideas
mi pierna dormida
mi pierna roncando
la falsificación de rostro
el comercio
la imagen se repite por televisión
simulación
doble significado
las vírgenes punks etc
la noticia de las vírgenes se repite
se reparten las ideas
si la gente cree en algo
entonces existe
tú cree esto
porque yo voy a creer en otra cosa
te vendo mi cara si quieres
¿cuánto me das por ella?
las imágenes se venden
la televisión llega y comparte
la imagen se repite otra vez

y el último milagro es que me baje
y que mis jeans se manchen

antes de ser olvidada
salir en la televisión
con los jeans ensangrentados
en la vida real

(Ana Carrete)

08 junio 2014

“Soy feliz si me lames la cara”: tres aproximaciones a la Alt Lit en español y otras historias del posnoventismo .


Kendra Yee
El pasado enero publiqué en este mismo blog un artículo a propósito de lo que estaba ocurriendo en España con el florecimiento en Internet de la poesía joven. Conté brevemente que había una clara regeneración de las letras, propiciada por la red y por proyectos en papel que surgieron de ella. El escritor estadounidense Jacob Steinberg fue el primero en bautizar a esta nueva ola (especialmente en Argentina) como poesía posnoventista, un término que no englobaría otra cosa que a autores nacidos a finales de los 80 y principios de los 90, que han sabido crear sus propias comunidades, ajenas a las de las grandes editoriales. Más allá de los ejemplos anglosajones que ya conocemos y que dieron lugar a la proliferación del término Alt Lit (Illuminati Girl Gang, Alt Lit Gossip, CCM Press, The Scrambler, Pop Serial, HTML Giant, New Wave Vomit, etc) en España también tenemos varias plataformas y fanzines que han servido para la difusión de todos estos autores, desde Tenían veinte años y estaban locos, hasta Sangrantes, Ciudades Esqueleto, Mil novecientos violeta (basado en un verso de David Meza), Palpitatio Lauri o las antologías de La Bella Varsovia.

Algo estaba pasando. Algo está pasando. Algo va a pasar, nos decimos cada vez que encontramos ante nuestros ojos todo este movimiento y todo ese jaleo poético. Lo que me llamó la atención, sin embargo, después de releer varias veces la selección de poetas de La poesía posnoventista española en 15 voces fue la completa desvinculación estilística con aquello que al otro lado del charco estaban haciendo estos norteamericanos locos de los que tanto me gusta hablar. Por este motivo, después de escribir para PlayGround el artículo Internet, amor y vísceras: el futuro de la literatura está en Canadá, y después de leer en el blog de Marina L. Ruidoms un interesante post a propósito de las nuevas letras suecas y su relación con la Alt Lit, se me vino a la cabeza la duda, y también la idea de emprender una pequeña búsqueda de lo que esta nueva ola ha podido dar a las letras en español, no sólo en nuestro país, sino también (y sobre todo) en Latinoamérica.

Un breve repaso: en Argentina tenemos las editoriales Triana y Dakota, que han publicado libros de Sam Pink, Tao Lin y Megan Boyle. También, desde hace tan solo un mes, tenemos a Interzona, con Lolita Copacabana y Hernán Vanoli a la cabeza, editores de la primera antología de narrativa joven norteamericana de estas características. En 2013 en España publicamos VOMIT, también la primera antología de poesía norteamericana en edición bilingüe, y cómo no aquí también contamos con el genial trabajo de Alpha Decay, editorial sin la que el lector español no habría podido llegar a Tao Lin, Blake Butler o Sheila Heti. Además aquí contamos con la generosidad de buenos blogueros y traductores, como Montse Meneses, María Ramos o José María Martínez que nos traen traducidos algunos poemas esenciales de todo lo que ocurre allá. De nuevo en el otro lado del océano, la difusión de Ignacio Molina en Disorder (Chile) ha sido esencial. Por no hablar de Ana Carrete, un nexo entre México y EEUU, o de Didier Andrés Castro, y su blog La polifonía de la nada, o de todas las cosas que me dejo en el tintero, porque son muchas, y cada día van a más.

Entonces, ¿quiénes podrían ser las voces de la Alt Lit en Español? Cuando me hago esta pregunta se me ocurren algunos nombres como los de Cecilia Pavón (Argentina), Ricardo Limassol (México), Carlos Colmenares Gil (Venezuela) o el propio Didier Andrés Castro (Colombia), cuya literatura guarda un humor, una precisión, una brevedad, una intensidad y un delirio parecido al de algunos autores norteamericanos actuales. Sin embargo, me parecen autores con identidad propia, que han crecido, escrito y desarrollado sus obras más allá del fenómeno, aunque después es más que probable (y un absoluto hecho en algunos casos) que hayan participado de él traduciendo, leyendo o escribiendo a propósito. Por este motivo, he preferido seleccionar tres voces nuevas, en cuyas formaciones literarias sí que intuyo un empapamiento brutal de la literatura alternativa estadounidense. También adictos a Internet. También presentes en las redes, bilingües, adictos del share, de lo confesional, de lo generacional y de lo que va más allá de su propio idioma. También post-1990. También pequeños héroes a los que desde aquí expreso mi admiración y mis ganas de seguir descubriéndoles. Porque no hay fronteras. Porque como dicen los sabios: Poetry Will Be Made By All!

1. Kevin Castro (Perú, 1993)
Activista en la genial C.A.C.A. Editores, donde publicó su primer libro de poemas Los tiempos jurásicos cuya portada, precisamente, es una ilustración de un dinosaurio puesto de MDMA diseñada por Tao Lin. Kevin ha participado desde jovencísimo en antologías y revistas nacionales e internacionales. Su obra se puede leer online aquí, porque también ha sido publicada por la LUMA Foundation, en el proyecto de 1000 libros de 1000 poetas. Divertido, crítico, lleno de referencias pop, inteligente, amable… y paradme, porque sólo puedo decir cosas buenas de él.

2. Caterina Scicchitano (Argentina, 1992)
Se define como mitad judía, mitad celíaca. Escribe en inglés y en español y tiene un Tumblr en el que narra sus más íntimas confesiones de una manera delirante, pero también delicada. Verso, prosa, entradas de diario. “Tengo ganas de arruinarlo todo”, dice a veces. O bien: me veo como un chico inseguro por la calle pero adentro de mi casa y subiendo cosas a internet. me veo como un chico inseguro por la calle pero adentro de mi casa y subiendo cosas a internet. podría conquistar la unión soviética algo así, me siento eufórica en un nivel controlable. Si Gabby Bess o Megan Boyle hablaran castellano, lo más seguro es que se entendieran a la perfección con Caterina. Estoy más que enganchada a todo lo que nos cuenta.

3. Óscar García Sierra (España, 1994)
Bien. Lo cierto es que podría deciros que todo este texto y parte de esta búsqueda vienen inspirados por Óscar. Un joven al que conocí en Madrid durante las jornadas Literatura Alternativa o Alternativas a la Literatura de La Casa Encendida. Óscar empezó a sentirse más interesado por la literatura después de leer a Tao Lin y a Ben Brooks, y de comenzar a conocer a todos los autores de la Alt Lit a través de Tumblr. De hecho, en el suyo podemos encontrar traducciones propias, y muchas otras cosas interesantes. Hoy Óscar García Sierra ha publicado un poema en Tenían veinte años y estaban locos, el cual os animo a leer aquí. Yo estoy enamorada de él, y espero que también os guste.

*

Seguiré leyendo, investigando e informando. De momento, quisiera cerrar este extenso post con un poema de Kevin Castro, titulado Verde. Con sus lágrimas (de emoción) me despido:

i dreamt that my best friend was a piece of  asparagus.
Ellen Kennedy y Tao Lin

tengo amigos y amigas que son árboles. converso con ellos a través de un teléfono casero hecho de dos vasos de plástico y pabilo. les digo cosas como ‘y así fue como pude abrir aquella lata de atún sin usar ningún objeto punzocortante’. ellos dicen ‘ah’ y yo digo ‘sí’. me gusta orinar en mis amigos y amigas árboles cuando mi vejiga se hincha como un pez globo gigante pero a ellos no les gusta y entonces nos enemistamos por varias semanas. en esas semanas mi casa se llena de telarañas inmensas y pegajosas y yo escribo poemas horribles / me siento solo a morderme los dedos / luego voy al bosque y talo a uno de mis amigos y lo corto en pedazos y extraigo cuidadosamente la savia en un frasco de vidrio y meto dentro mis poemas. eso es todo. a veces pienso en la soledad como un pájaro mecánico parado sobre una rama que en realidad es el cuerno de una vaca pirotécnica que corre. a veces pienso en incendiarlo todo y recomenzar mi vida en irán. viviré en un lugar desértico alejado de árboles. no me gustan los árboles. en realidad yo soy un árbol que crece hacia abajo y mi cabeza está mirando hacia el centro de la tierra y en el centro de la tierra no hay nada salvo tristeza y la tristeza es un árbol gigante y sin hojas que canta con la voz de janis joplin. descubrí que la tristeza no tiene ojos y lloré. mis lágrimas eran verdes.
(Kevin Castro)

26 enero 2014

Mi retrato.

Apollonia Saintclair
El camino del exceso conduce al palacio del saber.
William Blake (otra vez)

1. Estoy aquí. Santa y Sana como prometía. No me he pintado las uñas ni me he dibujado los labios porque siento que todo ha de ser blanco como esta piel. 

2. Mañana llega Tao Lin, me ha escrito para pedirme un favor inocente. Viene para presentar Taipéi y el organismo ya me está temblando. Después nos vamos a Madrid con Ibrah, María y Carlos. ¿Literatura Alternativa o Alternativas a la Literatura? Ojalá nunca encontremos la respuesta.

3. He escrito cuatro artículos al día. He pasado 75 horas en la oficina esta semana. He hablado de chicas, de chichis, de chicos, de libros. 

4. Proyectos con Mai y conversaciones enloquecidas con Elena. Luego las preguntas de Isaac. Los ojos tristes de mis gatos. 

5. Soñamos con viajes a otras ciudades. Queremos dinero para poder marcharnos. Soñamos con cervezas todas las noches. Queremos otro hígado. También otro estómago.

06 enero 2014

La poesía posnoventista española en 15 voces.

Kendra Yee

El escritor y traductor estadounidense Jacob Steinberg me habló hace poco de lo que para él significa el posnoventismo. Como buen conocedor de la literatura argentina actual, me habló de una generación de poetas que cambió la concepción del género durante los años 90 en ese país. Para él, ese espíritu lúdico, esas ganas de conocer lo que se hacía en el mundo, esas ansias por crear editoriales pequeñas, de libros baratos que llegaran al público, etcétera, son muy parecidas a lo que según él está pasando en el mundo ahora mismo. No sólo hay que mirar la Alt Lit estadounidense para darse cuenta de que una nueva ola de autores nacidos más o menos a finales de los años 80 está creando su propio discurso, sus propios medios de publicación y difusión, y su casa, sin fronteras, gracias a Internet. Me llamó la atención este nombre “posnoventismo”, y me acordé también de todo lo que la plataforma de la 89plus está promoviendo, con artistas y escritores nacidos a partir de 1989, de la que ya os he hablado muchas veces.

Cuando miro la lista de autores de Tenían veinte años y estaban locos (la de papel, pero también la digital), me doy cuenta de que en apenas 4 años desde que la idea de este libro comenzara a gestarse, todo ha cambiado mucho, y muy rápido. Si los autores más jóvenes de la antología en papel habían nacido en 1992, ahora sólo hay que mirar un poco la blogosfera, los debates literarios en Facebook y Twitter e incluso algunas revistas para comprobar que los autores de 1990 son cada vez más numerosos, e incluso que sus nombres, a pesar de ser la mayoría poetas inéditos, han llegado a ser bastante influyentes, pues no sólo se limitan a escribir sus cositas y compartirlas en la red, sino que compran y leen libros tanto clásicos como de sus contemporáneos, escriben artículos en medios culturales online, comparten lo que les gusta, agitan el género y confían ciegamente en él.

Los 15 autores que he escogido para hacer una aproximación al “posnoventismo” español me parecen muy significativos. A todos los he conocido a través de Internet, casi todos han publicado en Estaban locos y otras antologías digitales, casi todos tienen blogs, tumblrs, twitters, instagrams y vidas activas en todas estas redes. Cuando uno de ellos comparte un libro, lo más seguro es que muchos de ellos luego se lo compren (hay un efecto libro veo libro quiero muy curioso, pienso en fenómenos como el de Joan Didion, Mascha Kaléko, Tao Lin, Ted Hughes, Anne Carson, la red se llenó de estos nombres, de pronto todos los leíamos... porque al fin y al cabo somos una comunidad).

Casi todos tienen libros escritos o por escribir, pero no parecen frustrados por que su publicación no vaya a ser inminente. Si han publicado, es en editoriales pequeñas. Si no hay webs y revistas de poesía, ellos las crean (pienso en Ciudades Esqueleto, o en Erosionados). Algunos de ellos incluso han llegado a publicar sus poemas mucho antes en el extranjero que en España, y muchos hasta saben traducirse a sí mismos, o son capaces de crear en otro idioma. No hay presión por ser una joven promesa de tal o cual editorial grande (miremos con atención y celebremos el Premio Nacional de Unai Velasco), ni por salir reseñados en El Cultural (posiblemente ni lean El Cultural), ni por querer agradar a la caspa de ahí arriba. Me parecen sencillos, y sinceros, algunos son muy buenos, a otros aún se les nota la timidez y la inocencia. Pero esto, como debatimos la semana pasada a raíz de la reseña al primerpoemario de Emily Roberts, no me parece un problema. Al contrario. ¿No es una gran ilusión? ¿No es perfecto que el género mute y que el género viva, y que el género esté en continuo movimiento?

15 voces, decía, que a mí me interesan especialmente, y con las que me ha gustado contactar y charlar para este post. Ellos son: Arturo Sánchez (Barcelona, 1990), Ruth Llana (Pola de Siero, 1990), Ángel de la Torre (Lucena, 1991), Emily Roberts (Ávila, 1991), Cristian Piné (Móstoles, 1991), Sara Torres (Gijón, 1991), Miguel Rual (Oviedo, 1992), Annie Costello (Murcia, 1992), Roger Vilanova Jou (Castelló d'Empuries, 1992), Yasmín C. Moreno (Madrid, 1993), Patricia Úbeda Sánchez (Almería, 1993), Marcos Ortiz Andrino (Madrid, 1993), Belén Benito Moreno (Toledo, 1994), Sandra Martínez (Valencia, 1995) y Rosa Berbel (Sevilla, 1997). Para que podáis leerlos y conocerlos mejor he creado este link a mi Tumblr (aquí) y este documento en ISSUU (aquí), donde encontraréis sus textos, rostros, notas biográficas y dónde seguirlos.

Qué bien comienza 2014. ¿Verdad?




(Por cierto, la artista de la imagen de arriba es Kendra Yee, 
canadiense nacida en 1996)

10 diciembre 2013

Destellos y silencio, pequeña antología de la poesía joven europea (6): Rita Chirian.

Begoña García Alén 


Rita Chirian (Rumanía, 1982) es una de las poetas más importantes del momento de su país; pero también, me aventuraré a decir, de Europa; pero también, diré, del Mundo. Traductora, profesora de Literatura en Sibiu y autora de tres libros que han sido un fenómeno a nivel nacional. Su último libro publicado es Asperger, un volumen cuyas temáticas son la enfermedad, el egoísmo, la juventud, la ficción, la magia, la superación del dolor, la Literatura. 

Pienso mucho en su Asperger cuando trato de delimitar una línea que una a todos los escritores jóvenes que desde hace un tiempo vengo leyendo. Precisamente hace poco la periodista Begoña Gómez publicó en La Vanguardia un artículo a propósito de la "Generación Asperger" (la también conocida Alt Lit), un nombre que ya se venía utilizando en los blogs y en las revistas de EEUU y que define a esta generación literaria creciente. Es curioso, ¿verdad? Que sin conocerse los unos a los otros. Sin haberse leído. Sin tener la mínima idea de que sus nombres podrían existir más allá de sus ciudades, una palabra, una enfermedad y una literatura acabaría por unirles.

Rita Chirian me recuerda a Dorothea Lasky, pero también a David Meza, o incluso a Layla Martínez. Tiene algo de bruja, algo de hada, algo de surrealista, algo de domadora de bestias.

Conocí a Rita Chirian hace a penas unos meses. Vi su cabello rubísimo aparecer en una sala en la que leyó sus poemas con una voz fuerte y perfecta. Lo hacía en rumano, pero yo sentía como que la entendía, porque su rostro era expresivo y su poesía me golpeaba.

En esta ocasión he contado con Daniela Camacho para que me ayudara a poder publicar uno de los poemas de Rita en español. Eterno agradecimiento a Daniela, por su ayuda y apoyo con este proyecto. Eterna alegría, además, pues ver juntos dos nombres de esta talla es una verdadera gozada.

Y ahora atentos, silencio, que vienen, son destellos:




DIVISIÓN


y preguntaste cuál era mi poema favorito, y yo quería contarte una pequeña y confusa historia, sobre un verano tormentoso y zapatos llenos de barro, sobre un techo y las uñas recortando círculos y líneas, y sobre el agua que no es suficientemente profunda todavía, acerca de un gato castrado y su encuentro casual con una luciérnaga, sobre una mujer con labio leporino golpeando la fina madera de la puerta, día y noche, gritando, ¡si estamos juntos aquí!, ¡horarios!, ¡higiene!, y de los días con cajas perfectas y alineadas, me desharé de todo, me adoraré hasta los 30, y sobre los gestos diminutos de inventar un orden y un límite, acerca de los pies fríos y pequeños corazones que puedes tomar con dos dedos, y piensas: una pequeña y confusa historia sobre la vaga desesperación de enero y sobre la pesada desolación de las farmacias nocturnas, sobre un cenicero hecho pedazos, la patada de reproche, el llanto con hipo de yo-no-quería, sobre los primeros platos y los vasos de cristal muy grueso, y sobre la improvisación de trampas para los animales de la casa, sobre el sabor metálico de los sótanos y sobre las pelirrojas a quienes estás silbando algo que ya no recuerdas, y luego rodar escaleras abajo, y el delgado hilo de sangre, sobre vasijas que propagan una flora sin color, sobre un hombre joven que habla incesantemente de pianos verticales, ¿cómo los llaman?, y acerca de las gotas de sudor que son las palabras más nuevas, uno-dos-tres, y sobre una mañana que comienza con remolinos de nieve, y quien abandona es, primo, un cartógrafo, niño idiota, largo de aquí, y tú, recoge tus cosas, maldito, acerca de páginas húmedas y entrecortadas y ropa puesta a secar en el radiador, ojos y nariz, medio cuello, y sobre un lugar desde donde vemos las luces de la ciudad, y los pensamientos alienados, el hilo de sílice está ahora en uno de sus bolsillos y muy pronto dará latigazos al aire, aquí nadie escuchará el zumbido, nadie verá los dedos agarrando, y sobre la inflamación, remembering is not equal to politeness strategy, igualmente, cada vez que él –, la máquina advierte y prohíbe y castiga, y sobre un índice tenaz, tontos, gallinas, pregunta, ¿con qué ingresos puede justificar el uso de pieles, señora?, y sobre el aroma de las habitaciones sin luz natural, sobre abultados cojines escarlata, sobre decorados lacados en las paredes, tortugas y elefantes sabios, acerca del amor como juego de manos, baby, sobre las manchas de carmín lavadas con lejía, y sobre los pequeños gusanos internos, su pulpa neuronal y su gin sentimental, pero nadie meterá ahí la cabeza, ni siquiera tú, asesino despistado, y sobre un hombre limpiando el desastre, sobre las alcantarillas tragándose el temblor y la náusea, y recuerdas: una pequeña y confusa historia sobre gorriones que se precipitan hacia la rejilla del calefactor, y sobre ese malicioso baño de polvo que es cada vez más parecido al dolor, y acerca de las carreteras, y un tercio de cielo despejado, suficiente al fin, y sobre los abrazos hacia dentro, sustancias con nombres complicados, por lo cual es útil endulzar y mentir, pequeña hoja, pequeña mariposa y pequeña niña, y sobre enrolladas alfombras rojas, sobre la mejilla pegada a las baldosas y sobre la frialdad más real que cada célula, una pequeña historia confusa con nosotros siendo, demasiado tarde, llamados a lavarnos las manos.
Rita Chirian
(traducción de Daniela Camacho)

13 marzo 2013

Menú de drogas: tres libros de tres chicas que me gustan.


Mamma Andersson
Para esnifar: la poesía de Mira Gonzalez. Sexo. Adolescencia. Semen en el estómago. Versos que no son versos sino pequeñas historias muy íntimas. En la línea de Megan Boyle, Ana Carrete o Ellen Kennedy (esa pasión por lo anecdótico, por encontrar la flor en la basura, por desnudarse, psicoanalizarse, hablar de tú a tú...). Su primer libro I will never be beautiful enough to make us beautiful together (Sorry House, 2013) es uno de los mayores exponentes de lo que está haciéndose ahora en EEUU. Una poesía tan distinta a lo que en nuestro país llaman poesía. Un retrato de la propia Mira, tan loco, divertido y necesario.

Para chupar: las viñetas de mi querida Power Paola. Mañana sale a la venta Virus tropical (Reservoir Books, 2013) su primera novela gráfica. Una especie de autobiografía que a mí me recordó bastante a películas como Fucking Amal o a otros cómics como Ghost World. La primera vez que leí su Virus también pensé en jóvenes dibujantes españolas, como Blanca Miró. Una vez más la adolescencia, la pérdida de la inocencia, la relación con los padres, la intimidad desvelada... Quiénes somos y en qué queremos convertirnos. Ese es el verdadero virus. Una enfermedad que no deja de azotarnos en todo momento, aunque los días de la más tierna juventud ya queden lejos.

Para pincharse: las... ¿canciones? Los... ¿poemas? Los... ¿alaridos? Las... ¿terribles imágenes que Maite Dono nos regala en su nuevo libro, Sobras (El Gaviero, 2013), y que tan intensas entran en nuestras venas? Sí. Ha vuelto Maite Dono y hay que agradecer a los dioses que por fin podamos tener otro de sus libros con nosotros. Empezaré primero por lo “malo”: creo que es un libro difícil de digerir. Me diréis: “las sobras siempre lo fueron”. Y es cierto. Se trata de un libro difícil de digerir a propósito, porque lo que en él encontramos no son cosas bonitas, no son cosas agradables. Lo que no es fácil de escribir tampoco es fácil de digerir. Y por eso pienso que un lector que no conozca el trabajo previo de Dono, quizá no llegue a comprender el motivo de estos versos. Sobras es la segunda parte de Circus girl (El Gaviero, 2009) sin duda. Si en el primero se predicaba el “Mamaíta no soy mala”, y había un fuerte rechazo y posicionamiento ante la hostilidad del amante y de la madre, en el segundo la maldad no viene de terceras personas, sino del propio mundo. Ibuprofeno, o Desierto de Sonora Para obtener la Visión No dormir No dormir jamás nunca Quedarse así por culpa de amar Daturas o amapolas con saliva, y tragar Tragar cerrando los ojos Sonora y sola en el desierto del sueño […] Los poemas aquí no son tampoco poemas. Son canciones, alaridos, juegos de palabras, tinta prohibida, fuerte, dispersa. 

08 marzo 2011

New wave vomit, sexta parte: y me sentí aún más asqueroso.


But as the morning reeled by
all I could remember was the uncooked offal:
these little organs, light as some baby,
and I felt more awful.
James Womack

La cita que aquí os copio pertenece al poema VOMIT del poeta y coeditor de Nevsky Prospects James Womack (Cambridge, 1979) . James mola. Hoy él y Marian me han regalado el libro Voice Recognition (21 poets for the 21st century), una antología de poetas ingleses nacidos entre 1977 y 1991, en la que están incluidos el propio James y la poeta Annie Katchinska, de la que ya os he hablado en alguna ocasión, una tipa del 90 que escribe muy bien y que es autora de una plaquette alucinante. Hace poco pedí a Emily Roberts que la tradujera para TENÍAN VEINTE AÑOS Y ESTABAN LOCOS, y así lo hizo, y así la disfrutamos. Annie también está en Facebook, cómo no. Me gusta mirar las fotos de sus fiestas. Qué caras tan inglesas tienen todos sus amigos. James Womack también tiene una cara muy inglesa y un "vómito" muy ruso. Cuando Marian me habló del poema en seguida quise leerlo. Pensé que sería perfecto para ilustrar una vez más esta especie de "generación" o de "movimiento" que Ana C. se inventó y que desde hace unos meses vengo acuñando (primero fue el New Spleen... ahora me quedo con New Wave Vomit, de hecho creo que, con persmiso de Ana C., llamaré así a la antología de El Gaviero Ediciones). Todo está conectado. El vómito de Womack. El vómito de Ana. El vómito de Luna. El vómito de Julio. El vómito de Ernesto. El vómito de Tao Lin. El vómito de Nadia. El vómito de Dorothea. El vómito de Ibrahím. Todo está pensado para hacernos vomitar de placer. 

Me ha gustado mucho leer a Womack, tanto como releer a Katchinska. Me ha gustado conocer a otros poetas ingleses que tienen muy buena pinta y que pronto intentaré que estén traducidos en TENÍAN VEINTE AÑOS. Sigo recibiendo poemas para la web. Poemas de españoles muy jóvenes (89, 90, 91, 92...) que me encanta conocer Samuel Yebra, Eba Reiro, Marcos Rivas, Ángel de la Torre, Miguel Rual... Sí. Gente maja que me escribe e-mails llenos de ilusión y de poemas salvajes. Aunque para poesía salvaje la de este colectivo mexicano encabezado por Yaxkin Melchy (1985) del que me habló ayer Aurelio Mexa (mil gracias). Este colectivo se dedica a publicar libros, antologías y poemas de jóvenes mexicanos que se encuentran muy influidos por la poesía de Roberto Bolaño. De nuevo la conexión. En aquel entonces YO TENÍA VEINTE AÑOS Y ESTABA LOCO. Escribió Bolaño. En aquel entonces New wave vomit, Poetas Salvajes, Estaban locos y Voice Recognition. Un anónimo dijo una vez: "si Rimbaud levantara la cabeza". Ay. Él se vendría de cañas y de mezcales. Sí, o qué

Porque llena de ilusión, también, parece que está la reseña que acaba de publicar Vicente Luis Mora en su blog de crítica. Una reseña de Richard Yates (Alpha Decay, 2011), la novela de Tao Lin que hoy mismo ha salido de imprenta y que unos pocos afortunados ya hemos podido leer. Me gusta esta recepción que está teniendo este libro: a muchos no les convence y a muchos otros les está volviendo locos. Vicente Luis Mora ha hecho una selección de citas de la obra que representan perfectamente el "sentimiento" general de la novela. Un sentimiento por otro lado muy parecido al de esta cita que aquí os he copiado de James Womack. "Y me sentí aún más asqueroso". "Y me sentí deprimido", pienso. "Y el mundo se acaba", comprendo. "Y el New Spleen", recupero. Entre mis emociones favoritas, escribe Tao Lin, están 'calma breve en un clima agradable' y 'soy la única persona con vida'. Este es uno de los poemas que más me gustan del autor. Lo publicamos ayer en ESTABAN LOCOS. A VLM parece haberle gustado. Me gusta que algo que me gusta le guste a VLM, es un gusto. Há. Há. Há. Y eso que hace poco debatíamos con muchas diferencias sobre el estado de la poesía más joven (vía Facebook). Pero Tao Lin ya está aquí. Es un hecho. Os mole o no. Es un icono: la interpretación de Richard Yates por parte de Vicente o de Ibrahím en la Quimera del mes de marzo me parecen un acierto y unos textos muy necesarios. 

De iconos nos habla Ernesto Castro (1990), quien, mientras redacto este post, ha colgado otro hablando más o menos de los sentimientos que trato de describiros. (Los sentimientos asquerosos, decía). (Los vómitos). Ernesto es uno de mis mejores amigos. Antes nos odiábamos. De hecho él fue uno de mis anónimos más putos durante la primera etapa de mi periplo en Público. Ahora nos queremos, sí. Pero antes nos dábamos asco. Nos vomitábamos sobre nosotros mismos. (Los sentimientos asquerosos, decía). (Los vómitos). 

Quizá eso es lo que nos une. A todos. El odio y la belleza. A todos. El terror y lo lírico. A todos. Quizá eso nos une tanto. 
Un gif. dorado. 
Un gif. que brilla. 
Una regurgitación celestial.
Mágica.

26 febrero 2011

New wave vomit, cuarta parte.

El diez parece ser un número correcto. Me propongo redactar una entrevista a Ana C. y lo hago en diez cómodos pasos, en diez, algunas, incómodas preguntas que la poeta de Tijuana y editora de New wave vomit sabe responder con mucha ironía y sinceridad. No le da miedo reconocer que no ha leído a fondo a los clásicos europeos, expresa sus dudas con respecto a los límites de la poesía y la narrativa y nos habla de su generación como algo no definitivo, sin límites de edad, fresca, mutante, abierta a todo. 

¿Qué significa Poesía, hoy, para un joven de Estados Unidos?
Poesía es en lo primero que pienso cuando me despierto. Es en lo que pienso cuando me pasa algo malo o algo bueno. Es en lo que pienso cuando pasa algo. Cuando respiro. Exprimo todo en nombre de la poesía. Pienso en la poesía varias veces al día. A veces me quedo viendo palabras y lloro. 


¿Cuáles son vuestras/tus influencias? 

Todos los blogs que sigo. La lista es muy larga. La música. El punk. Las bandas de chicas. Las vaginas y los penes. Jaja. Internet. Tao Lin. Sharon Olds. Sandra Cisneros. Miranda July. Juan Rulfo. Tijuana. La frontera. Los tacos y las hamburguesas. 


¿Lees a los clásicos? ¿Lees literatura europea? 

Leí a Shakespeare (en español) cuando tenía 14 y me gustó. Creo que en realidad no leo literatura europea. Juro que sí soy cool. Quiéreme. Estoy inscrita en una clase de literatura española. Vamos a leer a Miguel de Unamuno. Soy medio virgen.  


Tanto tu poesía como la de muchos de tus compañeros es bastante narrativa, además, os gusta jugar con las anécdotas, explotarlas al máximo, encontrar la belleza en un sólo instante descrito. ¿Cuál es la línea que separa tu poesía de la narrativa? ¿Cuándo sientes que tienes que escribir un relato y no un poema o viceversa?

Creo que cuando “hay más tela de dónde cortar” se convierte en relato. No. No estoy segura. Estoy escribiendo una colección de micro-cuentos y hago trampa. Leo poemas y uso líneas de poemas viejitos que nunca publiqué. Alargo el relato o el sentimiento. La verdad creo si expreso algo de manera breve se convierte en poema pero a veces “sentimientos breves” se convierten en relatos. No estoy segura. Creo que es algo que sólo sucede. Si lo nombras poema es poema. Si la gente dice que es poema es poema. Si deciden que es relato es relato. Hay relatos líricos. Hay poesía narrativa. Estoy dudando. 


¿Cómo nace New Wave Vomit? 

Primero tuve otro proyecto: “poems about expiring.” El sitio expiró y no renové el hosting. Los poemas desaparecieron. A la gente le gustó la idea. Los poemas se evaporaron. La web se los llevó. Fue triste pero lindo. Después de unos meses, estaba leyendo mis poemas viejitos y leí esa línea: ‘new wave vomit.’ Pensé que sería una buena idea que ésta línea creciera. La nueva ola deriva del punk pero suena más pop. El vómito es una “expulsión violenta.” A veces da asco pero siempre es necesario. Se expulsa el veneno. Se expulsa lo que nos gusta. Se expulsa lo que en algún momento nos gustó. Es importante sacarlo. 

¿Qué pretendes conseguir con esa revista? 
Entretener. Compartir. Emocionar. Publicar cosas cool. Publicar "la realidad." Me gusta la honestidad.


Tienes dos libros publicados, ambos son autoediciones. En España las autoediciones están mal vistas por algún motivo. Sin embargo, en Estados Unidos muchos de los nuevos autores comenzáis autoeditando vuestros libros y vendéis muchísimos ejemplares. De hecho vuestros libros acaban siendo considerados tan importantes como los que publican ciertas editoriales. Es también el caso de Steve Roggenbuck o de David Fishkind. ¿A qué crees que se debe este fenómeno? 

Creo que es un experimento. Es el deseo, la desesperación de que la gente “te lea,” algo te dice, ¿por qué me tengo que esperar? Internet es lo mejor pero es muy rico agarrar un libro, olerlo, darle vuelta a las páginas, tocarlo. Eso del “do it yourself’’ es cool. ¿Puedo compararlo con la masturbación? Puedes tener una pareja pero a veces sólo se te antoja hacer las cosas tú solito. 


¿Qué autores consideras que son los más importantes de vuestra generación? (Tanto en poesía como en narrativa). 

Nuestra generación está cabrona. ¿Hay un límite de edad? Definitivamente, Tao Lin. Mil veces. Miranda July. Muchas, muchas veces. Es que la amo. Creo que necesito recomendaciones. ¿Me mandas tu lista? Me interesa tu lista. Leo muchos que no son de nuestra generación. Muchos muy, muy jóvenes son buenísimos. Muchos independientes que leo en blogger. Muchos con los que intercambio libros. Muchos que me inspiran. Muchos. Nunca demasiados. Muchos y qué bueno que son tantos. La poesía no está muerta, Luna. Nada muerta. 


¿Tienes proyectos literarios en mente? ¿Algún libro? ¿Alguna performance? 

Estoy escribiendo una colección de micro-cuentos. Tengo veinte. Todavía no termino. Quiero un libro. Los cuentos tienen nombre pero la colección no. Todavía no. En eso ando. Por lo pronto voy a imprimir la segunda edición de ‘make-believe love-making.’ 


¿Qué sería de tu vida y de tu literatura sin Internet? 

El sólo pensarlo me pone nerviosa. Pensé algo triste: tal vez sería psicóloga. Tal vez no escribiría. Empecé a escribir y después tuve un blog. No tendría un blog. Tengo pánico escénico. Me dan ataques de ansiedad. Soy demasiado nerviosa. Tal vez sería muy aburrida. Tal vez me conformaría con poco.   

22 febrero 2011

New wave vomit, segunda parte.

Aunque ya os he hablado más de una vez de todos estos temas y autores, del New spleen y de la reciente generación New wave vomit, me apetece profundizar en mis pensamientos y adelantaros alguna noticia y curiosidad. El vómito de la nueva ola, como os conté, es esa página coloridamente punk que la poeta norteamericana Ana C. dirige desde hace un tiempo. En ella se encarga de recopilar a modo de revista o antología una serie de textos de autores contemporáneos, jóvenes y no tan jóvenes, poetas o narradores, que aún están comenzando en esto de la literatura. El vómito de la nueva ola también es una especie nombre de guerra o grito generacional al que pertenecen muchos de los escritores a los que últimamente he leído en exclusividad y que poco a poco van llegando hasta nuestros ordenadores, listas de blogs o incluso estanterías (señores de Iberlibro y de Amazon, cuánto os debemos nosotros, los del otro lado del charco). Esta generación de nuevos creadores norteamericanos viene encabezada por Tao Lin, sin duda el más popular e internacional de todos, y a día de hoy el único con dos libros traducidos y publicados en nuestro país; así como por Dorothea Lasky, Zachary German, Ellen Kennedy o Chelsea Martin.

Más allá de la calidad y el estilo literarios, uno de los aspectos más interesantes de todos ellos es esa voluntad de grupo, esa actitud desenfadada y al mismo tiempo tan comprometida con la literatura. Antologías, recitales, blogs colectivos, plaquettes, autoediciones. Un no parar. Un mundo en el que cada día hay una noticia, un tema, un análisis o recuperación de los clásicos, un poema que reivindicar. Espacios como HTML Giant, Popserial, Throught Cataloge o incluso la red social Goodreads se actualizan diariamente y sirven como plataforma para tanto para la autopromoción como para la crítica, opinión o revisión de la creación literaria a nivel particular y mundial. Se trata pues, de una serie de autores que han sabido mejor que nadie adaptar su dinámica, su pasión y en definitiva, su trabajo a Internet y a las nuevas tecnologías, sin dejar de lado el amadísimo papel que a todos nos une. Un ejemplo de que ni la poesía ni el libro en papel están muertos nos lo da Steve Roggenbuck (Chicago, 1987) autor del libro autoeditado i am like octoberwhen i am dead, sólo con una impresora, unas tijeras y una grapadora, su librito vendió más ejemplares de los que cualquier autor español, primerizo o reputado, pudiera imaginar. A veces a una le entran ganas de ponerle pegas a todo esto. Podríamos pensar que todos se parecen mucho. Que todos se han subido a la (nueva) ola de Tao Lin. Que se aprovechan de las redes sociales para promocionar algo sin sentido. Que lo que hacen no es poesía. Etc etc etc. Pero no me sería difícil explicar por qué todos estos autores merecen la pena, por qué creo que están cambiando la forma de concebir la poesía y por qué no son todos unos “imitadores” del fenómeno de Tao Lin.

Conocí a Tao Lin en 2006 después de curiosear el blog de un tal Ryan Manning, quien hacía una entrevista al autor de Eee eeeee eeee. Ryan Manning dejó una especie de spam en los comentarios de mi blog. Primero tuve miedo de que se tratara de algún virus y luego descubrí alegremente que sólo era otro blog de literatura escrito en un idioma que yo detestaba (por aquel entonces, además, vivía en Francia y el inglés era purita merde). El blog de Tao me moló. Recuerdo dejarle un “Love” en una de sus entradas. Él me contestó con una carita sonriente. Pasó el tiempo y seguí entrando a su blog, incluso le propuse a mis padres que le echaran un vistazo y que lo publicaran en España (ay, padre y madre, si os hubierais adelantado a Ana S. Pareja ahora seríamos ricos, muajaja muajaja). En 2008 conocí a Ibrahím Berlín. Una de nuestras primeras conversaciones fue sobre este tío. En 2009 Ibrah hizo prácticas en Público y preparó un reportaje sobre Ellen Kennedy, Tao Lin y Zachary German que nunca vio la luz. Gracias a ese reportaje muerto descubrió que Tao sería traducido en España y publicado por una editorial pequeñita en la que su libro pasó completamente desapercibido. Me lo compré en La Central. Me hizo gracia encontrarlo en la sección de literatura oriental. El libro, creo, era bueno. A mí me hizo mucha gracia, pero a Ibrah no le gustó tanto, de hecho a él este autor no le moló nada, hasta que leyó con atención el ejemplar de Richard Yates que encargué por Iberlibro y que nuestro amigo Julio Fuertes terminó de traducir para Alpha Decay hace unas dos semanas. De Richard Yates ya hablará en extenso Ibrahím Berlín en el próximo número de Quimera que en pocos días estará en la calle. En este número aparecerá también un poema traducido de Tao Lin, otro de Dorothea Lasky y otro de Kendra Grant Malone, como adelanto de una antología de poesía de jóvenes norteamericanos que se publicará en 2012 en El Gaviero Ediciones. Demasiada información. Esperad. Me va a estallar la cabeza. Ay. Ay. Ay.

La poesía de Tao Lin (a esto quería llegar) es el máximo exponente de lo que significa hoy poesía under 30 en Estados Unidos: el sweet ego, lo anecdótico por encima de todo, el monólogo interior, la velocidad, lo depresivo, la soledad, lo teen, lo pop, las nuevas tecnologías... hay una relación muy fuerte con la narrativa. De hecho casi todos los poetas jóvenes norteamericanos saltan del relato a la poesía, de la poesía al relato sin darse cuenta. Su poesía, la de la mayoría de ellos, será algo difícil de introducir en nuestro mercado, si bien parece que hay una generación dispuesta a aceptarlos, otros críticos preferirán tacharlos de modernacos o de generación ni-ni de las letras. A mí me molan. Me inspiran. Me hacen creer que el mundillo de la poesía no está viciado. Me hacen dudar, otra vez, ¿qué es la pureza? La pureza es hacer lo que a uno le gusta, y hacerlo bien, trabajando, disfrutando, descubriendo y compartiendo cosas alucinantes. Ana C., Stephen Tully Dierks, Richard Chiem, Poncho Peligroso (el poeta laureado de 2011) o Brittany Wallace son algunos de los últimos autores que he leído y que más me han gustado. Además son buenos colegas, y sus muros de Facebook o Tumbrls me parecen realmente divertidos.

Es bonito estar viviendo esto. Es bonito, pienso, empaparse de este vómito celeste y radiactivo. 

26 diciembre 2010

New wave vomit.

El vómito de la nueva ola, o esa página de Ana C. (poeta norteamericana de orígenes, creo, hispanos) en la que la voluntad de reunir literatura contemporánea desconocida y fresca me ha ayudado a conocer a muchos autores más de diferentes rincones del mundo. Estas iniciativas, a lo 3AM Magazine, me parecen preciosas. Ojalá el blog Tenían veinte años y estaban locos pueda llegar a representar algo así. Todo esto lo digo por varias cosas, a) Ana C. ha sacado dos poemas míos en su vómito eléctrico y delicioso, y b) En ...estaban locos hay un poema de Laura Casielles, poeta española con la que coincidí en Cosmopoética en 2009. Es un poema perfecto. Un poema de pájaros. Sabéis cómo me gustan los pájaros. Sabréis cómo me gusta su poema.

Letra B
Pues bien. Continuemos con la letra b. Hablemos de poesía española. De las novedades en la poesía española. De los últimos libros que he leído. Esto es: Los idiomas comunes (Hiperión, 2010), de Laura Casielles; Ventanas a ninguna parte, de Javier Vicedo Alós (Pre-Textos, 2010); Gritos verticales, de Gracia Iglesias (El Cangrejo Pistolero, 2010) y Apuntes de espera, de Alba González Sanz (Torremozas, 2010). Laura Casielles, decía, ya me parecía bastante buena y ahora me lo parece más. Es cierto que de su hermoso libro algunos poemas están más logrados que otros, y con esto quiero decir que algunos me emocionan tantísimo que no puedo prestar atención al resto. Me refiero a poemas como Vecindario, como Google, como Economía sostenible (este es especialmente bonito), como Credo, como La levedad del pájaro (este lo publiqué en la antología Tumbrl y me parece exquisito), o como La certeza del agua. Me recuerda en algunos momentos a Verónica Aranda (por lo cosmopolita), a Javier Rodríguez Marcos (por los juegos de palabras) o incluso a Amalia Bautista (por la voz femenina dolida). Laura Casielles nació en 1986. Creo que tiene 24 años. No sé si ayer u hoy  el poeta José María Cumbreño ha subido un texto muy positivo sobre la poeta. En su texto, Cumbreño, insinúa que últimamente los premios y la prensa sólo se centran en los poetas jóvenes, y "cuanto más jóvenes mejor". Su comentario es desafortunado, pienso, pues salvando las excepciones de María Salvador,  David Leo García o Elena Medel, no conozco a ningún autor nacido después de 1985 que haya publicado su primer poemario antes de 2010... con los 20 y los 30 ya cumplidos... (sí, los ha habido, pero sin demasiada repercusión hasta el momento).

La jeunesse, one more time
El otro día, cuando fui a Hiperión a comprar Los idiomas comunes de Casielles, hablé con la célebre librera Susana Rodríguez (quizá una de las mejores libreras que conozco). Hablamos del premio de David Leo, de mi Poetry y de Casielles. Hablamos de Laura Rosal, de Alba González y de algún autor más. Me dijo Susana: ya era hora. Me dijo también que el panorama necesitaba regenerarse un poco, que tenían que venir autores nuevos. Le hablé de las polémicas. Me dijo: siempre hay polémicas. Me referí a las envidias. Me dijo: siempre hay envidias. Mencioné los veinte años. Me dijo: por fin volvéis a tener veinte años.Con este último comentario Susana se refería a los primeros libros de algunos de los autores que ahora leemos y respetamos: Carlos Pardo, Josep María Rodríguez, Miriam Reyes,  Carmen Jodra, Antonio Portela. La juventud no es un valor. No. La juventud no es un valor: es una necesidad y un inicio. La juventud no es un tatuaje. La juventud no es una minifalda o un calimocho. La juventud en la literatura, o mejor, en la poesía, es una ley. ¿Cuántos poetas jóvenes hay en este país frente a los narradores de su misma edad? Aquí lo que importa, entonces, no es la edad sino la voz nueva. Y la voz de Laura Casielles (Soldado que huye nos lo advertía) es de esas que aunque nuevas ya te acarician, familiares, fuertes, bonitas... La voz de Laura Casielles es de esas que perdurarán: y eso me pone. Pero también me ponen otras cosas. Me pone que Gritos verticales, de Gracia Iglesias sea un libro cojonudo. Me pone que Ventanas a ninguna parte sea una carta de presentación (aunque ya hubiera publicado alguna cosa más) de mi casi vecino en Madrid, Javier Vicedo Alós. Una carta de presentación sensible, escueta, concisa... Todas esas cosas me ponen. Mucho. Como el primer poema de Apuntes de espera de Alba González Sanz, que me hizo temblar. Y alguno más. Ahora os cuento, sí.

Pájaros, ventanas y niñas celosas
Empezaré por Gracia. Gracia Iglesias no me gustaba, es decir, no me hacía demasiada ilusión. Sin embargo hace menos de un mes me compré Gritos verticales en la presentación del libro... y todo cambió. Su poesía es cruda. Su poesía son pájaros, vómitos, sangre, frutas, árboles (todo lo que a mí me gusta). Su poesía es bella. Gracia sabe crear lo bello. Y cuando alguien sabe crear puta belleza el resto me da igual. Cuando alguien sabe hacer lo bello: me retiro, me arranco los pelos, me miro en el espejo de sus páginas, y, ay, Dios. Gracia Iglesias tiene treinta y pico años. Antes hablaba de la edad. ¿Qué importa decir Treinta y pico después de la belleza? ¿Qué importa? Javier Vicedo Alós es La tranquilidad. Sí. Algo así. Una casa luminosa y tranquila: Ventanas a ninguna parte. Ganó el premio RNE de poesía hace meses pero no lo había leído hasta ahora. Conciso, decía. Escueto, decía. Tranquilo, decía. Una suerte de Clepsidra (Ana Gorría, Plurabelle, 2004) o incluso algo cercano a los poemas de Mariano Peyrou que yo conozco. No lo sé. Una apuesta segura que me gusta. No sé. No lo sé. Me gusta. Me deja con hambre: ey, Javier, quiero más. Y nos lo dará... Quizá de todos los poemarios que vengo mencionando el de Alba González Sanz sea el más flojito. Esperábamos mucho su libro. Sus libros. Sé que Apuntes de espera no es el único que tiene entre manos y sé que lo que he podido leer de su autoría en otras ocasiones me ha gustado bastante. Apuntes de espera tiene destellos. Tiene juegos de palabras. Espacios bonitos. No me llegan sin embargo esos poemas crípticos: cuando habla de ciudades, amantes o experiencias en un tono tan íntimo que apenas llego a comprender o descifrar. Creo que Apuntes de espera tiene la fuerza pero no del todo la forma. Hay algunos poemas: Esto no se hace por teléfono..., o No me habéis educado para permanecer..., o bien Tengo celos de las niñas que te miran en el metro..., que sí me gustan. Su simpleza o brevedad, su forma, su trato de lo cotidiano y el lenguaje coloquial consiguen lo que otros poemas a priori más complicados y sesudos no hacen. Sigo esperando, con muchas ganas, desde mi propio apunte de espera, el próximo libro de esta poeta.

Sometimes my heart pushes my ribs
Y eso es lo que he leído. Hasta hoy, en esta última semana. También he leído a Ángel González (cómo me gusta, joder) a Olvido García Valdés (ella es La Poeta), y a algunos jóvenes norteamericanos: Jordan Castro, Richard Chiem, Ellen Kennedy, otra vez. También he traducido sus poemas. Y he visto coser el culo del pavo relleno. También he sentido la maldita navidad en mis pulmones. En mi nariz. En mi economía. También te he visto vomitar. El vómito de la nueva ola, joder, joder, joder. Y Manolo Vázquez. Y Matías. Y Tua Blesa ha escrito sobre Poetry is not dead. Y hoy he comido en un japonés con papá y mamá. Y he vuelto a casa. Y he traducido este poema de Ellen Kennedy. La nueva ola, la nueva ola, el nuevo vómito, la nueva ola (repito), joder

A NADIE LE IMPORTA LA POESÍA

Me preguntas si he estado trabajando en mis viñetas
Digo " ahora estoy intentando centrarme en la poesía"
Dices, "nadie quiere leer poesía"
Digo "lo sé, sólo lo hago por dinero"
Mi amigo dice "la poesía es terrible"
Digo "no quiero pensar en la poesía"
Tu novia dice "¿quieres una galleta Moon Pie?"
Digo "claro, supongo que quiero una Moon Pie"

(Ellen Kennedy, traducido por Luna Miguel)