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14.9.09

Yo Claudio ... al cine

El periódico británico The Times se hace eco de una noticia/ rumor según la cual se estaría gestando el llevar al cine la popular serie de TV de los 70 Yo, Claudio, basada en la obra del mismo nombre del escritor Robert Graves.

Su hijo y heredero de los derechos, William Graves, que aparte de ser un geólogo jubilado parece tener un buen olfato para las negociaciones, parece haber llegado a un acuerdo (500.000 USD) con una productora vinculada a Leonardo Di Caprio, y que como no podía ser de otra forma, se llama Appian Way. En IMDB el proyecto figura todavía en su fase más temprana, por lo que no es posible de momento conocer más detalles al respecto.





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2.9.08

La subida de precios, hoy y hace 2000 años

Uno de los rasgos más definitorios de la actual crisis económica es el aumento de los precios de los bienes de primera necesidad: Gasolina, gas, y más concretamente, alimentos. Como consecuencia de esta alza de precios, el bolsillo de los consumidores se ha vuelto más pequeño, su capacidad de compra más limitada, y la renta disponible de las familias, en franca caida libre...

Como todo economista que se precie sabrá, a ningún gobierno le gusta que se estanquen el consumo y la demanda interna. En nuestro pais, el Gobierno ha optado por la cuestionable medida de los 400€, lo cual, dicen, debería servir para dinamizar la economía... (que conste que mi comentario no es político, sino técnico, desde un punto de vista estrictamente económico)

... pues bien, hace 2000 años, el emperador Claudio se encontró en una situación similar y su reacción no fue muy diferente...

"Habiéndose encarecido bastante el precio de los víveres a consecuencia de su prolongada escasez, la multitud le detuvo un día en el Foro abrumándole de injurias y lanzándole pelladas de barro. Le costó mucho trabajo escapar. Y tuvo que entrar en su palacio por una puerta excusada; no hubo después medio que no imaginase para asegurar la llegada de convoyes hasta en invierno, y para garantizar a los abastecedores beneficios ciertos, tomando a su cargo las pérdidas que ocasionase el mal tiempo y concediendo algunas ventajas a los que equipasen naves para el comercio de granos proporcionadas a su posición en el Estado; otorgó a los ciudadanos las dispensas establecidas por la ley Papia Popea, a los latinos los derechos de ciudadanos romanos, a las mujeres las prerrogativas de madres de cuatro hijos, subsistiendo aún en nuestros días tales reglamentos."

Extracto de la biografía del emperador Claudio, contenida en la Vida de los Doce Césares, de Suetonio

Resumiendo:
  • Ayudas a los productores y distribuidores de grano, por medio de incentivos al comercio y seguros de transporte
  • Ayudas a los consumidores: Extensión de los beneficios sociales de los ciudadanos romanos a todos los latinos, y de los de las madres de familias numerosas a todas las mujeres



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Pongamos que hablo de Claudio...

Extracto de la biografía del emperador Claudio, contenida en la Vida de los Doce Césares, de Suetonio.

"No dejó, a pesar de todo, de dedicarse durante su juventud al estudio de las letras griegas y latinas, y hasta se expresó muchas veces en público en ambas lenguas. A pesar de estas pruebas de saber, no pudo, sin embargo, conquistar ninguna consideración, ni infundir mejores esperanzas. Su madre Antonia le llamaba sombra de nombre, infame aborto de la Naturaleza; y cuando quería hablar de un imbécil, decía: Es más estúpido que mi hijo Claudio. Su abuela Livia sintió siempre hacia él un profundo desprecio; le dirigía la palabra muy raras veces, y si tenía algo que advertirle, lo hacía por medio de una carta lacónica y dura o de tercera persona. Su hermana Livila, habiendo oído decir que Claudio reinaría algún día, compadeció en alta voz al pueblo romano por estarle reservado tan infausto destino."





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13.10.07

Hoy hace 1953 años Agripina la Menor envenenaba al Emperador Claudio

Aunque no es uno de los Emperadores más célebres, su biografía forma parte ya de la cultura popular, gracias en gran medida a la obra de Robert Graves, "Yo, Claudio", y su posterior traslación a la televisión, cuando ésta aún tenía una clara vocación educativa.

Claudio el tonto. Claudio el tartamudo. Claudio el ratón de biblioteca.

Ejemplo del personaje que, en épocas de convulsión política, se queda voluntariamente en la sombra, es probablemente esto lo que a nuestros ojos le convierte en uno de los Julio- Claudios con mejor imagen histórica. En una de sus primeras comparecencias ante el senado hizo esta declaración de principios:
"Ya sé que me consideráis un pobre necio. Pero no lo soy. He fingido serlo. Y por eso hoy estoy aquí"

Tontorrón en apariencia, demostró durante su reinado unas buenas aptitudes políticas y no peores como estratega militar. Quizás su mayor defecto fue su mal olfato a la hora de escoger sus esposas, pero claro, uno no debía tener mucho donde escoger, si nos atenemos a la descripción que de él nos hace Suetonio:
"Su persona ostentaba cierto aspecto de grandeza y dignidad, ya en pie o sentado, pero sobre todo en reposo, pues era alto y esbelto, tenía un rostro bello, hermosos cabellos blancos, y cuello robusto; pero cuando marchaba, sus inseguras piernas le hacían tambalearse, y cuando hablaba, tanto en broma como en serio, le afeaban sus taras: una risa desagradable, una cólera más repulsiva aún, que le hacía echar espumarajos por la boca, nariz goteante, un insoportable balbuceo y un continuo temblor de cabeza que crecía al ocuparse en cualquier negocio por insignificantes que fuese."
Suetonio, "Vida de los doce césares" Claudio, 30.
Quería encontraros en el Youtube la escena de la serie "Yo, Claudio" en la que éste muere envenenado. Sorprendentemente, sí he encontrado muchas escenas en inglés, pero no esta. Ya puestos, me he decidido a ofreceros el extracto en que Augusto recibe la noticia de la perdida de sus legiones en el Bosque de Teutoburgo, que no tiene nada que ver con Augusto, pero viene a completar unos cuantos posts anteriores sobre este tema:



Insisto... hubo un día en que la televisión era educativa...



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9.7.07

La conquista de Britania

En su Historia Eclesiástica de Inglaterra, escrita hacia el 700 dC, Beda el Venerable nos incluye el relato de la conquista de Britania, iniciada por César y retomada casi un siglo después por Claudio. En su capítulo II nos narra la primera intentona romana, realizada en el 55aC por un César que, no contento con tener abiertos múltiples frentes en la Galia, encuentra un ratito para poner el primer pie en Inglaterra.

La narración de Beda es como sigue...

CAYO JULIO CESAR, EL PRIMER ROMANO QUE VINO A INGLATERRA


Britania no había sido nunca visitada por los romanos, y por tanto era totalmente desconocida por ellos antes de Cayo Julio César quien, en el año 693 tras la fundación de Roma, pero año sesentaavo después de la Encarnación de Nuestro Señor, era Cónsul con Lucio Bíbulo, y mientras guerreaba contra germanos y Galos, que tan sólo estaban divididos por el río Rhin, llegó hasta la provincia de los Morinos, desde la cual el pasaje hacia Britania es más corto. Aquí, habiendo provisionado cerca de 80 navíos de carga y de remos, zarpó hacia Britania, donde, siendo primero duramente recibido en una batalla, y después afrontando una violent tormenta, César perdió una considerable parte de su flota, una cantidad no pequeña de soldados y casi todos sus caballos. De regreso a la Galia, envió a sus legiones a sus cuarteles de Invierno y dió órdenes para que se construyeran seiscientos navíos de ambos tipos. Con ellos pasó otra vez a Britania a comienzos de la Primavera pero, mientras marchaba con un gran ejército hacia el enemigo, los barcos, mal anclados, fueron por una tempestad, bien sacudidos unos contra otros, bien lanzados contra las arenas donde naufragaron. Cuarenta de ellos se perdieron, los demás con mucha dificultad fueron reparados. La caballería de César fue, a la primera carga, vencida por los britones, y su tribuno Labieno, muerto {nota del autor: creo que aquí Beda se deja llevar por el entusiasmo britano, ya que a Labieno lo vemos años más tarde, vivito y coleando, enfrascado en la Guerra entre Pompeyo y César}. En el segundo embite, con gran esfuerzo de sus sus soldados, puso en fuga a los britones. Después procedió hasta el río Támesis, donde una inmensa multitud de enemigos se había hecho fuerte en la orilla más lejana del río, bajo el mando de Casibelauno, y había plagado el lecho del río y sus bajíos con estacas afiladas; los restos de estas aún pueden verse hoy en día, aparentemente del grueso de la pierna de un hombre, y habiendo sido reforzadas con una capa de plomo, todavía permanecen fijas inmóviles en el fondo del río. Entonces, viendo esto y evitándolo los romanos, los bárbaros no se vieron capaces de afrontar un choque frontal contra los romanos y se refugiaron en el bosque, desde donde astutamente lanzaron pequeños y repetidos ataques sobre los romanos. Mientras tanto, la ciudad fortificada de Trinovanto, con su comandante Andrógeo, se rindió a César, dándole cuarenta rehenes. Muchas otras ciudades, siguiendo su ejemplo, acordaron tratados con los romanos. Con su ayuda, César tras largo tiempo consiguió tomar el fuerte de Casibelauno, situado entre dos pantanos, y fortificado por los bosques adyacentes, y se rehabitualló completamente. Después de esto, Désar regresó a la Galia, donde no tardó en enviar a sus legiones a sus cuarteles de Invierno, y rápidamente fue distraído con guerras y tumultos que se alzaron contra él por doquier.
Pues bien, hasta aquí el relato de Beda, que a pesar de ser muy posterior, cuenta con la ventaja de la imparcialidad del que se siente romano y britano al mismo tiempo..

¿QUE SE LE HABIA PERDIDO A CESAR EN BRITANIA?

Lo de César se asemeja bastante al milagro de los panes y los peces, pero en una versión ciertamente más militar. Parece que tuviera la capacidad ilimitada para abrir frentes y despertar enemigos (en mi oficina diríamos que se metía en marrones él solito). Como la historia nos llega muchas veces distorsionada por los años pasados, y por que quien la explica es casi siempre juez y parte, os lanzo unas reflexiones un poco al vuelo, para mejor entender este texto:

César era, desde un punto de vista estratégico, un auténtico depredador, capaz de asumir cualquier esfuerzo bélico con tal de obtener alguna ventaja para sí mismo, ya sea económica o política. En este caso, en mi opinión, la conquista de Britania tenía un doble objetivo, propagandístico el primero y económico (¿cómo no?) el segundo.

Las islas británicas eran, para el romano tardo republicano, un concepto vago y extraño, relacionado con relatos mitológicos. Para entendernos, vendría a ser como el Dorado para los primeros conquistadores españoles, una tierra desconocida y salvaje, pero llena de riquezas. En un momento en que César quería dar un impulso definitivo a su carrera política en Roma, y convertirse en el primer Hombre de la ciudad, llevar a sus tropas hasta tan extremos confines y regresar victorioso, era un eslógan propagandístico imbatible.

Por otro lado, después de unos años guerreando por la Galia, César debía haber escuchado relatos sobre las riquezas del otro lado del Canal de la Mancha, y debía haber visto mercancías y metales preciosos de las minas britanas. Una persona desinteresada y sin apego por el dinero como él no podía mantenerse al margen {nota del autor: es una ironía}

¿PRIMER DESEMBARCO O INTENTONA FRUSTRADA?

Resulta difícil de decir si este primer contacto con Britania tuvo tan sólo un mero carácter exploratorio o si debe considerarse como un intento fallido de invasión. Lo que sí es cierto es que no se reemprenderían los esfuerzos militares hasta casi 100 años después, cuando su remoto descendiente, el emperador Claudio decidió arrimarse la toga y cruzar el Canal de la Mancha con unas cuantas legiones.

Cabe considerar que los 2 intentos cesarianos, el del 55aC y el del 54aC, involucraron un número considerable de tropas: 2 legiones en la primera ocasión, lo cual vendría a implicar unos 10.000 efectivos de infantería pesada, y 5 legiones en la segunda intentona, es decir, unos 25.000 soldados, a los que habría que sumar en ambos casos, un ingente número de tropas auxiliares y de caballería. Parecen unos números excesivos para una simple exploración del terreno, lo cual nos lleva a pensar que, o bien César fracasó en su intento de llegar, ver y vencer en Britania, o que lanzó una operación de castigo sobre las díscolas tribus britanas, a las que sometió y venció, pero sin voluntad de permanencia.


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12.1.07

Claudio

Tiberio Claudio César Augusto Germánico. En latín Tiberius Claudius Caesar Augustus Germanicus (1 de agosto, 10 adC — 13 de octubre, 54 dC). Previamente conocido como Tiberio Claudio Druso Nerón Germánico (En latín Tiberius Claudius Drusus Nero Germanicus). Fue el cuarto emperador romano de la dinastía Julia-Claudia, y gobernó entre el 24 de enero del año 41 hasta su muerte en el año 54.

Estuvo en el anonimato político al ser apartado por sus deficiencias físicas, hasta que llegó al poder Calígula que lo nombró cónsul y senador. Esta poca actuación en el terreno político que representaba su familia le sirvió para sobrevivir en las distintas conjuras que provocaron la caída de Tiberio y Calígula. En esta última conjura los pretorianos (la fuerza armada del derrocamiento de su sobrino) lo encontraron temblando, creyendo que también iban apor él, tras unas cortinas del palacio familiar. Claudio quedaba como el único hombre adulto de su familia. Este motivo, junto a su aparente debilidad y su falta de experiencia en el campo de la política, hicieron que la guardia pretoriana le proclamara emperador, pensando tal vez que sería un títere, fácil de controlar. Su gobierno fue de gran prosperidad en la administración y en el terreno militar, extendiendo más el poder del Imperio Romano con diferentes conquistas. Sin embargo en su relación con los senadores y en su vida personal no estuvo muy afortunado.

Pese a su taras físicas y que lo consideraron tonto, Claudio fue un brillante estudiante, gobernante y estratega militar, además de ser querido por el pueblo y ser el hombre más poderoso del mundo conocido. En una de sus primeras comparecencias ante el Senado dijo: "Ya sé que me consideráis un pobre necio. Pero no lo soy. He fingido serlo. Y por eso hoy estoy aquí".

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