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La receta.
INGREDIENTES:
450 g. de queso fresco ( tipo Burgos, sin sal ), 200 ml. de nata para montar, 250 g. de leche condensada y 3 huevos grandes. Miel para acompañar.
ELABORACIÓN:
1- Ponemos el queso fresco en un cuenco amplio o vaso batidor grande.
2- Añadimos huevos, nata y leche condensada.
3- Trituramos con una batidora eléctrica hasta obtener una crema homogénea.
4- Tomamos un molde redondo engrasado con mantequilla y forrado con papel vegetal y vertemos sobre él la crema obtenida.
5- Metemos al horno precalentado a 180 grados y horneamos a esta temperatura durante 60 minutos aproximadamente.
6- En la última parte del horneado cubrimos el pastel con una lámina de papel de aluminio para que la superficie no se dore excesivamente.
7- Apagamos el horno una vez pinchemos el centro del papel con un palito y veamos que está bien horneado, ya que el palito sale limpio.
8- Dejamos que se temple y luego lo metemos al frío. Desmoldamos cuándo el pastel esté completamente frío. Servimos con un hilito de miel sobre el pastel.