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Para su elaboración no es necesario disponer de heladera. Ésta nos facilita la tarea de remover 3 ó 4 veces la mezcla mientras se hiela, para evitar la formación de cristales de hielo, pero no es en absoluto imprescindible.
Resulta un helado muy cremoso y con la irresistible acidez de los arándanos negros. Me encantan los helados de frutas y si son de elaboración casera, sin grasas añadidas y sabiendo lo que le ponemos, resultan magníficos y sencillísimos de hacer, un juego de niños...
INGREDIENTES:
200 g. de arándanos, 2 cucharadas de zumo de limón, 75 g. de azúcar, 100 g. de ricota, 100 ml. de leche, 1 yogur griego y 2 cucharadas de miel de flores.
ELABORACIÓN:
1- Limpiamos, lavamos y dejamos escurrir los arándanos. Los trituramos junto con el zumo de limón y el azúcar.
2- Metemos la mezcla en el congelador durante 15 minutos.
3- Mezclamos la leche con la ricota hasta que quede cremosa.
4- Recuperamos el puré de arándanos del congelador y lo mezclamos con la ricota y leche.
5- Añadimos el yogur griego y la miel de flores y mezclamos todo con unas varillas.
6- Vertemos en un recipiente apto para congelar y dejamos en el congelador por espacio de 6 horas, removiendo de vez en cuando ( unas 3 veces).
Retiramos del congelador 10 minutos antes de servirlo.
Maravilloso!!!