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Salen 12 unidades con estos moldes y estas cantidades de ingredientes y son el bocadito ideal para acompañar el mejor café de la tarde. Me encanta el contraste ligeramente ácido del arándano combinado con el dulzor y suavidad de la miel. Así son estos pastelitos, que os recomiendo absolutamente y estoy segura de que os van a gustar tanto como en mi casa lo han hecho...
Imposible tomar sólo uno...
INGREDIENTES:
180 g. de harina de repostería, 1 cucharada de levadura en polvo, 1 cucharada de canela, 100 g. de azúcar, 75 g. de arándanos ( frescos o congelados), 1 huevo, 2 cucharadas soperas de miel y 200 ml. de leche. Azúcar glas para espolvorear.
ELABORACIÓN:
1- Precalentamos el horno a 180 grados.
2- Untamos los moldes con mantequilla pincelándolos con una brocha.
3- Batimos el huevo junto con el azúcar a velocidad alta hasta que se vea una mezcla esponjosa.
4- Agregamos la miel y mezclamos.
5- Añadimos poco a poco la harina tamizada junto con la levadura y la canela, alternándola con la leche hasta agotar ambas. Mezclamos suavemente a velocidad baja.
6- Vertemos la masa obtenida en los moldecitos engrasados, llenándolos unos tres cuartos de su capacidad ( más o menos).
7- Ponemos unos cuantos arándanos repartidos por la masa y los hundimos ligeramente con el dedo.
8- Horneamos hasta que se vean doraditos, unos 20 minutos, manteniendo la temperatura de 180 grados.
9- Dejamos templar los pastelillos unos 5 minutos dentro del molde y luego desmoldamos sobre una rejilla metálica, espolvoreándolos con azúcar glas.