Abstraído de un paraíso
que regala dones
inadaptados, inhumanos;
descubro permanecer
atado a una visión estrambótica
que se desata agresiva
contra mi piel;
la pudre, la desgasta,
la inunda de lepra
mientras el pecado
se ensaña con mi mal
y hace pecar mis sentidos
convirtiéndoles en instintos
lascivos, libinidosos y agresivos
que transforman mi faz
en una máscara impropia
que se aferra a mí
y atormenta mi mente,
no dejando salir
mi lado humano… inadaptado.
18-Noviembre-1996