“Al abrir los ojos, podía ver perfectamente las algodonosas nubes que se movían perezosas… Podía notar como el sol calentaba mi rostro.
¿Dónde estaba?
Un silencio atronador me rodeaba… y entonces, me dí cuenta de que no podía recordar…
En mi mano apretaba con fuerza, casi con desesperación, un botón amarillo, que desde luego, no pertenecía a nada que llevase puesto”.
¿Un nuevo estado de consciencia? ¿Una nueva sensación? Una miriada de pequeñas nuevas sensaciones se agolpaban en mi interior y era imposible medirlas, traducirlas. No sé si me sentía feliz en ese taciturno instante… Quizás la mejor palabra que me describía era nuevo. Eso es, me sentía nuevo; pero algo había pasado, algo había vivido que mi mente no llegaba a vislumbrar desde el recuerdo.
Sentí que respiraba más tranquilo; decidí levantarme y cambiar mi rostro de extrañeza por uno más inquisitivo; decidí caminar hasta encontrar algo que me sonara conocido, o bien encontrar una cara amiga; un buen café en algún lugar abierto y lleno de gente. Pero sabía que mi mano derecha llevaba la respuesta firmemente apretada…
Por fin recordé algo. Había alquilado aquella habitación con vistas al mar para relajarme, pero supongo que lo hice en exceso. Miré el botón amarillo otra vez, preguntándome como habría llegado a mí poder.
Salí a la terraza, las nubes y el sol que vi al despertarme parecían moverse de forma diferente, en círculo. Una sensación de mareo me hizo apoyarme en la barandilla. Aquello de sentirme nuevo, era un espejismo. Tenía una resaca de miedo.
-¿Estás mejor? –Dijo una joven desde la terraza de al lado.
-¿Cómo?
-Que si estás mejor. Sabes…No lo hiciste mal a pesar de tu estado…
-¿Quién eres? ¿Hice? ¿Qué hice? –De repente me avergoncé.
-Yolanda, Yoli si quieres.
-Luís.
-Verás, te ayude a entrar en la habitación y a quitarte la ropa.
De repente, mire el botón amarillo que llevaba en la mano, otra vez.
-Si, es mío, me arrancaste los botones de la blusa al trastabillarte y querer agarrarte a algo, y luego… vaya que si te agarraste –Ella rió
-Lo siento. Me pasaría con la bebida…no lo recuerdo. No sé lo que pasó. Te pagaré la blusa. – Dije atropellada y torpemente.
-No es necesario. No importa…no la usaré más.
Aquellas palabras no me sonaron duras y extrañas hasta unos instantes después.
-Me doy una ducha y vuelvo. No tengo las ideas claras.
-Te espero aquí…-Dijo mirando hacía el mar.
Tras dejar correr el agua fría sobre mi cabeza, intentando recobrar el sentido…regresé, aunque sin recordar el episodio de la cama con Yoli.
-De fin de semana…-Dije… sin saber que decir.
-Algo así. ¿Un último cigarrillo?
-No, por Dios, tengo la boca como una alpargata de esparto. ¿Dejas de fumar?
-No…Voy a morir.
-Joder Yoli…no digas eso. –Dije sorprendido
Ella me sonreía mientras daba profundas caladas a aquel cigarrillo. Quizá por mi estado no me había fijado en su aspecto lo suficiente. Su pelo pelirrojo parecía descuidado, sus ojos hundidos e inyectados en sangre estaban rodeados por unas profundas ojeras... El labio inferior comenzó a temblarle. Su brazo derecho se descolgó inclinando su cuerpo hacia ese lado, mientras perdía el cigarrillo de entre sus dedos…
Se me pasó la resaca al instante. A pesar de estar en un cuarto piso pasé a su habitación por el balcón, eso sí, sin mirar hacia abajo. La recogí de la silla. Su cabeza estaba inclinada hacia un lado, y la baba se le caía. Tenía una expresión grotesca pero placentera.
-¡Qué has tomado Yoli….por Dios…Que has tomado! –Le grité
Ella no me respondía. La tumbé sobre la cama. Su cuerpo, inerte, me sobrecogió. Miré a mí alrededor. Sobre la mesilla había una caja de Diazepan vacía. Cogí el teléfono y dije al recepcionista que llamase al 112, que la mujer de la habitación 420 había tomado una sobredosis.
La senté y comencé a abrir su boca y a meterle los dedos hasta donde pude. Me mordió. Le pegué, le grité y volví a meterle los dedos. Por fin… ella vomitó.
-Eso es Yoli, eso es, tranquila, todo saldrá bien. ¿Por qué has hecho esto? Vamos...este será un nuevo comienzo…ya verás, empecemos juntos, Yoli…empecemos juntos…-Dije sin saber porqué.
El servicio de emergencias tardó cinco minutos en llegar. Le había obligado a moverse por la habitación, como había visto en tantas películas, sin saber si eso funcionaría, pero lo hizo. Ella sobrevivió. Al día siguiente, antes de partir, le envié unas flores al hospital con mi tarjeta, seguía inconsciente según me dijeron, pero fuera de peligro. No supe más de ella. Regresé a mi trabajo y a mi vida, con el orgullo de saber que le había salvado la vida.
Seis meses después, yo estaba en mi oficina…
-¿Luís?
-Sí… ¿Yoli?- Dije sorprendido
El corazón me dio un vuelco. Estaba radiante. No quedaba nada de aquella imagen de mujer suicida que tenía grabada en mi memoria. Ni rastro de ojeras, sus ojos negros brillaban sobre un fondo blanco que deslumbraba, su pelo estaba cuidadosamente peinado en una melena corta redondeada, sus labios estaban perfectamente dibujados, y pintados con carmín de color rojo intenso.
-Sabes…”Empecemos juntos”…Es lo último que recuerdo de aquel día. Te parece si empezamos por un café.
-Claro Yoli…encantado. –Dije algo nervioso.
Se cogió a mi brazo… y me tomé el día libre.
Calvarian.
Reformas
Hace 1 semana
20 comentarios:
Dicen que siempre hay tiempo para volver a empezar. Quien sabe...
Bésix y abrazos
Un nuevo comienzo siempre tiene cabida en nuestras vidas.
A veces un rápido final parece lo más adecuado, pero no lo es...lo fácil es dejar de vivir, lo difícil seguir haciéndolo.
Pero mañana el sol vuelve a brillar, aunque aún recordemos que hubo un momento en que nos sentimos vacíos, estúpidos...aunque recordemos que ese ayer nos hizo daño.
Sigues siendo Maestro, con botón amarillo o sin él.
Mil besos, brother.
Yo creo que cada día es un nuevo comienzo.
De otro modo, cualquier altibajo, depresión, tristeza, acabaría con la vida en un pis pas.
Pero todo se renueva, como los días!
Si acaso, es importante esa dosis de vida que alguien preciso nos aporte. Para poder ver amanecer de nuevo.
Muy entrañable el relato, como siempre, perfectamente narrado.
Ereh un crá!!!
Jajajaja!
Besitos
Lala
Lo sabía!! Es..precioso, Calvin
Siempre hay tiempo para empezar de nuevo, volver a intentarlo, dejar lo malo atrás..
besos y abrazos de tu niña gallega
sara
Toda la vida es un volver a empezar.
El descanso eterno tan solo está tras un monton de pastillas, o un liberador salto al vacio...cuando te encuentras sumido en la oscuridad mas petrea ,eso es lo más sencillo...tan sol odejarte llevar por los diablos negros que te llevan de la mano al fin...porque volver a empezar, es lo realmente complicado, lo que solo los valientes o los que tienen el aliento de sus seres queridos, los que escuchan los buenos consejos de los que les quieren...lo consiguen.
Espero que ese comienzo sea gratificante..
Un beso....fantastico ,Calvarian.
Lo importante es tener ganas de volver a empezar.
Muy bueno Calvarian, creo que salvar la vida a una persona tiene que provocar una satisfacción enorme.
Un beso y que tengas buena semana.
Precioso relato!!!!
Nunca es tarde...
Un beso fuerte!
Lo que importa es no perder esas ganas y esa energía de volver a empezar , y seguir luchando por un nuevo comienzo .
Besitos dulces.
Hadaluna.- Es difícil ayudar a ver el sol en esas circunstancias. Ójala yo haya logrado al menos que las nubes...se disipen un poco, aunque no me vengan a buscar a la oficina jeje
Bésix sister
Lala.- Lo de crá será porque me he roto algo no??? jajaja Pues si, cada día es un comienzo...aunque en mi caso creo que nunca comienza nada que me saque de esa sombra
Bésix
Sara.- Me alegra que te haya gustado chiqui. Qué difícil ese nuevo comienzo de la protagonista...Pero mira hasta fue a buscar al prota...
Bésix
Mariajesusparadela.- En cierto modo si
Bésix
Ínsthar.- Siempre positiva. Espero y deseo que en tu nuevo comienzo todo te vaya bien. Desde luego, te lo mereces. Y si, siempre hay gente que te apoya, a veces no tanta, pero la hay.
Mucha suerte
Bésix
Paqui.- Creo que aunque imaginándolo, fue una gran experiencia. Uno se siente útil hasta en sueños...y puesto a soñar...pues que vengan a buscarme jajaja
Bésix
Alma máter.- Gracias bolido jajaja
bésix
Daphne.- A seguir luchando entonces
Bésix
La vida es movimiento, y pase lo que pase debemos volver a empezar las veces que sea necesario hacerlo, de lo contrario, sería como estar muertos.
Me encantó.
Besos!
Me encanta cuando le das a tus relatos, un pequeño sabor de esperanza.Pienso que es un ingrediente necesario en la vida.
Béxix
Siempre,siempre hay tiempo para volver a comenzar,para tomar las riendas y cabalgar a lomos del a vida en la llanura de la felicidad.
Precioso,Calvarian,precioso.
Besos.
Es bueno siempre tener esa esperanza de volver a empezar, siempre es posible, y me alegra que en tu historia así haya sido.
Un abrazo.
Volver a empezar...como la película...un final maravilloso Luis...ojalá todo fuera así de hermoso...no perdamos la esperanza¿vale?
un fuerte abrazo de guerera.
Morgana
Ups...quise decir guerrera..me como hasta las erres..jeje
besos.
Un tema muy triste el suicidio, me imagino la gran desesperación que se ha de sentir para tomar una decisión así, y no siempre hay un "angel" cerca dispuesto a extender su mano e involucrarse.
Me gustó muchísimo tu relato.
Besitos,
Pues sí, siempre hay tiempo para volver a empezar... siempre y cuando no se acabe con todo definitivamente como tenía pensado Yolanda.
Buen relato, cuñao.
Un besote.
Marga.- A veces la vida no tiene tanta vida, es una muerte en vida. Quizá tengas razón
Bésix
Maripaz Brugos.- supongo que la esperanza la dejo toda en mis relatos jeje. En la vida real poca
Bésix
Marinel.- Supongo que a veces hasta mem creo que se puede volver a empezar jejeje
Bésix
Amanecer.- Bueno esta historia surgió en el momento preciso. Había esperanza.
Bésix
Morgana.-Esperanza??? que ese eso??? como no sea el nombre de alguien no tengo el gusto jajaja
Bésix
Soñadora.- NO tengo suerte ni acudiendo al rescate de la dama jajaja. Seguro que me hubiera partido la crisma desde la terraza del hotel
Bésix
Bluemoon.- Supongo que este tipo si que son los que te gustan. Final feliz
Bésix
muy bueno,salvar vidas y que despues te busquen,siempre se pude volver a empezar
Publicar un comentario