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viernes, 14 de febrero de 2014

Teoría (No) escrita

Uno de los milagros más sorprendentes (si, incluso dentro de la categoría Milagros, los hay unos más sorprendentes que otros) es el encontrar otro lector que haya leído (aunque en este caso podríamos decir No Leído) lo mismo que tú después de pasearse por las páginas de una misma novela. Rafael Reig intenta aportar algo de luz al Misterio del Significado de los Libros:


"Este era el problema de la lectura, proyectas sobre el texto la sombra de tus deseos o de tus temores, tu propia sombra que oscurece la página hasta que sólo lees lo que esperabas leer, y todo trata de ti, y si hay una mujer muerta, no puede ser una simple montaña, ni siquiera otra mujer, qué va, tienes que ser tú, tu propio cadáver, quién si no. Lees lo que no esta escrito y, a partir de ahí, construyes al autor a la medida de tu lectura. Porque no es el autor el que crea el libro, sino al contrario: es el libro el que, para ser leído, exige un autor y por tanto lo construye a su imagen y semejanza"

Lo que no está escrito 
Rafael Reig

jueves, 13 de febrero de 2014

Arby

Si quieres: Comics, Mujeres violentas, Servicio Secreto, Niños delincuentes, Bombonas de gas, Foros de internet, Farmacéuticas, Traumas infantiles, Mujeres de Acción, Malos malísimos, Suicidios y Asesinatos, Conspiración, la británica Utopía es lo que hay que ver. 


De pocas palabras y monotemático (where is Jessyca Hyde?)  Arby es el personaje más inquietante de la televisión. Sus andares descompensados y su silbante respiración nasal. El vacío en su mirada. Repulsivo y asqueante. No podemos más que tener simpatía por Arby. aR-Bi. 


Tras una primera temporada redonda rezamos a los dioses de la conspiración que mantenga el tono para la segunda. La versión americana, que hará David Fincher para la HBO, tiene todos los componentes para convertirse en legendaria. 

jueves, 17 de mayo de 2012

Falta de Actividad

De repente, en medio de la caña (la mía, ella café), me reprendió por mi falta "de actividad". Pensé en argumentar, en explicarme, en fabular. Pero por no contradecirla, y que gano yo con la pelea, pensé, no hice nada. No "realice actividad alguna" (excepto dar un trago largo, concentrado).

Ella ya estaba supliendo mi falta de actividad con airadas protestas, especulaciones y tics nerviosos, que llenaban el café de ruido y de paso movían su café en círculos concéntricos. Se había instalado en un bucle de retroalimentación argumentaria muy peligroso así que me vi obligado a salir de mi inactividad, decidí contarle la Historia de Paranoico Pérez:

Y así la conté:

"- leí la historia de Paranoico Pérez en un libro, que a su vez leí hasta desencuadernarlo.
- ¿qué? - me apunto el primer tanto: ella no esperaba nada. Llevo ventaja, debo luchar por conservarla. Sigo.
- Bartlebly y Compañía, de Vila-Matas - lo digo vocalizando mucho, como si ella me tuviera que leer los labios.
- ...- solo levanta las cejas.
Es evidente que no sabe quién Vila-Matas y no sabe quién es Bartleby. Yo ya lo sabía, que ella no lo sabía. Por algún motivo estas situaciones, donde yo hablo de "cosas" la exasperan. Así que procuro llegar a estas situaciones lo más rápido posible. Factor sorpresa.
- Para resumir, el problema de Paranoico Pérez es que el Puto Saramago - aquí me detengo un poco solo para regodearme, ya que sé que ella tampoco sabe quién es Saramago - se le adelanta y escribe antes que él las novelas - remato mientras separo las manos y las coloco con las palmas hacia arriba y subo las cejas. Subo mucho las cejas. 
- ... - sigue sin decir nada.
Ahora lo que le molesta es mi actividad. Sus nudillos blancos la delatan. Leo en las arrugas de su frente que le apetece romper el plato del café y con el filo desportillado rajarme la cara a la altura del ojo. Como la portada de del disco de Bowie. Hacerme un Bowie. Fantaseo durante unos segundos con la posibilidad de explicarle todo esto: el plato, la porcelana filosa, el corte, la sangre, hacerme un Bowie. Pero fantaseo aún más: ella no sabe quién es Bowie! Sigo pues con Paranoico.
- O sea el problema, es que a Paranoico Pérez se le ocurren las ideas. Pero se da cuenta de que ya están llevadas a cabo, de que otro ya las escribió. Terrible, ¿no? - le pregunto sin esperar respuesta - y encima, por si esto no fuera ya suficiente, el otro gana plata, recibe premios - esto ya lo digo llevándome las manos a la cabeza como poseído por un ataque de piojos. 
Parecía derrotada por mi ataque relámpago pero va y dice
- ¿y?-
- ... - Decido callar. Vuelvo a mi habitual Falta de Actividad. 



(Bebí con una calma furiosa, amparado en el pretexto del repentino sol primaveral, pensando en todos esos libros que me han robado, que han escrito otros por mí)

viernes, 25 de marzo de 2011

Tienes Suerte N.P.C.

- Situación: Noche de lluvia. Interior de Bar. MrBlu educadamente ebrio. Mujer Fatal adecuadamente ebria. Intercambio de miradas. Acercamiento. Conversación

MrBlu - Si ya sabes...
MujerFatal - La verdad que tienes suerte No Pareces Colombiano
MrBlu - (silencio, ojos abiertos, cabeza ladeada, sonrisilla con fuerte exhalación nasal)
MujerFatal - es un cumplido, sabes?
MrBlu - Puuues, no sé, gracias.

Y se va a casa pensando en lo raro que es todo.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Imperio(so)

Pongamos en situación:

Martin Scorcesse+Steve Buscemi+Terence Winter+Tim Van Paten+Mark Whalberg+Mafiosos+Judíos+Italianos+Irlandeses+Atlantic City+Prostíbulos+Alcohol+The Brian Jonestown Massacre....

Seis capítulos y ya te digo que soy seguidor acérrimo de la última maravilla de la factoría HBO: Boardwalk Empire!!!. (Y fervorosamente enamorado de la señora Schroeder y lujoriosamente atraído por la señorita Danziger)

lunes, 22 de noviembre de 2010

SMS

(Una historia cierta)
Ella me dejo en medio de un concierto. Me envío un mensaje de texto.
(Tremenda la poca sensibilidad con el arte por parte de algunas personas)


martes, 16 de noviembre de 2010

Kikí

Estaba enamorado de ella. Le había hecho tanto caso hasta entonces en cuantas consignas me había dado sobre cómo comportarse bajo los efectos del LSD, que por poco me arrojo confiadamente al vacío desde lo alto de la Tour Eiffel. Pero algo en el último momento impidió que me creyera que podía ir mentalmente frenando mi cuerpo en la caída. Y ese algo, aparte de una intervención a tiempo de mi inteligencia natural, fue el descubrimiento de que Kikí era monstruosa, pues, sabiendo como sabía que el ácido abre brechas peligrosas en nuestra mente, buscaba sin tapujos que yo me matara. Vi que ella no sólo no me quería nada, sino que con sus palabras buscaba desembarazarse de mí, tal vez porque quería quedarse con el poquísimo dinero que tenía en la buhardilla, o tal vez simplemente porque yo, tal como últimamente venía sospechando, le resultaba odioso. Por suerte, la ironía acudió en el último momento en mi auxilio y desarrolló en mí una prudencia egoísta que me inmunizó da la voz asesina y persuasiva de la terrible Kikí


Enrique Vila-Matas

París no se acaba nunca


(Todos hemos tenido una Kikí en nuestra vida)