Querer: ¿Somos inteligentemente capaces de lograrlo, dejando fuera intereses personales?
"El hombre es inteligente... porque necesita elegir. Y porque tiene que elegir, tiene que hacerse libre. De ahí procede esta famosa libertad del hombre, esta terrible libertad del hombre, que es también su más alto privilegio. Sólo se hizo libre porque se vio obligado a elegir...". Ortega y Gasset (filòsofo y ensayista español)
Sin duda, uno de los grandes temas y debates en la sociedad de hoy, por la marcada decadencia de los valores, es si realmente aprendimos a querer o somos capaces de hacerlo y por ende, si somos capaces de amar en todo el sentido de la palabra.
En más de una vez, hemos dicho, si, te quiero!, si, te amo!, pero, ¿de verdad estamos conscientes del significado tan importante que llevan en sí, dichas palabras?, ¿Entendemos, comprendemos y practicamos su esencia?
A mi pensar, creo que en reiteradas ocasiones, distamos mucho de eso.
No todos sabemos querer, porque simplemente, no es fácil, porque nadie nos enseña a querer, eso viene guardado dentro, está con nosotros desde que nacimos, mas, no lo vemos.
En si, la sociedad del tipo materialista en la que lamentablemente vivimos, nos lleva a la ambición, al capricho, al consumismo, a ser en el fondo egoístas, hasta nos lleva a sentir envidia.
Llena de disputas competitivas contra mis “rivales”, en contra de nosotros mismos, anulando nuestra voluntad, para ser manipulados por intereses comerciales y políticos.
Nos vamos enredando en caminos agresivos y llenos de polvo, porque la vida es dura y muchas veces abrirnos caminos honestos y éticamente justos, con nosotros y los demás, cuesta.
Debemos saber bien lo que deseamos para ser libres, por lo mismo de debe elegir la VERDAD como baluarte, y así seremos seres AUTÉNTICOS.
Querer a los demás sin sentir aprensión de nosotros mismos. Confiar basándonos en la igualdad y el respeto.
Relacionándonos sanamente y desapegados, sin tratar de aferrarnos.
Acaso, no nos ha pasado, que hemos evitado terminar relaciones de amistad o de pareja, aún perjudicándonos?
¿Nos hemos sentido tremendamente dolidos por el desamor y la desilusión?
¿Nos han afligido las enfermedades, los problemas o adicciones del ser que queremos?
¿No hemos roto una relación, para no sentirnos solos?
¿O nos emparejamos para llenar la soledad, y no nos damos cuenta que eso va a ser perjudicial tanto para el ser amado, como para nosotros?
Sin lugar a dudas, más de alguna vez nos ha pasado, por lo mismo urgentemente necesitamos entonces, Aprender a Querer, Aprender a Amar.
En este gran supermercado llamado mundo, tenemos que aprender a “comprar” lo que nos hace falta, nada más, lo mismo para los demás.
Pero, cuidado, el Querer no se vende, si, lo vamos a conseguir, abriendo nuestro corazón a nosotros mismos, con el ser que queremos y el prójimo.
La amistad y el amor, brotarán de una semilla que vigilaremos y cuidaremos muy atentamente.
Ver lo bueno de la gente comprendiéndola, ilumina.
Sentir la ternura, incluso detrás de miles de torpezas, nos acerca.
Somos tan incoherentes en ocasiones, sin embargo, nunca será tarde para aprender a Querer.
Sólo así, seremos libres para encontrar la verdadera felicidad, no la de momentos.
Hay que reverenciar a la amistad, al amor que nos necesita y viceversa, porque quizás ya nunca regrese.
La amistad no se compra , el amor menos, aunque se nos presenten muchísimas ofertas, e incluso hasta "agotar stock".
Personalmente, me quedo con un amor libre, desinteresado, franco y una amistad limpia y sincera, aprendiendo cada día un poquito más a querer y a ser mejor persona.
Lástima que muchos mal interpretan estos conceptos tan diáfanos, convirtiéndose en seres que no han aprendido el valor del querer, porque no pueden “comprar” el amor, porque sus almas estàn tapiadas.
Amar es un verdadero arte, un acto que decido, que elijo y requiero de una disposición de conciencia, de empatía, de esfuerzo, de respeto, de concentración, de paciencia, de admiración; es una necesidad tan natural como alimentarnos.
Sólo de esta manera, el querer se convertirá en amor legítimo y compartido por ambas partes.
Forma un equilibrio entre darse a uno mismo y dar al otro, totalmente diferente a lo que muchos creen que amar es dar y recibir, pues no, esencialmente es Dar sin ninguna limitación.
Junto con lo anteriormente dicho, también se debe colocar decisión y coraje, como al perseguir un sueño y hacer todo lo que como humanos podamos, para hacerlo posible.
Quizás, por no saber o no tener bien en claro, cómo funciona, es que muchos no saben cómo querer, còmo amar, perdiendo a personas que valen. No pueden, y hacen un daño conciente o inconciente a su pareja y a los demás.
Para amar se tiene que actuar, sino se muere congelado.
Se tiene que sentir y dar a manos llenas, convirtiéndose incluso en un fundamento de vida, imprescindiblemente.
O, ¿alguien me puede decir, que puede vivir toda su vida, sin querer o sin amar?
Hay muchos casos en que el amor se convierte en un simple “objeto” a obtener, transformando a las personas en “cosas”, tal como compramos algo que nos atrae y nos gusta.
Por, ende aparece el ansia de conquistar y poseer, tal cual como una prenda, pero, una prenda humana. Así como emerge el deseo de tener una pareja a toda costa por el sólo hecho de adquirir algo para nuestro propio beneficio y satisfacción, sin pensar al menos por un segundo, la necesidad de quién supuestamente queremos. Esas personas no saben amar y por lo mismo, no deberìan emparejarse con nadie, porque a la larga causaràn grandes heridas.
Qué tremendo, no? Y qué egoístas somos.
Ninguna persona puede ser para la otra un medio para ser feliz, para acompañarse, para mostrar un “trofeo”, o lo que sea, sino que ambos seres tienen una finalidad en si mismos siendo felices independientemente, reconociendo y sintiéndose acomodados con esto; es la clave del verdadero querer.
Sentirse querido ya es lo máximo, porque sabemos que es todo lo que realmente la pareja necesita.
A la vez tenemos que conocernos así mismos antes de embarcarnos en una relación, para que no afloren heridos.
Es una responsabilidad, pero hecha de amor.
Hay que ser consecuentes con lo que pensamos, decimos y actuamos, sino todo se derrumba.
Pasamos a ser un montón de palabras de humo, sin bases, que a la larga nos perjudicarán enormemente, porque se perderá la confianza.
Así como el egoísmo, la mentira, el engaño, la cobardía y el sólo hecho de beneficiarse con el otro, para el fin que consideramos en ese momento, en forma inevitable, nos hundirá en el vacío más oscuro.
No es un juego, o adornadas palabras. Es algo serio.
Hoy, educarse sobre el saber querer, es tan elemental tanto como ejecutarlo.
De esta forma, llenaremos nuestro corazón de felicidad y de paz, muy necesaria en estos días.
A la vez, al amar a la otra persona de corazón, estamos aceptando el misterio que conlleva en si.
Si nos obsesionamos, manipulamos, nos colocamos posesivos, sólo lograremos destruirla.
Este tipo de amor, no es amor, es una mentira personal, que nos hará quedarnos totalmente solos.
Aprender a querer nos humaniza, desde el momento que lo practicamos.
Hace en nosotros cosas milagrosas, que van más allá de quién se ama.
Este sentimiento tan grandioso, no solamente ayuda a mejorar la vida de pareja, sino también, sentirnos plenos con la vida en sí, con Dios, con el trabajo, con los hijos, con el mundo entero.
Ahora si eso no lo estamos sintiendo, es porque estamos en el proceso de aprender o tristemente, nunca seremos capaces de amar verdaderamente.
Es paradojal, que aún necesitando de tan grandioso sentimiento como humanos, hay personas que no saben querer, ni menos quererse a si mismas.
En el próximo post, comenzaré a narrarles, los principales acontecimientos de una historia real y personal, que ejemplifica el post descrito.
Lo considero necesario compartir con ustedes amigos, porque a muchos a la larga, les puede resultar beneficiosa para sus experiencias de vida, e incluso muchos tal vez, se sentirán identificados.
Agualuna
Frase: Web / Desarrollo: Agualuna