Siguiendo con el tour por Alb@rada y por aquello de acabar con la planta baja, nos paramos hoy en el comedor, el espacio situado entre la cocina y la salita, que a la vez es recibidor y de comunicación con la planta alta.
O sea, algo que ni Margarita ni yo hubiéramos diseñado, pero lo mejor que encontramos cuando Margarita decidió invertir sus ahorros en una casita y esta no le pareció mal...
Eso sí, no hubo más remedio que llevar a cabo algunas pequeñas reformas porque el aspecto inicial nos parecía algo tétrico y decadente y Margarita es amante de la luz...
así, como el papel nos parecía muy oscuro, pintamos por encima dos de las paredes, además de la de fachada en el mismo color vainilla que tiene la carpintería interior, en una sola mano para que se transparente el dibujos anterior, además de la fachada. Las escaleras las teñimos en caoba y el suelo lo cubrimos con una tarima flotante en haya. Esto nos demoró semanas, porque teníamos el suelo en una caja con 14 kg más de material pero no podíamos usarlo hasta resolver un conflicto, que ya contaré ...
Claro, bajo las escaleras queda ese hueco complicado de utilizar...pensé dedicarlo a trastero, pero concluí que Margarita no precisa en esta casa trastero, no es una casa donde haya ido acumulando vida sino una casa para iniciar el resto de la vida, de modo que tiene aquí lo esencial, no precisa más. Y teniendo esto claro, también estaba claro que era imprescindible una librería, los libros sí son imprescindibles para Margarita...y entonces, pillé unos cartoncillos de esos que acumulo - en los 14 kg me venían muchos más de los que yo ya tenía - y me puse a ello:
Además convertí en estantería para colocar entre la puerta y la ventana de fachada, la caja de un viejo reloj idéntico a uno que Margarita tenía en Marina, de aquellos de Mobistyle, que me vino con los detritus de la salita ( el bote del hueco superior es de Dakota)
antes, había pasado por chapa y pintura junto al escritorio y al mueble principal del comedor, todos en arena del desierto y magnolia ...
el mueble del comedor es el último que me quedaba de aquel colecionable reciente, el que traía un espejo de fondo, donde coloqué algunas pertenencias de stok, sólo los platos laterales de las baldas del centro son montados para esta ocasión, con unas calcamonías que tenía también en archivo...
claro y me hacía falta un paraguero y quise montar una lechera, a imagen de un paraguero que me preparé para mi última casa urbana, lacando una lechera real, aunque ésta la dejé en plata. El frasco no tiene la boca lo suficientemente ancha, pero a la espera de encontrar uno idóneo, así he resuelto :
Creo que el resto de cosillas que preparé para esta estancia, o casi, ya las he mostrado, el próximo día lo veremos. Salvo la lámpara del escritorio abalorio/alambre aluminio/abalorio
y las cajitas guardanada/guardatodo, esas imprescindibles a la par que inútiles, que tenía hace mucho en espera de ponerme con ellas, de hecho desde que me apareció esta pulsera folk- vintage que no tengo ni idea de donde salió, aunque sospecho que se deba a la incursión de alguna de mis hijas-niñas a los cajones de la abuela :
sólo hay que desmembrar los enganches, tapar los huecos y volver a dorar la base ...si se quiere dorar el rizo se puede además desmembrar base y tapa como en la de más al fondo, o bien colocarla tal cual sobre la mesita, aparador o lo que sea ...es claro que no va a destinarse a nada ...
Tenemos hoy el sorteo 600!, no lo olvido. Son 41 comentarios, de los que uno es repetido y dos se inhiben de participar, de modo que sobre los 38 restantes, el resultado es :
y el nº 20 pertenece a Eva - Tatalamaru.
Gracias a tod@s por participar y estar ahí.