Todos los días llego a casa con un proyecto -u varios- en la cabeza, que empiezo y abandono al día siguiente -u al otro- porque he encontrado algo que me entretiene más. Me pasa solo a mi?
Así tengo la casa, toda llena de lanas y de bolsitas con proyectos abandonados…
Hasta al perro lo tengo aburrido con tanta dispersión.
Aunque, de cuando en cuando, no puede evitar abrir los ojos para ver que estoy haciendo.
Resultado: los colores no tienen nada que ver con la idea que llevaba, y el grosor del hilo es mucho más fino de lo que quería.
Total: a orillas del Tajo empecé el delantero y la parte de atrás, que se tejen por separado, adaptando el patrón que tenía al hilo, y cuando volví a casita comparé el patrón original con el resultado tangible.
Recapitulación: como ambos no tenían nada que ver entre sí, y como tengo dos piernas de un grosor más bien normal, y viendo que si seguía el patrón tenía que hacerme una falda para cada una de ellas, he decidido hacer lo que me de la real gana sobre la marcha y disminuir y aumentar a placer. Ósea, que les den a los patrones he desecho un cacho y la estoy haciendo toda de una pieza tejiendo en redondo, y de cuando en cuando me hago una prueba y decido.
Con tanto examen y tanta tontería llevo una temporada que estoy muy en la parra: