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8 feb 2010

Adán de Fuentes, entre el refrito y la falta de sal

Quizá exista un momento en que los escritores deberían darse por bien servidos, saber que ya hicieron su mejor obra, y evitar ahondar en temas por demás hablados, novelados, discutidos, etc.

Pero no es así. Vemos a escritores, que ya no tienen ninguna necesidad de producir, quizá exigidos por un contrato editorial o por alguna agencia literaria, lanzar luego de una carrera brillante un mal libro. Tal es el caso de las ya mil veces controvertidas “Memorias de mis putas tristes”, de Gabriel García Márquez.

Y creo que en el caso de Carlos Fuentes, es probable que una situación semejante lo haya obligado a sacar a luz su último libro “Adán en Edén” (Alfaguara, 2009). Publicado a sus ochenta y un años y presentado en la Fil de Guadalajara 2009, esta obra afirma en su contraportada: “Ciudades perdidas, callampas, villas miseria, favelas, Gorozpevillas: todas son lo mismo. O vives ahí o eres uno de los culpables de su existencia. Eso lo saben Adán Gorozpe, cínico arribista que pasó de pobretón estudiante a poderoso mandamás gracias a un afortunado braguetazo, y también Adán Góngora, ministro a cargo de la seguridad nacional que ha puesto en marcha una estrategia espeluznante: se alía con los peores criminales y encierra o manda a matar a los menos aptos; encarcela inocentes y uno que otro culpable, exhibe a todos y así se gana la opinión pública como garante de la justicia”. Y yo, que recién acabo de leer esta novela, cuya lectura no disfruté como suele ocurrirme con las obras de Carlos Fuentes, juro que no vi nada de esto en la obra.

¿Quién escribirá las leyendas de contraportadas?, me pregunto. Pues alguien que no leyó la obra, me contesto en este caso, o que quiso pintarla más amena de lo que es. Porque de todo lo dicho, lo único que realmente se observa en la obra es que Adán Gorozpe es un cínico. Lo demás se dice, pero no llega a sentirse.

Luego, la fórmula del arribista, que por medio de un matrimonio de conveniencia accede al poder económico y de ahí al poder político, es una secuencia por demás tratada por el mismo Fuentes en obras tales como La muerte de Artemio Cruz y La región más transparente.

Peor aún, el cínico arribista, encerrado en la vida vacía que se ha fabricado para parecer respetable, pero que tiene una amante buena, inocente y comprensiva, con quien tiene una vida sexual apasionada y con quien puede dar rienda suelta a su “verdadero yo”, también se encuentra presente en estas tres obras.

Una historia bastante floja, con personajes muy previsibles (incluido el esperpéntico niño Dios de alas postizas que predica en las esquinas de un DF convulso) y sobre los cuales ya todo está dicho, componen esta última novela de uno de los grandes escritores latinoamericanos.

“Un día, Góngora le propone a Gorozpe coludirse para elevar su jueguito al más alto nivel: “¿Qué tal si usted y yo, tocayo, apoyamos a un candidato imposible para la primera magistratura del país”. Ese candidato, claro, sería Gorozpe, sólo que para ese momento él sabe que debe deshacerse de Góngora, o al menos neutralizarlo. ¿Cómo proceder contra tan formidable adversario? Cómo detener el remolino que arrastra al país hacia la cloaca”, continúa la contraportada. Y entonces, cuando la novela parece levantarse y llegar a un punto donde por fin aparece el tan esperado conflicto literario, ésta se acaba. Así, sin más gracia que la que puede tener una nota periodística mal redactada.

Me quedo pues con el Fuentes de obras maestras como El espejo enterrado, Aura o las dos anteriormente mencionadas. Esta novela para mi gusto “no pasa mañana”.

11 ene 2010

Isabel Allende y cómo la feminidad no es un insulto


Que el machismo persiste, ni dudarlo. Se ha transformado con los años, para pasar desapercibido. Ya no es aceptable que un hombre golpee a una mujer. Aunque no por ello haya dejado de ocurrir. Lo que sí sigue siendo aceptable es que un hombre ejerza violencia verbal, psicológica, económica, profesional, etc. sobre una mujer. Es decir, seguimos teniendo la concepción de que el mundo es de los hombres, y que por lo tanto les es dable llevar la batuta en algo tan sin importancia como una conversación, o el liderazgo de un proyecto, o que un hombre –por más tonto o mediocre que sea– se erija como juez de las opiniones, acciones, gestos, actitudes, etc. de las mujeres. Tómese el sencillo ejemplo de los maridos que se creen con derecho a etiquetar a las amigas de la esposa –aunque ya no claro, a prohibirle amistades–. O el caso de los gremios en los cuales son los hombres los que establecen las reglas del juego y dejan de lado todo aquello que haya sido producido por mujeres, por considerarlo de inferior calidad. Tal es el caso de los gremios profesionales, científicos, artísticos y literarios.
Y es justo en razón de este último que traigo a cuenta una entrevista de Isabel Allende, recientemente publicada en Chile y que pueden leer completa aquí.
La autora, que cuenta con varias obras muy vendidas, manifiesta que el mundo literario sigue siendo machista, y que por lo mismo, los premios son –en la mayoría de los casos– otorgados por jurados hombres a ganadores hombres, quienes luego se convierten en jurados de los mismos y el círculo se mantiene.
Allende es una autora sin duda polémica: amada por muchas mujeres y desestimada, como pocas veces he visto, entre los hombres y entre aquellos círculos de mujeres que aspiran a gozar de un poco de protección, estima, respeto o reconocimiento por parte de éstos. Cosa que, mucho me temo decirles, nunca habrá de ocurrir. Porque, como bien dice Allende, todavía es muy difícil que una mujer sea respetada y reconocida en el plano intelectual y literario. Menos habrá de serlo si se pliega a las opiniones masculinas, sólo para obtener sus favores.
Y es que en el caso de Isabel Allende, a pesar de haber producido más de 20 obras, que según dice la nota del periódico han sido traducidas a 27 idiomas y ha vendido más de 50 millones de ejemplares de sus libros, sigue siendo descalificada en Chile, su país natal, y en los círculos literarios de crítica y profesores de literatura a nivel latinoamericano.
Que el que un libro sea un bestseller no garantiza que sea bueno. Ok, pero tampoco que un libro no se venda lo garantiza.
Que es una imitadora de Gabriel García Márquez. Ya quisiera yo poder imitar a Gabo y luego, vender más libros que él.
Que tiene unas obras buenas y otras malas. Bueno, he ahí el desastre de las Memorias de mis putas tristes, y nadie ha dejado por ello de creer que Gabo sigue siendo un Dios de la narrativa.
Y podría seguir esbozando docenas de críticas más, pero no valdría la pena, porque el meollo del tema no está ahí, sino en el género (no masculino) de la autora.
Conozco escritoras que por nada del mundo se dejarían encasillar dentro del término de “literatura femenina”, y comprendo sus motivos. Literatura femenina suena a insulto. A un subgénero literario. A un arte de menor calidad. A poetiza y no a poeta. Pero bueno, si en esas mismas se hubieran puesto los negros de EEUU, en lugar de reivindicar su negritud, habrían tomado las mismas pastillas que Michael Jackson. Pero no lo hicieron. Por el contrario, de forma muy inteligente transformaron el insulto de los “blancos” en su orgullo.
Pues bien, ¿por qué no vamos nosotras (en femenino) a reivindicarnos de igual forma como escritoras mujeres y a enaltecer la literatura femenina con trabajo y calidad? No hacerlo, es caer en la trampa que el patriarcado nos ha tendido: hacernos sentir vergüenza por haber nacido mujeres y tener que estar todo el tiempo disculpándonos por ello.

3 ene 2010

Herta Müller y el inicio de otro año

Y comenzó el año. Muy nublado eso sí. No pude entonces dejar de pensar en el desbarajuste climático en que estamos viviendo. Desde hacía mucho oíamos hablar de que el planeta se iba a acabar, de que había que cuidar a la “madre tierra”, etc. Pero creo que jamás pensamos que sería cierto ni que sería tan pronto. Pero es que el descuido en que hemos caído ha sido garrafal. Creímos que íbamos a poder utilizar bolsas, envases y demás objetos contaminantes, sin que esto resultara en un daño. O peor aún, creímos que el daño “no se notaría”. Y se notó. Ahí tenemos el Lago de Atitlán que es un horrendo grito del ecosistema. Y es que ahora que iba de Panamá a Guadalajara, vi por la ventana un lago que según mis cálculos debía ser Atitlán. Lo que me llamó la atención es que el lago que veía tenía una isla al centro, y hasta donde yo recordaba Ati carecía de una. Luego observé mejor y me di cuenta de que la isla no era tal, sino la famosa cianobacteria que se acumuló al centro del lago y da la idea de tierra seca.
Por otro lado, me acabo de desayunar todos los periódicos atrasados y los del día. Veo que el mundo sigue igual, que los muertos se siguen muriendo (o los siguen matando), que la pobreza y la desigualdad no cambió en nada con el año nuevo y que aún nos seguimos jactando del avance y el progreso de nuestros países respectivos, cuando tal desarrollo no es más que cosmético y alcanza tan sólo a las principales ciudades y a algunas personas.
De taco de ojo –eso sí– me regalé el libro “Un rincón mágico” (1994) del Banco Agrícola, en el cual se mostraron en su momento las mejores fotografías aéreas que los salvadoreños hayamos visto de nuestro país. Un país que hasta 1992 estuvo en guerra, y que por lo mismo, no pudimos visitar con facilidad. Yo recuerdo la primera vez que vi estas fotos. Simplemente no lo podía creer. Para mí era impresionante que El Salvador tuviera esas costas, esas bocanas, ríos, lagos, bósques, etc. y que yo no las hubiera (haya hasta la fecha) visto. Por eso me lo compré en esta Navidad, porque son las fotos de El Salvador que yo conocí: sin tanto centro comercial, sin tantas calles nuevas, sin tantos pasos a desnivel ni edificios. Una ciudad más bien ochentera, pero que fue la que se quedó guardada en mi imaginario capitalino.
De recomendación de año nuevo: léanse el discurso de aceptación del Nobel de Herta Müller. La mujer que, no sólo tiene ideas brillantes, proyecta unas imágenes que casi parecen película. Ya me hice de dos ejemplares de su obra: compré uno y Hilma me regaló el otro, así que, en cuanto los haya leído, se los comentaré. Por ahorita, me quedo con sus memorias sobre la libertad.

11 dic 2009

¿Y si fuera Disneylandia?

Uno vive y ve cosas surrealistas en la Fil. Como por ejemplo una inmensa cola en Santillana para obtener el autógrafo de Jordi Rosado que escribió un libro por ahí de quién sabe qué, mientras un autor de los llamados “serios” se queda esperando a que alguien lo pele en el mismo stand. Confieso que yo tampoco lo conocía al pobre, pero por la forma en que miraba todo aquello, pienso que él también se sentía un desconocido.
Otra cosa extraña fue estar en la cafetería de la Fil tomándome una coca-cola, cuando de pronto vi venir una oleada de gente. Al centro, Carlos Fuentes caminaba erguido, como indiferente al revuluco armado por su presencia y con una media sonrisa que lo decía todo. Al menos para mí, que este año no lo fui a buscar.
Otro evento del tercer tipo fue salir del baño y ver pasar frente a mí a Orhan Pamuk (Premio Nobel), y no tener ni un lápiz ni un papel.
Otro: equivocarse de puerta para ver caminando por el pasillo, con cara de aburrido al premio Fil de este año: Rafael Cadenas, y salir huyendo de ahí como si le hubiera salido a uno el susto.
Otra más, estar comprando el libro de Cristina Rivera Garza en el stand de Tusquets, cuando se la ve aparecer, y ahí mismo, in situ, pedirle el autógrafo y platicar con ella un rato.


Y otra más: llegar a la presentación del libro “Como ser una buena lesbiana”, de Ana Francis Mor (cabaretera, reina chula, pero –como ella misma dice—ante todo lesbiana (segunda, de rojo a la derecha)), presentado, entre otras, por Lidia Cacho (primera a la izquierda), y apenas alcanzar a coger asiento porque resulta que todas las lesbianas de Guadalajara se dieron cita ahí y apenas cabía un alma. La presentación, sobra decir, estuvo más que divertida gracias a una imitadora de Silvia Pinal y la autora misma.


Finalmente, salir de la Fil cansada de tanto caminar, tanto ver libros y escuchar tanta presentación, cruzar la calle, sentarse en el Hilton a tomar una margarita de mamey y encontrarse a Rosa Montero haciendo una entrevista y no aguantarse las ganas de tomarse una foto con ella. Mujer muy simpática por cierto.

30 nov 2009

Chavela Vargas en la Fil 2009

María Cortina y Chavela Vargas


Chavela Vargas, a sus 90 años, sigue siendo un ícono mexicano.
Una de las mujeres más importantes de México junto a Frida Kahlo, presentó ayer su libro "Las verdades de Chavela" en la Fil 2009.
Transportada en silla de ruedas, llevando lentes oscuros y con un evidente rostro de cansancio, escuchó a sus amigos hablar de ella, de su vida, de sus amores, de sus desmadres y de sus borracheras.
María Cortina, Ana Gloria Moya, Carlos Monsiváis, Eugenia León y Ana Teresa Ramírez fueron los encargados de comentar ciertos pasajes del libro que, según parece, es una oda a su vida, a su libertad y a su lucha por reivindicar su lesbianismo, vivido en un inicio en secreto, hoy en total publicidad y orgullo.
Chavela Vargas, Carlos Monsiváis y Ana Gloria Moya

Cortina fue la periodista que durante varios meses sostuvo pláticas con Chavela. Ésta, entre cenas y cafés, le fue contando de a poco su vida, sus recuerdos -los que Ana Gloria Moya calificó de proustianos- sin discriminar y sin dejar de volver a los pequeños detalles.
Ana Gloria hizo un breve recuento del libro. Un análisis de las ideas que en él se busca transmitir y del valor histórico y testimonial que conlleva.
Eugenia León, cantante muy famosa y querida por la gente, contó quién era Chavela: la lesbiana, la transgresora, la vieja loca, dijo. Y Chavela sonrió con esfuerzo. Luego, a solicitud de Carlos Monsiváis, cantó a capela un par de melodías. La mejor cantante de México, diría Chavela luego.
Monsiváis, por su lado, hizo un análisis de las motivaciones sentimentales de las canciones de Chavela. Leyó un ensayo de cinco páginas, pero que al parecer, había sido celebrado momentos antes con un tequilita, ya que le costó muchísimo trabajo leerlo.
Chavela intentó dar un pequeño discurso, que le salió más como un reclamo a la vida por haberla dejado en silla de ruedas y por no permitirle cantar. Antes- dijo- yo podía salir por mi casa a caminar. “¿Cómo le va vecina? ¿Cómo amaneció de la borrachera de ayer?” (y el público rió). Hoy ya no puedo. Hoy todo eso me cuesta. Ya en mi vida no hago nada.
Al final, la gente le aplaudió muchísimo, pero quedó en el ambiente una especie de melancolía por comprobar que Chavela ya está muy agotada, aunque con muchas ganas de vivir.
Un momento emocionante de la presentación fue cuando le anunciaron a la intérprete que le sería regalado el manuscrito original donde Frida Kahlo habla de ella. Un historiador mexicano subió al escenario a entregárselo en un folder verde, el cual fue hojeado por Chavela y luego por Monsiváis.
Se la llevaron igual que entró, en silla de ruedas, haciendo su mejor intento y queriendo volver a ser lo que fue.
“Soy Chavela Vargas, tengo noventa años y estoy viva. Viva de tanto vivir, de tanto amar, de tanto gritar que estoy viva, como la vida, como el color rojo, como los recuerdos rojos que saben a pan”, dice un fragmento de su libro.

29 nov 2009

Inauguración de la 23ª Feria Internacional del Libro en Guadalajara, y entrega del premio Fil de Literatura a Rafael Cadenas

La inauguración de la Fil fue celebrada esta mañana. Antonio Villaraigosa, Alcalde de la ciudad de Los Ángeles –ciudad invitada de esta 23ª edición de la feria- fue el encargado de dar las palabras inaugurales. ¿Dónde se encuentra la identidad de un pueblo?, preguntó en su discurso, para afirmar a continuación que ésta no se encuentra en la cantidad de productos que importa, ni en lo que produce, ni en lo que comercia, sino en las palabras de sus poetas, en los sonidos de sus músicos y en las imágenes de sus artistas.
Villaraigosa, que ha sido recibido con gran entusiasmo en Guadalajara por ser el primer descendiente de mexicanos en presidir la que, según él, es la segunda ciudad mexicana en importancia, ya que alberga a por lo menos tres millones de mexicanos, afirmó que ya no es tiempo de hablar de muros, sino de puertas, y prometió que habrán más posibilidades para abrir puertas para los mexicanos en Los Ángeles.
En el mismo evento fue entregado al poeta Rafael Cadenas el premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2009.
Adolfo Castañón fue el encargado de leer la semblanza del ganador del premio, y a continuación Cadenas dio un emotivo discurso, el cual comenzó afirmando su voluntad de pasar siempre desapercibido, y su imposibilidad para hacerlo en esta ocasión.
El poeta, nacido en Venezuela en 1940, se ha destacado, según Castañón, por desarrollar en su obra una búsqueda de expresiones auténticas, así como por encontrar la relación entre la ética, el lenguaje y la poesía. “No quiero estilo, sino honradez”, afirma el galardonado en uno de sus poemas.
Cadenas, por su parte, afirmó que Venezuela tiene una deuda inmensa con México, ya que ésta última nación acogió a muchos de los desterrados venezolanos. Agradeció además a México por su literatura, por sus autores, por sus traductores y por sus publicaciones, que tanto han aportado al arte literario latinoamericano.
La poesía- dijo- ha sido siempre el arte que cuenta menos si se piensa en la dimensión cuantitativa. Pero en la actualidad las lecturas en público, los festivales, los concursos que desembocan en publicaciones, las conferencias, los talleres, los conversatorios y el Internet, han ayudado a difundirla. La poesía –agregó- ya no es lo que solía ser hasta el simbolismo y el modernismo latinoamericano. Han aparecido movimientos modernos que la convirtieron en lo que hoy hacen los poetas. Los moldes que duraron siglos se rompieron, luego se buscaron otros para llenar el vacío. Hoy, los poetas tienen la libertad de poner los versos como deseen. Según Cadenas intentar responder a la pregunta de si la poesía es capaz de salvar al mundo, es desmesurado, y algo que sólo Dios podría responder.
Luego, en rueda de prensa, tuve la ocasión de preguntarle al poeta venezolano cómo veía él el futuro de la poesía, dado que en regiones, como Centroamérica, aún se sigue intentando salvar al mundo a través de la misma. –El futuro de la poesía- me respondió- dependerá de los eventos que ocurran. Pero como no es posible preverlo, también es otra pregunta que habría que planteárle a Dios.

26 nov 2009

Desde Guadalajara, con amor

Y así está Guadalajara, según el diario El Informador:

El ayuntamiento de Guadalajara desea que la ciudad sea leída. Por dicha razón están sustituyendo 450 mil placas de la nomenclatura en 180 manzanas del Centro Histórico (que sí es histórico y está muy bien conservado). 8.5 millones de pesos habrán de invertir para que los turistas y tapatíos puedan “navegar “ la ciudad sin perderse. Y no es mentira, bien rotuladita está toda y es bien fácil dar con las direcciones.

Templo de la Merced, en Avenida Hidalgo


Venden carro, marca Linconl navigator, automática, de 9 asientos y aún le queda baúl, tapicería de cuero beige, 4x2, al módico precio de $649,900 (de EE.UU pues) y todavía agregan: “Desde aquí todo se ve más pequeño. Inclusive el precio”.

Por su labor en la formación de lectores (¡óigase bien!) el presidente de la Fil, Raúl Padilla López, y Carlos Álvarez del Castillo, Director de El Informador, recibieron el premio que año con año otorga la Asociación Nacional de Investigación en Literatura Infantil y Juvenil. El premio fue entregado ante la presencia de reconocidos escritores, ilustradores, artistas y académicos (¿y los lectores?).

El astronauta mexicano, José Hernández Moreno, fue recibido en San Lázaro por los legisladores y le fue otorgado un reconocimiento por “sus éxitos que enaltecen a México”. (Héroe de chicos y grandes, sin duda.)

Nubia Macías, presidenta de la Fil, afirmó en una entrevista que esperan que la Fil, que este año celebra su 23ª edición y contará con más de 600 actividades, siga siendo la referencia mundial del libro en español y un lugar de encuentro. La Fil costará este año 61 millones de pesos (de los cuales Concultura aporta 4 millones). “Los libros pueden ser un buen refugio para la crisis, son espacios de recreación”, afirmó la Directora de la Fil.

Y parece que México va a producir vacunas contra al virus A H1N1. La cosa es que los que sean alérgicos al huevo no se pueden vacunar, porque ésta se cultiva precisamente en huevos y, por lo mismo, la vacuna contiene residuos de estas proteínas. Las embarazadas serán las primeras. (Las cosas de las que se viene una a enterar.)

Pica… porte

Anflopo

Se asegura que en Jalisco
Ha bajado la violencia
En contra de las mujeres
¿el machismo en decadencia?
En los pueblos puede ser
Que esto sea una realidad,
No porque el hombre sea noble
Y aborrezca la crueldad…
…Es porque allá las mujeres
Solas se suelen quedar,
¡los maridos todo el año
Van al Norte a trabajar!

Según datos de la ONU, el 70% de las mujeres han sufrido alguna vez en su vida, algún tipo de maltrato por parte de hombres. El psicológico es el más usual.

Pd.: En la foto, el templo de la Merced, a un costado de la Catedral, en donde el Cura Hidalgo reunió a las familias criollas para convocarlas a unirse a la causa independentista. El Cura se vio imposibilitado para utilizar la Catedral (2ª foto) ya que estaba cerrada por mil candados, dado que adentro se guardaban las joyas y bienes de valor de las familias españolas que se oponían a la independencia de la Corona. ¿Suena conocida la historia, verdad? Sólo que esa otra vez, Anastasio Aquino sí se llevó las cosas y se coronó Rey de los Nonualcos.

25 nov 2009

En tránsito por Panamá hacia Guadalajara

Hoy Panamá estaba lluviosa. Como descubrimiento, vi que las capas de nubes de lluvia, contrario a lo que se mira desde abajo, son varias. Una sobre las otras y en pedacitos. Sobre ellas el sol parece consumirlas.

Punta Pacífica desde la ventana del departamento de Ivania

Luego de 24 horas en Panamá, una cena exquisita con Ivania en el casco antiguo, llegué hoy a las 2 pm a Guadalajara.
Al pasar por migración el sistema marcó un error en mi visa que, luego de 45 minutos, nadie supo determinar qué era. Me hicieron firmar un acta donde me daban por enterada. Supuestamente el asunto quedaba resuelto para futuras ocasiones. (Eso espero.)
Mientras tanto, en la sala de migración se formó una reunión de visitantes de la Fil, todos víctimas del mismo error. Dominicana, Ecuador, El Salvador… Llegamos entonces a la conclusión de que el verdadero problema era ser extranjeros y latinos.
Luego aduanas. La revisión de equipaje que, hasta donde yo recuerdo, no fue así el año pasado, resultó un tormento. Resulta que miembros del ejército mexicano, dotados con un par de guantes de hule, supongo que especializados en detectar escondites, le revisan a uno todo… pero todo. Mis proteínas y las Advil (¿?) dieron lugar a preguntas. Los pobres perros flacos y adictos caminaban desesperados entre las maletas. Y, como preguntó un librero dominicano: ¿Qué pasa si me huele porque siente el olor de mi perro? No tenga pena, le dijeron. A estos perros no les interesa eso. (Pobres animales.)
Guadalajara, por su parte, calurosa pero rica. No hay la humedad espantosa de Panamá, que ayer casi me mata al caminar en la calle y que de verdad hace difícil que los pulmones cojan oxígeno.
Ya instalada, maletas desempacadas y zapatos cómodos, cené tacos de carne con tres salsas y una sopa de fideos exquisita. Y es que si algo me encanta de México es su comida. (Y nótese que yo soy un desastre con la comida.)
El peso devaluadísimo. $13 por $1 hace que todo valga casi la mitad que en Guate. Ni modo, la crisis parece tener al fin un beneficio para nosotros los tercermundistas.
Recién chateé con una amiga, que está en otra feria del libro en el extremo opuesto a mí, y me dio gusto oírla tan contenta.
Les dejo esta cita que hoy leí en un mail que me remitieron de la dirección de prensa de la Fil, y que me pareció muy buena:

“No todos somos Carlos Fuentes, pero muchos tenemos talento, técnica literaria y una voz nueva que merece ser conocida. Sólo el tiempo dirá si somos herederos de Fuentes, Borges, Cortazar o incluso mejores que ellos.” Rebeca Gómez Galindo en referencia a los autores noveles y los obstáculos que enfrentan.


En la foto, una valla gigante ubicada frente a mi hotel, atrás de la Fil.

El apoyo que recibe esta feria es impresionante, y la publicidad que se le hace algo que nuestros pueblos centroamericanos jamás han visto… pero que ojalá algún día vean.

Mañana voy al centro de paseo. El hospicio Cabañas, donde hay varios murales de Clemente Orozco y unos naranjos que en esta época están cargados, es el objetivo. De almuerzo, unas tortas ahogadas con una Estrella bien fría.

20 nov 2009

Tres novelas centroamericanas, por vez primera en la Fil de Guadalajara

Los libros centroamericanos, representados por F&G Editores, por 13avo. año consecutivo, se van a la Fil de Guadalajara.

Espirales de Javier Mosquera, ni Chicha ni limonada de David Unger y Los locos mueren de viejos, que ya es de ustedes conocida.

13 nov 2009

Héctor Fernández Álvarez en Guatemala, por Margarita Carrera


Este día, Margarita Carrera, publicó en su columna cultural de Prensa Libre, una reseña de la charla que en días pasados sostuvimos en Sophos con el Dr. Héctor Fernández Álvarez, quien vino a Guatemala para impartir una serie de charlas en el Departamento de Psicología de la Universidad del Valle de Guatemala.

Fui invitada por Ana Lucía Cordón a realizar un conversatorio con este importante psicoterapeuta, que, además de ser un investigador renombrado, presidente de la Sociedad Interamericana de Psicología y de la Asociación Latinoamericana de Psicoterapia Cognitiva, acaba de ganar el más prestigioso premio que puede obtener un psicólogo: el International Sigmund Freud Award for Psychotherapy de la ciudad de Viena.

Y como si todo ello fuera poco, Héctor Fernández Álvarez resultó además ser un ser humano muy cálido, muy conversador y muy interesante.

Les comparto pues, aquí, la columna de Margarita.


Revelaciones: Entrevista de Handal

Por Margarita Carrera


10:09 12/11/2009

Vanessa Núñez Handal no solo ha destacado como novelista, ya que es catedrática universitaria y promotora de la cultura.

Hace varias semanas invitó al doctor Héctor Álvarez Hernández, argentino especialista en psicoterapia, a dar pláticas en la Universidad del Valle y en la librería Sophos. Yo acudí a esta última actividad y observé la pericia de Vanessa en el diálogo que sostuvo con el doctor. Se trataba de una charla informal sobre los aportes de Fernández en el campo de la psiquiatría y el psicoanálisis. Se habló de cómo uno de los mayores aportes en la psicoterapia es “la integración”, tendencia que busca trascender las orientaciones estrechas de las “escuelas” psicoterapéuticas. Al realizar esta labor, se logra liberar a los profesionales de la psicología del encastillamiento en que se encontraba esta ciencia.

Pero la “integración”, tal como comentó Fernández Álvarez, no siempre fue la corriente principal, sino durante mucho tiempo esta corriente como sus practicantes, él incluido, debieron soportar cierto aislamiento profesional.

Además de referirse a la psiquiatría, hizo hincapié en cómo la psicología está íntimamente ligada a la literatura. Empezando con Freud, me dije, al recordar todos sus análisis aplicados a diversas obras de Shakespeare y otros autores. Es más, el “complejo de Edipo” lo toma de la obra “Edipo rey”, de Sófocles. Clara alusión al apego del hijo varón (cuando es niño) a la madre. En su obra “Psicoanálisis aplicado y técnica psicoanalítica”, habla, en el capítulo I, de “El poeta y la fantasía”, en donde concluye que “el verdadero goce de la obra poética procede de la descarga de tensiones dadas en nuestra alma… el poeta nos pone en situación de gozar, sin avergonzarnos ni hacernos reproche alguno de nuestras propias fantasías”, que generalmente esconden los deseos ocultos. Sus análisis sobre “Hamlet”, “Ricardo III” y “Macbeth” deberían ser conocidos por los críticos de la literatura.

Fernández Álvarez también hizo relación a este enlace. Él mismo tiene faceta de escritor. Con una novela publicada, “La distancia”, por el Grupo Editor Latinoamericano, Buenos Aires, 2002, comprueba cómo la literatura está íntimamente ligada a la psicología. Autor de varios libros de texto, los oyentes se refirieron a estos. Vanessa supo conducir los diálogos y las preguntas. Ella misma, conocedora de la psicología profunda, escribe una estupenda novela “Los locos mueren viejos”, bellamente publicada por F&G editores. A pesar de ser tan joven, logra realizar una pequeña obra maestra. Bien escrita, apasionante y con una hondura psicológica que nos hace penetrar en el inconsciente de su personaje principal. “El odio, la culpa y el sufrimiento cruzan esta novela hasta convertirla en la angustiosa narración de una niña” excepcional, inteligente, sensible, que al no soportar la realidad crea su propio mundo, pleno de contradicción existencial.

“Su intenso interés por desentrañar la psique humana la ha llevado a ahondar en temas psicológicos y filosóficos. Ha publicado algunos de sus ensayos y relatos en revistas y antologías”.

La novela de Handal lleva un epígrafe de Michael Foucault, tomado de su “Historia de la locura en la época clásica”: “El gran círculo se ha cerrado. En relación con la Sabiduría, la razón del hombre no era más que locura; en relación con la endeble sabiduría de los hombres, la Razón de Dios es arrebatada por el movimiento esencial de la locura”.

21 oct 2009

Círculo Internacional de Lectores (Guatemala-España)


La comunidad de Lectores de Guatemala y El Salón del Libro Iberoamericano de Guijón, España, Invitan a su Primer Círculo Internacional de Lectores Guatemala-España.

Inaugurando:
Con la Lectura del libro La Vida es Sueño de Marco Antonio Flores.
A realizarse en las instalaciones de Comisión Nacional de Ciencia y Tecnología (Concyt) 3av. 13-28 zona 1 de la Ciudad de Guatemala. El próximo jueves 29 de octubre de 2009 a las 12.30 hrs.
Esta es una actividad promovida por La Comunidad de Lectores de Guatemala y la Biblioteca Asturiana en España, con el fin de acercar autores y lectores de ambos países esto gracias a un amigo en común: El Libro.

Y aunque la distancia puede parecer un abismo insalvable, esta no es más que un pequeño obstáculo superable en la actualidad gracias a la tecnología. Las reuniones se realizarán de modo presencial en cada país y virtual (web-conferencia) en el caso del país visitante. Las cuales se serán mensuales. En estas reuniones se comentarán autores centroamericanos, sudamericanos y españoles.
Las lecturas se repartieron de la siguiente manera:

Octubre 09
La Vida es Sueño. Marco Antonio Flores (Guatemala)

Noviembre 09
Un Viejo que Leía novelas de Amor. Luis Sepúlveda. (Chile)

Febrero 2010
Los Locos Mueren de Viejos. Vanessa Núñez. (El Salvador)

Marzo 2010
Solos. Antonio Valle (España)

Abril 2010
Chwa Nima Ab’âj. Guillermo Paz Cárcamo (Guatemala)

Mayo 2010
La Senda del Cometa. Miguel Rojo (España)

En todas las reuniones tendremos la oportunidad de platicar con el autor de cada libro. Los libros extranjeros estarán a modo de préstamo en la Biblioteca del Centro Cultural de España en Guatemala. Además todos los interesados pueden seguir la huella del círculo Internacional de Lectores a través de la web en la página electrónica de La Comunidad de Lectores de Guatemala. http://www.letrasypoetas.blogspot.com/ dentro de sus foros y sus Links.
La participación es gratuita. Aunque el cupo es limitado.
Más información http://e1.mc395.mail.yahoo.com/mc/compose?to=todosaleer@gmail.com
Ángel Elías Coordinador (+502) 5244-2703
Comunidad de Lectores

6 sept 2009

Sobre mis días en Mario´s, la PDDH y mi primer libro clandestino


Era el año de 1997. Había probado suerte en un par de bufetes y había resultado ser un fiasco. Mi vida de estudiante de derecho sencillamente no iba bien con la escasez de tiempo y las clases en la Universidad José Simeón Cañas, que comenzaban a las 7 am. —la 1ª— y terminaban a las 9 pm. —la última— con intermedio de trabajo de 8 a 4.30 pm., y con continuidad de repaso de cuadernos, textos y apuntes (mismo que podía prolongarse hasta las 2 o 3 de la madrugada) después. Pero eran otros tiempos, claro. Yo tenía veintitrés años y mi cuerpo reaccionaba aún para asistir a fiestas o a Mario´s los viernes por la noche.
Fue entonces, por esos días de locura, en que el entonces Secretario General de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (recién inaugurada en El Salvador, tras los acuerdos de Paz) me invitó a laborar en dicha institución. Yo sacaba buenas notas en su clase, así que fue cosa de pasar papeleos e ingresar.
Si la UCA había sido para mí todo un cambio de estándares (en todo sentido), la PDDH fue todo un cambio de mundo y cosmovisión. Fue ahí donde me ofrecieron la lectura de un “libro clandestino”, que debía leer sin hacer mayor comentario y devolver en menos de ocho días. Lo miré, sopesé y vi que no era extenso, así que tal cual, prometí cumplir con todos los requisitos.
El libro era “El asco”, de Horacio Castellanos Moya, un autor para mí desconocido por aquel entonces, y del que luego me haría gran aficionada. En dicha obra descubrí verdades asquerosas, cosas que se murmuraban en un país que recién suturaba sus heridas de guerra y apenas se animaba a alzar la voz para llamar las cosas por su nombre.
Lamentablemente, en parte por la promesa y en parte por la falta de alero, jamás pude comentarlo con nadie. Lo leí de un tirón, me sorprendí ante cosas que eran evidentes y dudé de otras que yo, francamente, desconocía y que con mucho temor incluí en mi bagaje de “cosas que hay que saber sobre tu país”.
Luego vendrían otras obras. Baile con serpientes —del que desde su lectura tengo pendiente una reseña— es aún mi favorito. Y hasta la fecha, no dejo de sorprenderme con la velocidad, la ironía, la lucidez y el realismo de este autor, de quien hoy vengo a recomendarles la lectura de una entrevista que la argentina Lilian Fernández Hall le hiciera en Estocolmo. Pueden leer la versión publicada en el periódico La Hora de Guatemala.
Yo, para mientras, tomaré por cuarta vez “El asco”, para reírme un poco y para dolerme otro tanto de mi país, al que quiero y no quiero, por pura antipatriótica que soy.
Aclaración necesaria: Sacando cuentas, sumida hoy en el tráfico horrendo de la ciudad de Guatemala, me di cuenta que cuando yo trabajé en la PDDH (1994-1997, aprox.) la Procuradora era la Dra. Victoria Marina Velásquez de Avilés, hoy Magistrada de la CSJ, si no estoy mal informada. Es decir, que no era la 1ª administración de dicha institución, que se creó con los Acuerdos de Paz, sino la 2ª.

4 sept 2009

"Te voy a contar un cuento"... en Sophos

A partir del día lunes 21 al sábado 26 de septiembre, la escritora salvadoreña, Jacinta Escudos, impartirá en Sophos un taller de cuento: de cómo se inician, cómo se desarrollan los personajes, el ambiente, diálogos, etc. hasta cómo se terminan.
Acompañado de cafecito, vinito y otras viandas, la autora enseñará teoría y práctica, al tiempo que hará lectura de cuentos que, según su criterio, hay que leer.
Jacinta es ganadora del premio Centroamericano de Novela Mario Monteforte Toledo y autora de varios libros de cuento (El Desencanto, Cuentos sucios, Felicidad doméstica & otras cosas aterradoras, entre otros).
Y ya en plano personal, he de decirles que Jacinta Escudos es una de mis autoras favoritas, por su ironía y análisis crudo de la realidad, en muchas ocasiones tendiente a develar ese misterio inexpugnable (y peludo) llamado “familia”.
Baste decir que llevo años persiguiéndola para un taller como este, y bueno, la montaña vino a mí. Nos vemos entonces en Sophos.

23 ago 2009

Del "Minimum vital" a la violencia absoluta: Alberto Masferrer "reloaded"



Cuando Alberto Masferrer (Usulután, 1868-1932) escribió “El mínimum vital” (1929), El Salvador atravesaba por una crisis derivada de la gran depresión económica que resquebrajaba la economía estadounidense y que había hecho caer los precios del café (principal producto de exportación de El Salvador).
Derivado de ello, miles de campesinos se vieron obligados a ganar salarios de hambre, en el mejor de los casos. El resto, sucumbía al hambre, la pobreza y las enfermedades.
Para Masferrer había llegado la hora de que el hombre hiciera una nueva alianza, una nueva forma de hermandad. Ya no era posible aceptar “dolorosas e irrazonables exageraciones” como doctrinas salvadoreñas. El odio de clases, el afán de atesorar y oprimir en unos y el de vengarse en otros, advierte, “se ha cristalizado en dos formas agudas: una tiende a la destrucción de las clases cultas, al nivelamiento económico, al rebajamiento de un comunismo absoluto; y otra, excrecencia de la codicia, insania o perversión de algunos millares de vampiros, para quienes la dignidad, la libertad, la independencia, la sangre misma de las naciones son materia prima para fabricación de dólares”.
Y sí. Ya sé que esta fórmula nos suena por demás conocida y actual. Pero Masferrer iba más allá. Todo ello, aseguraba, estaba conduciendo al país hacia el odio de clases, el rencor, la organización de los que ya por aquel entonces estaban preparando el día del desquite.
Y el desquite llegó. No una vez, sino varias a lo largo del siglo pasado. Llegó en enero de 1932, cuando cientos de indígenas se tomaron Sonsonate y mataron a machetazos al Alcalde y otros "notables", y saquearon almacenes. (Demás decir la forma brutal en que fueron reprimidos en consecuencia.)
Y llegó de nuevo a mediados de los setentas, y a finales de la misma década, y en enero de 1980, y a mediados de los 80´s, y en noviembre de 1989, cuando la capital fue atacada desde diversos puntos por grupos armados que durante más de una semana tuvieron a la ciudad en zozobra, paralizada y evidenciaron que la lucha iniciada en 1932 no estaba olvidada, y que la guerra de los setentas y ochentas no estaba perdida, y que no se encontraban en desventaja frente al ejército.
“Y cuando llegue (agrega Masferrer) —que será cuando los de arriba hayan agotado los medios de opresión y de represión—, tendremos el mismo desorden, la misma construcción malvada y estúpida, en que sirve de cimiento el esclavo y de coronamiento el señor”. Y también llegó este agotamiento de medios, y los de arriba se vieron obligados —con todo y el ejército que habían construido, fortalecido y especializado— a sentarse en una mesa de negociaciones y escuchar las demandas y prometer el cumplimiento de ciertas básicas que garantizarían el “mínimum vital” de un pueblo sufrido y resurgido de lo más hondo del caos.
Pero no las cumplieron. Ni un bando, ni el otro. Los “darwinismos comprendidos idotezcamente con su doctrina de la lucha, de la supervivencia del más apto, que viene a ser, según el criterio del egoísmo, el más ávido y descorazonado”, volvió a hacerse presente. Y el “mínimum vital” (tabla de salvación en el naufragio de la codicia extrema, según Masferrer), que si bien no es un estado ideal, al menos según el autor, era lo factible, lo sencillo, quedó en el olvido.
“El nuevo camino real, la vía ancha y clara del amor, a dónde los hombres, un día volverán”, quedó otra vez perdido en algún recoveco de nuestro andar, condenándonos así a caminar en círculos por quién sabe cuántos siglos más.
Conmovedora es pues esta obra de este pensador salvadoreño que remeció en su momento a las clases pudientes, que se vio exilado de su patria, no por plantear cosas extremas, sino más bien moderadas, pero que, sin embargo, resultaban demasiado riesgosas para algunos e insuficientes para otros.
Un tanto ingenuo, sí, porque partir del hecho de afirmar el amor como base de la conducta humana, es ir contra la historia y contra todo lo que nuestros países tienen que contar. Interesante, sin embargo, porque antes de que nuestro pequeño país convulsionara en violencia y sangre, él lograba ver un futuro lleno de odio y separación en una nación que, hoy por hoy, es el segundo país más polarizado de Latinoamérica después de Chile.

19 ago 2009

Amor del bueno


Mi amiga Ana Gloria Moya, a la que conocí en la persecución a Gabriel García Márquez durante la Fil (Guadalajara) 2008, me acaba de mandar desde Argentina estas fotos inéditas. Resulta que mientras yo alucinaba con gran maestro de la literatura, ella me las tomó.
Yo le pedí a Gabo una firma en un papel en blanco, y él —muy atinadamente (luego entendí) y muy advertido supongo— me dijo que no podía, que se lo tenían prohibido, pero que qué andaba yo leyendo, quiso saber. Y en ese momento, en las manos sólo tenía un libro de derecho penal antiguo mexicano. Así que ese fue el que me firmó. La niña de la portada (13) es una reclusa condenada a muerte por prostituta, o algo así... Es decir, una Cándida Eréndira.
En la primera foto, pese a las interrupciones del periodista inoportuno de la izquierda, él y yo (nótese) nos veíamos con ojos del más puro amor.


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26 jul 2009

Semillas de Papaya a la Luz de la Luna, de Ana Gloria Moya

Este martes 26 de julio, a las 6 pm, estará la autora argentina Ana Gloria Moya, ganadora del prestigioso premio Sor Juana Inés de la Cruz 2002, presentando su nueva novela "Semillas de Papaya a la Luz de la Luna", la cual narra la conquista y muerte de Pedro de Alvarado, así como la fundación de la ciudad de Guatemala y su destrucción.

Yo acompañaré a la autora en un conversatorio que promete mucho, ya que es una mujer muy interesante: abogada y defensora de la causa de los sobrevivientes de torturas en su país natal.

Los espero entonces!


Pd: El libro lo venden ya en SOPHOS y además, pueden leer una entrevista con la autora en este link.

20 jul 2009

"The problem that has no name"


Betty Friedan es una reconocida autora de temas feministas. Pero su gran mérito, pienso yo, fue el haber llegado hasta los ámbitos íntimos donde pocos se aventuran.
Mucho se había hablado de los sistemas estatales, sociales, políticos, económicos, culturales, etc. que reprimen al individuo pero —hasta entonces—, nadie se había adentrado en los oscuros y tenebrosos abismos que muchas veces se ocultan en el lugar donde la persona debe sentirse protegido y amado: la familia.
La pregunta aquí es: ¿Por qué? ¿Por qué no le interesaba —y aún no interesa— a nadie lo que pasa en el interior de la “célula principal/base de la sociedad”. ¿Por qué muchos se desviven intentando comprender ámbitos más amplios como la sociedad en su conjunto, o una comunidad, una cultura, un país, etc.?
La respuesta es terrible, no por ella en sí misma, sino por todo lo que implica y nos implica a nosotras las mujeres: pues porque simplemente a nadie le interesan en estos diminutos sistemas sociales, que se cree son propios de las mujeres y que, por lo mismo, son irrelevantes. Tanto es así que —aún en la actualidad— cuando algún libro toca estos temas, y más si ha sido escrito por una mujer, se tiende a restarle importancia.
No ocurre lo mismo, sin embargo, con aquellos textos que hablan de organizaciones colectivas, donde se piensa que el individuo se difumina para dar paso al interés general.
Es así como Betty Friedan, luego de adentrarse en el ámbito de lo privado, logra identificar un problema: “el problema sin nombre”. Se trata de un conjunto de síntomas y malestares que las mujeres aún hoy día compartimos, pero a los cuales no podemos llamar por su nombre (como la angustia misma) ya que nadie se lo ha dado.
Se trata de ese aburrimiento por la vida, esa sensación de estar difuminadas en la nada y en el todo colectivo, donde no somos más que una pieza útil (pero dispensable) para su funcionamiento.
De acuerdo a Friedan, este malestar comenzó a aparecer claramente en los consultorios psicoanalíticos, entre las mujeres de clase media de los suburbios de los Estados Unidos, en los años sesenta. Se trataba de mujeres que gozaban de cierto nivel de escolaridad, muchas incluso graduadas de la universidad, pero que finalmente optaron por el matrimonio, los hijos, la casa, el shopping, etc. y que, pese a que la cultura les había vendido ese estilo de vida como el ideal, ellas no se sentían felices con sus vidas.
—Tengo todo, todo está bien en mi vida, no tengo problemas, mi marido es fantástico, mis hijos también, entonces: ¿por qué no soy feliz?, se preguntaban. ¿Qué me falta?
Resulta pues que esta ideal American way of life fue creada para devolver a las mujeres a sus hogares luego de que durante la Segunda Guerra Mundial se descubrieran productivas e insertadas dentro de un ciclo productivo de trabajo.
Lo triste fue que, en aquel entonces (1960), las soluciones pasaron desde los antidepresivos hasta una sermoneada de curas, psicólogos, familia, etc., afirmándoles que su inconformidad era falta de fe, de amor por su familia, de entrega, egoísmo, inconformidad producida por la falta de ocupación, etc.
¿Pero cómo no van a ser felices estas mujeres?, se preguntaban los psicoanalistas, políticos, consejeros, etc., si tienen todo lo que sus madres y abuelas no tuvieron: lavadora de platos y ropa, aspiradoras, casas lindas, riesgos bajísimos de mortalidad materna, etc.
Las hubo a las que se las convenció de que el problema estaba en ellas, y que por lo tanto, si no ponían de su parte, nada había que hacer para ayudarlas.
Otras , sin embargo, no se resignaron, y decidieron ponerle nombre al problema: El síndrome del Ama de Casa. Y sí, de ahí surge la ya famosa serie “Desperated housewifes”.
Por si les interesa ahondar en el tema, les dejo aquí el primer capítulo de este libro fantástico de Betty Friedan, cuyo nombre causa hasta escozor: “The femenine mystique” o “La mística femenina”.

28 may 2009

Contra Bush, el tedio y otras cosas contraproducentes

No tenía intención de escribir en mi blog esta semana porque en serio que estoy cansada.
Dar clases es una experiencia que puede resultar agotadora. No sólo por la garganta, que está comprobado que no puede forzársela más allá de lo que las cuerdas bucales quieran dar, sino porque el tiempo que conlleva preparar una o dos horas de charla es muchas veces el triple o el cuádruple, y como me dijo un escritor amigo la semana pasada: cada clase es un pequeño concierto de Jazz.
Ayer, conversando con alguien, me comentó que dar clases para ella había resultado tan cansado, que a veces sentía ser una locomotora halando cuarenta y tantos vagones que llevan el freno puesto. Imposible una mejor imagen al respecto.
Yo tengo la fortuna de no tener tantos alumnos, y eso hace un poco menos pesada la experiencia. Pero con todo, muchas veces impartir clases da la sensación de ser un tanque de agua con el chorro abierto. El nivel del agua baja peligrosamente y una se pregunta en qué momento va a quedarse en seco. Por eso, yo creo, es obligación y salvación de quien imparte cursos, clases, seminarios, hasta misas y cultos, nutrirse a sí mismo con ideas nuevas. Buscar siempre nuevas fuentes de información, ya que de lo contrario, muy pronto, se encontrará repitiendo, como robot, ideas flojas.
Y como soy fiel creyente de que “todo en el universo conspira” (sí, confieso que en algún momento también fui pecadora coheliana) pues para estas sequías mentales, todo se aviene. Resulta pues que una amiga me prestó la serie y el libro del Cartel de los Sapos (Andrés López López).
Según dice en la portada del libro es “La historia secreta de una de las mafias del narcotráfico más poderosas en el mundo: el cartel del Norte del Valle”, que hasta donde entiendo y hasta donde llevo leído y vista la serie, fue el cartel creado por los sucesores de Pablo Escobar Gaviria.
Todavía no estoy empapada del tema por completo, pero de lo que me he enterado me ha resultado muy útil para comprender al mundo actual. En serio. Antes eran los caudillos criollos, luego la oligarquía, luego los militares, y pues hoy parece que estamos llegando a una realidad donde los poderes se están viendo renovados y recreados por otras fuerzas. En fin, una serie muy recomendable para los tele-filos y un libro interesante para los bibliófilos.
Otro libro de nutrición, dadas las condiciones de aburrimiento literario en que me encuentro, es uno chiquito que compré en uno de los Sanborns de San Salvador en diciembre del año pasado. Constituye una especie de diario político de Carlos Fuentes, llamado “Contra Bush”. En él, con asombrosa sencillez y un poco al vuelo, Fuentes expone sus opiniones —a veces viscerales, otras mejor sustentadas— sobre un gobernante al que él, ya en el 2004, le vaticinaba los peores resultados en su gestión, como así fue. Me conmueve, eso sí, el que Fuentes haya vaticinado con tanta seguridad que Bush no volvía a ser electo en el 2004 y que John Kerry sería el llamado para enmendarle la plana. Era sólo cosa de hacer lo contrario que hizo Bush, dice Fuentes. Pero de ser así, me preguntó: ¿Porqué Obama ha sido incapaz de hacerlo?
Fuentes nos da explicaciones sobre la guerra del Golfo, sobre cómo Hussein pudo pasar de ser amigo y socio de EEUU a ser un dictador odiado y hoy muerto. Una especie de Frankenstein “made in USA”, dice el autor mexicano.
Las referencias históricas citadas en la obra nos ayudan además a entender la creación de “monstruos” como Osama Bin Laden. “Los Estados Unidos no deben “salir al mundo buscando monstruos para destruir”, advirtió el presidente John Quincy Adamas en 1821”, dice Fuentes, en abierta alusión al capitán Ajab y Moby Dick. ¿La razón? Porque la obsesión conduce siempre a equívocos, casi siempre nefastos para el obsesivo.
En fin, que una dosis política y otra de entretención resultan a veces no sólo útiles, sino también hasta saludables.

15 may 2009

Benedetti, Dalton y un poema

Ahora que he estado hurgando entre las obras de Roque Dalton, encontré este poema que me parece fantástico y que apareció en Taberna y otros lugares (Casa de las Américas, Cuba, 1969). Se los transcribo sólo para que, los que lo conozcan, lo disfruten de nueva cuenta. Y los que no, pues ahí está la ganancia.
También les dejo un video de un poema hecho por Benedetti para Dalton (verlo -que es una manera de "leer" su obra- es buena forma de homenajear al poeta uruguayo según Saramago) y una entrevista del mismo también a Dalton.


El Descanso del guerrero

Los muertos están cada día más indóciles.
Antes era fácil con ellos:
les dábamos un cuello duro una flor
loábamos sus nombres en una larga lista:
que los recintos de la patria
que las sombras notables
que el mármol monstruoso.
El cadáver firmaba en pos de la memoria:
iba de nuevo a filas
y marchaba al compás de nuestra vieja música.
Pero qué va
los muertos
son otros desde entonces.
Hoy se ponen irónicos
preguntan.
Me parece que caen en la cuenta
de ser cada vez más la mayoría!

13 may 2009

Cómo acercarse a Borges y no morir en el intento


Conocí a JL Borges —es decir, su obra— por medio del libro de ensayos “Otras inquisiciones”, que me fascinó desde el inicio y me intrigó en su forma de plantear interrogantes. Me di cuenta que tras esa apariencia de raciocinio existía algo que yo tenía que descubrir.
Borges me provocaba sensaciones que me eran conocidas y extrañas a la vez. Como cuando la idea ya nos ha sido dada mucho tiempo antes, pasea en nuestra mente, pero la voz que la expresa de nueva cuenta nos resulta desconocida.
Entonces me devoré (literalmente) ese libro y quise más. Continué con El Aleph, La Historia Universal de la Infamia, sus poemas, etc.
Aunque las adquirí en Buenos Aires, aún no he terminado con sus obras completas, y quizás nunca lo haga. Me daría miedo que Borges dejara de ser un misterio en mi vida.
Y yo entiendo perfectamente que este hombre, para algunos infuloso y para otros un ser extremadamente sencillo, despierte en los lectores dos sentimientos opuestos: el del odio intenso o el del amor apasionado. Yo, obviamente, me considero de los segundos. Pero cuando me toca trabajar a este autor en mis clases y talleres, trato —aunque sé que no siempre lo consigo— de ser un poco imparcial.
Sé que no todo el mundo comulgará con Borges. Y no han de hacerlo, no por sus ideas, que son universales y poco controvertibles, sino por su forma tan particular de expresarlas.
Y es que Borges es laberíntico, engañoso y complicado. Nos transporta a un pasado que ya hoy día es difícil de ubicar, donde las reglas del honor, el amor por la patria y la raza, la lealtad, la amistad, eran reglas más importantes que las legales o morales. Donde la fascinación por países lejanos y cuyos nombres nos suenan a cuentos de Las mil y una noches, nos hace transportarnos a universos donde las cosas —a pesar de saberlas fantásticas — nos resultan creíbles. (Lo terrible es no terminar de entender porqué.)
Siempre digo a mis alumnos que Borges no es, sin duda, un escritor fácil, y que quien desee poder gozar de las extrañas sensaciones que su obra provoca, deberá tener la paciencia de leerlo una y otra vez, hasta que el texto —como una especie de texto sagrado— le sea revelado en su tiempo. En el del texto, claro está.
En Borges confluyen una serie de ideas más o menos recurrentes: el laberinto, el espejo, la muerte, la posibilidad de volver de ella, la inmortalidad, el absoluto, la traición, el desdoblamiento, las obsesiones, el eterno retorno, etc. Y como son ideas con las que no convivimos en el día a día, es por ello que a nuestro cerebro le cuesta concebirlas y trabajarlas. Es como hacer ejercicio utilizando un músculo flácido. Las primeras veces puede resultar molesto y hasta doloroso, pero luego, pasa a realizarse de forma natural y casi por inercia.
Y es que para disfrutar de la obra de Borges es preciso estar dotado de una buena dosis de humor, que incluye la capacidad de reírse de uno mismo y de su ignorancia; paciencia para esperar que —como en un sueño— el mensaje nos sea de a poco revelado, lo cual puede ocurrir en la 2ª o 10ª lectura (raros son los casos en que ocurre en la 1ª); el deseo de enfrentarse a un reto como pocos: aprender de la mano de un maestro que nunca quiso hablar de filosofía, mitología griega, literatura clásica, metafísica, etc., pero que si bien su obra está plagada de estos temas, es porque esos fueron los temas que le tuvieron ocupado su vida entera. ¿Y de qué otra cosa habla uno en su obra sino de aquello en lo que meditó a lo largo de los años?
Seguiré entonces con Borges, tratando de descifrar mis propios laberintos, ya que quizás, quien quita, un día pueda yo también descifrar “La escritura del dios”.