¡Por fin tengo algo de tiempo para volver a colgar una receta!
Otra crema, que son uno de mis platos favoritos.
Esta tiene un sabor muy intenso y puede que no le guste a todo el mundo. Si preferís hacerla más ligera y delicada, podéis sustituir el queso de Tresviso (que es un queso tipo roquefort o queso azul) con un queso más suave, tipo mascarpone o filadelfia.
Los ingredientes (para dos personas):
- dos manojos de espinacas frescas
- un trozo pequeño de queso de Tresviso
- un chorro de aceite de oliva
- medio litro de leche (aproximadamente)
Cómo se prepara:
Primero se lavan las espinacas, quitando las partes feas o duras.

Se echa un chorrito de aceite en una olla, se calienta y se ponen las espinacas, para que se vayan haciendo a fuego medio-alto, pero sin que se lleguen a quemar, mezclando de vez en cuando.

Veréis que las espinacas reducen su tamaño a menos de la mitad.

Cuando estén bien rehogadas (5-10 minutos), se añade el queso de Tresviso (o el que queráis) y se remueve 2 o 3 minutos .

Finalmente se cubre con la leche.

Cuando la leche empieza a hervir, se tapa y se deja cocer a fuego bajo durante 15 minutos.
Entonces se añaden 2 o 3 cucharadas de copos de avena, se mezcla y se vuelve a tapar y se deja cocer otros 10 minutos.

Hay que tener cuidado para que no se quede sin líquido. Si os parece que falta, o si os gusta la crema menos espesa, podéis añadir más leche o un poquito de agua.

Finalmente, se pasa con el pasa-purés, se añade una pizca de sal si es necesario y ya está lista para servir.
Yo suelo servir esta crema con un hilo de aceite crudo por encima y con un poco de parmesano rallado. Riquísima.
Buon appetito!