Revistero Vintage

¡Al fin he podido acabarlo esta mañana! En estas últimas semanas ha llovido bastante y como suelo restaurar al aire libre, no he podido acabarlo hasta hoy.

El dia que lo compré estaba hecho una pena:

Tenía un montón de agujeros de carcoma:

Así, que me puse manos a la obra y empecé por decaparlo, para quitarle la capa de pintura verde, y poder tratar la madera con un producto para la carcoma.

Ojito con el decapante, no sea cosa que se decape sin querer cualquier otra cosa (como la mesa). Para quitar el producto primero pasamos la espátula y después con una lana de acero 0 y agua vamos frotando para quitar todos los restos.

Luego se lija para acabar de quitarle qualquier resto de pintura y producto.

 Cuando esté ya decapado toca aplicarle el líquido anticarcoma: si son pocos agujeros yo lo doy con una jeringa sin aguja, mientras que si hay muchos paso directamente con el pincel y que quede bien impregnado.



Luego con masilla relleno los agujeros. Aquí uso masilla porque pintaré el revistero de color. Pero si lo quisiera dejar de color madera, usaría cera en barra del color de la madera.

Agujeros tapados con masilla para madera color pino.

Luego se lija para igualar la superfície. Y se aplica una capa de tapaporos antimanchas (huele bastante fuerte y es muy recomdable usar guantes, pues es como un pegamento imedio.

Bien, luego lo pinto. Entre capa y capa: lijar con una lija muy finita.

Como lo que quiero es conseguir un efecto decapado, antiguo y vintage, voy incidiendo en las esquinas para dejarlas de color madera:

Por último, le doy cera y ya está:

Perchero restaurado

Sorprendente es, la mayoría de las veces, ver como una pieza que a simple vista no tiene muchas utilidades debido a su estado (malo!) de conservación puede ser tratada y restaurada.

Veamos como era este prechero el día que lo conocí:

Tenía un aspecto sucio, la madera no tenía brillo, se la veía deshidratada, tenía carcoma. El barniz que le dieron en su día, prácticamente había desaparecido y además no tenía un tacto suave..

Detalle del perchero donde se aprecia el estado del mismo.

Bien, en este caso, el hecho de que la pieza no estuviera pintada de ningún color y solo estar ligeramente barnizada nos facilita las cosas ya que no es necesario decapar el perchero. Por tanto, la lijaremos con una lija de grano medio hasta que hayamos quitado la capa de barniz existente.

Perchero lijado.

Detalle tras lijar.

 Había observado restos de carcoma, por tanto, se necesita un tratamiento. La carcoma es un bichito al que le encanta la madera y se la come, de manera que va haciendo agujeritos y "túneles" dentro de los muebles. El hecho de que presente agujeros no nos dice si en ese momento tiene carcoma, solo nos indica que la ha padecido o que la puede estar padeciendo. De manera que como no sabemos si padece o ha padecido lo mejor es tratarlo con un producto para matar estos bichitos.

 Si se decide por no tratar la madera pueden pasar dos cosas: o bien no pasa nada, señal de que la carcoma murió. O realmente el mueble tiene carcoma todavía y puede pasar a otros muebles. Se sabe si tiene o no si cerca del mueble aparecen pequeños montoncitos de serrín. Seguimos las instrucciones del fabricante al tratar la pieza con el matacarcomas.

Luego hay que aplicarle tapaporos antimanchas, con muñeca de algodón.

Dejar secar según las instrucciones del fabricante. Después se le pasa la lana de acero, mejor la de 00 o 000. Son más finas y permiten un mejor acabado.

Este proceso se puede repetir unas dos o tres veces. Se debe apreciar que cuantas más capas, más profesional resulta el acabado. Vale la pena no escatimar tiempo ni esfuerzo, ya que compensa.

Por último, se le dan unas tres manos de cera aplicada con muñeca. Entre capa y capa, es conveniente pasar la lanita 000.

Realmente, el resultado es asombroso. Para información de productos y otras utilidades, se puede consultar: lakeone