Una vez pasado el verano y aprovechando que ya no tienen flores, toca revitalizar las orquídeas. Conviene de vez en cuando "cortarle las puntas", pero esto solo conviene hacerlo una vez ya han florecido (y está sin flores) y están reposando.
En este caso, he sacado la orquídea de su maceta y si os fijáis tiene una parte de sus raíces que están secas y otras, afortunadamente, están bien:
Lo que vamos a hacer es cortar todos los trozos que estén secos:
Así:
Nos debería quedar algo así, raíces buenas:
Luego la trasplantamos de nuevo:
Con cuidado para que quede derecha y no se caiga:
Ya está casi lista:
Por último le cortamos el tallo seco:
Ahora solo falta regar, y de paso le ponemos un pelín (¡ojo no pasarse!) de abono
líquido en el agua, la dejamos un par de horas, que absorba agua y
nutrientes y en unos meses veremos como le crecen raíces nuevas y fuertes.