Me gusta mucho el resultado final: el diseño (gracias por el curro Anna), que además estiliza, por las telas y por todas las modificaciones que hice (no por fallos del patrón, que quede claro), que también aprendí un montón. Otra ocasión en la que me alegro de hilvanar, aunque eso retrase, hipotéticamente, la sensación de satisfacción inmediata (me moriría si tuviera que arreglar sobre lo ya cosido...).
Vi la tela y me enamoré. La compré antes de saber las medidas, así que me quedé un poco corta, además que al mojarlo encoge, de modo que perdí otros cinco centímetros.
Primera modificación: en vez de ir cortado al biés, va al hilo.
Segunda modificación: costura en el centro de la espalda porque de otra manera no me daba la tela. Dicen las costureras que es un truco, además, que acorta la figura. Le tuve que meter un poco en la zona de la lumbar porque hacía un poco de bolsa.
Tercera modificación: las pinzas del pecho las sustituí por un frunce concentrado porque hacía una bolsa extraña. Primero fruncí a lo largo de todo el canesú delantero del cuerpo, pero seguía haciendo una cosa rara, así que al final lo desplacé hacia los laterales. ¡Ah! y el canesú lo hice de una pieza porque había la posibilidad de hacerle costura. Cuarta modificación. Por cierto, ¡qué guerra me dio la forma en pico! También está un poco adulterado.
Quinta modificación: Acorté las mangas y le cambié un poco la sisa. Le puse un pequeño vivo con la tela del cuerpo a modo de biés.
En el cuello una vista.
Aquí las tomas falsas con el pseudo-autodisparo, que hay que ver lo que cuesta...
Y ahora me voy corriendo a ver el
RUMS de esta semana, que estoy alucinada con la emoción que causa, que parece que lo
estamos esperando y todo, jaja. ¡Qué rápido colgáis vuestras cosas, que a primera hora de la mañana ya hay un montón de enlaces!