Galletas de chocolate y frambuesa (receta)

Me encantan las galletas caseras en todas sus versiones. La única pega que les veo es que vuelan... En otra ocasión hice unas galletas rellenas de chocolate (en el enlace tenéis la entrada con la receta de Para mi peque con amor). Esta vez es otra versión.

Se necesitan:

400 gramos de harina

200 gramos de mantequilla

200 gramos de azúcar

2 huevos grandes

100 gramos de almendras tostadas y trituradas (yo no tenía, sino avellanas, pero me daba mucha pereza ponerme a cascar y tostar...)

100 gramos de mermelada de albaricoque (nosotros usamos de frambuesa)

300 gramos de chocolate de tableta extrafino que no sea de leche

Una cucharadita de levadura en polvo

Se pone la harina sobre la mesa en forma de montaña. Se deja un hueco en el centro y se echa la mantequilla blanda y cortada en trozos, la levadura y los huevos. Se espolvorea con el azúcar y se trabaja todo hasta conseguir una masa suave y homogénea. Se forma una especie de bola, se tapa con una servilleta húmeda y se deja reposar durante una hora en la nevera.

Pasado este tiempo se saca y se vuelve a amasar, se espolvorea la mesa con harina y se extiende con un rodillo hasta conseguir una lámina de un centímetro de espesor aproximadamente. Se cortan las galletas y se ponen en una placa de horno previamente enharinada (o con un papel de horno). Calentar el horno a 180º y hornear.

Al sacarlas se dejan enfriar y se unta la mitad de las galletas con mermelada y se unen de dos en dos. A nosotros nos salieron 80 galletas sencillas, es decir, 40 dobles. Unas las rellenamos con la mermelada y otras con el chocolate con avellanas. Es el mismo que utilicé para darles un baño a algunas de ellas.

La receta trae cómo realizar la glasa de chocolate poniéndolo al baño María. Después sólo hay que mojar las galletas con unas pinzas y dejarlas secar. Pues ya tenéis entretenimiento para esta tarde ;-). Y con un poco de música: en esta ocasión Xera, un grupo astur de folk eléctrico que sugiere otras épocas mágicas.

Bizcocho de frutas del bosque

¿Habéis probado a hacer el bizcocho de yogur con uno de frutas del bosque? ¡Hummm! Y como me encanta echar de todo a bizcochos, panes y galletas, unas ciruelas pasas picadas y un toque de semillas de sésamo por encima...

Galletas caseras rellenas de chocolate

Daban fatal para el sábado, así que planeé una tarde repostera. Aunque al final, y para no variar, las previsiones respecto a Asturias volvieron a fallar: no hizo tan mal día, frío sí, pero con sol. De todas maneras seguimos con el plan y en nuestro horno creamos un rico bizcocho de naranja, unas deliciosas no, lo siguiente, galletas rellenas de chocolate y una pizza casera (masa y todo) para cenar.

Ahora os hablo de las galletas, que son una receta de Para mi peque con amor. No las hicimos muy grandes, no sabía cuántas podían salir, así que la idea era que cundieran (porque si salían buenas, volarían...). En total, ya montadas las galletas, salieron dos docenas. En esta ocasión no hice el ganaché de chocolate, sino que aproveché una terrina de chocolate con avellanas para cobertura que está también de muerte. Las galletas por sí solas son un poco sosas, pero eso es normal: con el chocolate si no te pillas un empache de muerte...

Y esto es lo que queda, y porque las tengo a buen recaudo...

La esperada receta de la Tarta de Tres Chocolates

Os lo debía desde el cumple del peque-peque, por mi cumple y, hoy que es el Día de Asturias, Nuestra Señora de Covadonga, vamos a darnos un delicioso homenaje chocolatero.

Vamos con los ingredientes, en los que tenéis que tener en cuenta un paquete de galletas y mantequilla para hacer la base:

Mezclamos la nata con la leche y repartimos en tres porciones de medio litro. Cubrimos el fondo de un molde desmoldable con una mezcla de mantequilla y galletas machacadas, que hará de base.

Ahora empezamos con la capa de chocolate negro. Ponemos en un cazo el medio litro de nata y leche, el chocolate negro, 150 gramos de azúcar (o un poquito menos, según seáis de golosos) y un sobre de cuajada. Se mezcla bien todo al fuego (tened cuidado de que no se os queme) y se echa sobre la base de galletas. Hay que dejarlo cuajar, pero lo hace perfectamente mientras preparáis la siguiente capa.

Hacemos lo mismo con la capa de chocolate con leche. Cuando lo vayáis a vertir, hacedlo con cuidado; yo lo hago con una garcilla, en lugar de volcar directamente el cazo sobre la anterior capa, si no corréis el riesgo de que se mezclen. Es IMPORTANTE que la capa esté cuajada, pero no fría, porque entonces no se pegarían.

Y por último la capa de chocolate blanco.

Una vez que ya tenemos las tres capas, ¡a la nevera con la tarta! Para desmoldar se puede hacer cuando ya esté cuajada, pero dejando la base del desmoldable. O también podéis congelar la tarta y desmoldarla completamente, dejando que se descongele en la nevera. Yo lo saqué demasiado tiempo antes: ¡no lo hagáis, que corréis el terrible peligro de que se deshaga!

Y para acompañar un rico batido casero de moras, que estamos en tiempo de ellas, ¡humm! Ya me contaréis si os animáis a hacerla y qué tal el resultado.

Hummus casero

Me encanta el hummus, y eso que el puré de garbanzos como tal me da arcadas, me resulta muy suave al tragar. Me parece un aperitivo apetitoso por ejemplo para dippear con palitos de pan o de verdura, una buena opción para desayunar, con un poco de pimentón y un chorrito de aceite de oliva. Así que aquí os traigo una receta rápida, sencilla y rica para hacer el hummus de garbanzos.

Ingredientes:

- Un bote de garbanzos cocidos

- El zumo de medio limón

- Un diente de ajo

- Sal

- Un chorro de aceite de oliva

Los garbanzos hay que lavarlos con agua y después se pasan por la batidora junto con el resto de los ingredientes. Hay otras recetas que añaden más cosas. Pero ésta en concreto más fácil imposible.

Arriba la foto fina, aquí debajo la del guarreras a dos manos (con las manchas del batido de mora casero, a ver si salen...).

Cookies obsesionadas (y premios atrasados)

Este domingo tenía que encender el horno para hacer pan, y de paso hice galletas. Una nueva edición de las cookies de Mis obsesiones de hoy que ya había hecho y que triunfaron. La peque-grande no hacía más que pedirme más, así que ¡manos a la obra! Sólo con verlas engordan, pero... ¡menos mal que lo hecho en casa adelgaza, jaja!

La receta que nos da Marta da para dos docenas de galletas (si no las hacéis muy grandes) así que, en vista del éxito, doblé cantidades, pero hice varias innovaciones: el azúcar moreno, la harina integral mezclada con la de fuerza y, además de pepitas de chocolate, le puse trozos de chocolate blanco y arándanos. Me salieron ¡tres docenacas!, que apenas olimos igualmente, juas...

Así que la masa la hice con 100 ml de leche, 160 grs de azúcar moreno, 250 grs de harina integral y 110 grs de harina de fuerza, 120 grs de mantequilla pomada, dos sobres de levadura en polvo y los trozos de choco y los arándanos a ojo (que no tengo báscula, sino medidor pirex).

Además es muy fácil de hacer, como veis en su receta: se mezclan todos los ingredientes juntos, se hacen las galletas y al horno unos 15 minutos a 180 grados. ¡Y a dar forma al formato bikini!

Y agradecer un par de premios. El primero de Tejiendo en mi cocina, que me concede el de Best Blog, el segundo concedido por La ventana azul por el que tengo que compartir siete cosas sobre mi:

1- Soy montuna

2- Me gustan las cosas hechas a mano

3- Me pirra la lectura, mi madre me decía de pequeña que si el papel higiénico tuviera letras también lo leería

4- De pequeña quería ser un chico, de hecho en vacaciones de verano me cortaba el pelo y me quitaba los pendientes y me encantaba cuando las señoras mayores se referían a mi como "¡eh, chico!". Me encantaba Jorge/Georgina de Los Cinco de Enid Blyton.

5- Mi pasión es viajar, creo que es una forma excelente de aprender

6- Soy jugadora de baloncesto

7- ¡Me encanta la escatología, jaja!

¡Problema arreglado! Vuelvo a la normalidad y galletinas para celebrarlo

¡Ole, ole y ole! La sonrisa vuelve a mi cara. Este problema del Google+ me trajo de cabeza estos días, como pudisteis comprobar aquí y aquí. Pero ya lo solucioné gracias a Margarcimon, que me habló de Jazmín, igual que artísticas manualidades. Muchas gracias, chicas. Jazmín, eternamente agradecida. A ella le pasó lo mismo que a mi. Yo no terminaba de dar con el tema a pesar de las vueltas y de los correos al centro de ayuda de Blogger, y Jazmín me lo solucionó.

De todo esto saco como positivo el altruismo de las personas (pena que luzca más el egoísmo) y la dependencia que tengo del blog y, sobre todo, de vuestros comentarios. Aunque los comentarios recibidos desde el maldito cambio los perdí definitivamente. Al menos fueron pocos y relacionados la mayoría con este tema feo.

Así que si alguna tiene alguna duda o problema con este asunto de marras, me ofrezco para echaros una mano.

Y a riesgo de ser pesada, esta entrada de las galletas caseras quedó deslucida y olvidada, así que la vuelvo a introducir para darnos un dulce homenaje. Ahora sí, por fin feliz fin de semana (que ya va tocando a su fin) y ¡A COMENTAR!

Otra receta para el fin de semana. Galletinas caseras, de las ricas ricas y hechas en un momento:

Ingredientes
100 gramos de mantequilla pomada
100 gramos de azúcar
1 yema de huevo
Harina, lo que pida

Mezclamos los tres primeros ingredientes (la yema le da un poco más de consistencia; hay una receta parecida sin huevo que son los suspiros... ñam!). Después le vamos añadiendo la harina y amasamos hasta que la masa no se pegue. Se puede meter media hora a la nevera. Yo me salté el paso, que quería las galletas ¡ya!.

Hice dos remesas, una con harina integral y otra con harina de fuerza. Luego las bañé un poco con la clara y espolvoreé azúcar vainillado. Y al horno unos 12-15 minutos. ¡No os despistéis que se queman rápido! Y, ¡hala!, que aproveche ;-). Buen finde.

Ahora sí: ¡A la rica galleta casera! (editado)

(Cuando estaba preparando esta entrada para dejarla programada le di a publicar antes de tiempo y luego blogger no me actualizó con la anterior entrada)

Otra receta para el fin de semana. Galletinas caseras, de las ricas ricas y hechas en un momento:

Ingredientes
100 gramos de mantequilla pomada
100 gramos de azúcar
1 yema de huevo
Harina, lo que pida

Mezclamos los tres primeros ingredientes (la yema le da un poco más de consistencia; hay una receta parecida sin huevo que son los suspiros... ñam!). Después le vamos añadiendo la harina y amasamos hasta que la masa no se pegue. Se puede meter media hora a la nevera. Yo me salté el paso, que quería las galletas ¡ya!.

Hice dos remesas, una con harina integral y otra con harina de fuerza. Luego las bañé un poco con la clara y espolvoreé azúcar vainillado. Y al horno unos 12-15 minutos. ¡No os despistéis que se queman rápido! Y, ¡hala!, que aproveche ;-). Buen finde.

PD: Como podéis ver también hay algún cambio con lo del Google+, que todavía no me aclaro muy bien con ello. Tengo dos dudas: cómo contestar a cada comentario recibido a través del blog, porque ahora sólo me da opción de contestar a los que llegan del G+; y la segunda porqué al compartir en G+ la foto que sale es la del banner y no la primera de la entrada, que antes sí me salía...

No sé si me convence, me desaparecen los comentarios... Te dan un mes como máximo para volver a blogger y no compartir. ¿Estáis experimentando con esto? Buff, qué rabia se me está poniendo. Si algo valoro son los comentarios que me dejáis en cada entrada...

Mermelada de limones (y parte 3): Lemon curd

 Y aquí va la tercera: el lemon curd (ayer os daba la receta de la mermelada de limón).

Se baten los huevos en una fuente de cristal, después se añade el resto de ingredientes (la mantequilla podéis derretirla un poco antes). Se mezcla todo hasta conseguir una masa uniforme (queda grumosilla, como si estuviera cortada). Poner al baño María a fuego lento la mezcla (dentro del bol, claro) y remover con unas varillas. Hay que conseguir que la mezcla adquiera una textura densa. Había leído que estaban bastante tiempo con ello, yo lo apagué cuando llevaba más o menos una hora. 

Lo vertís en los recipientes de conservación, dejáis enfriar y luego a la nevera. Una vez que enfría adquiere más cuerpo. A mi me debió faltar un poco de meneo o algo: queda como una crema, pero por la parte de abajo me queda liquidillo (lo podéis ver en la primera foto de la entrada, porque ésta de debajo es con la mezcla aún en caliente). Lo usan en repostería para preparar otras recetas, pero yo me lo estoy zampando cual si fuera unas natillas, jaja.

Mermelada de limones (parte 2): Mermelada de limón

Os debía un par de recetas desde la recogida de los limones y aquí va la primera, la Mermelada de limón.

Hay que poner en remojo los limones enteros durante 24 horas cambiándoles el agua dos o tres veces.

Transcurridas, viene la parte más laboriosa. Las cantidades son 5 kilos de azúcar y 3 litros de agua por 5 kilos de limones. Se les saca el zumo, se reúnen las pepitas en un hatillo de gasa y se trituran corteza y pulpa. Yo troceé antes las cortezas para después pasarlas por el picador de hielo de la batidora (y así asegurarme de que no quemaba...). 

Este picadillo, junto con el hatillo, el agua, el zumo y el azúcar, se deja macerando otras 24 horas.

Al día siguiente se cuece, según la receta, durante 50 minutos dándole vueltas a menudo. Dejar reposar otras 24 horas y volver a cocerlo otros 50 minutos, se retira el hatillo y se envasa enseguida. Bueno, yo pasé ya de esta segunda parte: lo maceré 24 horas, lo cocí como 2 horas y lo envasé. Me parecía ya mucho rollo y demasiado tiempo con la cocina empendangada. 

Eso sí, depende de cómo os guste la textura (que me doy cuenta que no hice foto de ese paso) envasé uno tal cual, tipo confitura con tropezones, y después el resto ya lo pasé por la batidora para hacerlo más fino. Y nada, que me salieron 22 botes de mermelada (aquí ya falta alguno que di) y como quedé sin tarros de cristal tuve que utilizar tupper de plástico... Edito: Las últimas mermeladas que hice (ésta y de manzana) no pasé los botes ya cerrados al baño maría, sino que emboté en caliente, los di la vuelta tapados hasta que enfriaran y listo. Funciona igual de bien que si los hervís. Ya me contáis si os animáis.

Mermelada de limones (parte 1) y nevadona

Ayer amanecimos con una nevada guapa. ¡Qué emoción, tanto tiempo prometiéndolo y nada! Con lo que nevaba antes... Pasamos un rato divertido, jugando con la nieve, lanzándosela al perro de los vecinos, que es cachorro, hicimos un muñeco de nieve y en la primera foto de este collage podéis ver cómo quedó de tronzado uno de mis limoneros, el que más producción me da. Espero que no se me muera...

Tengo dos limoneros y tal producción de limones (y tan grandes, podéis ver la comparativa con 1 euro) que siempre regalo. Pero este año os juro que desborda, así que voy a hacer mermelada, o confitura, ya veré.

Estas fotos son anteriores a la nevada.

Así que aprovechando que tuve que cortarle al limonero algunas cañas  ya recogí parte de la producción. Nunca los quito todos, porque me dijeron que al menos hay que dejarle un limón, si no se muere el árbol o no da más.

Y aquí están los dos cestos de 26 litros de capacidad cada uno cargados de limones. Y aún quedan sin recoger. 

Ensalada templada de espinacas

Soy una loca de las ensaladas y, sobre todo, de los quesos. Me encantan, todos, de mil maneras, y para encima tengo la suerte de vivir en el País de los Quesos.

Bien, pues me gustan también mucho las espinacas crudas, así que esto da lugar a unas mezclas deliciosas con las que de vez en cuando me homenajeo, que son las ensaladas, y en las que echo lo que se me cruza entre las manos.

Ésta última lleva espinacas, una salsa de nata con un queso local de rulo de tres leches y arándanos (¡hummm!), con cebolla, unas tiras de bacon y por encima pipas de girasol. Podría no apetecer con el frío de estos días, pero como la salsa está calentina, entona el cuerpo igualmente. ¡A saborearla se ha dicho!

Pan pipa (o actividades para hacer con peques)

Un fin de semana desapacible para estar fuera y apacible para quedarse en casa. Uno de esos planazos de sofá y manta, chocolate con churros... Y ¿si tienes peques? A ellos no les resulta tan alentador, acaban cansando de jugar (y de todo, para qué engañarnos), así que hay que buscarles actividades en las que es interesante que participemos todos los miembros de la familia. Tampoco hace falta complicarse la vida, lo sencillo suele dar buen resultado. Y ¿a qué niño no le gusta enharinarse, masuñar, crear y luego comerse su creación?

Pues a esto es a lo que dediqué la tarde del sábado. Encendí el horno y, una vez encendido, a aprovechar. Preparamos:

Unas palmeritas (tan sencillo como extender con el rodillo unas láminas de hojaldre espolvoreadas con azúcar moreno, plegarlas en abanicos encontrados, cortar el rollo y al horno).

Una empanada de bonito con tomate aprovechando el excedente de salsa de tomate del bacalao de la comida.

Y Pan Pipa. Un delicioso snack del que os dejo la receta que me dieron estas Navidades:

Ingredientes

300 gramos de harina de fuerza

200 mililitros de agua tibia

100 mililitros de aceite de oliva

50 gramos de pipas 
5 gramos de azúcar

5 gramos de sal

1 sobre de levadura

sal extra y aceite para trabajar

En un bol se trabaja el agua, la levadura, el azúcar y un poco de harina. Ir añadiendo el resto de la harina y el aceite e ir amasando. Añadir las pipas y por último la sal. Tenemos que notar que se va separando de las paredes del bol.

En la mesa pulverizada con aceite de oliva trabajamos la masa unos 10 minutos, sin añadir más harina.

Precalentar el horno a 220º e ir formando los palitos del grosor que deseamos. Colocar en la bandeja del horno y dejar reposar media hora.

Pulverizamos con aceite, añadimos un poco de sal por encima y metemos al horno. Hornear durante 12 minutos o el tiempo que precisen. 

Depende de cómo los hagáis de gordo, cunde bastante la masa. Y ¡hala, a disfrutarlos con una salida al monte cuando el tiempo lo permita o un paseín por ahí, el tentempié de la mañana o lo que queráis!

Tarta de galletas de leche condensada

Tenía en casa un bote de leche condensada de los pequeños y muchas ganas de zampármelo. Sí, sí, así tal cual. Había una opción, que era zamparme la mitad a cucharadas y la otra mitad hacerla tofe al baño maría... Pero en esas fechas, allá por el mes de septiembre creo, vi en la tele una receta de una tarta de galletas con leche condensada y chocolate... ¡Humm, sonaba taaan irresistible!

La verdad que es una tontería: se rompen las galletas (no se machacan). Se hace chocolate fundido mezclado con la leche condensada, se revuelve con las galletas, se deja enfriar y luego se mete en la nevera. ¡Menuda marranada taaan rica! Para empezar bien la semana ;-).

Pan a la carrera

En realidad no es tan a la carrera, porque hay que darle su tiempo. Resulta que no tengo pan y me da pereza ir a buscarlo. Y me encanta hacer pan. Me gustan los mil y un panes diferentes que existen en el mundo mundial, me encantan los de semillas, así que voy innovando y experimentando.

Hoy, que voy a la carrera, decidí probar a hacer la receta que viene en el propio paquete de la Harina de Fuerza. Y ésta es. Primero los ingredientes:

500 gramos de harina de fuerza
cucharada y media de sal
levadura de panadería
325 ml agua tibia

En un cuenco echar la harina con la sal y en el centro el agua tibia. Después se añade la levadura. Amasar, tapar y dejar reposar en un lugar templado 30 minutos para que fermente y suba.

Pasado este tiempo trabajar la masa, hacer dos bolas, cubrirlas y volver a dejar otros 30 minutos (¿dije que iba a la carrera?). Después se trabaja la masa para dar la forma deseada y dejar que fermente hasta que doble el volumen. Ya para meterla al horno hacerle unas incisiones. También se puede utilizar esta masa para hacer pizza. Yo tengo otra receta que sale muy rica. Otro día os la cuento.

Precalentar el horno a 240º y hornear a unos 220º durante 35 minutos aproximadamente. Ya os contaré qué tal salió. Por cierto, ¿sabéis de algún libro de recetas de pan? Yo había visto una vez uno, pero no me acuerdo cuál era...

Editado: Pan hecho y comido casi todo, no hay fotos. Es un pan normal, lo que pasa que utilicé levadura en polvo y no subió bien del todo. Aún así me salieron dos barras pequeñas. Recomendable.

Y una confesión: cuando hay pan del bueno, artesano, siempre pienso en una rebanada con mantequilla y mermelada, o mantequilla y un poco de azúcar por encima, o mantequilla salada... ¡Humm!

Bizcocho integral y moreno

Bueno, vamos a seguir afinando el tipo de cara al verano... Y como es fin de semana que parece que andamos con menos prisa... o no, os dejo una nueva recetilla, fácil, rápida y lo mejor: RICA, jeje. Es un bizcocho casero que se puede hacer con harina normal y azúcar blanco, pero esta vez decidí innovar.

Ingredientes:

3 huevos

300 gramos de mantequilla

300 gramos de azúcar moreno

300 gramos de harina integral

Levadura

A veces le añado pepitas de chocolate y frutos deshidratados, así que al gusto. Por cierto, dicen que la harina integral, como la de escanda/espelta ligan peor, así que recomiendan mezclar con harina blanco.

Y la ejecución, también bien sencilla: mezclar la mantequilla derretida, el azúcar y los huevos. Después se añade la harina con la levadura. Verter en un molde enmantequillado o con papel vegetal de horno y hornear a fuego moderado el tiempo que precise, aproximadamente media hora. ¡Buen provecho!

Madalenas para una tarde de perros

El día de ayer fue primaveral, como la mañana de hoy, aunque dan agua... Pero el sábado fue sencillamente horrible... Vaya manera de llover. Así que a mi se antojó calorcito de horno y me puse manos a ello.

Primero hice unas madalenas, que quería probar una nueva receta a ver si esta vez subía el moño. Así que me apunté la de Mi rincón de mariposas, que tenía buena pinta y ahora sí que canté ¡Eureka! La verdad es que salieron muy buenas, esponjosas y sabrosas.

Me salieron dos docenas y aquí las que no entraron en la bandeja esperaban con la mantequilla para hacer un rico bizcocho.

 Ya se las ve subir...

Aprovechando los moldes de silicona de colores nuevos unas son madalenas sin más, otras rellenas de chocolate, de mermelada de arándanos y las últimas de mermelada de frutas del bosque.

Adornando el estante de las cosas ricas... (me gusta el verde, pero el pothos no, juas).

Para acompañar el café...

Es un sencillo flan de chocolate, para que preparéis vuestros tipinos para el cercano verano. Ahí va la complicación de esta receta:

1 vaso de leche

1 tableta de chocolate con avellanas, por ejemplo

1 sobre de flan

1 litro de nata

En el vaso de leche se derrite el chocolate, por ejemplo al microondas. Y se pone al fuego esta mezcolanza, el litro de nata y el sobre de flan. Se revuelve y cuando empieza a cocer se vierte en un molde previamente, si se quiere, bañado en caramelo (que se puede hacer, comprar o aprovechar el sobre que viene con el flan en polvo). Y a la nevera, a que cuaje. Queda muy suave y es sencillo y rápido de hacer por ejemplo si tenéis una visita y no queréis eternizaros preparando cositas ricas.

¡A disfrutarlo!

Por cierto, ¡ésta es la entrada 200 del blog!

Para desayunar: cake de limón

Un desayuno jugoso: ¿qué mejor que un bizcocho casero? En este caso es un cake de limón. Os dejo la receta

Ingredientes: 160 gramos de mantequilla pomada, 160 de azúcar, 160 de harina, levadura, tres huevos, dos limones, azúcar glas. 

Precalentar el horno a 180º. Rallar dos limones y reservar la ralladura y el zumo de un limón para el glaseado. Batir la mantequilla con el azúcar. Después añadir los huevos uno a uno y entre medias la harina con la levadura y la ralladura y el zumo de un limón. Y al horno en un molde enmantequillado.

Después de sacarlo, dejarlo enfriar y desmoldarlo, se cubre con el glaseado a base del zumo de limón y el azúcar glas. Para ello se va añadiendo poco a poco el azúcar en el zumo de limón hasta conseguir la consistencia deseada y se cubre el bizcocho. Ahora a disfrutarlo.

Bizcocho cremoso... para babear

(Esta foto no hace justicia, además el ansia me impidió esperar a que terminara de enfriar para desmoldar).

Éste fue mi plan del sábado tarde mientras añicaba al peque, que no paraba de llorar (debía ser por las ganas de probarlo, pero es muy peque...) y con la ayuda de mi trasta, ataviada con su delantal.

Es un rico bizcocho de crema de chocolate (tipo Nocilla). Y como sé que hay quien tiene curiosidad, ahí va la receta. Cantidad para 10 personas (ya os podéis poner las botas), dificultad media y tiempo: dos horas más refrigeración.

Ingredientes para el bizcocho:

200 g chocolate 70% (yo eché fondant, que era el que tenía)

100 g nocilla o similar (yo similar)

7 huevos

250 g azúcar glas

225 g mantequilla

125 g harina de arroz

una pizca de sal

Ingredientes para el relleno

220 g Nocilla

200 ml agua

Preparación

Para el interior, calentar el agua y agregar la Nocilla. Mezclar bien y verter en una cubitera y pal congelador.

Para el bizcocho, fundir el choco con la mantequilla, añadir la Nocilla, el azúcar, los huevos y la sal. Batir hasta que quede una mezcla homogénea, verterla en una manga pastelera (yo usé una bolsa de congelado, luego le cortas una esquina y hace la función: es igual de guarro).

Untar los moldes con mantequilla y un poco de cacao en polvo; colocar una primera capa de masa, luego los cubitos y otra capa de masa (de esto no hay fotos porque es una marranada total y ya no había manos...).

Cocer en el horno a 220º durante 8 minutos (esto si lo hacéis en plan muffins, si lo hacéis como bizcocho lleva algo más). ¡Qué pena que a través de las fotos no podáis ver cómo borbotea el chocolate de dentro ni cómo huele...!

Pegarle un mordisco es como... ¡una explosión de sabor! (De esto tengo foto pero como si no la tuviera porque se ve fatal: es difícil fotografiar comida sobre todo con un fluorescente de cocina como luz de relleno...). Me salió un bizcocho y doce cupcakes.

Y porque de vez en cuando hay que dar un gusto a estos cuerpos serranos. (Siempre y cuando os guste, os pirre, el chocolate). ÑAM