Bueno, pues esta aventura del Swapetines 2015 ya llegó a su fin. Y estoy encantada de haber participado. De que Kuku Frakak me haya picado y de que Pilar organice este intercambio taaan divertido. Yo lo gocé, lo aproveché al máximo, me divertí jugando al despiste, tampoco me molesté demasiado en tratar de averiguar quién sería mi sorprendedora, aunque tenía varias candidaturas, y acerté en una de ellas. Además, y lo mejor (además de estar encantada con que haya sido ella), es que hay unas cuantas coincidencias y anécdotas simpáticas. La primera podría ser el hecho de que las dos tejimos el mismo patrón, los Leyburn socks (aquí mi versión ravelryana, ésta es la entrada y así lo cuenta mi sorprendida). Estaban entre mis favoritos de Ravelry, así que era una apuesta segura (y además con el detalle de no rematarlos por si me queda la última vuelta apretada; yo no habría caído en ello, y de hecho no lo hice con mi swapetina). La segunda es que compartimos profesión y aficiones (monte y lectura), además de ser las dos del norte (ella vasca y yo asturiana).
La verdad es que fue bastante accidentado este intercambio (no sólo por la coincidencia de patrón), y la pobre lo pasó bastante mal. ¡Y es que casi se descubre! Un comentario sin anonimato casi da al traste con el misterio, pero la verdad es que no me apetecía investigar más, y de todas maneras salió del paso muy bien, jeje. ¡Una mujer de recursos, sí señora! ¡Concho, que no digo quién es! Armiarma, con un blog que merece la pena visitar así que, en cuanto terminéis de leer esta entrada, ya estáis visitando el enlace que previamente habréis abierto en otra pestaña para que no se os olvide.
Además fijaros qué genial. ¡Me llevé un 2x1! Dos pares de calcetines, el segundo par de tela. En un principio pedí calcetines amarillos, o con algo amarillo, pero luego volví al tema de los verdes, azules o morados, que me gustan mucho (acabo siendo monotemática). Y ¡es que no se resistió a dejarme sin mis calcetines amarillos, jaja! Y encima en tela de camiseta, que tenía ganas de probar. Con su etiqueta-calavera y todo.
Aquí mi caja apañada (¡qué útiles son las cajas!) con sus paquetitos recogidos.
Y aquí el despliegue de medios: una carta manuscrita (3 folios ¡sí señor!, como a mí me gusta, que ya nadie escribe cartas),
los calcetines y sorpresas al descubierto: un marcalibros hecho por Armiarma, al igual que los marcapuntos (que ya están siendo usados en un nuevo proyecto) y unas tejas de Tolosa (buah, me encantan. No sé si había probado las de Tolosa, pero te puedo asegurar que son un visto y no visto).
Y mis lanitas: una Crazy Zauberball en verde, pero que se sale de mis habituales elecciones (muy buena elección, en mi mente ya tiene proyecto asignado) y una Drops Delight que originalmente iba a convertirse en mis calcetines (finalmente optó por una Admiral color Petrol que me encanta) y que va a ser objeto de una propuesta que me hace de la que ya os hablaré.