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domingo, 5 de abril de 2020

¡Alguien por favor quiere pensar en los niños!

Se me amontonan las ideas, las propuestas, las acciones preventivas, las excepciones, las ayudas, las omisiones, el papeleo es infinito, las firmas no alcanzan. Quería evitar empezar la frase con la palabra NO, y les digo que me fue bastante difícil lograrlo. Miro por la ventana del despacho, empuñando la tacita de te verde y el meñique en alto, y veo gente que debería estar en su casa. Y veo las noticias que muestran a los abuelos todos amontonados en la vereda. Y no veo voluntades ciudadanas, no veo pensamientos sociales inclusivos, no veo actos desinteresados. La máscara aplaudidora se desmorona al primer indicio de que el vecino puede ser contagioso. Somos buenos actores simulando bondad, pero al corte de cámara no somos capaces de compartir el camarín. 
Ni siquiera una situación que se me antoja histórica nos lleva a dejar de lado mezquindades e hipocrecías y a pensar en serio en el otro. Siempre los especuladores, los vivos, los egoístas, la inmundicia del mundo estará atenta para aprovechar las debilidades del momento y salirse con la suya. El librito es previsible, pésimo, repetitivo; en las que aciertan, se ponen el traje de héroes y en la que le pifian (porque es lo normal) la carita de perro mojado tipo meme sale a la orden del día.
SOMOS REPRESENTANTES DE UN PUEBLO, que no se olvide. Y en ellos debemos pensar antes de tomar nuestras decisiones.

miércoles, 9 de enero de 2013

Móvil

Luchas desiguales si las hay se presentan cada día. Como en un cuadrilátero perfecto, unidos pero odiándose, a veces se miran, a veces se ignoran, muchas veces sucumben.
En un extremo de la figura el oso blanco, vistiendo un mameluco celeste con cuello y botamangas arremangadas, los puños apretados, la mirada fija.
En su lado opuesto, el pato amarillo de misteriosas alas celestes y pico naranja, nunca te mira a los ojos y arremete agachando la cabeza.
A su lado, la jirafa verde parece indiferente a todo, soñando con aquello que sucede más allá de su largo cuello.
Enfrente, el caballo rojo furioso y deportiva montura celeste jamás cabalgará lejos, sus patas están unidas por una prisión verde.
En medio de ellos, como una deidad imparcial, un cubo letrado vigila desde el centro del móvil que no se agoten las pilas.

martes, 4 de septiembre de 2012

Y si de cartas hablamos...

 Hola Amigo, perdón la espera pero hay un momento para todo como ud. sabrá.

Hoy es un día difícil, tuve una inflamación en las encías y me duele muchísimo y recién mañana por un tema de regularizar mi obra social puedo ir a ver a un odontólogo, y en el hospital no te dan ni la hora.

Así que me acosté un rato pero no pude descansar, me duele la cabeza más un poco de resaca de anoche que estuve de caravana en la despedida de un conocido que se va a vivir a Córdoba capital. Hacía mucho tiempo que no bailaba tanto; tocó una banda local que hace rock nacional y le hicimos la segunda a morir en el grupete que se había juntado.

Estas semanas fueron de un inconveniente de salud tras otro. La inflamación supongo que se debe a unos corticoides que tuve que tomar para una reacción alérgica muy importante que me dio una camisa nueva del uniforme y que se agrabó con el cloro de la pileta. Pasé noches que no podía dormir de la picazón que tenia, y ahora que calmó eso tengo la jeta como un orangután.

Es posible, como te comenté, que el 25 de algún mes esté por allá para buscar el diploma el 28 a la mañana en la uni, pero no es seguro. Estos de la universidad son tan burocráticos que recién una semana antes pueden decirme si pueden o no hacer la entrega privada para entonces. Te imaginarás que acá con los pasajes no se puede improvisar. Porque la idea es aprovechar un fin de semana largo, es de locos hacer 2500 en el momento que a ellos se les ocurren. Me llamaron la semana pasada para ver si podía ir el viernes, por ejemplo. Son cualquiera. Cuando ya dos veces por teléfono más mail tuve oportunidad de explicarles como era mi situación. Me parece que en realidad no voy a ir un carajo y que me lo entreguen cuando sea otra oportunidad para ir o cuanddo pueda tomarme una semana de vacaciones, no sé.

En el laburo muy bien. Tuve un intento de empezar a trabajar en el municipio como informante turístico. Estuve estudiando para rendir un examen suponiendo que la paga era buena según lo que me habian informado, pero no era tan así. Por otro lado, y esto chito catalano, estoy averiguando si hay alguna buena oportunidad en el Ministerio de Turismo de la provincia a través de unos contactos bastante allegados. Pero eso si se da va a ser para ver recién después de las elecciones. Así que ya me veo en junio o julio en lugar de mandar la mudanza para acá con rumbo a otro lado...

Con respecto a mi mudanza viene atrasada la movida del enroque porque el albañil de la contrucción está jodido así que es cuestión de esperar un poco más. Por supuesto que en casa de mi amiga con sus padres estoy muy bien y contenida pero necesito mi espacio como también necesito liberarlos a ellos de mi.

Tema amores no tengo nada trascendente para contar. El sábado pasado conocí un chico que trabaja de encargado en una oficina del centro de una mega líder empresa de ómnibus de la Patagonia. Le compré los pasajes cuando fui para allá y me hizo un importante descuento “por considerarme simpática”; hicimos contacto por un conocido en común y nos encontramos pero no pegamos mucha onda, si como conocidos pero nada más.

De boludos el mercado de treintones solteros, divorciados, aburridos, etc., está lleno así que por el momento seguimos solari y bien. Aunque me encantaría pegar una linda relación, creo que pronto se va a dar.

Como te decía el otro día, me gustó muchísimo tu carta y me hizo mucho bien. Realmente es gratificante poder formar parte de esos sentimientos, mejor aún compartidos tras tanta larga experiencia de aprender a querernos y conocernos.

Gente de paso en la vida son los más pero fijate….

martes, 17 de julio de 2012

Cursilerías de la paternidad

Todo brilla bajo el helado resplandor del sol invernal. Un rayo traspasa el ventanal, reposa sobre la espalda del sillón y termina desparramado bajo la pata de la mesa.
Adentro del living atestado de muebles la atmósfera es cálida y así debe ser. Varias mantas descansan sobre el baúl del living y en las camas de ambas habitaciones, uno nunca sabe dónde y cuando las necesitará tener a mano. También pequeños trozos de tela para enjugar cualquier efluvio encuentran asilo en bolsillos urgentes.
A pesar del paso del tiempo, aún siguen viniendo visitas; el ritual es básicamente el mismo: timbre, abrazos, felicitaciones, regalo, mate, charla varia, saludos y despedida. No podría decir que las disfruto, tampoco que me molestan pero a veces uno necesita (en la acepción más vital) de un poco de tranquilidad y silencio. Lo que mi heredera no podrá nunca reclamar es por la falta de presentes, eso no cabe la menor duda.
Todo lo que un padre pueda decir acerca de su vástago podrá ser (y con justa razón) tildado de parcial, el juicio nublado por cataratas de babas paternales impide hacer un despliegue honesto de características, subrayando las enormes capacidades que transformarán a nuestra hija en cualquier cosa sobresaliente que se nos ocurra e ignorando los ya de por sí inexistentes defectos. Los agudos gritos son interpretados como la afinación de una futura barítona (?), los intermitentes llantos pronostican a la sucesora de Andrea del Boca y los dedos largos auguran cualidades innatas para descollar tocando el piano. Toda ella está concebida para arrasar con los corazones humanos, sin distinción de género ni color, sus pestañas curvas hacen un aleteo hipnótico, sus brazos estilizados confeccionados para estrujar la cintura de su padre y sus infinitas piernas vadearán los océanos sin esfuerzo.
Atrás en el olvido quedarán las noches en vela, caminatas alrededor de la mesa aferrado a la esperanza de que sus ojos pronto encuentren descanso y mi cuerpo sosiego. Estas cosas no son más que detalles pintorescos de una relación que se fortalece con cada segundo que transcurre.
Si alguien alguna vez pudiera buscar y no encontrar una definición de belleza, que me llame sin dudar, una foto de Agustina será más que suficiente para simplificar el concepto.
Fuera, la fría noche se cierra haciendo de los transeúntes pequeñas fumarolas de vapor, la luna vigila espectante la ventana de aquel tercer piso, como queriendo compartir un pequeño momento con mi sol.

lunes, 23 de abril de 2012

Aventuras de fin de semana largo

1- El café tomaba temperatura de a poco sobre la cocina a leña; el olor exquisito a pan casero se esparcía incluso hasta la planta alta donde dormían los demás. La casa ubicada en la esquina frente a la terminal de ómnibus despertaba de a poco de su letargo, unos armando sus bolsos, otros preparando el mate.

2- Por la ventana entraba un viento frío que venía del lago que helaba la cocina de la cabaña; ya se sentía en todo su esplendor el otoño cordillerano, en las mañanas frías de cielos despejados y árboles amarillentos. Ella lo miró, la espalda contra el edredón y los ojos cerrados. Se levantó lentamente, tratando de no hacer ruido, buscó sus cosas y sin despedirse, salió en dirección al cerro.

3- Ni bien ella entró en el salón, lo vio conversando con sus compañeros, enérgico y bien plantado, con ese aura de seguridad masculina que la dejaba muda. Buscó entremezclarse entre los corredores que animadamente comentaban la carrera, pero no hubo nada que hacer, él ya la había visto y caminaba en cámara lenta hacia ella. Se le paralizó el corazón, se le llenó el corazón de vergüenza y su rostro se puso rojo al instante.


viernes, 24 de febrero de 2012

Creación (origen de las musas)

Crear de la nada algo que provoque admiración, aunque sea una modesta exclamación es algo que aún intento.

Dar vida a esas palabras que, en el contexto cotidiano enseguida vuelan con el viento, pero qu eescritas en un leve papel, y acompañadas por un exacto adjetivo, tienden a grabarse en nuestra mente, a provocar cascadas de sentimientos, diferentes estados en que nuestro ánimo es capaz de estar.

Hacer que surja de un momento sorprendente, de una lucidez sin precedente, esa inspiración ardiente y quede inserta en el mundo real, dejando ese estado de intangibilidad, de idea mental sugerida por un capricho de la vida.

viernes, 18 de noviembre de 2011

La vida se abre camino (bis)

Estás preparado para todo.
De chico te mandan a piano, inglés, zapateo americano y karate; algunas clases incluso nos gustarán e iremos alegres e interesados.
De adolescente vas al gimnasio, a reforzar los biceps y los pectorales para poder mostrarlos ufano en la pileta o en la playa.
En la escuela te dan los conocimientos básicos para poder enfrentar el mundo moderno: matemáticas, lengua, sociales, conocimientos cívicos y otras materias más o menos superfluas.
Las cuestiones amorosas, ah, esas espinas que nos clavan en el corazón. Se curan con la próxima aventura. Las decepciones son más difíciles, porque no nos permitimos perdonar. Pero a eso incluso nos enseñan a superar, con terapia o con vicios o con un cambio radical de vida.

Pero hay algo frente a lo cual uno se queda sin palabras.
Es ese momento en que pensás que la vida tiene un sentido, que para algo estamos acá. Y cuando creíste que todo estaba sereno, que no habría nada que te saque de esa rutina, que no molesta porque reconforta, pero que ciega el alma. Se te pinta primero una sonrisa trémula, una especie de movimiento tímido que de a poco se transforma en una gran risa alegre, capaz de contagiar a todos alrededor.

No supe cómo reaccionar, me quedé así, tal cual. Con una inmensa dicha en el alma.
El Intendente deberá ampliar su despacho, para hacerle espacio a su sucesor. Viva el nepotismo! Señores, hay dinastía!

Int. Etienne

martes, 13 de septiembre de 2011

Palabras vagabundas

Me encontré ensimismado en pensamientos vagabundos, en un intento casi instintivo de explicar mis dislocados, perdidos actos.
Vi que mis reflexiones ya no alcanzaban a lograr una coherente justificación, que mi mente en una nebulosa permanente no hallaba por sí sola el camino de salida a este asunto de diverso origen.
Pensé entonces que tus palabras serían como una brújula infalible para mi derrotero extraviado, como una isla con su palmera para el desesperado náufrago.
Me imaginé que tendrías un ovillo de hilo, tal vez migajas de pan, que me indicaran con soberbia seguridad el destino de mis acciones.

Ahora entiendo casi con seguridad qué es lo que mi vagabunda mente elabora en momentos de perturbadora independencia, ahora percibo que tus palabras apuntadas con certeza alcanzaron su objetivo.

Entendí que con lo que me cobraste debí haber estudiado psicología.

martes, 9 de agosto de 2011

Compañeros son los... amigos?

Reconozco que he tenido bastante tiempo libre pero no quiere decir que lo haya podido utilizar para la reflexión. Los días han estado poblados de idas al matasanos para vigilar la evolución de la intervención, sumar ejercicios, restar las muletas, multiplicar visitas a la obra social y aprovechando para descansar la mente de las preocupaciones laborales...
Laboral. Ese es un ámbito diferente, plagado de competencias, comparaciones, intrigas, secretos y confesiones; un ámbito en el cual se pueden cosechar leales amigos, indiferencias crónicas o eternos odios. Uno, y con uno me refiero a mi experiencia, tiene la siguiente receta: no fingir, no simular, ser auténtico hasta en los enojos, siempre respetuoso con los límites y con las reglas. Pero esa es mi visión, que suele no ser compartida.
Se comprueba que hay que ser vacuo, falso. Mi receta me ha llevado a pasar la tarde durmiendo la siesta, cosa de la que no reniego, sin peligro de sobresaltarme por un timbre inesperado. Tal vez demasiada sinceridad...
Te empujan al chusmerío, te obligan a inmiscuirte, te fuerzan a comportamientos réprobos, te condenan a ser falso. Siendo así, tus cumpleaños estarán llenos de gente que simulará compartir tu alegría, que se alegrará de tu natalicio; tus tardes se poblarán de compañeros que parecen encantados con tu nuevo departamento y sus mates serán casi tan ricos como los de los amigos.
En serio, ni un mate.

martes, 14 de junio de 2011

Gris el cielo, gris el balcón y gris la calle también...

Ya hace poco más de diez días que la Ciudad se ha visto teñida de gris por los residuos de la combustión interna de nuestro planeta. Y si, las cenizas volcánicas es el resultado de eso, de una combustión. A veces más copiosa, como una nevada y otras como cuando un vecino desalmado pasa apresurado con su coche en la calle de tierra, se ha ido posando sobre cualquier cosa que haya quedado al aire libre. Así de molesta e inasible, por más que la combatamos con bufandas, camperas o barbijos.
Uno tiene la sensación de que se vive sucio; el polvillo se acumula aún después de haber pasado el lampazo y la escoba lo único que hace es ponerlo a flotar en el ambiente. Por supuesto, no hay ropa que aguante limpia. Estudios intensivos han arribado a la conclusión de que hay dos tipos de ceniza: uno, la ceniza blanca que se apoya en todo tipo de superficies oscuras y la ceniza gris que se posa sobre las superficies blancas.
Más al sur, la cosa no es tan graciosa ni tan liviana. A la ceniza, se suma la perspectiva de la lluvia, más tarde la nieve y la posibilidad de grandes pérdidas en la temporada turística, base económica de muchas localidades y emprendimientos.
Gris está el cielo cada vez que uno lo mira y de ese color está el horizonte hacia el oeste...
Y ya barrí el balcón como tres veces hoy!

lunes, 2 de mayo de 2011

Mirando hacia adelante, los dueños de la Ciudad

Ciudadanos, amigos de la casa: hace mucho tiempo que vengo pensando en este post, en este momento en particular y a pesar de eso no he podido pensar nada elaborado, nada trabajado. Entonces va a ser como siempre, un texto que brota desordenado y a borbotones pero honesto y sentido por demás aunque ese no sea el objetivo.

Miro por la ventana de la Intendencia y veo gente anónima que camina a paso cansino o apurado, del brazo de una señorita o tirando una correa con una mascota. Veo gente en bicicleta y en moto llevando en el portaequipaje elementos de estudio o de trabajo. Puedo intuir sus dudas y sus miedos pero también sus esperanzas y sus energías. Pueden ser algunos de ustedes los que también levantan la vista y miran hacia esta ventana e intuyan las ansiedades de quien se oculta tras ese vidrio esmerilado.

Camino por las veredas desparejas esquivando charcos, mirando de frente a quien se cruza conmigo para descubrir en el fondo de sus ojos qué desearía pedirle de regalo a la vida. Ninguno de los caminantes alza la voz, casi todos se demoran en un silencio atronador, los más se cubren los metejones con auriculares y los menos los exorcisan cantando entredientes.

Atravieso la calle por la esquina y recibo de frente el tufo de los radiadores que nada tienen que ver con quien los conduce. Lo que si me revela muchas cosas es la forma en que agarran el volante: imposible encontrar la mirada de quien aferra el volante con las dos manos a la altura de los hombros. Más fácil es conectarse con quien tiene el codo sobre la ventanilla, aunque ahora en invierno no sucede demasiado.

Este espacio, esta ciudad de mentira que ha cobijado sueños inverosímiles, anécdotas oscuras, cuentos terribles, textos robados, se ha nutrido de lo cotidiano, de lo que nos pasa a vos, a ustedes y a mi también y por qué no de cosas que deseamos que sucedan alguna vez. Es terriblemente frustrante ver ciertos vicios que supusimos extintos, delicias que ocurren solamente una vez y gestos que son imposibles de reproducir con palabras; algunas de estas cosas han visto la luz, o quisieron hacerlo, en este humilde villorio virtual.

En este sencillo pero emotivo acto doy por publicada la entrada número 300, esperando que nuevos vecinos se apropien de mis veredas, mis plazas y mis balcones y que las hagan suyas de la mejor manera posible, que la cuiden y la protejan porque la Ciudad les pertenece a quienes la habitan y transitan todos los días de sus vidas.

Saludos!
Int. Etienne

jueves, 7 de abril de 2011

Las manos manchadas

-Ya sé cómo lo hizo. -me dijo en voz baja pero con un tono muy seguro.

Eran cerca de las 7 de la tarde y estaba yo en mi despacho, toda la Intendencia en penumbras, sentado en el sillón, pensando que algo estaba mal. Estaba a punto de hacer un anuncio que iba a afectar no solamente la vida de varias personas sino la imagen de la gestión toda, iba a disolver una secretaría completa por irregularidades en sus funciones específicas. Estaba en una situación donde debía tomar una decisión y las cartas no eran las mejores y la apuesta demasiado alta, cuando la puerta se abrió y el coordinador de turismo, un universitario con algunas ideas locas, entró y después de cierto titubeo, me dio la respuesta.

Al volver del noticiero, ya el culpable estaba tras las rejas y con una causa en su contra por malversación de fondos públicos y, no sé que carátula tiene esto, venta de contrabando de las cajas sociales.

Dejaremos para otra ocasión los detalles del relato de cómo, por casualidad y no tanto, se descubrió esta trama de latrocinios y negociados a costa del pueblo.

jueves, 17 de marzo de 2011

Disenso

Todo lo que hacemos, lo que pensamos, incluso aquello que sentimos tiene una profunda implicancia en aquellas personas que nos rodean, que a diario nos acompañan.
Queremos lograr en ellos un entendimiento incondicional, un acompañamiento total de nuestras acciones a sabiendas del anticipado fracaso, del tropiezo doloroso. Nadie dejará de opinar en contra, nadie dejará pasar la oportunidad de sembrar esa duda maligna, ese malestar incómodo.
Todo aquello que nos forma como personas se transforma en substancia única, irrepetible, absolutamente intransferible.
La anuencia ásperamente tácita, irónicamente explícita (cualquiera de sus variantes) siempre se constituye en el previsible regalo traslúcido en los ojos de quienes nos ven esforzados en el imposible consenso, anhelando con silenciosa desesperación esas ariscas palabras de solícita comprensión.

jueves, 14 de octubre de 2010

Desaparecer

Ya no iba a poder tolerar más la violencia que sentía hacia su compañera de trabajo. En cualquier momento se veía ilustrando con su rostro la primer página de la sección policiales. Lo irritaba, lo ponía frenético, le inspiraba bronca y le exprimía lo peor de sus reacciones, sus peores tonos de voz se los dedicaba con placer, con el rostro vuelto hacia la ventana para que no pudiera ver ella sus gestos indignados.
Cada vez que ella le pedía algo, la sangre se le alborotaba; cada vez que le ordenaba hacer algo (no le pedía, le mandoneaba) tenía que tomarse dos segundos antes de contestar y luego, con indisimulado falsete, terminar la frase con unas palabras condescendientes.

Al fin y al cabo, no eran un matrimonio y ella no debía tratarlo así. Decidió que tenía que hacer algo.



Le propuso casamiento.

viernes, 27 de agosto de 2010

La tabla del inodoro en el ojo de la tormenta

Acá se va a armar revuelo. O más bien, eso espero, así resolvemos de una vez este entredicho.
Lo que no me gustaría es perder los votos del grupo femenino que tan fielmente me viene renovando su confianza elección tras elección. Los masculinos me siguen por compromiso, ya lo sé, y espero con esto captar su atención.
Comenzamos la sesión, pónganse cómodos, que empieza la argumentación (y pinta para largo).

Todo comenzó el año pasado, con una discusión tras haber usado el baño antes que una mujer (en la Municipalidad de la Ciudad Visible, los baños del personal son unisex, como en Ally Mc Beal) y ella me recriminó el no haber bajado la tabla del inodoro. Soy un caballero y decidí inclinar la cabeza y dejar pasar el hecho.
Esta semana volvió a repetirse el altercado, y ya embebido en un clima de confianza con dicha señorita, sumado a mi carácter espontáneo, comenzó el debate.
El conocido argumento de las mujeres es que nosotros debemos levantar la tabla al hacer uso y luego bajarla tal como estaba. Bien, eso está bueno, se puede hacer. ¿Pero por qué tanto escándalo cuando la tabla queda arriba? La respuesta, bien conocida también, es que les da asco tocar la tabla, además de ser un foco de infecciones y demás.
Ahora, acá va mi argumento y mi posición al respecto: cuando ingreso a un baño, mi actitud es, si la tabla está arriba utilizo el inodoro tal cual, y si está abajo, la levanto, uso y luego la subo. No disfruto tocar la tabla, que quede claro y lo hago porque estoy acostumbrado a hacerlo. Pero si la encuentran abajo, se quejan, sin pensar que tal vez ellas mismas la dejaron ahí.
Y otra: ¿por qué ellas no pueden tocar la tabla y nosotros sí, siendo que ellas apoyan sus preciosas nalgas allí, dejando vaya a saber qué adherido a la superficie?
Es decir, si alguien tiene que agarrarse flor de infección, mejor que seamos los hombres.
Ellas dicen que está mojada porque nosotros la regamos: si el hombre levanta la tabla no hay posibilidad que se moje, tal vez un par de gotitas en la parte inferior de la misma, que cuando se baja, no queda en contacto con la piel, suponiendo que el caballero en cuestión tiene mal pulso. No me puse a inspeccionar cuando las señoritas lo utilizan (repito, soy un caballero) pero cabe la posibilidad que alguna gotita salpique igualmente el aposento.

Declaro todo esto y no es con la intención de poner en pie de guerra a las féminas, si no todo lo contrario, para establecer un pie de igualdad entre los géneros y que no haya reclamos ni cuestionamientos originados por este tema.

Por supuesto, hasta que no se haya acallado la última voz, no se dictará la ordenanza.
Los escucho ciudadanos.
Int. Etienne

viernes, 6 de agosto de 2010

Silencio

Silencio,
no hagas ruido que estoy pensando,
no me molestes con tus tonterías,
estoy perdido en un mar de dudas (y olvido).

Silencio,
dejame reflexionar en paz,
no interrumpas con chismes de pasillo,
con tus problemas inventados
dejame tranquilo que mis internas
serán el comienzo de un nuevo proceso.

No es necesario que te vayas.
Sólo te pido que hagas silencio
que disfrutes de su compañía
que lo aproveches para pensar
qué es lo que siente tu corazón
y por qué no,
para acompañarme con tu propio silencio...

miércoles, 7 de julio de 2010

Asueto administrativo

Los intendentes tenemos un club, denominado sabiamente "El club de los Intendentes", en el cual nos reunimos periódicamente para confraternizar, intercambiar opiniones futbolísticas (y figuritas, ya casi lleno el álbum), ponernos de acuerdo en vitales cuestiones gubernamentales y de vez en cuando despuntar el vicio del naipe.
Hoy no nos fue ajena la desgraciada noticia del deceso de una intendente que, además de bonita, era muy destacable en su gestión de un lugar tan bello como San Martín. Aprovechando el fin de semana largo decretamos el asueto administrativo por duelo por 5 días a contar desde el lunes 11, para optimizar los feriados, ya que la otra empiezan las vacaciones y ya nos dedicamos a pensar en los esquíes más que en ordenanzas y obras públicas.
Una intimidad del club: aunque no lo puedan creer, soy el más viejo de todos. Antes, había un intendente que me sacaba casi 15 años pero dejó de asistir a las reuniones porque no nos podía seguir el ritmo (digamos que se dormía, pobre...) y además, no pudo lograr la re-re-re-elección. No siempre ocurre pero cuando los demás tienen alguna duda o necesitan un consejo, me piden si los puedo ayudar o darles una mano con esa cuestión. Aclaro con urgencia que no soy un buda sabelotodo, más bien tengo el perfil de un tío solterón que te guiña el ojo mientras le esconde la pantufla a la abuela pero parece que la edad otorga una prerrogativa de conocimiento y experiencia que es inevitable.
Ya firmando el decreto por el asueto les digo que no se pasen de copas en este feriado largo, que miren bien donde pisan cuando van al baño, no sea cosa que se resbalen con el jabón y que cualquier duda que tengan sobre el pronóstico del resultado de la final, lo consulten con Paul.

Firmado y a publicación!
Int. Etienne

miércoles, 23 de junio de 2010

Ataque

Hoy encontré desorden en el despacho.

Miré en todos los cajones como si entre tanto papel firmado, borradores, cartas, legajos y ordenanzas pudiera saber si falta algo. Los libros desparramados por el piso cubrían toda la alfombra.

El Palacio Municipal tiene por supuesto alarma y sin embargo, no sonó. Cuando llamé al Comisario para que hiciera la primer pericia, se lo comenté y por respuesta no tuve más que una mirada torva, suspicaz.

No tengo muchas esperanzas que este señor logre algún avance en la investigación. Voy a decirle a mi gabinete que nos juntemos mañana a deliberar sobre este asunto, que no debe volver a suceder.

Y vos, dejá de meterte en mi gestión ¿querés?

martes, 15 de junio de 2010

Los demás

El tener un intenso contacto con gente de cierto tipo durante todo el día genera en uno un irrefrenable impulso de mandar todo al demonio. No pretendo ser feliz a costa de los demás, no quiero que los demás me solucionen mis problemas pero por favor, ¡no me generen nuevos problemas!

Yo entiendo que tengo una responsabilidad para con ellos. Ok, asumida. Ahora, si los demás deciden ser infelices, irrespetuosos o simplemente unos miserables cabrones no se las agarren con uno, que lo único que buscamos es tratar de hacer bien nuestra tarea.

Para evadir responsabilidades, la solución es gritar ¡¡tengo responsabilidades!! y poner cara de ocupado mirando el monitor. Pero no está en mi naturaleza hacerlo. Yo soy fiel a mis principios, a lo que soy y a lo que creo y por más que intenten desbalancearme, yo estoy ceñido a eso.

Se viene una continuación de semana complicada y quería dejar en claro las reglas del juego.

¡¡El que sigue!!

viernes, 28 de mayo de 2010

Proyectos de fin de semana

Ahora que el frío y el viento se han apoderado de la Ciudad, justo ahora vienen los fulanos de la oposición a proponerme la construcción y desarrollo de una costanera. Una de dos, o tienen visión de futuro o el frío les congeló el cerebro.
Vamos a estudiarlo.

Con los maestros tengo una lucha sin cuartel; por supuesto que son fundamentales para la formación académica de las generaciones futuras, además de favorecerles el sentido común, la lógica y el razonamiento argumental, sin embargo que pretendan cobrar sueldos que se asemejan más a premios de lotería me pone honestamente de los (pocos) pelos.
Seguiremos negociando.

El estacionamiento medido y pago es una buena forma de recaudar dinero para las arcas ciudadanas, debería de reconocerse. Sin embargo, para que sea efectivo, hay que contar con recaudadores honestos y justos, lo cual se me está complicando de conseguir y haciendo inviable el proyecto.
Esperaremos mejores tiempos.

De alguna manera debería aprovecharse la fiebre mundialista y el enardecido sentimiento nacional: estoy entre una cancha de pelota-paleta o un monumento al atleta local (sub-campeón regional de bowling), hecho en madera de araucaria tallada (para ahorrar recursos).
Lo someto a votación de los comentaristas.

Tengo el fin de semana para pensar en esto.
Escucho sus opiniones, ya que al fin y al cabo, pagan impuestos...

Int. Etienne