Después de estar un montón de tiempo sin tocar la máquina de coser, por fin he vuelto para coser algunos cojines y dar un toque primaveral a nuestro dormitorio.
Estos son los dos primeros.
Aprovechando el relleno que ya tenía de unos que compré en Primark en terciopelo blanco y que suelo colocar en invierno, he cortado la tela para este par con forma rectangular.
Eso sí, para adecuarlos a mi estilo y con el objetivo en mente siempre de usar lo que tengo, he aprovechado una puntilla antigua que en algún momento ya os enseñé de un viaje que hicimos a Valencia. Están cosidas de forma vertical en la parte delantera.
Sobre ella una piculina muy pero que muy estrechita también antigua.
En los bordes de los cojines añadí una cinta rizada en seda que mi madre me regaló en un rollo de varios metros. Tiene un suave tono crema que combina fenomenal con cualquier cosa.
¿ Qué os parece?
Para el cierre he optado por una cremallera en un suave rosa.
Quería la misma tela para la parte delantera y la trasera y como era de un metro y medio de ancha, he tenido suficiente con sólo medio metro para los dos cojines.
Como veis son bastante sencillos y creo que han quedado muy dulces.
La idea es hacer algunos más en otras medidas y que puedan combinar unos con otros.
Sin duda la primavera es mi estación favorita. Tiene algo que invita a ser creativa ¿ no te parece ?