No les puedo negar que a ratos me siento súper nerviosa, son tantas emociones las que me invaden, siento temor y nostalgia a la vez, saber que mi vida cambiará para siempre, que mi familia crecerá y ya no seremos sólo dos "mujeres", sino Tres Mosqueteras, tres mujeres que nos tendremos la una a la otra, pienso en mis dos niñitas y el corazón se me inunda de amor, sin duda son lo mejor que me ha pasado en la vida, aún cuando las cosas nunca han sido fáciles.
De todas formas quisiera que algunas cosas ahora fueran distintas, pero las cosas son como son y no puedo cambiarlas, a esta altura no puedo negar que me encantaría que el papá de mi Natalia estuviera conmigo para compartir estos momentos tan importantes, qué no daría porque fuera él quien la reciba de manos del doctor, pero él no está con nosotras, y creo que nunca estará con mi niña y eso me entristece mucho, siempre tuve la esperanza de que en algún momento el iba a reaccionar e iba a aparecer, pero desde que se fue cuando tenía 10 semanas de embarazo sólo me llamó para decirme que había cometido un error y que por favor no lo buscara más... él no tiene idea de lo feliz que me ha hecho ese "error", que para mi es una bendición enorme, un regalo maravilloso enviado por Dios, pobre él que no sabe lo que se pierde. Así era ella a las 10 semanas
Se que soy fuerte y que la pena que me ahogó durante mi embarazo ya pasará, mañana pasará cuando tenga a mi Natalia entre los brazos, cuando nos "conozcamos" y pueda ver su carita, contar sus deditos, olerla, mirarla a los ojitos cuando la tenga al pecho y volver a enamorarme profundamente de una niña.
Hace unos días Vanessa, mi hija mayor, me dijo que si yo quería ella podría ser "el papá" de la Natalia, me emocioné mucho y le dije noooo... que yo sólo quería fuera una buena hermana, alguien que la cuide, no en el sentido de atenderla, si no de protegerla, de compartir con ella, de a pesar de la diferencia de edad, ser su mejor amiga, que ella supiera que si no estoy yo puede contar con su hermana mayor, fue un momento tan emotivo que ambas terminamos llorando... Ambas la esperamos y sólo conocemos su perfil de las 19 semanas
Bueno amigas, como ven, a mis 38 semanas de gestación estoy en un huracán de emociones, hecha un manojo de nervios, con la maleta lista para irme mañana a la clínica, con el corazón lleno de ilusiones y toda mi fe puesta en Dios, confiando en que todo saldrá bien. A quienes pasen por aquí les pido que nos tengan en sus oraciones y nos manden todas sus buenas energías para mi encuentro con mi Natalia.
Gracias a todas, gracias por todo!!
Cariños,
Maricel y cía.