Bienvenido

Aquí publicaremos nuestras fotos, nuestras anécdotas y comentarios.

Deja tu dirección de correo y contacta con tus compañeros.

Para publicar fotos, mándala a m43guadalquivir@gmail.com

Anímate.

Saludo de Manolo Romero

Hola, me llamo Manolo Romero y embarque en el Guadalquivir justo hace ahora treinta años, Febrero del 81. Estuve de Cabo 2º Motorista hasta Agosto del 82. Después de tanto tiempo aun me quedan muchos buenos recuerdos de esa época, sobre todo de los compañeros.

Me acuerdo que por allí estuvimos Matas, Carpi, Castillo, Valentín, Monje, Delas, Illescas (malaguita), Guindos, Zamora y tantos y tantos otros… pero sobre todos hay uno de especial recuerdo, mi colega Plaza.

En fin que al descubrir este blog me dio un salto el corazón y al ver algunas fotografías no he podido resistirme a escribir esto y enviar alguna foto.

Gracias.

Salud a todos.

HISTORIAS DEL GUADALQUIVIR

Con esta anécdota queremos inaugurar una nueva sección: "Historias del Guadalquivir".

Os animo a que enviéis a la dirección de correo del blog todas las historias y anécdotas que recordéis para que sean publicadas aquí.

La medalla de Jesús

Estábamos entrando en el puerto de Barcelona, en el Moll de la Fusta...

Toda la maniobra perfecta, todo transcurría con normalidad, a pesar de que había nervios porque el muelle estaba lleno de familiares de la marinería.

Yo estaba de telefonista en toldilla, con la maniobra preparada y escuchando mientras esperaba ordenes:

"Avante dos tercios....Avante un tercio...." y de repente alguien grita "¡¡¡Atrás toda!!!" y ¡¡¡PAM!!! pegamos una ostia que te cagas contra el muelle, rebotamos, casi nos caemos al suelo, los familiares que se empiezan a descojonar, y como resultado un buen desconchón en la pintura del casco, jua, jua....

Pues bien, una vez acabada la maniobra, y portalón puesto, no pasaron ni diez minutos que el chus ya se había descolgao por la borda y estaba pintando el desconchon!!!

Un tio grande el Chus....

Anécdota enviada por Francisco Madrona

La mina perdida

Otoño de 1988. Maniobras con la OTAN en Palma de Mallorca.

Un B-52 americano deja caer, a pocas millas de la costa de Palma, una docena de minas de fondo de maniobra (como las de la foto).

A los pocos días, los cuatro Dragaminas de la Flotilla... a buscar Minas.....

El último día, un montón de oficiales de diversos países (Francia, Italia, Alemania, EEUU, etc...) embarcan a bordo del Guadalquivir para ver de cerca "la habilidad española, en cuanto a la detección de minas se refiere....

El cabo 1º Ros y un servidor en el CIC, a los mandos del sonar....

Primera pasada.... no encontramos nada, segunda pasada, nada..... tercera pasada: "Contacto Sonar"... Todos los oficiales pendientes de nosotros dos.

El Cabo 1º Ros, haciendo gala de una profesionalidad impecable hace las "recomendaciones al puente" para fijar la mina.

Unos buzos de combate bajan, las enganchan con un cable de acero de un par de centímetros de diámetro y el cabo Tomás, la empieza a izar a bordo con la grúa de popa....

Cuando la mina estaba ya fuera del agua, el cable de acero se rompe. Pega un latigazo de dos pares de narices sobre la cubierta. Si llega a pillar a alguien lo parte por la mitad (y no es broma) y la mina vuelve a "fondearse" en la bahía de Palma....

Cuatro, cinco, hasta media docena de veces volvimos a pasar por ese punto hasta que..... "DIMOS POR PERDIDA LA MINA.... " jajajaja.

Supongo que todavía estará allí, fondeada, a no ser que en alguna otra maniobra se recuperara....

Anécdota enviada por Francisco Pérez

Un par de curiosidades

Esta es la foto dedicada que entregaba el 2º Comandante al licenciarnos, al menos desde la década de los 80.

Jordi Leandro nos comenta: "Recuerdo cuando nos tomaron esta foto nos la hicieron en septiembre del 81. Regresábamos de una maniobras de instrucción en caza de minas en la bahía de Palma y se había acordado con un fotógrafo que nos encontraríamos en ese punto. Es la foto que se entregaba a todo el mundo al licenciarse."

"En cuanto a Whisky, el perro del Guadalquivir, en diciembre del 81 el Comandante dijo que no quería ver más al perro, porque cada vez que subía por el portalón le ladraba. El Cabo 2º Sonarista Bustamante, en el permiso de Navidad del 81, se lo llevó a su casa en Córdoba."

Anécdota enviada por Jordi Leandro

La zodiac del Guadalquivir prestada

Ocurrió una mañana de verano del 89, un día caluroso, no me acuerdo bien de a quien se le ocurrió la gran idea de ir a la playa, pero queríamos ir rápido y volver pronto, solución.... coger prestada la zodiac del barco y así lo hicimos.

No recuerdo quien íbamos, éramos 4 o 5. Cogimos la zodiac sin permiso, salimos del puerto y fuimos a parar a la primera cala....

La cala estaba llena de gente (os imagináis llegar una zodiac de la marina, en plena cala llena de gente.....). Dejamos la zodiac cerca de la orilla y fuimos nadando hasta la orilla, creo que alguien se quedo en la zodiac para vigilarla.

Estuvimos un rato tomando el sol y bañándonos, cuando nos cansamos nos fuimos para el barco.....

Llegamos al barco, subimos la zodiac y ningún mando se enteró... Je, je, je, je.

Fue divertido (¡¡¡ Por si acaso, no volvimos a repetirlo !!!)

Anécdota enviada por Manuel Bravo.

Entrega del Guadalquivir a la Armada Española

Salimos de Cádiz el 20 de Mayo de 1971 en el buque transporte de tropas Aragón.

Sin prisa, llegamos el 30 de mayo a Norfolk. Estuvimos fondeados en

la bahía. El día 31 de mayo desembarcamos y nos trasladaron a Long Beach en avión ese mismo día.

Ibanos la dotación de los tres dragaminas, de la SDL Galicia (estos se quedaron en Norfolk) y la dotación de un submarino, estos últimos iban a San Diego.

Si os fijáis en la foto de la 1ª dotación viereis al segundo comandante con gafas oscuras, fue el que trajo a Whisky siendo un cachorro. Primero quería traer un guepardo desde Panamá o P. Rico , no recuerdo bien, y no le dejaron, según me dijo su amanuense Bartolomé Pericás.

El barco que nos suministra el Gasoil es el Ponce, que iba a P. Rico (a Ponce concretamente) a buscar la bandera de combate. Era un barco nuevo (una semana) y cuando nos suministró estábamos a mitad de camino entre Long Beach y Panamá.

Se da la circunstancia que cuando llegamos a Panamá él ya llegaba a P. Rico. Fijaros que en las fotos los barcos están en paralelo, que lleva su riesgo.

Los depósitos de gasoil que llevábamos en popa (depósito de goma y barriles laterales) era porque no teníamos suficiente para llegar al destino. Los otros dragaminas no les hizo falta.

Anécdota enviada por J. Adolfo García España

El viaje inaugural

De nuestra estancia en EEUU, recuerdo muy bien que a veces nos reuníamos junto a la puerta del pañol de proa, algunos cantaban, J. Adolfo García España contaba chistes abstractos (parecidos a los de diálogos para besugos) y de cualquier situación hacía un chiste gracioso, y yo contaba chistes en andaluz.

Yo salía de paseo con dos onubenses: Castro (sonarista) y Vazquez (de cubierta). Solíamos ir a YMCA, en Long Beach, que tenía un local grande con un escenario, un jardín, una pequeña tienda de souvenirs, y otras dependencias. Organizaban fiestas para los marineros una o dos veces por semana y había buen ambiente, aunque a veces surgían peleas entre los americanos; en una ocasión volaron por los aires las bolas de billar.

En esta institución había muchas chicas voluntarias muy guapas, yo tenía una amiga gordita que hablaba perfecto español, se llamaba Tina.

Durante el viaje de regreso, medir las distancias en la pantalla del radar del CIC era muy fácil, así como las marcaciones y demoras, pues movíamos un cursor que nos las indicaba. Pero en cuanto al rumbo de los contactos era un cachondeo; en lugar de calcular punteando cada minuto y marcando en el impreso de la rosa de los vientos, empezamos a calcular pintando en la pantalla del radar con lápices de cera y terminamos haciendo todos los cálculos a ojo y a la par trasmitiendolos al puente, pero lo curioso era que nos salían más exactos.

Yo pertenecía a la tercera guardia de mar, el oficial de mi guardia, el Alférez de Navío Sierra no se movía del puente alto para nada, y el que hacía de Suboficial de Guardia era el cabo 1º artillero Freire. En el CIC éramos tres: el cabo 1º sonarista Rosendo, el cabo 2º especialista electrónico Canaval y yo. Así que cuando navegábamos por mar abierto dos se echaban a dormir a pierna suelta y sólo uno se ponía el teléfono y aguantaba medio dormido en el sillón acurrucado sobre el repetidor del radar.

Pasaban horas sin que viéramos un contacto, pero una noche que nos tocó de 12 a 4 en medio del Atlántico, nos quedamos dormidos los tres y se acercó un contacto que casi venía a rumbo de colisión y lo estaba viendo a simple vista todo el mundo. Pero el castigo fue leve: además de despertarnos, tuvimos que quedarnos hasta las cinco para dibujar un mapa que se puso en el comedor, donde yo tenía que dibujar cada día a las ocho de la mañana el lugar donde se encontraba el barco.

Anécdota enviada por Francisco Ga...

Morrazo contra el dique

Esta foto muestra el estado en el que quedó la proa un dia de primavera de 1974 con fuerte viento y pleamar en que el barco, al atracar, llevaba demasiada velocidad y no pudo "frenar" a tiempo.

Resultado: morrazo contra el dique del muelle de la CARRACA.

FUE UN SUSTO DE CAMPEONATO.

Casi se montó en el muelle y a todos los que estábamos en el puente, en cubierta y en el muelle se nos pusieron por corbata.

Anécdota enviada por Jordi Mestres

El ancla hundida en La Carraca

Soy Guillermo Garcia Mena, del 6º reemplazo de 1975, cabo 2º rojo electricista en el DM Guadalquivir, ente junio de 1976  y octubre de 1977.

Conocí a muchos y muy buenos compañeros de “fatigas” de los que aún me acuerdo, no así tanto de sus nombres. Recuerdo a Whisky, el perro bóxer  muy dócil, que se mareaba como todo la tripulación con mala mar  (a excepción del comandante y de su ayuda de cámara, éste marinero profesional de la Mercante). 

Entre las múltiples anécdotas, una de las que yo también fui protagonista junto con otros dos compañeros (todos cabos 2º rojos), ocurrió cuando ya habíamos atracado en La Carraca (San Fernando, Cádiz), y estábamos recogiendo la maniobra, que si os acordáis, para entrar en puerto llevábamos siempre un ancla en banda, desembragada del chigre y trabada con la mordaza, a falta de un fuerte golpe con la maza de 4 o 6 kg. para fondearla en caso de emergencia (fallo de gobierno). Bueno, pues estando levando el ancla hasta el escoben, al llegar a su encaje último, la cadena se rompió haciendo un efecto látigo y arrasando con la borda, que en proa era de cables de acero, llegando la otra mitad de la cadena hasta el mando del chigre que manejaba yo; el ancla se hundió en el lodo del puerto, desapareciendo y dejándonos blancos del susto que nos dio.  Si llega a pillarnos a alguno nos mata

Creyendo los tres implicados que nos íbamos a caer con todo el equipo, resulta que la expedientada fue la cadena que terminó siendo condenada a ser fundida como chatarra por estar en pésimas condiciones. 

Anécdota enviada por Guillermo García Mena