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El culo de Mili 44

Aclaración 1: este relato no es de mi autoría, lo escribió adrianreload que ya no está acá en P!, lo resubo porque también me gustó mucho en su momento
Aclaración 2: todos los personajes son mayores de edad

Tras semanas de angustia, apenas aplacadas por algunas llamadas de Mili, que funcionaban a manera de placebo para mi joven y enamorada alma herida… fui a visitar mi conciencia.
-          ¿La amas?... pregunto.
-          Creo que si… pero… es un cambio radical... me gusta estar acá, siempre quise hacer cosas en mi país… allá está todo hecho… siempre pensé que, si me iba afuera, seria para aprender y luego regresar a aplicar lo aprendido en mi país… no para quedarme afuera ayudando a los países ricos a ser más ricos… dije con un aire romántico patriota.
-          Entonces ahí está tu respuesta… replico.
-          Caraj… Guille, quieres hablar sin rodeos… no estoy para adivinanzas… dije frustrado, estaba bien que lo buscara por concejo, pero ya se estaba poniendo en plan Yoda.
-          Tú mismo has dicho que si un día te ibas afuera era para aprender… pues hazlo, vete a estudiar, aprende… busca una beca o algo para irte a Estados Unidos…
-          Suena fácil… pero ¿cuánto demoraría eso?, digo esos procesos de selección de becas pueden llevar meses…Duraremos tanto… agregue dudando.
-          Tu pregunta en realidad es ¿valdrá la pena?... y esa mi amigo, es una pregunta que nadie más puede contestar… solo tu… concluyo Guille.
-          ¿Estoy jodido?... pregunte recordando su célebre veredicto.
-          Mas que lo habitual… con esto ganaste el premio Nobel de los jodidos… dijo Guille.
Era cierto, era una decisión que me correspondía a mí, valorando lo vivido con Mili y lo que creía que podíamos llegar a ser. Mis dudas iban por el lado que un año atrás amaba a Viviana… hace unos meses me enamore de Mili… acababa de terminar la universidad, era joven, que voluble puede ser el amor a esa edad…
-          Y ¿cómo te va con Marce?... me atreví a preguntarle, ya habíamos hablado mucho de mí.
-          Ah bien… es una buena chica, trajo paz a mi vida, después de lo de (Vane)… bueno, tú ya sabes después de que… dijo Guille tímidamente, sin querer ahondar en detalles de Vane o Marce.
La respuesta de Guille me hizo recordar que yo también recordé que hubo una época de tranquilidad en mi vida, una chica que me trajo paz. Tras el estrago de una relación filial con una prima. Antes de despedirme de Guille, quise satisfacer una antigua curiosidad…
-          Oye… y… ¿nunca te llegaste a interesar por Mili?... pregunte sin tapujos.
-          No, en realidad no… me respondió seguro, luego ante mi incredulidad agrego: después de lo sucedido con… tu ya sabes (Vane, que a este punto era la innombrable), decidí evitar involucrarme con chicas interesadas en otras personas… para evitarme problemas.
Me pareció sincera su respuesta, bueno de todo esto, Guille también aprendió algo. Luego me refirió, que Mili y el, llegaron a compartir sus quejas sobre sus desventuras en el amor, pero que nunca llegaron a salir… ninguno estaba de ánimo para ahondar en esos temas.
Me daba gracia que tanto Mili como Guille evitaban nombrar aquello que les podía causar dolor… Mili evitaba decir cáncer, Guille obviaba nombrar a Vane.
Regrese a mi casa pensando que las morenas de cuerpo escultural tienen una maldición para mi… me atraían de una manera pasional… sin embargo llevaba 3 experiencias que terminaban termino conmigo aquí y con ellas a kilómetros de distancia. …
La primera morena con la que me inicie joven en el sexo y exploramos lo que nuestra curiosidad nos impulsaba. Fue con la que, como jugando, descubrimos el sexo anal, que marcaría mis gustos en adelante. Pues bien, ella terminó yéndose al final del colegio, su familia se mudaba.
La otra morena en mi vida, que fue mi prima, que en realidad ya vivía fuera de la ciudad, solo que vino de visita. La quise, pero ambos éramos muy jóvenes, fue sexo puro y bestial, tenía el morbo y matiz de lo prohibido por la ser parientes. Su fogosa y joven entrega, mezcla de ingenuidad y aprendizaje. Tuve que renunciar a ella presionado por mi padre y por lo complicado que era y además porque era muy joven… pero sabía que no era amor.
Y ahora la última morena en mi vida… era Mili, que se iría más lejos que las otras dos. Claro que hubo otras morenas, en mi poca experiencia, pero fueron historias pasajeras, que no valían la pena comentar en este momento, porque no me involucre más allá de algún encuentro pasional.
Ya habían pasado semanas desde que Mili se fue, hasta que recibí una llamada, oí su voz y la reconocí…
-          ¿Cómo estás?... pregunto.
-          Si llamas para burlarte, no estoy de ánimo… repuse.
-          ¿Por qué sigues tan agresivo conmigo?... pregunto Vane.
-          Vamos… ya sabes porque… dije aburrido.
-          Llamo en son de paz… para hacerte una propuesta… me dijo insinuante.
-          Te dije que no estoy para juegos… replique perdiendo la paciencia.
-          Pensé que te interesaría saber que mi familia tiene conocidos en Estados Unidos… en especial en New York… agrego un poco más intrigante.
Esta loca, se enteraba de todo, llegue a creer que tenía rastreado mi celular… me dejo un poco frio. ¿Ahora que querrá esta bruja?...
-          Pues bien, por ustedes… ¿Qué hay con eso?... pregunte.
-          Buenooo… le dije a mi papa que quería estudiar mi maestría y ver universidades por allá…
-          Me alegro por ti… conteste sin darle cabida, pero envidiando su suerte.
-          Le dije a mi papa, que quizás para ayudarme, me podría acompañar alguien que haya estudiado conmigo y que haya terminado en los primeros puestos… agrego más claramente.
Algún día mi padre me diría que, si no me hubiera metido en tantos líos de faldas (con mi prima, con Mili y otra más por ahí, quizás si me quedaba con Viviana), hubiera terminado en primer puesto… lo cierto es que termine tercero… pero quiero creer que en los años de universidad cumplí en lo académico y no me prive de disfrutar la experiencia completa: con fiestas, deporte, líos amorosos, etc.
Vane en cambio, en la tabla de calificaciones, estuvo de mitad de tabla para abajo...muchos decían que se graduó gracias a los generosos donativos de su padre a la facu. Ella parecía que estudiaba para darle gusto a sus padres más que por necesidad o interés.
En fin, el asunto es que, cuando tienes dinero, y tiempo libre, como Vane, se puedes hacer lo que quieras, hasta (por joder) irte a estudiar al país donde está la novia del chico con el que esta encaprichada… el tema era… ¿a cambio de qué?...
-          Bueno, necesito quien me asesore en temas educativos… aparte podrías aprovechar conocer gente y postular a alguna beca o algo por allá… me dijo para interesarme.
-          Solo eso… ¿qué te asesore en temas educativos?… pregunte incrédulo.
-          Es que no solo iríamos a Nueva York, tendríamos que ver otras opciones en otros estados: Boston, Chicago, Washington, quizás Los Ángeles… y al final New York… es un viaje largo y cualquier cosa puede pasar… me dijo con algo de coquetería.
Mierd… a Vane por graduarse, su viejo prácticamente le regalo un paseo por Estados Unidos para que evaluase opciones para estudiar maestría. A mí, mi viejo apenas si me dio un tibio abrazo y me heredo su reloj, que fue de mi abuelo también... bueno, si tuvo su valor sentimental el puto reloj del abuelo.
Volviendo al tema, la propuesta de Vane era como un viaje de luna de miel, paseándonos por Estados Unidos y visitando universidades… ¿Qué esperaba?, que le rompa el culo en cada estado, frente a cada universidad… ¿Creía que me enamoraría de ella en ese periplo?... estratégicamente Vane dejo New York para el final…
Acaso pensaba llegar a New York y decirle a Mili… ¡en tu cara perra!... a manera de revancha por lo de la disco. Mostrarle que ella gano, que se paseó por Estados Unidos con el chico de su rival, teniéndolo casi de esclavo sexual… ¿Lo entendería Mili?, que lo haría para estar más cerca de ella.
-          Piénsalo… y me avisas… agrego insinuante al no oír respuesta mía.
Me dejo con la cabeza intranquila ¿Qué hacer?, es una buena oportunidad, me dije, pero era de nuevo entrar en el juego de Vane, que con dinero y viendo mi necesidad creía que me podía manipular… esa bruja tenía tanto tiempo libre, que parecía que esto era uno de sus hobbies, eso de planear meterse en la vida de los demás…
Quizás yo estaba en su lista de regalos o trofeos que nunca pudo tener… y cuando me tuviera ¿Qué pasaría?... una vez que satisficiera su ego y tomara su revancha, me daría una patada… ya dejándome como apestado frente a Mili… ¿Valdría la pena arriesgarse?
Era como hacer un trato con el diablo, o la diabla, por mi alma, era muy arriesgado y peligroso… porque Vane era una niña rica y caprichosa… era una hermosura, con un cuerpo escultural, pero estaba loca… y ya me comenzaba a dar miedo…
Volvió a sonar el teléfono… ese piénsalo y me avisas, no duro mucho, Vane parecía ansiosa…
-          Vane… es muy pronto… déjame pensarlo un poco más… dije abrumado.
-          No soy Vane… me respondió tímidamente.
-          Ah discúlpame…. Recién veo tu número… lo siento… dije apenado.
-          ¿Estás bien?… pregunto preocupada.
-          Ah… si, si, todo bien… respondí, atribulado.
-          No seas mentiroso, te conozco… y bueno, llame a tu madre para saber como estaba ella y me conto lo que paso… me dijo, como para evitarse mi rollo de respuestas esquivas, después de todo, me conocía.
-          Mi madre… bueno, que se puede esperar… seguro ella te llamo a ti… dije desanimado.
-          Ay, No la culpes, ella se preocupa por ti… repuso a manera de reproche.
-          Es que, después de todo lo que paso, no me corresponde hablar eso contigo… me excuse.
-          ¿Por qué no?... quiero creer que aun somos amigos… me dijo tiernamente.
-          Ah… no se… sería raro… dije resistiéndome.
-          Solo salgamos a conversar y ya… insistió.
-          Está bien… Viviana… repuse.
En los últimos días había sido una avalancha de posibilidades: la propuesta de Vane para irme con ella a Estados Unidos en el corto plazo… la opción que me daba Guille de tentar una beca e irme a estudiar allá, que lo veía a mediano plazo… la llamada de Viviana y sus deseos escondidos de retomar la relación que se truncó por la aparición Mili… esto último estaba latente y frente a mí.
-          Hijo… y como para cuando piensas trabajar… dijo mi viejo.
Había irrumpido en mi cuarto, mientras yo buscaba respuestas en el techo, él quería respuestas de frente… estos días había vegetado en mi casa, sin ánimo de hacer mayor cosa… ya estaba graduado, lo lógico que, tras unos días de descanso, buscase empleo… pero mi viejo no veía indicios en mi de querer postular a un empleo… me veía perdido, y quería meterme presión para encausarme…
-          Papa lo se… pero (no estoy para sermones) déjame tramitar mis papeles primero… dije, buscando ganar tiempo para superar lo de Mili o buscar cómo resolverlo.
-          Se que estas con el ánimo bajo por lo de tu chica… pero la vida no espera… muchos se han graduado como tú y ya están viendo opciones… insistió.
-          Sali en el cuadro de honor de mi promoción… sabes que cuando pude trabaje como profesor y como practicante, hasta trabaje en el campo ayudando a mi tío…no soy ningún ocioso… es solo que ahora no se… no se que hacer... por un momento podrías… podrías solo pretender que me entiendes… y darme un concejo para esto… le reclame abrumado.
Estaba hecho mierd… como para pensar en empleos… ya había pasado por una situación similar al dejar a mi prima… al terminar con Viviana… pero esta vez era diferente, era peor… me daba vergüenza que mi viejo me viera así, pero ya había tocado fondo… él se dio cuenta y bajo la guardia.
-          En mi vida yo también tuve atracción por una prima, tuve una Mili en mi universidad y una Viviana… ¿Sabes a quien elegí?... me pregunto.
-          ¿A mi madre?... respondí tontamente, no estaba para acertijos.
-          Si, tu madre fue mi… mi Viviana… yo la elegí y nunca me arrepentí de hacerlo… me dijo.
Mi padre, salvando distancias y épocas, me dio a entender que no he sido el único idiota con este dilema… el en su momento eligió a la chica que le dio tranquilidad, que equilibro su mundo, con la cual pensó que podría formar un buen hogar, que también lo hizo entrar en correa y lo ayudo a madurar…
Ahora entendía porque mi viejo y mi madre adoraban a Viviana… era la elección lógica… la nuera que cualquier madre querría… sin embargo mi padre al verme más confundido, agrego.
-          Pero esa fue mi decisión… nadie va tomar la decisión por ti… lo único que puedes hacer es elegir a la persona que creas correcta para ti… no por 5 minutos de pasión, ni por la belleza que dura poco… debes pensar con quien te gustaría pasar tu vida, formar una familia, afrontar momentos difíciles… y una vez que lo decidas arriesgarte por esa persona.
-          Si la decisión que tomo no te gusta… le dije.
-          Es tu vida hijo… nadie va vivirla por ti… yo tengo mi familia, mi trabajo, mis logros… debes madurar y hacer tus elecciones y aprender a vivir con ellas… haz lo que desees, pero haz algo, no puedes seguir así… finalizo su sermón, casi me retándome.
En parte tenía razón, mirando el techo no solucionaba nada. Era visto que no aceptaría la propuesta de Vane, que siempre terminaban mal. Caer con Viviana en esta situación, tampoco era justo para ella… me enfocaría en la solución de Guille y de mi viejo… conseguir trabajo y tentar una beca.
Conseguí un trabajo en poco tiempo, me mantenía la cabeza ocupada, mas aun con la búsqueda de posibilidades de beca y estudiando inglés (para repasar), después del trabajo. Claro que, en ambos lugares, vi algunas miradas de interés de chicas, en el trabajo y el estudio… pero no quería meterme en otras complicaciones… por el momento no… igual las complicaciones me encontrarían…
Estaba enfocado en Mili… las llamadas de noche que nos hacíamos casi todos los días, mantenían mi esperanza en la relación. Me contaba como le iba… por momentos las cosas se ponían calentonas con los recuerdos… me enviaba algunas fotos sugestivas y me daba un pajazo con su voz, mientras ella también se incentivaba también.
Claro que no era lo mismo, pero algo me aliviaba y a ella. El único disconforme era mi viejo, por las cuentas de teléfono, a pesar que yo las pagaba, que en realidad no eran tan costosas por el horario en que las hacíamos, pero mi viejo sentía que debía aprovechar mejor mi sueldo.
Ya había pasado unos meses, era evidente que no me la pasaba encerrado, salía con algún grupo de amigos del trabajo o del instituto de inglés, a pesar que algunas me mandaban indirectas para salir solos. Por su parte Mili también salía con sus primos o un grupo de amigos en el barrio donde vivía.
Amor de lejos… complicado… las cosas tampoco ayudaban… si bien al inicio con Mili, las cosas parecían conspirar para que estemos juntos a pesar de Javier y Vane… ahora más bien, parecía todo lo contrario, la empresa donde trabajaba mi padre andaba mal, me tocaba apoyar más en la casa… por los gastos médicos de la mama de Mili, su padre vendió la casa y se fue a vivir a un pequeño depa alquilado... mas me daba la impresión que estaba mas cerca de hacer maletas e irse, que de que Mili regrese.
Mas aun con el tiempo, acepte salir con una que otra chica, pero al contar mi situación, más por el interés que tenían en mí, en vez de animarme a seguir me desanimaban. Mili por su parte, resistió mas que yo, pero me iba contando de un joven doctor que recién termino la carrera y que trataba muy bien a su madre y bueno le había insinuado para salir, pero ella lo rechazo varias veces, que por ahí por amabilidad pensaba en aceptar … de alguna manera sentía que me estaba pidiendo permiso o advirtiendo para que me apure…
No podía ser hipócrita, le di libertada de decidir… total yo ya había salido un par de veces, pero nada serio, solo pasar el rato, al final casi siempre en medio de la cita, terminaba pensando que me había perdido de ver en la tele: algún partido o película mas interesante que la chica que me acompañaba…
Esas situaciones se estaban dando, sin darme cuenta… ya había pasado un año de aquella fiesta de Guille en la que terminé peleándome con Javier… en realidad, me lo hizo recordar una invitación que recibí de Guille, para otra fiesta… esta vez sería una especie de reencuentro de los graduados…
En principio no quise ir, sin embargo, Mili por gratitud, ya había aceptado cenar con aquel joven médico que atendía a su madre. Entonces no estaba de ánimos para quedarme solo en casa, pensando lo peor… iría a la fiesta a emborracharme y olvidarme de todo… si lo de Mili era el principio del fin, quizás yo también debería tomarme en serio aquello de empezar a ver a otras chicas.
En la fiesta, prácticamente los anfitriones eran Marce y Guille, que parecía que ya no temían presentarse como pareja. Los felicite, mientras me robaba a Guille unos minutos para contarle mi desgracia.
-          El tiempo y la lejanía… ella está pasando una situación difícil allá sin el apoyo que tu le dabas acá… sentencio Guille como para justificar a Mili, y luego agrego quizás para congraciarse conmigo: en realidad ese medico también es un pendejo, sabiendo como esta ella, de alguna manera está sacando provecho de la situación.
-          Si es un hijo de mala madre…
-          Solo tienes una opción…
-          ¿Cual?
-          Beber… salud…
-          Eso no me ayuda…
-          Tampoco estar pensando en cosas que no han pasado aun, quizás luego de esa cena, Mili te extraña más aun… ¿Qué se yo?... te estas envenenando, satanizando las cosas… me dijo.
Al fin y al cabo, le hice caso, bebí y bebí, baile con algunas amigas, y la clásica pregunta ¿Qué es de Mili?... ya me estaba aburriendo de explicarles… aunque por ahí note que algunas lo preguntaban de buena fe, mientras otras parecían tantear la situación para saber si estaba disponible o no… hasta me ofrecían salir a tomar un café o algo para conversar… ponernos al día… ¿Por qué no?, me decía, ya tenía citas para las siguientes semanas.
Hasta que sentí un frio recorrer mi espalda, así como unos dedos que se paseaban con confianza por mis hombros…
-          ¿Me extrañaste?... escuche decir coqueta.
La expresión de Guille de felicidad a pocos metros de distancia, se tornó turbia. Automáticamente se acercó a mí, mientras yo volteaba en mi estado etílico a confirmar lo que aquella voz me insinuaba.
-          ¿Qué haces aquí?... pregunte sorprendido por su audacia de aparecerse ahí.
-          Cierto… yo no te invite… agrego Guille un poco agresivo.
-          Vamos chicos, es un reencuentro… ya paso el tiempo… hay que olvidar el pasado y dejar las cosas seguir… dijo Vane bastante suelta de huesos.
-          Para ti es fácil decirlo… agrego Guille, ofendido recordando todo lo que sufrió por ella.
-          Ok… Guille, solo bajemos las revoluciones… le dije al oído.
Guille entro en cuenta que no debía armar un lio, mas aun en la reunión en la que aparecía con Marce como su pareja. No debía dejar que Vane le malogre la fiesta. Vane nos sonrió al ver que secreteábamos, luego se fue por un trago, pero parecía intenciones de volver con nosotros, creo que le encantaba torturarnos.
-          Le dijiste algo a Marce de lo tuyo con Vane… pregunte tratando de ser discreto.
-          No… preferí obviar eso… dijo Guille preocupado.
-          Bueno… yo hubiera hecho lo mismo… le dije.
-          Danny… puedo pedirte un favor… en realidad me debes varios… dijo Guille como para que no me niegue.
-          Si claro, ¿Qué cosa?... pregunte intrigado.
-          Podrías mantener a Vane lejos de mi… y de Marce… me dijo un poco angustiado.
Guille recién empezaba formalmente con Marce, y esa arpía venenosa de Vane podía malograr aquello que pintaba bien. A regañadientes acepte hacerle el favor a Guille, era cierto, había sido un buen amigo este tiempo… así que valía la pena comerse ese sapo o culebra por él.
Mientras Vane regresaba, Guille volvía a su labor de anfitrión, de acá para allá con grupos de amigos, paseándose con Marce. Claro que Vane se percató, y ya me había traído un trago, había saludado a algunos amigos. Aunque lo cierto era que en esa reunión conocía poca gente.
La mayoría de su grupo de amigos eran más adinerados y relajados, ellos aún seguían en la universidad llevando cursos. Vane apenas si había socializado con la gente de esa fiesta, lo que hizo que se pegara más aun a mí. Para evitar hablar o recordar mis penas con Mili o que Vane sacara provecho de eso, me puse a bailar con ella. A la distancia veía la sonrisa aliviada de Guille por mantener a Vane lejos y ocupada.
Intentaba mantener mi distancia, pero Vane cada que podía me frotaba su cuerpo al mío… tentándome con sus redondeadas formas. Había venido como diabilla, con un vestido rojo pegado al cuerpo, con un sugerente escote que dejaba ver sus blancos melones y una mini corta que dejaba ver sus bien formadas piernas y envolvían su gordo trasero.
En mi embriaguez más de una vez me perdí en sus senos, mientras ella sonreía coqueta y complacida de que sus atributos causaran ese efecto en mí. Mas de un amigo que había ido en pareja me envidiaba, mientras otro tipo de envidia tenían las otras chicas que se habían ofrecido a salir conmigo, al ver como Vane se llevaba mi atención tan fácilmente.
En un momento Vane quiso descansar, me pidió que la espere un rato, desapareció unos instantes y regreso con una botella de vino que robo por ahí con unas copas. Me dijo que sentía calor, así que salimos al jardín a refrescarnos, beber y conversar… en mi borrachera no me daba cuenta que estaba tendiendo su trampa, o si lo intuía, pero me dejaba llevar para evitar pensar en Mili.
Nos sentamos en unas bancas a manera de columpios en el jardín, apenas a unos metros del baño donde le había roto el culo a Mili un año atrás. Divague en recuerdos unos segundos, al reaccionar Vane se había acurrucado a mi lado, en una confianza casi como de pareja.
Disfrutaba que le viera los senos y las piernas, en esa posición sentada, la mini se le había replegado dejando ver parte de su pequeña y diminuta ropa interior negra. Me contaba en gracioso reproche que por mi culpa viajo con su mama Estados Unidos, aprovecho para mostrarme algunas fotos en su entonces moderno celular, mientras aprovechaba en pegar su rostro más a mí.
Vane al notar que su cercanía, a pesar de mi embriaguez, comenzaba a turbarme y ponerme nervioso, avanzo mas aun… puso su mano en mi pierna, mientras mi verga iba endureciendo al sentir también su pecho de lado en el mío… no sabia como, pero ya la estaba abrazando.
-          Pensar que… dijo melancólica, mirándome deseosa.
-          ¿Qué cosa?... pregunte curioso.
-          Aquí debiste romperme el culo hace un año… dijo morbosamente para incrementar mi excitación.
-          Ah sí… repuse incrédulo de lo que oía.
-          Debí ser yo… no ella (Mili)… a la que sometieras como una perra en ese baño… dijo también excitada.
Nunca la había oído hablar así, creo que en este punto ella también estaba embriagada y desinhibida, había pasado un año después de todo. Me confeso que aquella vez había venido preparada para aceptar que le hiciera cualquier cosa, que me tenia unas ganas, que no le hubiera importado hacerlo en algún cuarto de esa casa o en ese baño.
Lo siguiente que supe, ante mi indecisión por el conflicto mental que tenía (esa mujer era el diablo), fue que Vane ya tenia su lengua en mi boca y me acariciaba la verga por sobre el pantalón. No le importaba si nos veían o no de adentro o si alguien venia… quería hacer aquello que hace un año pensó que Mili le había quitado… ella no sabia que lo de Mili venia de antes…
-          Espera que nos verán… dije en lo poco de conciencia que me quedaba.
-          Ven… me dijo presurosa, jalándome de una mano.
Me llevo a aquel baño donde según ella debí inaugurarle el ano un año atrás. En el camino me percate que su mi se había levantado y dejaba ver una parte de sus musculosas nalgas (pensar que hoy en día mostrar parte de las nalgas en los shorts se está volviendo normal), lo que me hacia tener la verga en ristre en el pantalón.
-          Ahora vamos a corregir las cosas… vas metérmela por el ano… asi como te vi ese dia… me dijo lujuriosa, levantando un poco mas su falda y haciendo a un lado su hilo dental.
-          ¿Cómo? ¿Así?... dije excitado clavándole media verga sin dejarla reaccionar.
-          Ouuuu… siiii…. Uhmmm…vocifero extasiada.
La había estampado contra el lavabo del baño, como un año atrás lo hacia con Mili, Vane también se sujeto del lavabo con las manos, mientras a través del espejo veía su expresión de dolor y morbo por sentirse clavada como merecía y deseaba.
Al reaccionar tras unos segundos disfrutando mi verga en su ano, ella misma se bajó el escote del vestido, dejando sus redondos senos al aire. Sus pezones habían endurecido al máximo, solo me quedo estrujarlos mientras ella sonreía complacida y excitada.
Comencé a bombearle su blanco trasero, mientras comenzaba a gemir y yo estrujaba sus carnosas nalgas. No eran suaves como las de Mili, pero su gordas y firmes. Por momentos Vane buscaba mis labios ansiosa, descargaba todo su dolor en húmedos besos con lengua.
-          Uhmmm… No puedo creer que esté pasando… uhmm… musitaba.
-          ¿Qué cosa?... pregunte.
-          Que me estés atorando el culo aquí… decía lagrimeante de felicidad.
Por momentos se quebraba mas para recibirme, se abría las nalgas, apoyando el rostro al espejo, las mejillas coloradas, algo de sudor, sus nalgas enrojecidas por el martilleo de mi ingle. Yo tomaba su cintura, en mi embriaguez era una de las pocas cosas que me mantenía en equilibrio.
Hasta que en un momento de lujuria Vane se despegó de mí, repitiendo frenéticamente una y otra vez como poseida:
-          Perrito… perrito…perrito… decía jalándome.
Quería que la posea en 4 patas como había visto aquella vez que me clavaba a Mili. A estas alturas actuaba en automático, si bien no quería pensar en Mili, quizás mi ego estaba herido al saber que había aceptado salir con ese médico. Quizás en mi embriaguez estaba en modo venganza. Por otro lado, mi ego estaba inflado por ese monumento de mujer que era Vane, que estaba obsesionada con que le rompa el culo, que cumpliera su fantasía de hace un año.
-          Oh… sii… asii… asiii… debías partirme el culo… gimoteaba satisfecha.
Vane ya se había ubicado como perrita en ese sucio piso de baño, no le importo. Había quebrado la espalda y abierto las piernas, apoyando los codos en el suelo. En mi desvarió etílico al inicio hice diana en su vagina… cosa que no pareció agradarle…
-          No… no… ahí nooo… se quejó, casi colocando su mano en su vagina para evitar que mi pene entre por ahí.
Fue entonces que me la clave violentamente por el ano, le hice arquear la espalda en rigor mortis, pero exclamo satisfecha su victoria, de que al fin le partía el culo como ella lo deseo desde que nos vio en ese baño… quizás sentía que estaba corrigiendo las cosas, que ahí se volvería a enrumbar lo que según ella debió ser... que yo debí ser el que le inaugure el ano, no Guille en una treta… o que yo la poseyera después por casualidades no por elección, como esa noche.
Recordé brevemente las cosas que Vane nos hizo pasar, me provoca castigarla más… me pare y con mis piernas ladeando sus caderas, mi verga comenzó a clavarla hacia abajo, Vane resistió de buena gana, más aún empino más las nalgas.
-          Uhmmm…. auuu… uhmmm… me desgarras el ano… uhmmm… se quejaba gustosa.
Lejos de asustarse por el criminal castigo que le propinaba a su esfínter… estaba feliz de que me desperara por romperle el culo. Reventaba de placer… hasta que no pudo más… en un momento, soltó un sonoro alarido, mientras su cuerpo se retorcía de pies a cabeza, pasando luego a una tensión máxima disfrutando de un sonoro orgasmo, mientras su vagina hacia agua, botando chorros.
-          Ouuu… uhmmm… ufff… no lo creo… hiciste que me orinara… uhmmm… clamo satisfecha.
Mientras mi verga comenzaba a escupir litros de leche, lo que hacia que su columna se contrajera con cada borbotón, que a su vez disfrutaba con unos temblorcillos. Llevaba tiempo sin disfrutar de un estrecho agujero y de un cuerpo escultural… por lo cual demore en botar mis líquidos a lo que Vane sonreía complacida de saber todo lo que me hizo botar.
Tras unos instantes de disfrutar ese orgasmo, se repuso mientras yo me paraba y me apoyaba cansado contra el lavabo. Vane se acerco deshecha de rodillas, se asió a mi verga y comenzó a limpiarla, pajeando y succionando obsesionada…
-          Tu me vas a dar más… le dijo a mi verga.
 Mi verga a punto de hacerse flácida, se reincorporo, mientras Vane comenzaba a mamar con mayor vehemencia… creo que recordó aquella vez que me atrapo vaciando mis líquidos en la boca de Mili y quería lo mismo… faena completa… o habrá pensado que, si yo hice que se orine hace unos instantes, ella me haría lo mismo.
-          Ohhh…. Ufff… exclame sorprendido al ver que una nueva descarga de leche salía.
Vane se trago una parte, mientras que por un rato libero mi verga, para dejarla que salpique su boca y rostro, quizá aquella imagen le llamo la atención en la cabaña del club campestre, tal vez pensaba que eso me complacería más. Lo cierto que, tras eso, me lamio el semen remanente y me dejo descansar.
Esa loca me había exprimido y exorcizado mi recuerdo de Mili, y sus recuerdos de lo sucedido en este tiempo. Luego de un rato, se repuso con mi ayuda y empezó a acicalarse. Se reía por momentos de aquella travesura o esa fantasía que tenia de tiempo. Luego pareció volver en si…
-          Mierd… hay gente en la fiesta aun… ¿se habrán dado cuenta?... exclamo.
-          No creo… dije, aun desvariando y ebrio, tampoco me importo en ese momento.
-          Danny mejor vámonos… dijo, volviéndose pudorosa.
Una cosa era actuar como una perra en la intimidad, o todas las locuras y enredos que conspiro contra Guille o conmigo en privado… pero otra cosa era que la gente vea que era una arpía fácil capaz de meterse con un tipo cuya novia está de viaje…
Nos acicalamos rápidamente y huimos de ese baño, según nosotros discretamente, salimos a la calle y tomamos un taxi. La deje en su casa, con un tibio beso en la mejilla de despedida, quizás un poco de vergüenza en ambos.
Llegue a mi casa y me deje caer en la cama, había un mensaje en un papel que mi madre dejo en mi escritorio, sobre que Mili había llamado. No estaba de ánimo para saber cómo le fue en su cita con el médico, aparte la conciencia me atacaba por haber caído con Vane tras meses de haber rechazado viajar con ella.
Desperté por un ruido molesto… era solo el teléfono, pero me sonaba a sirena de bombero.
-          Eres un idiota… me reclamo Guille al fono.
-          Espera… espera… que estoy con resaca… le dije viendo que ya era de día.
-          Te dije que la distraigas… no que te la tires frente a todos… vocifero Guille.
-          Oye… mierd… no fue frente a todos… fue en el baño… me excuse estúpidamente.
-          Cierto… pero todos se dieron cuenta… me dijo socarronamente.
-          Caraj… ay la cagu… me recrimine.
-          Su vas a hacer esas tonterías con esa arpía… se mas discreto…
-          ¿Tu crees que alguien? Ya sabes… le vaya con el chisme a Mili… pregunte.
-          Mira… varias te echaron el ojo ayer… no faltara una que de despechada pueda decir algo… me advirtió Guille.
-          Disculpa por lo de ayer… deja que hago unas llamadas para solucionar las cosas…
-          Ok… pero no se si funcione… suerte… me dijo Guille.
Antes de empezar a llamar, prendí mi laptop… a veces cuando Mili no podía conversar por fono conmigo, me dejaba un correo... y si lo hizo… muy breve y conciso, por cierto.
-          Lo pensé y no quise salir con ese chico… pero ya me enteré… ¿cómo pudiste hacerlo? Después de todo lo que paso ¿con ella?... Adiós… (Mili)
Mierd… caraj… put… mad… de todas las chicas que se me insinuaron en el trabajo y el instituto, se me ocurre serle infiel con Vane en una reunión de amigos de Universidad que conocen a Mili. Ya no era como antes, que la tenía cerca y podía intentar recuperarla… ella había rechazado salir con ese chico… ahora con mis actos quizás la empuje a hacerlo…
¿Por qué siempre termino embarrándola?… ¿el karma?... fue el principio del fin… sin embargo el destino me compensaría a su manera con una oportunidad que se haría esperar…
Continuara…

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