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viernes, 7 de octubre de 2011

El beso de despedida de Lobezno


Ayer quedé con Lobezno para despedirme antes de partir. Yo llegué a la cita animado por el viaje, y aunque lo de Polo no pasó hace tanto no tiene ni un ápice en mi humor, a no ser que mi ánimo por las cosas y mi sensación de ligereza provengan de la ruptura, lo cual tiene mucho sentido para mí. 

Lo de Lobezno acabó sin acabar el año pasado, poco a poco fue desapareciendo de mi cabeza y de mi corazón, aunque no tanto de mi día a día, porque nos seguíamos viendo. Pero uno se va gastando de desear sin resultado y ahora veo a Lobezno como un souvenir de otra época.

Estuvimos unas horas juntos, y creo que hicimos lo mismo que hacíamos en nuestras citas cuando éramos no-novios, pero yo evitaba la cercanía que teníamos por aquel entonces y él me piropeaba, me hacía mimos... sin embargo a mí no me hacía sentir nada, sólo extrañeza.

Cuando nos despedimos nos besamos en la boca, con un poco de lengua. Me gustó, me pareció una muy buena despedida para irme a L.A. Pero no significó nada, lo sentí como ver una foto que te hace recordar cómo eran las cosas antes, sin que eso te devuelva al pasado ni mucho menos.

A pesar de todo sigo sintiéndome soltero y sin ideas románticas en mente,  nada puede hacerme pensar en nada más que en coger el avión el lunes. Ni el beso de mi mayor frustración puede despistarme de mi planning de viaje. 

Mi cuerpo sigue en Madrid, pero hace días que ya no estoy aquí...

viernes, 12 de agosto de 2011

Sexo falso


Ayer quedé con Lobezno después de bastante tiempo, ahora vive en una buhardilla con terraza y puede subirse al tejado. Había Luna llena o casi, a pesar de lo incómodas que son las tejas yo estaba cómodo y relajado en aquel sitio tan lejano a mi vida, un tejado, creo que es la primera vez que me subo a uno.

Lobezno empezó a dormitar mirando el cielo naranja. Yo miraba alrededor, estaba al aire libre en pleno centro de Madrid, oía las voces, veía el reloj rojo de la Gran Vía y todos los edificios altos, pero ninguna ventana lo suficientemente cerca para que nos pudieran ver. Se me ocurrían mil maneras de sacar partido a ese ambiente y poder contar esa historia siempre, durante todas mis edades, Lobezno después de mucho rato de silencio me preguntó qué estaba pensando tan concentrado.

"Me levanté, me quité los pantalones cortos y me apoyé en una chimenea de piedra, Lobezno lo entendió perfectamente, más allá de asuntos personales aquel tejado necesitaba una historia importante y un final feliz, me merecía poder contar que he follado en un tejado de Madrid. Se acercó, se desnudó y me la metió, la gente del bar de abajo hablaba, nadie a más de cinco metros podría distinguir la figura de dos hombres teniendo sexo en un tejado en la oscuridad."

El poder de la mente no sólo me martiriza con complejos y comeduras de tarro, también me da algunos momentos entretenidos y privados (por desgracia demasiado privados), y como era de esperar la historia del tejado acaba antes que me bajara los pantalones. Pero no se me puede negar que hubiera sido una historia para contar durante toda la vida! Cuando estaba fantaseando en aquel tejado al lado de Lobezno, me sentí casi con el derecho de exigir que cumpliera con todo el guión. ¿Cómo me iba a bajar de aquel sitio sin haber completado la película entera? Era impensable.

Pero nos bajamos... aunque con esa idea y esperanza en la cabeza alargué las horas para ver qué pasaba... se hizo tarde y me quedé a dormir con él. En la cama no recuerdo cómo logré enlazar la conversación para delatarme a mí mismo porque sólo pensaba en una manera de decir...

- Aunque no me hayas follado en el tejado - dije con tono de broma pero muy en serio.

Al despertarnos esta mañana hemos desayunado en la terraza, Lobezno sigue como siempre, me besa, me llama precioso, me hace mimos, pero su polla sigue muerta ante mí... Y en el ascensor, bajando a la calle, sentí casi físicamente como tenía que arrancarme de aquel tejado, como quien se agarra a la pata de un mueble para que no le obliguen a irse.


Cuando ya solo volvía a casa en Metro, en Callao vi a unos peregrinos del Papa americanos, sólo lo digo como un simple dato "histórico", jaja. En el vagón, en Gran Vía se montó un hombre que me encantó, fuerte, moreno con barba, unos pantalones muy cortos y una piel muy limpia. Se bajó en mi parada. Era gay, se le notaba, además nos íbamos mirando por turnos, aunque quien sabe... a veces mi imaginación es tan real...

"Me paró al bajar del tren, me di la vuelta y nos quedamos callados. Quieres venir a mi casa - le iba a decir... Sí - me quería decir él. En mi casa no habría nadie y él probaría mi cómoda cama, harta de pajas, esperando un nuevo peso y un nuevo movimiento."

Pero la verdad es que a pesar de notar que venía detrás de mí por la calle ni yo tenía la intención de pararle ni él hizo nada por pararme a mí.

Esta noche he quedado con Polo, no sabe la suerte que tiene de que tenga tanta imaginación, aunque en realidad utilice su cuerpo y el paisaje para ignorarlo y recrear lo que echo tanto de menos. Al final él se encarga de manejar un fuego que no es del todo suyo, al menos hay que reconocer que lo maneja bastante bien :)





sábado, 26 de febrero de 2011

Mi culo es delicado como una flor (1)


Sonará bonito y hasta romántico, pero para mí que tengo que sufrir uno en mis carnes no me hace ninguna gracia.

Mi mejor amigo de la adolescencia, gay también, se metía de todo por el culo desde que tenía trece años, no tuve ninguna prisa en ponerme a su altura cuando descubrí que mi culo no tenía mucho que ver con lo que se espera de un pasivo. Después de varios intentos decidí que hasta que no conociera un hombre experimentado que fuera capaz de abrirme no intentaría meterme nada. 

Mi amigo se metía todo lo que quisiera, su consolador preferido eran las salchichas calentadas ligeramente en el microondas, se metía cualquier bote que había en su baño y a los dieciséis o diecisiete le "violé" con una vela supergorda (qué historia tan buena, algún día la cuento). Vamos que le cabía todo con una fluidez pasmosa.

Él decía que lo mío era psicológico, que él no tenía la presión a la que yo me sometía. Tenía parte de razón, aún hoy llevo la carga superficial y una educación estricta en la decencia y la limpieza. Y ya que sale el tema diré que siempre que me han hecho un beso negro yo tenía la seguridad de que la persona disfrutaba de un culo inmaculado. Esa pequeña obsesión por la claridad interior y el deseo de alejarme de los rasgos humanos analmente hablando influyen en mi mente, con lo que puede que sea psicológico, pero es que duele físicamente.



Yo me preguntaba cómo mi amigo podía soportar aquél trajín al que sometía a su culo, sin lavativas ni lubricante. Él era capaz de follar en los baños de un McDonalds con un niñato y yo necesitaba recordar cuántas horas hacía que había comido, mucha agua con jabón, lubricante, una cita perfecta, un ambiente privado y un beso negro profundo de hombre experto para poder atreverme a intentar una inmersión al interior de mi cuerpo.

Cuando voy al Strong y me empiezan a tocar el culo, lo cual me encanta, ya sé que me va a doler durante días. Y eso es una mierda :(  Porque yo como morboso quiero disfrutar de que todo fluya hacía mi interior con suavidad, un roce morboso e intenso, pero nunca sensación de desgarro, arañazos y sentir que me meten la rama de un árbol por el culo.

Disfruto de mi pasividad, pero sólo con gente que por alguna razón lo sabe hacer genial, y por supuesto esa gente se centra en el beso negro y me peta con suavidad después, los dedos... me destruyen, con lo que me gusta... pero me dejan para el arrastre.

Hoy estoy herido. Lobezno me ha cascado una paja y me ha hecho un buen dedo... pero en menos de un minuto el dedo empezó a doler, a raspar. Pero me gustaba que me lo hiciera, me excitaba y justo al correrme... AAAAAAAHHHHHHH, un dolor horrible.

- SÁCAME EL DEDO DEL CULO!!!

miércoles, 9 de febrero de 2011

Cuando dejé volar al pajarraco

De vez en cuando echo la vista atrás para entender a Lobezno y su incapacidad de excitarse conmigo cerca. Oír explicaciones de su boca ha sido duro, pero más duro fue aquella vez que ya relaté en su día en junio de 2008. Fui al Strong con unos conocidos, como de costumbre me quedé yo solo y los perdí de vista, en el baño me topé con Lobezno sin camiseta, le saludé y como le noté drogado intenté aprovechar la circunstancia para resolver ciertas dudas ¿y para que mentir? ver si en ese estado accedía a follarme. 

Paseamos por los cuartos oscuros, cuando la cosa se puso caliente le intenté sacar de allí y probar en una cabina. Él se quedó rezagado.... en aquel momento me lo negué incluso a mi mismo, pero intuí y ahora estoy seguro que fue soltarle de la mano y Lobezno se entretuvo en un grupito. No tuve que esperar más que unos treinta segundos fuera del cuarto oscuro y Lobezno salió de la mano con un chico. Un chico con pluma, joven, y era el chico el que guiaba a Lobezno hacía una cabina, cogí a mi "novio" de la mano que le quedaba libre y les paré a los dos...


- Te he estado esperando, pero veo que ya es tarde para mí - dije dramático.

El chico se quedó inmóvil esperando que se resolviera la situación, Lobezno también estaba inmóvil incapaz de resolver nada. 

Hasta hoy he pensado que hice lo correcto, solté la mano del hombre que me había estado dando los polvos más morbosos y nuevos y se lo cedí al otro chico, sin más. Era lo correcto porque abrí la mano y el pájaro voló libre hacía el culo de otro, pero libre... Contemplé como se metieron en una cabina y me apoyé al otro lado de la puerta en un estado mental lamentable y frágil, quería regocijarme en el odio y la rabia que me inspiró aquello, pero sólo aguanté unos segundos antes de tener que salir de ese local que era como el infierno e irme a mi casa cabizbajo.

Por otro lado pienso ¿y si no se lo hubiera cedido tan facilmente? ¿y si hubiera pretendido que Lobezno fuera mío? ¿y si no hubiera abierto la mano?

lunes, 31 de enero de 2011

Lobezno se mete mi polla en la boca

No, no me ha hecho una mamada...

Llevamos unas semanas en las cual yo tengo la sensación de que Lobezno me da la razón en que nuestra relación con sexo no sería ni más ni menos seria, ni comprometida, pero si muchísimo más divertida y en mi caso más relajada.

No voy a hablar de las razones por las cual dejó de excitarse conmigo de un día para otro, hoy no me apetece explayarme.

Lo que me apetece es hablar de que se ha metido toda mi polla en la boca y he notado su garganta con la punta.


Lo gracioso y triste a la vez es que no lo ha hecho voluntariamente, pero yo estoy igual de encantado de haber tenido la polla en su boca, ni siquiera puedo explicar la euforia que me produce y la sensación de rareza y novedad que invade mi cuerpo. 

- Me tienes harto - le dije esta mañana cuando él me estaba besando tumbado encima de mí y mi polla dura le apretaba la tripa.
- Noooo - dijo Lobezno mientras le cogía la cabeza y le llevé la boca a mi polla.
- Métetela! - chupó un poco la punta - Métetela entera! 

Entonces se la metió tan dentro que le dio una arcada, se apartó y fingió que le daba asco. Pasamos todo el día juntos. Y en el Metro sin querer le he metido el dedo en el ojo.

- Joder! prefiero que me metas la polla en la boca que el dedo en el ojo - me ha dicho.

¿Será el principio de la recuperación de aquellos míticos polvos que tuvimos en 2008?

(La verdad, no quiero hacerme ilusiones).

viernes, 17 de diciembre de 2010

El puto chupetón

Esta noche iba a escribir sobre mi nuevo ligue, el que me lleva a París la semana que viene, pero se ha interpuesto un acontecimiento que nubla mi mente. He quedado con Lobezno y se ha presentado la mar de feliz con un puto chupetón en el cuello, sí, un chupetón y sí, en el cuello, bien visible.

¿Que por qué me pongo así si yo follo todo lo que quiero con otros y él no debería ni ser mi novio? Pues no lo sé, porque es una mierda y esa puta marca me mira y me dice:

"Lobezno folla con otros...

Lo cual no me supondría ningún problema si además esa frase no se completara con:

"... y contigo no"

No me he reprimido y he expresado mi rabia y mi asco. ¿Por qué alguien que yo no conozco (y posiblemente él tampoco) tiene acceso a la polla erecta de Lobezno, a motivarle, a motivarse y darle esos arranques de pasión y yo no?

Relación abierta bla bla bla, es lo que tienen las relaciones abiertas... ya lo sé y mi cabeza no se siente mal con ello, pasa del tema, de hecho está la mar de tranquila y sólo está algo espectante por saber qué decisión toma mi cuerpo, que es el verdadero afectado en este tema. Yo nunca he sentido celos, quizás sólo preocupación cuando creo que estoy perdiendo a alguien que me gusta, pero no por el hecho de que se folle a otros, sino por la parte que me toca exclusivamente. Y yo no interpreto esta mala sensación con Lobezno como celos, sino como envidia por esos gusanos miserables que se lo benefician (necesito desahogarme chicos) y se lo he dicho muy claramente.

Dice que ha estado muy estresado, que ya está más tranquilo... Yo no podía dejar de pensar en el chupetón. Claro! tranquilo, con la polla bien chupada, y el cuello marcado por una zorra presumida! Aggg.

Hoy ya sí que no me gusta nada esta situación en la que me he metido por un chico, no me gusta ni un pelo, es incómoda sin sentido y empieza a parecerme enfermiza. Quizás lo fue siempre, pero cada vez tengo más claro que no mola. Lobezno me gusta mucho, pero la situación que me ofrece es una mierda. 

No voy a decir que le voy a dejar porque luego decir que no puedo es muy frustrante, porque la verdad es que no puedo, pero estoy deseando que alguien me lo quite de la cabeza, a base de polvos si es necesario, estaría la mar de tranquilo.

Tengo curiosidad por saber qué hace ahora que sabe que estoy cabreado... ¿dejará que se me pase? ¿Hablaremos? ¿Intentará cambiar las tornas y ponerme a mi como un histérico? ¿Adoptará el papel de capullo y saldrá a delante con valentía? ¿Me intentará follar (para que pueda rechazarle yo, jiji)? ¿Me comprará flores? ¿Qué coñoOOooo hará?

domingo, 21 de noviembre de 2010

Sexo pajero con Lobezno

El jueves quedé para cenar con mi queriodiado no--novio, Lobezno, y no fue una velada lo que se dice tranquila, él estaba mucho más que estresado y no había por dónde entrar a conversar con él, además perdió la marihuana que se acababa de comprar y eso fue ya el detonante para que estuviera de mal humor toda la noche. Y como la cosa no iba conmigo y lo que él necesitaba era estar solo para reestructurar su humor decidimos irnos cada uno por su cuenta, que no digo cada uno a su casa, sino por su cuenta.

Ayer sábado volvimos a quedar pero yo presentía la tensión del jueves aunque por suerte al llegar Lobezno me recibió de una manera muy tierna, casi apasionada incluso.

Pasamos la noche con sus amigos y dormimos en mi casa, pero antes de dormir.... me cascó una paja... ese suceso extraño que ocurre con Lobezno cada 100 años. Siempre que pasa eso me hago ilusiones y creo que él quiere poner de su parte para que tengamos sexo. Pero eso me hace pensar hasta qué punto es aconsejable poner de tu parte para tener sexo, forzar el sexo es casi deprimente, aunque yo creo que en el momento en el que introduzca su puta polla en mi culo se arrepentirá de no haberme follado durante tanto tiempo. Y es que un culo joven, bien puesto y bastante estrecho... tiene que ser agradable para un activo como dios manda. Tiempo al tiempo, aunque ya sea demasiado tarde y ya no me haga ni ilusión, si me folla genial, pero si no... ya me da igual, tengo la mente en otra cosa.

Bueno, no voy a escribir cada palabra que nos hemos dicho, pero los términos eran tiernos, relajados y por su parte bastante románticos. Y es más, ha habido bastantes referencias al sexo, noto su disposición, lo que noto también es lo fláccida que la tiene... en fin. Tiempo al tiempo y ya veremos. 

La Paja

Nos acostamos en mi cama, yo siempre aprovecho para acariciar su cuerpo velludo y fuerte, nos besamos unas veces más, otras veces menos, pero siempre con lengua, el resultado siempre es el mismo acabo con una erección. Pero ayer era Luna Llena, me puse cachondo al 200%, en parte porque la última vez que follé con Lobezno fue en mi habitación, y no habíamos vuelto a ella desde aquella época en la que follábamos todas las noches que quedábamos incluso varias veces y por la mañana, el subconsciente se ha acordado y me he puesto malo literalmente de lo cachondo que estaba. Lobezno no es tonto y habrá estado con más de mil chicos en su vida, él sabe en qué estado me encontraba, así que me ha acariciado el cuerpo y me puso en el punto de no retorno, así que pedí al dios del sexo que Lobezno me sacara leche de dentro o mi vida y sobretodo la de Lobezno peligraría.

Me agarró la polla y le di gracias al dios del sexo. Lobezno la casca superbien, es lento, intenso, erótico, y espera a que la polla se ponga al límite tocándote alrededor lentamente antes de ponerse a cascarla a tope. Eché lubricante y ahí ya perdí el control, lo que más me gusta es que me manoseen los huevos mientras me corro, así que me la cogí, me la casqué y él jugó con mis huevos mientras me besaba la boca y el cuello. De hecho fue él el que me hizo coger el gusto a correrme con los huevos apretados, estirados o azotados, porque cuando me follaba jugaba con mis huevos y me volvía loco. Cuando me corrí no podía creer la relajación en la que entré, fue un orgasmo de los grandes. Y Lobezno me llamó salidorro... entonces yo le dije que no me hiciera sentir culpable, se río me besó y me llamó precioso...

Pido al dios del sexo que se tome una Viagra y pruebe mi culo de nuevo, después ya no necisitará Viagra... jijiji.

Posdata: Me encantaría pajearle a mí también, ponérsela dura y ver como descarga la lefa... el día que lo consiga voy a llorar de la emoción. 

lunes, 15 de noviembre de 2010

Dos tercios de Lobezno

Este fin de semana lo he pasado con Lobezno y antes de seguir escribiendo os aclararé que por supuesto no me ha follado evidentemente. Y no quiero hacer una declaración de intenciones de dejarle y salir a mi bola por ahí a sex clubs y con mis amigos a discotecas, porque aunque tengo tiempo para todo, este fin de semana después de "huir" de su cama dos veces en dos semanas, no puedo dejar de reflexionar sobre qué me estoy perdiendo por estar con él deseando que me coja me arranque la ropa y actúe como si le apasionara tocarme y tenerme pegado a su cuerpo.

Sin embargo, estas últimas semanas es cuando él más predispuesto está a que surja algo, pero la polla es la polla y es una parte independiente, no es fácil que haga caso a la cabeza, ni al corazón si no le sale de los cojones, y la suya no está nada dispuesta a considerar que mi culo es un buen sitio para visitarlo. De todos modos tiene una cosa que no se puede negar y aunque es cierto que su polla no levanta cabeza cuando yo estoy cerca, las manos, la boca y las miradas son igualmente sinceras y son muy apasionadas, no puedo dejar de tenerlas en cuenta porque si la cabeza, el corazón y la polla van por libre unos de otros, tengo 2/3 a mi favor. 

Me encanta el sexo y siempre he pensado que una buena relación aunque no se basa en el sexo, tiene sexo y sexo del bueno porque hay un extra además del morbo, el amor, la amistad, la confianza, un toque de exclusividad y sobretodo experiencia y saber qué le pone al otro, que los ligues de una noche no tienen, aunque tengan el morbo de la novedad. Y cuando se me planteaba la pregunta ¿hay amor sin sexo? yo pensaba que no, muy claramente. Y ahora... pienso que puede haber amor sin sexo, pero si una persona, no sé si por amar más o simplemente porque está cachonda, desea lamerle al otro desde la cabeza a los pies deteniéndose en la polla y jugar con sus huevos, y el otro pasa... el amor se contamina con frustración, rabia, violencia, celos, melancolía, impotencia, desgana, ganas de follarse a todo Madrid y si puede ser delante de él mejor. En cualquier caso, si hay amor el estrés que produce no poder hacer el amor, y no digo follar, si no ese sexo que no es sólo morbo si no un abrazo más intenso que el abrazo tipo, en el que la fuerza de tus brazos no es suficiente y tienes que expresarte de otro modo más explícito y todo tu cuerpo está hecho sólo para sentir y que el otro sienta.

Lo noto... ahorraos los comentarios de que está claro que soy una malfollá delirante, lo sé, lo soy. Pero sólo de pensar que todo acabará sin saber si follando todo hubiera sido mejor me resulta triste y una derrota. Es una puerta que estoy cansado de intentar abrir, he llamado al timbre, he chillado, la he intentado tirar, y me da mucha rabia que a estas alturas, en las que ya estoy agotado, pueda que sea el momento de rendirse, y asumir que nunca sabré qué es ser novio y amante de Lobezno. Fui amante y fui novio, quizás nunca nadie pueda hacer que él sea capaz de unir las dos facetas en la misma persona, y yo me lo pierdo, pero él también, a mí me importa y a él... no lo sé, pero de verdad... no lo sé.

Posdata: Estas cosas me pasan cuando no duermo, son las 5:12 de la madrugada, uno pasa de estar depre a cascarse una paja a quedar con uno para follar mañana por la tarde, ahora me toca el momento depre raro.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Otro salto de la cama de Lobezno

Sé que a muchos os interesa el tema de Lobezno porque recibo emails a mi dirección y por facebook, unos porque sois así de marujas, otros para ver si Lobezno desaparece para poder pedirme matrimonio y otros porque os encantra el sufrimiento ajeno, jajaja. Para mi es un tema difícil porque es muy personal, incluso más que contar como me he comido una polla. 

La mayoría no entenderéis cómo es posible nuestra relación, ya que, y esto lo sabéis muy bien los lectores más antiguos, no hay sexo desde hace dos años. Me cuesta hasta escribirlo porque me da hasta vergüenza admitirlo. No voy a explicar las razones por las que me sigue gustando a pesar de todo porque no lo sé ni yo, sobretodo en estos momentos, como tantos otros que la cosa no me va bien.

Sábado por la noche, no eran ni la una y Lobezno estaba con cara de sueño, odio esa cara!!! 

Yo no tengo la culpa de que Lobezno tenga sueño, pero sí de aburrirme, así que le he arropado y me he ido a La Boite. Acabo de llegar y quería contarlo, me pone muy nervioso la sensación de "huir" de la cama de un novio y ya es la segunda vez en dos semanas, me está dando mucha pena que sea capaz de alejarme de él porque cuando uno huye de dormir con su novio es que el fin ha llegado, y una cosa es que no te folle pero otra más importante es que el único plan sabadero sea dormir, pues por ahí no paso.

Estoy hecho un lío, no sé ni lo que quiero contar, ni qué opino sobre esto ni qué hacer. 
Es tan complejo... 

Quiero a Lobezno pero necesito hacer mi vida cada vez más lejos de él, me lo pide el cuerpo, ya no sólo es la lógica... es el corazón. 

Posdata: Lobezno me dijo hace dos semanas que tendremos sexo pronto.... 
Y ahí dejo ese dato, con el que no sé qué cojones hacer. 

domingo, 31 de octubre de 2010

Cambio de hora, cambio de cama


Como muchos sábados paso la noche con Lobezno, pero aunque no follemos (eso lo sabéis bien), pues salimos, hacemos algo, aunque sea pasear. Pero ayer Lobezno cayó fulminado, me dio un beso de buenas noches y empezó a roncar, intenté resignarme pero no pude, además me di cuenta de que era una hora antes de lo que ponía en mi reloj, superpronto! Me levanté de la cama de un salto, pasé de intentar dormir a huir de allí. Cuando huyes de la cama de tu "novio" es como para pararse a pensar un minuto. Me vestí en silencio y salí de allí escopetado, cuando salí a la calle aunque la noche estaba lluviosa había mucha gente por las calles y en los sitios. 

Llamé a un amigo mío que va a la Boite siempre los sábados, sabía que no estaba dormido. Hoy tengo agujetas... 

martes, 27 de abril de 2010

Vuelvo a follar


Yo estaba un poco melancólico por el tema de Lobezno y el amor sin sexo, pero también tenía mucha ganas de romper con mi mes de castidad de una vez.
Quedar con extranjeros que parten en tres días tiene algo especial, por una parte sabes que pase lo que pase sólo son tres días, y por otra precisamente la fecha límite te acelera, te despierta los sentidos y te recuerda que hay que vivir el momento.
Yo había quedado tres horas y media después con Lobezno, así que el límite era bastante reducido y también las opciones, porque hablar con el holandés es difícil, lento y poco provechoso. Cómo todos prevéis era una de esas citas en las que piensas especialmente qué calzoncillos ponerte, vas lo más limpio posible y se te olvidaría antes el iPod® que los condones. Pero cuando pedaleaba hacía allí decidí no follar y cambié de opinión treinta veces. En contra tenía que en esos momento me consideraba virgen y que estaba algo triste con la cara de Lobezno en la mente, pero a favor tenía las ganas de a acabar con todas las contras, que me gustaba el holandés y la sensación de carpe diem que a la fuerza necesito en estos momentos para aguantar mi relación con mi nonovio.

Mucho más relajado despues del sexo
Cuando llegué el holandés tenía el carpe diem metido en el cuerpo también y cuando abrió la puerta lo hizo sin camiseta y sin zapatos, para acelerar las cosas quizás. Delante de un espejo enorme nos pusimos a enrrollarnos, se puso muy caliente y me llevó a la cama para tumbarnos y empezar a meter las manos por la ropa. Hubo momentos en los que en mi cabeza planeaba parar y reconocer que en realidad quería follar pero con otro. Entonces volvía a recordar lo del carpe diem, lo único que realmente tenía sentido y lo único que en esos momentos era real, no un deseo ni una fantasía.
Volví a meterme en el papel de sexy y aunque tuve que esforzarme unos segundos, sabía que es lo que tenía que hacer, que después iba a estar mucho mejor.
Al holandés le encanta hacer besos negros y le había confesado que llevaba un mes de castidad, así que se dedicó especialmente a ponerme a punto, Lobezno empezó por fin a desaparecer de mi cabeza, eso fue genial, con un parpadeo y un ligero movimiento de cabeza le sacudí definitivamente hasta nueva orden.
Las ventanas estaban abiertas, se oía a la gente que pasaba por la plaza de Barceló y los niños que van a Pacha por la tarde. Hacía calor y me encanta hacer sexo con la luz del Sol, porque siempre suelo hacerlo encerrado y de noche. Así que disfruté mucho la novedad, además el holandés tenía mucha creatividad, me folló fuerte, suave, de pie, echados y se preocupó de que yo estuviera excitado todo el rato. Media hora después nos corrimos ambos y nos duchamos también con mucho carpe diem.
Me despedí del holandés durante una hora hasta que llegara el momento de irme, nos caímos muy bien. Se nota que le gusto. Lobezno estaba sólo a quinientos metros, lo vi en Google Maps en el ordenador del holandés para saber por dónde ir con la bici.

Fui especialmente contento a ver Lobezno, cuando llegué él estaba cansado y sudando por el trabajo, me abrazó y me pidió que le apretara con todas mis fuerzas.    Esa noche pude disfrutar de Lobezno y me costó menos que las demás veces no echar de menos el sexo. Lo pasamos muy bien y me sentí muy cómodo.






Posdata: el holandés ya apareció en un relato anterior HAZ MEMORIA AQUÍ

lunes, 26 de abril de 2010

Bajo la sombra de Lobezno no puedo follar


Un mes sin follar. Esas cosas pasan, unas veces porque surge así y otras veces nosotros mismos nos lo buscamos incluso aunque no lo sepamos.
Esta noche no os voy a contar un polvo, ni hablaré de pollas, pero sí de sexo, de la falta de sexo.
Disfruto buscando aventuras, y me encanta conocer nuevos hombres, nuevas actitudes y adoro la sensación de exponer la ingenuidad que me quede a merced de los experimentados “pervertidos” y viciosos. Y no sólo hago sexo vicioso que merece ser escrito en un blog de morbo. Pero esta vez ni eso, llevo un mes sin follar, ni hacer mamadas, ni siquiera hacer el amor y tampoco se han acercado para intentar motivarme. Soy virgen ya.
Es una de esas veces que uno no busca sexo y hasta huye de él.
Voy a confesarme…
La culpa es de mi Lobezno particular, mi puto polvo platónico, porque no dejo de pensar en él y no puedo hacer sexo con otros, últimamente no me apetece meterme con hombres y hasta creo que hacerlo puede serperjudicial para mi salud mental.

Pero bueno, en realidad mi castidad desde el primer momento ha sido por mí mismo, la razón fue Lobezno sí, pero jamás fue para qué el se compadeciera o para ver que por él soy decente… No.
Tengo esperanza de que me folle pero también estoy muy desanimado porque ya hasta se me hace raro.
El mundo del sexo que he evitado y particularmente el del morbo y los locales de follar son muy incompatibles con alguien que tiene en la cabeza a un chico en concreto. Sobretodo en mi caso, porque me consta que Lobezno morbosea todas las semanas, así que ir a locales de morbo en vez quitarme de la cabeza a mi extraño novio lo que hace es recordarme que eso mismo lo está haciendo él y que además puedo encontrármelo chupándosela a otro o besándose por ahí. No soy celoso, pero mi actitud es fácil de entender en mi caso, no sería tanto celos como pura envidia más bien. Pero me la tendría que tragar y cerrar la boca.
Sé lo que hay que hacer. Pero no le puedo dejar chicos.
Y con este lío en la cabeza no puedo tampoco follar libremente.
Esta tarde tengo una cita en la que me propongo tener sexo, pero no sé si seré capaz, ya os contaré.
Justo después he quedado con Lobezno y no sé si estaré relajado por el polvo anterior, o quizás precisamente por no haber follado o puede que no folle y cuando le vea le ponga cara de furia porque le culpe por tenerme obsesionado y no poder follar. Supongo que todo depende del beso de bienvenida que me de, como siempre. Todo siempre ha dependido de eso.
Mientras le tenga en la cabeza sólo podré follar con un pequeño impedimento y un poco de obstáculo sentimental.
Y este es el gran dilema de un morboso cuando se enamora.
Me pregunto si tanto mi promiscuidad como la de Lobezno es compatible con mi plenitud. ¿Sería mejor si no hubiera locales de morbo? ¿Ese es el problema o sólo un síntoma?
 Me moriré sin saberlo.

domingo, 14 de febrero de 2010

San Valentín 2010

El viernes quedé con mis amigos, algunos están enamorados, uno de ellos más que el resto, y éste es el que me metió en la cabeza corazones y  rosas. Cuestionando mi vida de promiscuidad, frialdad y displicencia (palabras textuales de él). Es mi amigo y quiero creer que la dureza con la que describió mi filosofía lo fue por un objetivo positivo para mí. No cree que yo pueda ser feliz con Lobezno en una relación abierta y sin sexo entre los dos. No puedo negar que

martes, 8 de diciembre de 2009

Curando traumas

Lobezno muy poco a poco parece que va perdiendo el miedo a follarme. Nunca me he creído que fuera sólo por que yo no le de morbo, aunque no digo que sea del todo mentira. Es cierto que puede que no sea su tipo y tal y cual, pero no puede ser que no le apetezca nunca nunca si dormimos juntos desnudos y no deja de besarme y hacerme mimos. Así que es un trauma suyo, pero parece que ha dado el primer paso para superarlo, el sábado por la noche en su cama después de una conversación de esas interminables sobre la vida... me hizo una paja, como él sólo me las hace, maltratando un poco mis huevos que sabe que me gusta, aunque sólo he permitido por ahora que me lo haga él únicamente. Lo hace de maravilla. Y esa no es la novedad más importante, pues él se empalmó, pero cuando empecé a chupársela (y creo que lo hago lo suficientemente bien) se le volvió a morir, digo yo que por el trauma mental que tiene. Pero poco a poco. No le voy a presionar.
Mañana la historia del INTOTHETANK

lunes, 12 de octubre de 2009

En casa en vez de into the tank

Lamento mucho no haber ido a Into the tank... Me hubiera encantado ir, pero mi casa se quedaba libre justo esa noche y quería disfrutarla con Lobezno. Ya sé que sabiendo que con él no iba a tener sexo es una locura haber dejado pasar Into the tank... pero mi casa se queda libre muy pocas veces al año, como 2 o 3, había que aprovecharla.



sábado, 19 de septiembre de 2009

Los exámenes me ponen cachondo



Hay un síndrome que se llama del estudiante, que le pasa a mucha gente y no sólo a estudiantes, que se refiere a las personas que siempre dejan los deberes para el último día o que incluso tan tarde se acuerdan de los deberes que ni lo intentan, con todo el bajón de autoestima que eso supone.
Yo soy uno de esos, que sufre este síndrome, y dado que soy consciente de que en mi caso es algo extremo, puedo considerarlo una enfermedad mental de la cual no veo cura.
Hoy quedaría con Lobezno, para ver que ocurre con su cambio repentino de actitud. Pero no podré, porque tengo examen de recuperación el lunes, uno que no me he preparado en absoluto y necesito todas las horas que quedan hasta las 10'30 del lunes y sinceramente algunos días más que no se me van a consentir. A parte tengo otro el jueves.
No puedo evitar que mi cabeza se vaya a lo que quiero hacer con Lobezno, sexual y no sexual. Y todo deriva y se me va la cabeza al sexo, y sé que no podré follar hasta el jueves después del examen, y que no podré ver a Lobezno hasta entonces para que me de besitos tiernos.
Cuanto más pienso en lo que no puedo hacer, más ganas me dan de tirar los apuntes por la ventana y salir en busca de un zarandeo intenso y olvidarme de la carrera. Y cuando cojo los apuntes en posición de sacrificio expuestos al vacío de mi ventana, el cubo de la basura o una hoguera... medito y valoro que sólo es una semana de sacrificio y un sufrimiento que me merezco por no haber hecho un poquito cada día durante el verano. No deseo sexo... NECESITO sexo, ¿por qué? porque no lo puedo tener, y lo deseo también porque es todo lo contrario a lo que me está martirizando, porque es un símbolo de ruptura, de libertad... es lo contrario de estudiar.
- ¿Salgo una hora y me quito el mono?
- No! sólo es una semana.
- Sólo es una hora...
- Haz los deberes!
- No puedo!!! No hay tiempo ya ¿y si me sacrifico y suspendo?
- Lo intentas!
- Pero Lobezno tiene el momento dulce.
- Lobezno estará ahí el jueves, y no te va a follar de todos modos
- Necesito verle.
- El jueves le ves.
- JO!!!!!!
- Siéntate y prepara el examen zorrillo vago e indisciplinado.
- Pero... hoy es la noche en blanco...
- En blanco te vas a quedar como no te centres.
- Quiero que me la coman!
- El jueves.
- No puedo, quiero salir!
- Si sales te vas a sentir mal y además no te va a dar tiempo para el lunes.
- Lo sé.
- Pues venga, siéntate y estudia!
- No puedo!!!

viernes, 11 de septiembre de 2009

La mamada durmiente

Son las 10 de la mañana, hace 7 horas ha pasado algo raro. Como sabéis duermo con un tal Lobezno muy a menudo, pero aunque antes follábamos y aún seguimos saliendo como medio novios y que si besos que si abrazos que si arrumacos... pero no follamos NUNCA!

Hoy en uno de esos momentos que uno se despierta, sobretodo cuando duermes en una casa que no es la tuya, me he encontrado con una erección lobeznera, que me ha provocado a mi otra, hacía meses!!! que no le veía erecto, casi lloro de la emoción. Confieso que a veces entre el insomnio y el cuerpo de Lobezno desnudo al lado me parece buena idea pajearme en secreto acariciando a Lobezno y eso, unas veces se entera e incluso me ayuda un poco, y otras veces o pasa o ni se entera. Pero esta vez, como él estaba erecto y esperado cinco minutos y no se le bajaba, superdespacio para que no se despertara. Se la chupaba para motivarme yo y no esperaba que él se correría, pero a estas alturas ya sé cuando va a correrse un chico, y de repente he notado que estaba preparado, me di prisa para llegar al mismo punto y di el golpe de gracia para que se corriera, hemos descargado los dos a la vez. Su corrida a sido débil, algo parecido a como cuando a alguien se le cae la baba en vez de escupir.

Luego nos hemos despertado y él estaba otra vez erecto. Y creo que ha notado algo raro en sí mismo pero sin saber el qué. Me parece que no se ha enterado.

Quizás con eso en el subconsciente empiece a desear otra vez que se la coma y follarme todo!

Espero que no me denuncie por violación.

viernes, 26 de diciembre de 2008

¿Y Lobezno?

Algunos, o seguramente nadie, se habrán dado cuenta de que Lobezno hace muchos meses que no aparece en el blog. Fue uno de los puntos fuertes del blog y mi cicerone algunos meses. Pues ha desaparecido del blog, sí, pero no de mi vida. Ahora es mi hermano mayor, y se responsabiliza de mi bienestar, como él mismo dice. Todo precioso, pero... debo ser el único menor de 30 al que no se folla, le enternezco tanto que le vuelvo impotente.
En fin, ha caido un mito y con él todo lo que se necesita para hacer sexo.
El sexo muta, el amor muta, la amistad muta...
Los niños buenos mutan y los activos cañeros mutan...
Despues de más de medio año puedo asegurar que Lobezno no hará nada que merezca la pena poner en mi web referida al morbo.
Del sexo al amor paterno hay un paso.

lunes, 9 de junio de 2008

Dilatando las pupilas

En mi nueva vida gateando por el morbo me faltaba una cualidad muy importante para ser un gato. Ya tenía la soltura para moverme, empiezo a pedir con la mirada y aumenta mi frialdad de irme sin hacer ruido después, pero se me olvidaba que iba a desarrollar una caracteristica a fuerza de estar en la "oscuridad", y cuando ves lo que pasa en la oscuridad descubres la realidad de la situación.
En el Strong una vez más, yo solo, después de perder de vista a mis dos amigos decidí buscarles por los cuartos oscuros y los pasillos y si de paso encontraba otra cosa...
y sí la encontré! En un cuarto oscuro entre fogonazos de mecheros distinguí algo... dejé que mis ojos se acostumbraran a la oscuridad... Lobezno! (es mi destino encontrarle en el Strong).
Veía a Lobezno, y le vi claramente, tambien vi claramente otros aspectos, me empecé a dar cuenta de dónde me he estado metiendo durante estos últimos 6 meses.
Me acerqué a él coquetamente, le hizo gracia y me dijo que salieramos de allí, me alejé, me lo pensé y salí del cuarto oscuro siguiendo al que me parecía él... pero no le vi fuera, le esperé, salió y le di la mano, otro chico ya le daba la otra mano, sólo por el hecho de pensarme 15 segundos si salir de allí con él o no ya me había reemplazado. Le solté, se alejaron y reconozco que le odié a muerte. Para ser un "morboso" hay que ser más frio de lo que yo creía. No he sido realista cuando pensaba en lo que eran las orgías y los bares de cruising... y Lobezno pertenece a eso, no es criticable que lo sea... yo debería haberlo tenido en cuenta siempre, me faltaba experiencia.


lunes, 12 de mayo de 2008

Quiero pero no me atrevo

Sábado en Strong 01:50-05:30

Es 100% frustrante cuando las cosas son irrepetibles. Estar con Lobezno en el Strong lleva siendo cansino ya hace tiempo, pero las primeras veces con la novedad fueron geniales. Supongo que repitiendo una y otra vez lo que pretendo es que se repita también esa sensación que tenía, y espero hacerme caso de una vez y dejar de pretender que vuelva algo que ya es imposible. Y buscar la sensación de novedad y experimentación de una forma verdadera y no utilizando al pobre Lobezno para escudarme de algo, que por nuevo y desconocido, me da un poco de miedillo.
La historia de hoy es parecida a muchas anteriores, Lobezno y yo en el Strong sin camiseta, borrachos dando vueltas por los cuartos oscuros y follando en una cabina.
Este sábado era fiesta Bearzone y regalaban una camiseta marrón bastante chula, para lo que suelen ser ese tipo de regalos, conocimos a un oso musculoso muy gracioso, tenía los dientes perfectos y decía cosas interesantes. En el fondo me lo pasé muy bien, pero claro... faltaba la chispa que esperaba cuando empecé este blog. Y muchos pensareís... "¡cuánto se queja LeMorbo y qué pocas soluciones pone!" A ver si espabilo y me posiciono, esto de estar en un quieroperonomeatrevo constante es un rollo.


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