Si me permiten un consejo mis queridos amigos socialistas, les pediría que bajen a la calle en esta campaña electoral. Pero no hablo solo en el sentido físico, de patearse la calle, pegar carteles o repartir folletos. Más bien me refiero a que los discursos y el vocabulario en campaña estén a la altura del electorado medio español. Los que entendemos algo de persuasión política sabemos que el emisor del mensaje tiene aproximandamente 30 segundos para enganchar al receptor, si pasado ese tiempo límite éste no constata nada que le interese o que puede entender y compartir intelectualmente, te retirará la atención. Por lo tanto es esencial "masticar" los discursos y desarrollarlos como si el foro al que se dirigen fuera una clase de chicos de 3º de la ESO (o menos). No se trata de que siempre haya que masticar el lenguaje, pero sí hacerlo cada vez que se presente la ocasión, tanto como para que todos entiendan perfectamente lo que se quiere decir al margen de los tecnicismos. ¿Por qué?
Expresiones y conceptos como "protección social", "cobertura por desempleo", "reforma laboral" o "abaratamiento del despido" pueden parecernos sencillos, pero os aseguro que la inmensa mayoría de ciudadanos no los entienden, es más, ni reparan en su importancia cuando los escuchan en boca de un político. ¿Protección social? Muy abstracto. Hay que definir y masticar para que el mensaje se entienda y logra captar la atención. Mejor decir "que los ciudadanos tengan derechos como la sanidad pública y gratuita, la educación de calidad para sus hijos y la posibilidad de recibir una paga del estado cuando estén parados". Es más largo pero mucho más efectivo. Incluso con el concepto "reforma laboral - abaratamiento del despido" merece bajar a la arena. No es tan evidente. Mucho más eficaz decir "al empresario tendrá mucho más fácil despedirle y además usted cobrará menos finiquito". Llano y sencillo.
Hagan uso de ejemplos, a poder ser con un claro componente emocional, casi familiar. Hablen de "sus hijos pueden ser despedidos casi gratis" ó "sus padres merecen los cuidados y la atención del Estado, por eso luchamos por la aplicación de las leyes de dependencia que otros boicotean porque pueden pagarse una clínica privada". Impliquen a los ciudadanos y haganles saber que "esto" va con ellos, con sus problemas cotidianos. Por favor, no hablen de "coberturas," de "subsidios", de la "Europa social", no sin bajar a la calle, demasiados tecnicismos. Busquen el corazón de la gente. Y después busquen su bolsillo para relacionarlo. Porque primero merecen respeto y consideración. Después soluciones para mejorar su calidad de vida. Esa es la clave señores de la izquierda. Bajen a la calle, pero de verdad. Con los pies, y también con la cabeza.