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lunes, 2 de febrero de 2009
martes, 13 de enero de 2009
LA VERDADERA HISTORIA
— Hasta mediados de la década de 1980 se produce el grueso de traspasos (con la excepción importante de los servicios de educación y sanidad para las Comunidades Autónomas de vía lenta). En este período las Comunidades Autónomas alcanzan, en términos agregados, un 20% del gasto público, frente al 45% de la Administración central (por su parte, las Entidades Locales tenían una participación del 10% y la Seguridad Social del 25%).
— En los años siguientes la repercusión presupuestaria de los traspasos es menor. Las Comunidades Autónomas estabilizan su participación en el gasto en torno al 25% a lo largo prácticamente de toda la década de 1990.
— A partir de 1999 se produce, en términos presupuestarios, una segunda gran oleada descentralizadora con el traspaso de la educación y sanidad a las Comunidades Autónomas que todavía no tenían asumidas estas competencias.
Esta evolución lleva a la situación actual: las Comunidades Autónomas gestionan más de la tercera parte del gasto público. Si a ello se suman las Entidades Locales (13%, lo que significa que en los últimos 30 años apenas ha aumentado su participación), resulta que casi la mitad del gasto público es gestionado por las Administraciones territoriales. La Administración central apenas supera el 20%, correspondiendo el 30% restante a la Seguridad Social.
La distribución funcional del gasto público (Gráfico 13) por Administraciones pone claramente de relieve el reparto competencial de nuestro sector público. La Administración central tiene encomendados básicamente la prestación de servicios públicos tradicionales (defensa, servicio exterior, y seguridad ciudadana y administración de justicia de ámbito nacional) y, además, una parte importante de su gasto corresponde a aportaciones a otras administraciones.
— El 55% de los gastos de funcionamiento (personal y consumos intermedios) de todas las Administraciones públicas corresponde a las Comunidades Autónomas (22% a la Administración central y 22% a las Entidades Locales).
— En cambio, como ya se ha señalado, el 80% de los intereses de la deuda corresponden al Estado, mientras que las prestaciones sociales son gestionadas mayoritariamente por la Seguridad Social.
lunes, 1 de diciembre de 2008
Ginés F. tiene ya 27 años y poco que hacer desde hace unos meses, salvo sacarle brillo al BMW 316 que compró hace dos años cuando ingresaba casi cuatro mil euros al mes. Otra de las pocas cosas que tiene que hacer es pensar cómo va a seguir pagando la hipoteca de su pequeño piso, en su mismo pueblo, cuyo precio total fue de unos 200.000 euros hace cuatro años.
Es uno de los muchos jóvenes entre 25 y 35 años que en todo Levante y especialmente en la Región de Murcia han engrosado las listas del paro en el último año. La EPA del tercer trimestre revela que los parados en esa franja de edad se han incrementado en un 335% en esa Comunidad Autónoma de un millón y cuarto de habitantes y que ya tiene más de cien mil desempleados.
El caso de Ginés es típico. Hace más de diez años, cuando a trancas y barrancas seguía repitiendo curso en el Instituto empezó a oír que en la Marbella del GIL pagaban 400.000 pesetas a los que eran buenos en sus oficios de albañilería y hostelería. Cuando más arreciaban las discusiones con su padre, también Ginés y albañil que quería que su hijo estudiara, resultó que empezó el boom de la construcción en la costa, primero, y en el interior murciano, después.
Ya no había discusión posible. Ginés fue uno de los muchos jóvenes que entraron en masa a trabajar de peones de albañil y rápidamente fueron especializándose como encofradores, pintores, electricistas, ferrallistas, soldadores, carpinteros metálicos, instaladores de aire acondicionado o calefacción, etcétera. Y empezaron a ganar, con la entrada del euro, el equivalente a lo que antes habían oído que se ganaba en pesetas en Marbella.
Zagales y gandules
Muchos más jóvenes que Ginés, dejaron entonces los estudios, aun sin tener la edad legal de trabajar, y empezaron a hacer horas clandestinas hasta cumplir los dieciséis años, cuando ya podían trabajar a pecho descubierto. El diputado regional socialista Mariano García Pérez asegura que conoce más de un caso en que un “zagal” se despedía de su maestro con chulería: “Me voy de ferrallista a ganar el doble que tú”. Y no era un farol.
Trabajaron las horas que hicieran falta durante unos años con tal de ganar todo lo que la burbuja inmobiliaria estaba dispuesta a darles. Mientras, sin capacitación profesional, ascendían en la escala laboral según los inmigrantes ucranios, rumanos, ecuatorianos, bolivianos, magrebíes y subsaharianos, etc. iban entrando en la construcción y la hostelería en los puestos peores.
Ginés tuvo además mucha suerte. De trabajar a decenas de kilómetros de su casa, pronto pudo colocarse en obras de su mismo pueblo, Algezares, una de las pedanías de Murcia con más actividad constructora en los últimos años y cuyos edificios se encaraman ya por las laderas hasta los límites del parque regional de la sierra de El Valle, a sólo cinco kilómetros del centro de la capital, o se “esturrean” en sentido contrario, hacia la huerta.
Cochazos de primera
Durante unos años, hasta el pasado, la vida ha sido una especie de Eldorado para todos estos jóvenes, tanto en Murcia, como en Almería, Alicante o Castellón. Todavía se les ve por ahí en sus aún flamantes BMWs pequeños o SEAT León. U otros más baratos pero bien “tuneados”. Coches ágiles y rápidos para las noches de marcha. Y para vacilar con las pibas a la puerta de las discotecas. Los que se ennoviaron, caso de Ginés, se “empuaron” con el pisito o, incluso, el adosado. Hay bastantes que se casaron y han tenido ya un hijo.
Los que siguieron solteros y en casa de los padres tienen menos deudas y compromisos, pero el mismo problema: son parados jóvenes y sin esperanza de recuperar el trabajo a medio plazo. Posiblemente, todos agotarán las prestaciones de desempleo, mientras se buscan la vida paralelamente, si pueden.
¿Volver a estudiar? Ni se lo plantea Ginés de lo mal que recuerda que le iba cuando tenía 14 y 15 años. “A mí, lo de leer no me va”, sentencia. Pero reconoce que algunos “críos” más jóvenes que él, los que llegaron al tajo en los estertores del boom inmobiliario-turístico, hablan de hacer formación profesional. Sólo hablan: no conoce ninguno que lo haya hecho. Les preocupan más las deudas contraídas y cómo mantener su efímero alto nivel de gasto.
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martes, 30 de septiembre de 2008
Basta recordar lo que decían cuando desde filas progresistas se criticaba el modelo del ladrillo: "están demonizando la construcción", "van a matar la gallina de los huevos de oro" "gracias al ladrillo no tenemos un 25% de paro como nos dejó Solbes". Tengamos presente, y que nadie lo olvide, que las competencias urbanísticas y de suelo están en manos de las comunidades autónomas, dato importante. Y que las leyes nacionales, como la de 1998, fabricada por Aznar y Rato, nos metieron en el hueco donde hoy estamos, al menos en parte.
Lo sensato sería decir que ha fracasado nuestro modelo, el de todos. El que cebó el PP y el que el PSOE no pudo o no quiso virar. Pero que a estas alturas dirigentes del PP (con un ejército de concejales constructores), banqueros y patronales se lien la manta a la cabeza y pidan despidos baratos y verdaderas medidas (en plata "sangrar al currito") pues como que no. Entonces lo sensato, lo que me apetece, es recordar a todos lo que decían los gurús como Cristobal Montoro, mano derecha de Rajoy, cuando la oposición y los organismos internacionales hablaban de "burbujas inmobiliarias". Va a ser muy curioso, con enlaces de 2003 y 2004, leer lo que decían entonces y lo que dicen ahora. No se pierdan tampoco al radiopredicador de La Cope, beneficiado en consorcios con constructores en la zona de Levante, negar lo que hoy repite como un lorito.
Qué malas son las hemerotecas. Que aproveche:
Cascos niega la existencia de la ´burbuja inmobiliaria´
Montoro niega la burbuja inmobiliaria y prevé una "previsible" estabilización de precios
El secretario de Estado de Economía (Guindos) ha negado una vez más la existencia de una burbuja inmobiliaria y se ha mostrado convencido de que los precios de la vivienda se moderarán suavemente sin afectar a crecimiento económico
Caruana descarta la existencia de una "burbuja inmobiliaria"
Federico Jimenez Losantos: "No hay tal burbuja inmobiliaria"
Botín niega que haya burbuja inmobiliaria y afirma que el informe del Banco de España se malinterpretó
Botín y Cascos niegan una burbuja inmobiliaria en España
Ramón Luis Valcárcel Siso: "¿Por qué se dice que el ladrillo es una fiebre?"
"No estamos ante una burbuja inmobiliaria" en España, afirmó ayer el presidente de la Asociación Hipotecaria Española (AHE), Gregorio Mayayo,
Joaquín Ayuso, consejero delegado de Ferrovial descarta la existencia de la llamada 'burbuja inmobiliaria' y apuesta por liberalizar más suelo para frenar la escalada de los precios de la vivienda.
Juan José Bruguera. consejero delegado de Colonial: Bruguera defendió que la burbuja es un concepto que define algo de lo que, tras estallar, no queda nada; mientras que el sector inmobiliario lo conforman "viviendas adquiridas por unas personas que tienen capacidad de endeudamiento" y de pagar los créditos que les han sido concedidos.
Solans niega tajantemente que haya 'burbuja' en España
Juan Bautista Soler: "No existe ninguna burbuja inmobiliaria"
Expertos de la banca aseguran que no existe una burbuja inmobiliaria
Juan Velarde: 'Para llegar a hablar con propiedad de una burbuja inmobiliaria hay que llegar al límite, como sucedido en Japón hace escasos años, cuando el valor de la superficie del palacio imperial de Tokio pasó a valer tanto como todo el terreno de California. Mientras no se llegue a esto, no hay burbuja.'
Ni habrá burbuja inmobiliaria, ni bajarán los precios. Esas son las principales conclusiones previsoras para 2004 que ayer presentó la Sociedad de Tasación.
El vicepresidente segundo y consejero delegado del Santander Central Hispano, Alfredo Sáez, descarta la existencia de una burbuja inmobiliaria
un miembro de la Fed descartó que haya una burbuja inmobiliaria, pero sí reconoció que hay “espuma”.
Bueno Lidón no cree en la denominada burbuja inmobiliaria y afirma que no se producirá un parón ni un decremento en los precios
José Luis Estevas-Guilmain, presidente de Sociedad de Tasación: 'Es que no hay burbuja. Creo que es un término mal utilizado'
La promoción inmobiliaria no sufrirá a corto plazo ni burbuja económica ni recalentamiento. Así lo pone de manifiesto un informe elaborado por la auditora KPMG y patrocinado, por tercer año consecutivo, por la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM).
El presidente de los promotores murcianos, José López Rejas, dijo que la crisis económica por la que atraviesa España les da la razón cuando defendían "que no había burbuja inmobiliaria"
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martes, 10 de junio de 2008
miércoles, 4 de junio de 2008
García indicó que cuando se hacen este tipo de previsiones no hay que caer en el divismo, sino que hay que ser realista y tener en cuenta lo ocurrido en el año 2006, en que se alcanzó un PIB del 4,1 por ciento, así como lo acaecido en el primer semestre de 2007, con un 4 por ciento, una cifra superior al 3,7 por ciento que preveía la propia consejería de Economía, lo que a juicio de la consejera, avala el rigor y responsabilidad con la que se analiza la situación.
martes, 3 de junio de 2008
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viernes, 30 de mayo de 2008
Vuestro error, el mío y el de muchos es que queremos que Solbes sea como Juan Perez (autónomo) y no, es el ministro de economía. Decidme un solo ministro de economía del mundo que diga que nos vamos a tomar viento, uno solo. En Estados Unidos hay recesión y Bush dice que "a largo plazo, los estadounidenses pueden confiar en nuestro crecimiento económico. Pero en el corto plazo, todos podemos ver que el crecimiento se está desacelerando". Técnicamente es una mentira, es cierto, el gobierno como mínimo dice media verdad y a las malas miente, pero lo hace por una razón. Los empanados dirán "estás justificando una mentira" tanto que luego se habla de Aznar, Bush y Blair. A veces es necesario mentir si el beneficio es evidente y no todas las mentiras son iguales. Es un disparate, un disparate pretender que Solbes reviente el mercado con unas declaraciones claras como el agua. ¡Es el ministro de economía! Va modulando, descubriendo el pastel poco a poco, de forma estudiada, muy progresivamente, para no alarmar. Y hace bien bajo mi punto de vista. No está negando dificultades, ni la desaceleración, ni que se destruye empleo, ni que se seguirá destruyendo. Pero leer más allá de esto, es ahorcarse, ¿no lo veis? Todo a su tiempo.
Así el mercado es el mercado, que nadie lo olvide. Es el sistema capitalista, ¿queremos ahora comunismo? ¿Intervención del Estado como pide el PP liberal? Si el gobierno, como piden ahora los aventajados, llega a meter mano al ladrillo, por ejemplo con una ley muy restrictiva, millones de ciudadanos hubiesen acusado al gobierno de "joderlo todo y de llevarnos a la ruina". Nosotros hablamos de modelos de crecimiento y queda muy bien, pero el ciudadano necesita vivir y cobrar a final de mes. Si "cortas" la construcción y le pones límites, al gobierno le pegan fuego los propios obreros, no digo ya los empresarios. Los propios trabajadores dirían que menudo gobierno socialista que con sus medidas pone límites al empleo y al trabajo; y es que cuando crecemos como un tiro ponle ruedas de molinos a la economía. ¿Se quejó en 4 años el PP del modelo económico? Os pongo el ejemplo de Murcia o Valencia, donde el PSOE ha desarrollado un discurso para cambiar el modelo de crecimiento pidiendo alternativas al ladrillo: han salido vapuleados, aplastados y apestados socialmente. Por los mismos obreros y trabajadores. Y ojo, miremos tambien a las CCAA, son las que tienen las competencias urbanísticas. Nadie mira a sus presidentes autonómicos ni a sus alcaldes. Ellos tienen tanta o más responsabilidad que el gobierno central. Se hacen pisos porque los ayuntamientos dan permisos. Y porque se compran y se venden y la iniciativa privada quiere.
Si este gobierno hubiese hecho una ley para prohibir o poner un límite a la edificación se hubiese producido lo mismo que se va a producir ahora por factores externos, con la salvedad de que por 20 o 30 años iban a acusar al PSOE de destrozar la economía, esta vez sí por una decisión pro-soviética. No tiene sentido lo que muchos piden y jalean. Lo vergonzoso es que la culpa de todo este desaguisado la tenemos principalmente nosotros porque la hemos permitido. Ahora todos nos frustramos y miramos al gobierno "culpa del gobierno que no hizo nada", pero todos vivíamos encantados especulando y pidiendo créditos para tener el audi y el mercedes o para irme al Caribe aunque tenga una mierda de sueldo y de trabajo. De eso al parecer tiene la culpa el gobierno, de mi mala cabeza. Solbes es el inútil, nosotros somos la hostia reputa. Yo vivo en una comunidad donde fijaos, se culpa a Zapatero del hundimiento de la economía y del ladrillo: porque ha luchado contra la corrupción, porque ha traido fiscales y porque llevan años pidiendo que se apueste por la industria y la sostenibilidad demonizando el ladrillo. Quien viva en Valencia lo sabe. Y eso no quita que el PSOE haya jugado a lo mismo, nadie lo niega, o lo tomas o lo dejas. Los políticos dan asco, los socialistas tambien, de acuerdo.
Pero, ¿Qué puede hacer un gobierno? Hacerse el nudo para que ocurra lo que tiene que ocurrir de todas formas. ¿No? ¿Pedíais que pusiese límites al mercado cual soviet? Y cargar 30 años con el san benito de joderlo todo. Lo provocase el gobierno o lo provocasen factores externos iba a pasar. Mejor seguir la cresta, planificar y recaudar, ahora tenemos superavit y margen para hacer cosas que no pueden hacer los vecinos. Que no será suficiente, lo sabemos, pero mejor tener superavit que no tenerlo. Aquí nadie se chupa el dedo. Han hecho bien en seguir chupando, recaudando, luchando contra el fraude y teniendo las mejores cuentas de Europa. Ahora insisto tenemos margen para hacer cosas que los vecinos ni sueñan. Pero lo que no podemos pretender es que España, que representa solo el 2% de la economía mundial, tenga margen de maniobra por sí sola para solucionar esta crisis (que es mundial y financiera).
¿Qué puede hacer realmente un gobierno ante una crisis así? Solo existen dos caminos para paliar una crísis de estas dimensiones:
- Política monetaria
- Política Fiscal
La política monetaria no está en manos de Zapatero. La maneja un tal Trichet, presidente del Banco Central Europeo. La política de tipos de interés depende de Bruselas no del gobierno español. Si de nosotros dependiese ya habríamos bajado los tipos dos puntos (aunque nos comiese la inflación) y la gente volvería a tener dinerito en mano para consumir, bajarían el euribor y las hipotecas. Pero no pasará porque no depende de nosotros y la inflación sigue muy alta (el objetivo prioritario del BCE es combatir la inflación).
La política fiscal: se ha hecho una devolución muy moderada (400 euros). La opción sería bajar bestialmente los impuestos. ¿Pero quién paga los servicios públicos? Al final pagarían los más desfavorecidos y los grandes capitales vivirían de lujo, total, ellos ya tienen sanidad privada, educación privada y guardia jurado, sus cuentas corrientes permiten todo eso. ¿Pero quien saca adelante con esas bajadas una Ley como la de la dependencia? Y así con todo. Nos quejamos de la Justicia, eso necesita inversiones, ¿cómo las acometemos si bajamos bestialmente los impuestos?. No lo veo. No me parece sensato, que se ahorquen algunos empresarios especuladores no pasa nada, bastante se han llenado los bolsillos estos años. Pero que el trabajador no pague esta crisis, que siga teniendo cobertura, que siga disfrutando de un sistema público de calidad. No hay margen pues para rebajar los impuestos.
Cada 15 años hay una catarsis económica mundial, nos pongamos como nos pongamos. No se crece siempre, esto es cíclico. EEUU jugó a lo mismo, vivienda y subprime y es la primera potencia. Hasta la próxima burbuja y que explote. Y así por los siglos de los siglos. Bienvenidos al capitalismo. Ahora poco se puede hacer: tener controlados a los bancos, utilizar el superavit para acelerar obra pública, construir VPO y alcanzar un acuerdo social con sindicatos y empresarios. El cambio hacia un nuevo modelo nos costará sudor y sangre pero saldremos de esta situación. Hay que seguir insuflando confianza y serenidad al sistema. Y al margen, por supuesto, la crítica política legítima. Pero quienes provocaron la burbuja con sus políticas neoliberales y especuladoras no pueden dar lecciones de moral. El mismo Rodrigo Rato el 3 de octubre de 2003 reconoció la responsabilidad política de su gobierno en el brutal incremento del precio de la vivienda. No se puede alarmar sin proponer absolutamente nada como hace el PP. Porque gobierne quien gobierne esto no tiene solución salvo pagar los excesos de 12 años creciendo bestialmente. Es lo que toca.
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viernes, 4 de abril de 2008
El alcalde de Torre Pacheco ya es inquilino de la prisión de Sangonera acusado de un rosario de delitos, desde prevaricación hasta malversación de fondos públicos, en un nuevo escándalo de corrupción urbanística que sacude a la Región de Murcia. Nada nuevo bajo el sol murciano. Mientras tanto conocemos por los medios de comunicación escritos que los habitantes del municipio en cuestión hacen piña incodicionalmente, una vez más, a favor del presunto corrupto aunque pesen sobre él gravísimas imputaciones. Se arguyen argumentos conocidos, por repetidos en los últimos años: "que si es un buen chico, que si lo han engañado, que si con él el pueblo ha ido a mejor". Es la típica justificación social al "marbellazo" que recorre nuestra geografía y que tuvo como punto álgido las vergonzosas muestras de apoyo a reos como Jesús Gil o Martinez Andreo, con procesiones y misas incluidas. Quienes se molestan cuando comparamos la situación de la Región de Murcia con Marbella no pueden negar la mayor, por muy tostos que se pongan. Hay tantos puntos en común que asusta. Las concentraciones en apoyo de los presuntos delincuentes son el síntoma de la putrefacción de una sociedad que ha perdido gran parte de sus principios. Las alarmas se encienden una vez más para escándalo y vergüenza de muchos murcianos que vemos como nuestra imagen en el exterior se hunde a pasos agigantados.
Ya es hora de abordar y despejar algunas de estas justificaciones machaconas por burdas y falaces, las mismas que sirven de alpiste y abono para que los cuatro listos de turno se hagan de oro a costa de los ciudadanos. Se aprovechan los corruptos de que la sociedad murciana adolece de una mínima cultura política para entender que la corrupción afecta a las economías particulares, sin discusión. O que sin corrupción se crece y además se crece más. Este es el problema de fondo. Nadie ha explicado al ciudadano en qué le afecta que un tipo se lleve un maletín cargado de dinero negro o que regale una parcela municipal al amiguete empresario, total, no se lo descuentan de la nómina, no se palpa directamente el desfalco. La corrupción se sigue viendo como en Ecuardor y Venezuela, como un fenómeno lejano qu es inútil combatir. Es por ello que me veo en la obligación de analizar, explicar y matizar en este artículo algunas de las cuestiones "populares" que brotan cada vez que se produce una operación contra la corrupción urbanística como la acontecida en Torre Pacheco.
Sí porque es descorazonador ver como cada vez que la Justicia actúa contra los supuestos delincuentes de cuello blanco se repite por activa y por pasiva que "fulano", tal alcalde/concejal/político "es muy buena persona y no se merece lo que le han hecho", como si el presunto fuese la víctima y el juez el verdugo. Es necesario puntualizar a estos despistados ciudadanos que las cárceles están llenas de buenas personas. No se condena a nadie por ser mejor o peor tipo, por ser simpático o gruñón, por ser más guapo o menos agraciado, no se trata de eso. Siento desilusionar a la gente pero las condenas se basan en la infracción de un código penal que los españoles se han dado en forma de leyes a cumplir escrupulosamente, por todos en igualdad de condiciones como establece nuestra Constitución. Así un médico puede ser un padre ejemplar, un marido cariñoso o un vecino agradable, pero luego ser en su profesión un peligroso incompetente, un camikaze a la hora de operar o un irresponsable a la hora de diagnosticar; la justicia debe actuar para apartarlo porque es un peligro público. Nuestro código penal y nuestras leyes son la garantía para estar protegidos de violadores, asesinos, malhechores, sí, pero también de aquellos que se aprovechan de sus cargos públicos para malversar fondos y hacer negocio con el patriminio ajeno; ellos también son un peligro para la sociedad aunque no lleven navajas o pistolas. Son lo más parecido a un ladrón que entra por la noche a robar con sigilo en tu casa. Son conductas censurables, sin matices, porque atentan contra el sistema y contra las leyes. No existe justificación posible, quien mete la mano, prevarica o malversa debe pagar por ello.
Pero la mayor defensa que se hace de los presuntos corruptos, sin duda, proviene de la creencia de que "para que haya crecimiento económico es necesario, incluso deseable, que se produzcan conductas corruptas". Se asocia así en el inconsciente colectivo crecimiento a corrupción. Esto es falso (un engaño) y cualquier ciudadano puede darse cuenta parándose a reflexionar dos minutos. Dicen algunos expertos que la Región de Murcia se ha marbellizado. El síntoma más significativo es la tolerancia a la corrupción y la defensa del sistema corrupto, porque muchos ven amenazada su supervivencia económica y su situación de privilegio pasivo, esto es, el "cualquier día me toca a mí y hago negocio".
Voy a intentar explicar con palabras sencillas por qué se puede crecer más sin corrupción, que se crea más riqueza sin enfuches, que el pueblo sale beneficiado del juego limpio, demostrando que sin chanchullos y maletines el reparto de la riqueza creada se lleva a efecto de forma más eficiente mientras se respetan escrupulosamente las leyes que los españoles hemos consensuado:
a. Cuando se produce un tráfico de influencias, es decir, un cargo público beneficia a un particular por amistad o por interés económico se está atacando una de las bases del sistema económico: la libre competencia y la igualdad en derechos y deberes de los españoles. Es como cuando en un concurso oposición se queda con la plaza un enchufado que ha sacado peor nota. Los examinados no parten con las mismas oportunidades, con la misma ventaja. Eso repercutirá en el desempeño del que obtiene la plaza, con total seguridad, al sacar peor nota seguramente será menos competente, esto es, realizará un peor trabajo (esto redudará en un peor servicio a los ciudadanos). Quedan fuera los mejores, se quedan los enchufados así es el tráfico de influencias. Cuando hablamos de un ayuntamiento o gobierno estamos hablando de personas que manejan y gestionan cantidades desorbitadas de dinero. Eso añade un plus de "gravedad" que no debemos pasar por alto.
b. Si "Fulano", alcalde, concede la obra pública, casi en exclusiva y a dedo, a un promotor inmobiliario, se produce un fraude a la actividad económica y a la libre competencia. Para empezar se traza una línea entre ciudadanos de primera (los que rodean al cargo público corrupto) y de segunda (el resto). Es una ventaja que atenta contra la igualdad de oportunidades y contra los principios más elementales de nuestro sistema económica. A saber, "x" empresario obtiene fraudulentamente una carga de trabajo en exclusiva que podría ir a parar a diferentes empresarios, esto es, el reparto de riqueza y oportunidades se menciona en Carta Magna. ¿El empresario, el promotor, el ciudadano apoya el tráfico de influencias? ¿Apoya que "mengano" por ser amigo del alcalde o del consejero se haga con todo el pastel? Algunos se comen la tarta, pero dejan migajas. Otros, la mayoría minoritaria, se han conformado con esas migajas pensando que algún día les caerá "algún pedazo más grande". Pero si todos somos iguales, si tenemos los mismos derechos, si vivimos en una sociedad relativamente justa, ¿merecen prosperar unos más que otros según el parentesco o la fuerza económica que tengan con el cargo corrupto?
c. Si además de favorecer a determinado empresario se produce una malversación de fondos públicos, como casi siempre ocurre, nos encontramos con que, además de ser dañada la libre competencia, se expolia el patrimonio municipal, esto es, el que pertenece a todos los habitantes de un municipio. La libre competencia permite que ese municipio pueda elegir entre diferentes ofertas que le lleguen para realizar una obra (por ejemplo) y elegir la más beneficiosa para las arcas según criterios de eficacia y eficiencia. Es decir, si se presentan en iguales condiciones 5 empresarios para hacer una biblioteca, yo alcalde, responsable del dinero de los contribuyentes, tengo la obligación de optar por la oferta más económica para una misma calidad. El problema, cuando se malversan fondos públicos y se produce un tráfico de influencias, es que el cargo público corrupto beneficia a un empresario afín aunque la oferta de este sea más costosa para el ayuntamiento, esto es, que haya perjuicio económico para el patrimonio de los ciudadanos. No tiene sentido pagar más por algo que vale menos. Es como tener delante dos viviendas iguales, mismos metros, mismas calidades, una con un precio de 50 millones, otra con un precio de 40, y que tú eligieses la primera: sería un atentado contra tu patrimonio, contra tu cuenta corriente, contra tus fondos. El político y el empresario corrupto funcionan así.
d. ¿Por qué un cargo público, amistades aparte, decide beneficiar a un particular a costa del patrimonio de un municipio? Porque ese alcalde, consejero o presidente recibe a cambio un cohecho, esto es, una contrapartida por prevaricar, esto es, adoptar una resolución injusta, la decisión de primar al empresario corrupto aunque la oferta de este devenga una malversación de caudales públicos. Se produce un trasvase de dinero evidente: ese margen que se ahorra el corrupto o que gana de más sale del pueblo, de los ciudadanos, de su contribución en impuestos (dinero público) y va a parar al bolsillo del empresario y del político sin escrúpulos: el empresario recibe la obra en unas condiciones muy ventajosas; el político recibe un maletín, un par de pisos a buen precio o un viaje con todos los gastos pagados, todo a espaldas de los ciudadanos que te han votado.
e. Así el político, servidor de lo público, se convierte a su vez en un empresario, sirviéndose de la confianza que los ciudadanos han depositado en él, para hacer negocios privados. Por eso Fraga no quería constructores en el PP. Porque no tienen cargos de responsabilidad para hacer sus negocios particulares sino para salvaguardar las finanzas municipales y trabajar por sus conciudadanos. Porque con lo que recauda su ayuntamiento, comunidad o gobierno se cumplen una serie de servicios comunitarios básicos, es la potestad del político gestionarlos. Cuando se malversan fondos, cuando se prevarica, cuando se da un caso de tráfico de influencias, es a costa de los ciudadanos. No te lo descuentan de la nómima y por eso no te das cuenta. Ese dinero que se pierde y se reparten los corruptos debería ir destinado a otros fines sociales que repercuten directamente en la calidad de vida de los ciudadanos: colegios, guarderías, centros de salud, nuevos juzgados, más policías, carreteras. Todo eso se queda en el maletín. ¿De dónde piensa la gente se salen esas plusvalías? Así funciona la corrupción, la estafa.
f. Un ejemplo. Imagínese que yo soy un intermediario en la venta de viviendas. Usted quiere vender su vivienda, una vivienda que usted tasa razonablemente en 50 millones pues es el precio de mercado (el vecino vendió hace dos meses una igual por ese precio). Bien, ahora imagínese que yo hablo con un interesado en su vivienda y le digo: "yo convenzo al vendedor de que el precio real no supera los 30 millones, accederá porque confía en mí, de esos 20 que te ahorras me das 10 a mí". Así, el comprador compra por 40 millones lo que vale 50. El intermediario se lleva 10 millones por la cara, el comprador se ahorra otros 10. ¿Y qué ha pasado con el que vende su vivienda? Que ha vendido por 30 algo que vale 50. Esos 20 millones, se los han quedado el comprador y el intermediario. Con esos 20 millones que ha perdido sin saberlo podía haberse comprado un coche nuevo, o dos plazas de garaje en el centro de Murcia, o podía haberlos metido a plazo fijo, o podía haberlos repartido entre familiares. Pero se los quedó el sinvergüenza de turno.
g. Ahora cambie "intermediario" "por alcalde", "comprador" por "empresario" y "vendedor" por "tal municipio o tantos ciudadanos". Donde se dice "vivienda" por "suelo público municipal". Donde se dice "coche" o "plaza de garaje" por "colegio" o "centro de salud". Vuelva a releer el ejemplo de arriba. Ahí lo lleva. Además para más inri, aunque no se descuenten de su nómima, esos caudales perdidos, ese patrimonio esquilmado, perseguirá su cuenta corriente todos los meses. ¿Cómo? Si el alcalde vende patrimonio a un amigo promotor por un precio bajo, como hacer una permuta desventajosa para las arcas municipales, hay menos dinero que se recupera para la caja del que debería. Si se recauda menos hay menos dinero en caja, y si hay menos fondos en caja, por ejemplo, no hay guardería, la guardería va en el maletín que se reparte el político con el empresario (y que irá a parar a sus fiestas, caprichos y excentricidades). Si no hay guardería municipal no te queda otra que pagar una privada. ¡Ya estás pagando por los corruptos otra vez! Si el municipio no tiene plazas de residencia de ancianos, tienes que cuidar de tus padres, o a lo mejor tienes que contratar a una mujer para que esté con ellos. Si se hubiese recaudado ese dinero a lo mejor existían fondos para acometer esa residencia, pero tú, ¡estás pagando otra vez! Es una "metida" de doble entrada, hablando mal. Es como si te abofetearán una mejilla y después la otra. Lo curioso es que tú sonríes y das las gracias (les votas a ciegas).
h. La prueba de que se crece más sin corrupción es la siguiente. Si yo alcalde doy la obra pública al promotor que mejor oferta hace para las arcas del ayuntamiento (más barata a igual calidad) sin favoritismos, pasará: por un lado ese empresario contratará obreros para llevarla a cabo (los mismos que hubiese contratado el empresario corrupto) con lo que las ofertas de empleo no se resienten, se crea trabajo en el municipio (igual o más); por otro lado me quedará más dinero en caja en el ayuntamiento (no he malversado) para encargar nuevas obras con las que otros empresarios se pueden beneficiar en concurso: así hay competencia, comen más empresarios, comen más familias, hay más dinero en circulación, prospera más gente, es decir, no queda todo en familia, se expande con mayor justicia retributiva y social. Como no he traficado con influencia, como no me he quedado con dinero ni he regalado patrimonio, ese dinero lo puedo emplear en encargar más obras, esto es dar más trabajo a más gente, esto es, crear más servicios para los ciudadanos, esto es, dinamizar con más fuerza la economía local.
i. Todos ganan, el ciudadano no capitalista también porque ahora no tendrá que pagar 100 euros todos los meses para que cuiden de su hija en una guardería privada porque se habrá podido hacer con una municipal. Así se ha creado más riqueza para todos: para los empresarios que mueven la actividad económica municipal; para los ciudadanos que tienen mejores servicios, más colegios con mejores medios, más centros de salud o una plantilla más numerosa de policía local. Se ha respetado la ley, se ha sido escrupuloso con la igualdad de oportunidades y todo el municipio recibe los beneficios del crecimiento. ¿Quién ha dicho que sin corrupción no se crece? Se crece más, demostrado queda.
Ahora vamos a desterrar definitivamente la idea de que con el PP en la Región de Murcia hemos prosperado mucho y nos hemos beneficiado todos. Es una media verdad peligrosa. Cualquier ciudadano va a entender el gran timo en el que nos han embarcado unos políticos sin escrupulos en convivencia con la clase empresarial más especuladora y antisocial que de toda España. La derecha económica, mediática y política ha creado una ilusión, un espejismo para enriquecerse. Vamos a desmontarlo:
a. Al amparo de unos tipos de interés inusualmente bajos, los gobiernos del PP pusieron en marcha una serie de leyes e iniciativas para fomentar la compra de viviendas. Una ley del suelo como la de 1998, tremendamente especuladora, que suponía de facto su liberación (todo urbanizable menos lo protegido), propugnada con el apoyo del sector empresarial español a espaldas de otros agentes sociales. Se propugnaron ventajosas deducciones por compra de vivienda mientras se reducían y arrinconaban las deducciones por alquiler. La especulación salvaje como forma de supervivencia y negocio se empezaba a imponer. Privatizaciones, recorte del gasto social, un cambio de modelo "a la americana" que avanzaba a pasos agigantados en España, pero con mayor fiereza en la Región de Murcia.
b. Al mismo tiempo los gobiernos conservadores del PP adormecen los controles públicos, en algunos casos se eliminan directamente. Se depuran fiscales no afines a la doctrina, esto es, decididos a investigar las tramas corruptas que empezaban a surgir. Se desmantelaron las fiscalías anticorrupción, los técnicos de hacienda pasaron a un segundo plano y se estableció el silencio administrativo como un contrato social entre administración y ciudadanos. Se vendió por activa y por pasiva que ciertas conductas corruptas eran necesarias incluso deseables para crear riqueza. Los ciudadanos lo creyeron y confiaron en sus políticos después de una crisis económica que azotó a las grandes potencias occidentales, la de 1993. Esto hizo de caldo de cultivo para que el ciudadano pasara por el aro. "O lo tomas o lo dejas".
c. Curiosamente un ejército de constructores y promotores ingresó, más que nunca, en las listas del Partido Popular. Se hizo contra la voluntad anteriormente expresada por D. Manuel Fraga que se negaba sistemáticamente a que personas pertenecientes a este sector obtuviesen cargo público con las siglas del PP. No pensó igual Aznar, quien empezaba a ver los resultados que obtenían personajes aventajados como Zaplana y Valcárcel en sus respectivas comunidades autónomas. Eran garantía de negocio y financiación, por lo tanto, puertas abiertas para los ladrilleros. Poco importaba el peligro evidente de que esos empresarios del ladrillo confundiesen en muchas ocasiones sus decisiones para favorecer más que intereses generales, aquellos particulares. Empresarios y políticos neoconservadores unidos en un frente común, con un solo fin: hacer caja a espaldas del ciudadano.
d. Como los tipos de interés estaban tan bajos, salía muy rentable pedir dinero al banco. La gente se endeudaba para comprarse una vivienda, coche, vacaciones; pronto empezaron a hacerlo como inversión más que como necesidad cebándose el consumo interno. El suelo empezó a encarecerse lejos de abaratarse por la ley del suelo y por las expectativas de construcción de viviendas. Se consumía mucho, se pedían créditos para todo, circulaba dinero, oportunidades de inversión. Esto creó una conciencia de riqueza de la que muchos políticos se apropiaron, creando la impresión en los que ciudadanos que se crecía más por la acción de un gobierno que no por la coyuntura económica favorable a nivel mundial. Algunos, como Aznar Lopez, se llegaron a autodenominar "milagro económico", la escasa acción política de la oposición política hizo el resto.
e. Todos los años se producían subidas cercanas al 15-20% en el valor de la vivienda. El precio del suelo creció en 10 años un 500% y el de la vivienda un 200%. Era rentable comprar pisos porque a los pocos meses tu vivienda valía en el mercado unos millones más. Como los bancos tenían liquidez prestaban dinero, y así, la gente seguía invirtiendo. Era una espiral peligrosa e insostenible pero la sed de dinero, de hacer negocio, de dar el pelotazo, hizo que mucha gente asumiese un riesgo que no le pertenecía por sueldo y empleo. Pensaban que nunca se quemarían los dedos viendo que la clase política animaba el consumo desenfrenado "la vivienda está cara porque los españoles pueden pagarla" llegó a decir un ministro de Aznar.
f. Pero los sueldos seguían estancados. El precio de la vivienda se disparaba sí, pero el obrero seguía cobrando lo mismo con un trabajo muy precario. Se congelaron los salarios de los funcionarios. Se dejó de hacer obra pública. Se estancaron las inversiones y se resintieron los servicios públicos: sanidad, educación, seguridad. Con el PP en el gobierno se redujo la inversión en el sistema educativo, se privatizó la sanidad y se redujeron las plantillas de policía. Todos los huevos se pusieron en la cesta del ladrillo, en un sector poco productivo. Miles de jóvenes, la mayoría mileuristas en el mejor de los casos, se quedaron fuera del acceso a la vivienda. Se pagaban con ligereza auténticas barbaridades por inmuebles que pocos años antes tenían un precio tres veces inferior. Y los bancos seguían prestando dinero, sin parar. La espiral echaba humo, se iniciaban 800.000 viviendas todos los años.
g. Y así se seguía haciendo negocio con la vivienda. Muchos propietarios y agricultores vendieron sus tierras a buen precio y se convirtieron en nuevos ricos, y a su vez, sus beneficios los volvían a invertir en el ladrillo cegados por el dinero fácil. Se produjo un boom económico basado en la especulación, la depredación del territorio y la corrupción con el apoyo de facto de los ciudadanos. La economía sumergida se infló y el dinero negro comenzó a circular en forma de maletines. Todo el mundo además, tenía sus ahorrillos. Lo más normal del mundo, defraudar a Hacienda, cobrar parte del sueldo en B, encadenar contratos temporales, explotar a los inmigrantes. No existía control del Estado ni sobre el fraude, ni sobre la economía sumergida ni sobre la entrada de inmigrantes ilegales. Es más se promocionó que entrasen sin papales y así además de ser mano de obra barata para los empresarios, serían también consumidores de viviendas. Nunca se fomentó tanto la inmigración ilegal como en los gobiernos del PP a pesar del discurso xenófobo actual.
h. Los gobiernos del PP sacaban pecho lógicamente, todo iba como un tiro. En la Región de Murcia se elevó a los altares a Valcárcel Siso. La oposición mientras tanto denunciaba que el modelo era insostenible, que no se podría mantener mucho tiempo, que el crecimiento tenía los pies de barro, que el precio de la vivienda no iba a crecer de por vida. Denunció con razón que se creaba empleo pero empleo precario, mal pagado, de baja cualificación. Que la sanidad y la educación estaba hecha unos zorros. Que nuestros jóvenes abandonaban los estudios precariamente para ser albañiles y comprarse el audi a los 18 años. Que faltaban médicos, enfermeras, policías. Que era un grave error no diversificar la economía hacía sectores más productivos y con mayor valor añadido. Los ciudadanos no les creyeron, y no solo eso, les castigaron electoralmente, convirtiéndolos en los enemigos de la riqueza y el crecimiento. El que algunos municipios socialistas jugasen al mismo juego terminó haciendo el resto.
i. Las denuncias sobre corrupción se sucedían mientras los ciudadanos, hipnotizados por la riqueza que veían alrededor, miraban para otro lado. Todos defendían que tenían mejor calidad de vida sin embargo las estadísticas demostraban que era solo una transitoria sensación psicológica, un espejismo. La Región de Murcia era la comunidad autónoma con los sueldos más bajos de toda España, con el mayor porcentaje de trabajo temporal, la renta per capita se alejaba de la convergencia europea y nacional, con el record nacional de economía sumergida y casos de corrupción abiertos por la fiscalía. Al mismo tiempo se encabezan ratios tan preocupantes como la Región con menos médicos y enfermeras por habitante. Faltaban policias y se invertía poco en educación. La industria, un sector sostenible capaz de crear empleo estable y de calidad, era arrinconada como nunca por los gobiernos populares. Todo al ladrillo oiga.
j. Se construyó un discurso nacionalista y facilón alrededor de las reivindicaciones del agua para despistar al personal, para que nadie tuviese el foco puesto en los negocios privados de los políticos y en sus "cameos" con los empresarios; el enemigo siempre fuera. Se afirmaba que no había agua para regar pero cada vez se construían más resorts y se proyectaban 30 campos de golf con miles de viviendas adosadas. Se pedía "agua para todos" mientras se quitaban caudales a los agricultores para garantizar el consumo de agua de boca, es decir, que no faltara agua para el ladrillo. Los políticos corruptos, con las campañas que pagaban los empresarios corruptores, vendieron que un señor malo nos quitaba el agua de los pobres agricultores y que eso estaba muy feo. Pero el cabreo no era ese, el bloqueo del tubo lo que hacía peligrar era al sector de la construcción. Aznar proyectó un trasvase del Ebro insostenible para Levante, agua muy cara que no podrían pagar agricultores pero sí los promotores. En ningún momento se dijo a quien iban destinados los caudales, simplemente se ponían a disposición para quien quisiera comprarlos. ¿Quién podía comprarlos? No hay que ser muy listo para darse cuenta de esto. Vaya negociazo para los grandes era el maldito tubo del Ebro. Pero los ciudadanos creyeron que el agua era para los pobrecitos huertanos. Les creyeron una vez más.
k. Se ofrecieron desaladoras, agua alternativa, ahorro, depuración, modernización, pero la gente solo quería el Ebro. Se pensaba en la salmuera (un problema técnicamente resuelto) pero nadie se inmutaba ante las pretensiones del gobierno regional para urbanizar espacios naturales como Calblanque o La Zerrichera. Es la incongruencia social más absurda. La espiral especuladora había llegado a su cima. Un foto lo resume todo: la TV autonómica se concedía a un grupo empresarial compuesto por promotores sin experiencia en el mundo de la comunicación. Las licencias de radio se daban todas a grupos afines a la derecha conservadora. La pluralidad informativa desaparecía y las redes clientelar se hacían con un peso cada vez mayor que abarcaba más y más influencia social.
l. Algunas informaciones empezaban, tímidamente, a descubrir el pastel. Altos cargos del PP o sus familiares directos estaban asociados en numerosas sociedades con potentísimos empresarios de la construcción. Nadie se inmutó. Curioso el crecimiento de una promotora autóctona en solo 5 años con el aval de una poderosa caja de ahorros que asumió un riesgo financiero que impresionó a los expertos en la materia. Pero nadie sabía nada, y lo que es peor, nadie quería saber nada. Más resorts, más ladrillos, más pelotazos, más chanchullos. Todo el mundo pringado, ofertas de trabajo, enchufes en los concursos, persecución de la oposición política, censura informativa con medios de comunicación silenciado por el dinero de la subvenciones. Bacanal absoluta, pajera abierta. ¿Cuanto tiempo podía mantenerse esta escalada?
m. Mientras tanto a Región de Murcia pierde la batalla de la imagen en España y Europa. Las salidas de tono de algunos políticos y la actitud agresiva hacia nuestros vecinos procuran una mala imagen de los murcianos en el exterior. "Agua para Golfos" y "Corruptos para Votos" son lemas que se empiezan a escuchar en Madrid, Sevilla o Barcelona, también en Bruselas o Londres. El apoyo social a los corruptos escandaliza considerado por nuestros vecinos como una muestra palpable de subdesarrollo social y cultural. Algunas denuncias en Bruselas y en las instituciones españoles dañan la reputación de una región pequeñita pero demasiado ambiciosa, bronca y con dirigentes con escasos escrúpulos. Nadie se fía de nosotros, desconfían porque nuestra avaricia y nuestras incoherencias chocan con el sentido común de los demás. Este punto en contra no nos hizo como es lógico ningún favor.
El paraíso parecía darse lugar en la Región de Murcia, pero un día todo cambió.....
a. Los tipos de interés comienzan a subir ante el riesgo inflacionista, hay tanto dinero en circulación que los precios suben con demasiada pujanza. Esto repercute en el euribor, que es el índice sobre el que se estipulan las hipotecas en Europa. Así el hipotecado ve como cada vez tiene que pagar más intereses y su cuota mensual se eleva. Mientras tanto los sueldos siguen estancados, por lo que se nota una contracción fuerte de la capacidad de consumo, es decir, se llega a final de mes con dificultades y la capacidad de gasto es menor.
b. Explota la burbuja inmobiliaria. Dejan de subir los precios de la vivienda. Es más, empiezan a bajar. Se acaba así con el periodo desenfrenado de subidas dándole la razón a aquellos que avisaron que esto terminaría siendo más un problema que una inversión. Si antes se compraba para ganarle un pico cada cierto tiempo al piso, ahora se estaba desvalorizando la vivienda. Eso comprometía las inversiones. Eso lo complicaba todo mucho más. Mucha gente empieza a ponerse nerviosa, la confianza económica se resiente.
c. Los bancos dejan de dar créditos porque no tienen liquidez, han prestado demasiado dinero a gente poco de fiar que no puede hacer frente a los pagos y así la crisis de las hipotecas subprime en EEUU amenaza el sistema financiero mundial. Los bancos no se fían entre ellos en las subastas interbancarias. Además muchas cajas de ahorro han adquirido demasiado riesgo en inversiones inmobiliarias lo que agrava enormemente el problema. Han apostado demasiado dinero en un ladrillo que pierde valoración a pasos agigantados.
d. Si no se dan créditos, además no se dan hipotecas, no se compran viviendas. Además las expectativas creadas con el pinchazo de la vivienda hacen que la gente espere a que bajen los precios para comprarse una casa. El FMI ha estipulado recientemente que los precios deben caer al menos un 20%. Quien quiera vender su casa debe bajar el precio, y aún así no se vende. El problema comienza a ser preocupante y el panorama, desolador.
e. Se frena el consumo, aumenta la inflación. La consecuencia es que las empresas obtienen menos beneficios. Ellas también están endeudadas y los tipos de interés les hacen daño. Además el sector inmobiliario, tan pujante estos años, hace crack porque no venden nada, algunos promotores empiezan a poner precios de coste para darle salida al stock aunque no se consiga un beneficio. Eso implica que empiecen a echar a trabajadores para cuadrar sus cuentas, ya no se vende, no hace falta personal, se disminuye la producción, por lo tanto, sobra mano de obra. Así en todos los sectores, pero en la construcción con mayor fuerza. El resfriado sin embargo amenaza con convertirse en gripe.
El panorama es el siguiente:
a. La obra de ingenería económico-empresarial ha sido un éxito. Los grandes capos del ladrillo han hecho muchos agostos consecutivos ayudados por los políticos de esta Región y la inocencia de millones de ciudadanos. Han dado enormes pelotazos, han recalificado grandes extensiones de terreno rústico y han sido beneficiados en numerosas decisiones político-administrativas. Sus cuentas corrientes están a rebosar. Sus fortunas se han hecho a nuestra costa, con nuestro sudor, con nuestra hipoteca por un bien cuyo valor está inflado. Son más ricos que antes y nosotros más pobres que antes. ¿Por qué digo esto?
b. Han especulado con un derecho constitucional, es de la vivienda. Durante años nos vendieron que lo razonable era comprar viviendas, que era una gran inversión, un gran negocio, un paraíso sin fin. Nosotros, con los mismos sueldos que hace diez años, nos hipotecamos a 40 años para pagar pisos que estaban sobredimensionados en su precio entre un 30 y un 50% del valor. Es como pagar un euro por un chicle o 1000 euros por un móvil de los normalitos. Lo más grave, lo hicimos con una enorme sonrisa en la boca.
c. Durante esos años ellos se enriquecieron mientras que nosotros pagábamos sus festines. Pero todos parecíamos contentos porque pensábamos que habíamos comprado por 50 algo que en dos años valdría 60. Era un engaño. Nosotros no lo sabíamos, ellos sí. Muchos de esos grandes capos del ladrillo han vendido sus acciones justo antes de la explosión de la burbuja inmobiliaria. Otros han diversificado sus actuaciones. La mayoría tiene resuelta su vida y el dinero a buen recaudo en un paraíso fiscal. Solo los pardillos que se metieron a la construcción sin ser profesionales se van a dar el golpe de su vida. Han comprado terrenos a precios desorbitados para construir unas viviendas que no se venderán, y para ello han empeñado sus negocios, ahorros y comercios. Tendrán que cerrar, renegociar deudas que pagarán toda su vida, y como no, tendrá que dejar en el paro a muchos de sus trabajadores.
d. Los ciudadanos nos encontramos con la gran estafa, endeudados, hipotecados. Vamos a estar pagando 4o años de nuestra vida por una hipoteca de 50 millones más intereses para un piso que en un año o dos no valdrá ni 30 millones. Y así con mil ejemplos, pongan las cifras que quieran. Cualquier inmueble o terreno que hayan comprado los últimos años valdrá la mitad en un horizonte cercano, pero usted seguirá pagando de por vida su precio original, el inflado. Es un empobrecimiento brutal, es una ruina. El golpe psicológico es mayor. Es una estafa en toda regla.
e. Como aumenta el desempleo, mucha gente corre el riesgo de ser despedido. Esa gente ni siquiera podrá pagar la hipoteca y el banco les embargará. Pero esto solo hace trasladar el problema al banco, que sin liquidez, nada puede hacer con un piso que vale la mitad y que además no se vende porque el mercado está roto. Eso estrangula aún más a los bancos, que no dan más créditos para el sector inmobiliario. Y vuelta a empezar. Algunos empiezan a pensar que a lo mejor no fue tan buena idea poner todos los huevos en la cesta del ladrillo. Muy tarde.
f. A los grandes capos no les temblará el pulso para cerrar sus negocios e irse al Caribe a todo lujo. Despedirán a sus trabajadores y a buenas horas nos conocimos. Millones de viviendas quedarán vacías en los municipios de esta Región, vacías, otras medio levantar. Albañíles, fontaneros, electricistas, al paro. Ellos han tenido mucho trabajo sí, pero también se han endeudado por encima de sus posibilidades. Es la pescadilla que se muerde la cola. Esa gente ya no consumirá, no irá de compras, a restaurantes, de viajes por lo que estos negocios también se verían afectados, tendrán que despedir a más gente, etc, etc y vuelta a empezar. ¿Podrá pagar su hipoteca, su cochazo? Lo dudo. ¿A dónde va? No hay tejido industrial, no hay alternativa.
g. ¿Qué ha pasado en la Región de Murcia? Le hemos hecho la cama a los capos y a los políticos corruptos. Otras comunidades también han construido pero han diversificado más su actividad. Los partidos de la oposición llevan años pidiendo un cambio de rumbo para el modelo económico. Valcárcel, el PP y los ciudadanos han censurado ese discurso. Creían que este nube de humo iba a durar toda la vida. No se ha apostado por la industria, por la innovación, por la modernización de nuestra agricultura. No se ha aprovechado la época de vacas gordas para tener una cosecha segura para cuando lleguen las flacas. Los casos de corrupción y nuestra mala imagen hacen desconfiar a los extranjeros que ya no invierten como antes avisados de la situación que se vive aquí y las estafas inmobiliarias que se suceden. Hay destinos más económicos y seguros en la Europa del Este, por ejemplo Croacia.
La conclusión es que los gobiernos del PP han empobrecido enormemente a los ciudadanos de la Región de Murcia; también algunos del PSOE que han jugado a lo mismo, nadie lo niega. Ha sido una gran estafa. Ellos, los grandes empresarios y sus acólitos, seguirán paseando en Mercedes y yendo de vacaciones al Caribe, la crisis no les afectará, o les afectará menos porque tienen la despensa llena (siempre la han tenido). Pero el ciudadano que tan alegremente ha plegado la cabeza y besado sus pies se queda ahorcado, con una pésima ordenación del territorio, con ciudades fantasma, con espacios naturales destrozados por el ladrillo, con ciudades insostenibles sin servicios sociales, con problemas de tráfico, con un modelo económico que ha quebrado. Sin dinero, hipotecados pagando por algo sin valor y vuelta a empezar. Los listos han ganado. ¿Todavía no nos hemos dado cuenta? Ya caeremos.
Por eso, cuando veo como un pueblo entero se lanza a besarle los pies al corrupto, me escandalizo. Pobres ignorantes, no saben lo que les espera. Esos mismos son los que han arruinado vuestras vidas. En unos años les maldeciréis y escupiréis por la calle. Mientras tanto al murciano siempre le quedará Zapatero...la culpa de Zapatero.
Artículo que me publica Vegamediapress en mi columna "La sombra de Aznar"