Madre de la Misericordia Inmisericorde, que me falta el aire y no puedo ni respirar, del disgusto tan tonto que he pillado, porque unos ladrones malvados y malnacidos, han tenido la osadía de robar en “Villa Potorro”, la casa de Belén Esteban, mientras ella, se estaba tostando al solecito allá por Miami, alejada de los fotógrafos que la persiguen en este su principado (Por cierto, ¿qué hace fumando en el aeropuerto?).
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