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miércoles, 18 de mayo de 2011

Cola de mujeres

Son lindas, prolijas y llamativas.

Jamás pasa desapercibida una cola de mujer.

Bulliciosas, impacientes y atrevidas.

Así son y así nos gusta ser.

Tuve que asistir en menos de una semana a tres colas de espera, donde en su mayoría eran mujeres, para colmo de males, con la nueva disposición de apagar celulares en bancos, no se puede ni escuchar música en el trajín y por ello, la espera desespera a cualquiera.

La difícil de sortear, fue la cola de divorciadas, mujeres deseosas de cobrar pensiones, de cambiar datos de su ex-cónyuge, de obtener una tarjeta electrónica, de autorizar firmas de jueces, en fin, hacían que el silencio del lugar se rompiera y se escuchara una ola de reclamos que iban entre anécdotas de LOS EX, hasta maldiciones al gerente del banco por no habilitar más mostradores y amenazas de muerte hacia el pobre policía que con cara de "yoquetengoquehaceraqui,prefierobatirmeatirosconunladronasoportalasaustedes" intentaba apaciguar las aguas.

Me divertí.

Todas más aguerridas que yo, me invitaron a sumarse a la cruzada de "SON TODOS UNOS INúTILES!" y comenzaron a aplaudir. Finalmente el tipo del mostrador, que estaba que partía la tierra (detalle que evidentemente solamente yo noté ya que el resto de las chicas, sólo querían matarlo) salió a pedir paz y amor, cosa que enfureció aún más a las chicas, y se habilitó finalmente un mostrador más.

Vergüenza al principio, relojeaba las cámaras y me veía desalojada del lugar por disturbios molestos, igual, no podía ir contra el gremio y mucho menos hacer una deshonra a mi nombre de Mala que con tanto esfuerzo he sabido cultivar.

Obviamente que había hombres en la cola, pero ellos solamente se limitaban mirar a otro lado, a pesar de tener el mismísimo embole que el resto, incluso intentaron acompañar la aplaudida con leves movimientos de pies, (típico del otro gremio, amagar con una acción pero al final no hacerla).

Por eso, hoy paso por una calle y un desquiciado me chifla, me dice algo grosero y libidinoso referido al trasero, al culo que porto y me acompaña hace ya 32 años y en lugar de maldecirlo, reconozco que una cola de mujer puede cambiar cualquier circunstancia divina!
Y por ello, se merece un piropo, un silbido, e incluso, un aplauso!.

Clap clap por ellas, y por la mía también!


Dedicado a Mario Albarracin, en su día, al genial artista!

martes, 7 de diciembre de 2010

melocotón con fresas y mentol

Así es, voy a ponerle color, aromas y sabores a lo que reste del 2010.

Año puto.

Año malo.

Año sano.

¿Qué necesidad había de dejarme con las valijas armadas y las llaves en la otra?

Me quedé sin plata y fui pobre.

Recordé que también podía llorar y que la depresión no esta en los libros ni del lado del frente de mi escritorio, hundida en divanes. Me traspasaba a mi misma y remataba con un ataque de pánico que también de libro, me asfixiaba.

Año salvaje.

Año chantaje.

Año con viajes.

Saque pasajes a no se dónde, porque cuando pude respirar por mi misma quise ver otros paisajes y luego volví a buscarlos, porque ya me habían gustado.

Año amigable.

Año bailable.

Año filmable.

Volvieron los sueños y las expresiones. Un cuerpo que se movía y que no pedía permiso me acompañaba, el pelo que crecía a destiempo con las uñas siempre coquetamente pintadas escondían las consecuencias de noches de cutículas masticadas.

Año de presumidas.

Año de alegrías.

Año de releídas.

2010,
fuiste honesto conmigo, la brutalidad de la verdad y la alegría de saberlo era el regalo que no pude reconocerlo, aun.

Año psicoanalizado.

Año con reiki, con daimoku.

Año armonizado.

2010,
te mereces un poco de disfraz, dejá, yo te visto con las mejores ropas, te pinto con gibré, mientras te plancho las ondas y depilo el cavado. Te pongo colores y sabores nuevos, te aromatizo con canela, limón o mentol.

2010,
no te vayas tan pronto, apurado como siempre, ¿no te quedás ni a cebar unos mates ahora que las tardes son frescas?, al menos observame un poquito, sí, soy yo, un poco cambiada es cierto, dejame al menos, antes que te vayas, decirte ¡GRACIAS!




(flor de loto, para todos)

viernes, 19 de diciembre de 2008

La Guerrera



Amiga Soltera: Presentame a tu amigo

TucuMala: No te va a gustar

Amiga Soltera: ¡Dale!

TucuMala: El tipo no es tu tipo. Ingeniero, vive solo, estuvo algunas veces de novio, cuando se enamoró lo dijo y no dio miles de vueltas. No tiene adicciones, enfermedades graves ni ex parejas alocadas. Jamás tuvo una depresión severa, sale los fines de semana con amigos pero vuelve temprano a casa. ¡No te va a gustar!.

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Hay personas que andan por la vida buscando dramas ajenos, se enamoran del dolor del otro.
Parecería que en lugar de buscar el “príncipe azul”, buscan “al príncipe de los problemas”. No sueñan con un muchacho alto y con ojos azules, prefieren al desempleado, divorciado y con imposibilidad para sociabilizar.

A estas personas las denomino, Las Guerreras por que son mujeres que se enamoran de la mala vida del compañero, si bien no acepta esta vida, imagina el amor dando batalla a estos vicios.

Llega a terapia para acompañar a su compañero, y por lo general sigue ella el tratamiento a pesar de que su novio abandone en la primer sesión.
La Guerrera busca médicos, abogados y familiares para encontrar la mejor solución a los problemas del “príncipe”. Puede incluso sentarse a tomar un café con la Ex para resolver la tenencia de los hijos de su pareja.

Lo más lamentable, es que estos tipos ni siquiera se dan cuenta de los esmeros de su novia, se sienten invadidos y molestos con tanto movimiento que les demanda la relación. Para ellos la vida trascurre así, y cuando la Guerrera despliega todas las armas ellos planta bandera blanca y se retiran del campo.
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TucuMala: ¿Y?... ¿Cómo te va con mi amigo?

Amiga Soltera: Muy bien. ¿Sabías que tiene un embargo con su casa? Pobre…¡ mañana vamos a ver a mi amigo que es abogado a ver si le da una mano!
Imagen: V. Vitar.